¿Por qué viene el Hijo? ¿Porque Dios está enojado? ¿Porque Dios quiere enseñorearse de nosotros? ¿Porque Dios necesita algo? No, él viene puramente por amor, por el deseo de Dios de que florezcamos: “Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”.

No es para resolver sus problemas de ira que el Padre envía al Hijo, sino para que la justicia del mundo sea restaurada. Jesús es el cumplimiento del intento salvífico de Dios, manifestado a lo largo del Antiguo Testamento.