Referencias Bíblicas
• Matthew 9:35-38,
• Matthew 10:1,
• Matthew 10:5a,
• Matthew 10:6-8
• Obispo Robert Barron
Amigos, hoy Jesús nos enseña a rezar por trabajadores para la cosecha, por discípulos que realicen la obra de la evangelización. Necesitamos organizar nuestras vidas en torno a la evangelización. Todo lo que hacemos debería estar relacionado de algún modo a ello. Esto no quiere decir que todos debamos convertirnos en evangelizadores profesionales. Recuerden, pueden evangelizar con la calidad moral de sus vidas. Pero sí significa que nada en nuestras vidas debería ser más importante que anunciar la victoria de Jesús.
Tendríamos que pensar en los demás no como objetos a ser utilizados, o personas molestas que obstaculizan mis proyectos, sino como aquellos a los que he sido llamado a servir. En vez de decir, “¿Por qué esta persona molesta está en mi camino?”. deberíamos preguntar, “¿Qué oportunidad para evangelizar se me ha ofrecido?”. ¿Ha puesto Dios a esta persona en tu vida precisamente para ese propósito?
Ambrosio, Santo
Memoria Litúrgica, 7 de diciembre
Por: Redacción
Fuente: Archidiócesis de Madrid
Obispo y Doctor de la Iglesia
Martirologio Romano: Memoria de san Ambrosio, obispo de Milán, y doctor de la Iglesia, que descansó en el Señor el día cuatro de abril, fecha que en aquel año coincidía con la vigilia pascual, pero que se le venera en el día de hoy, en el cual, siendo aún catecúmeno, fue escogido para gobernar aquella célebre sede, mientras desempeñaba el oficio de Prefecto de la ciudad. Verdadero pastor y doctor de los fieles, ejerció preferentemente la caridad para con todos, defendió valerosamente la libertad de la Iglesia y la recta doctrina de la fe en contra de los arrianos, y catequizó el pueblo con los comentarios y la composición de himnos. († 397).
Breve Biografía
El joven prefecto de Liguria y de Emilia, Ambrosio, nació en Tréveris hacia el año 340 de una familia romana. Todavía era catecúmeno, cuando por aclamación del pueblo fue elegido a la sede episcopal de Milán, el 7 de diciembre del 374. En cuestión de religión cristiana tenía que aprender casi todo, y se dedicó sobre todo al estudio de la Biblia con tanto empeño que pronto la aprendió a fondo. Pero Ambrosio no era un intelectual puro; era sobre todo un óptimo administrador de su comunidad cristiana. Fue un verdadero padre espiritual de los jovencitos emperadores Graciano y Valentiniano II y del temible Teodosio I, a quien no dudó en reprochar duramente, exigiéndole una penitencia pública como expiación por haber hecho asesinar al pueblo de Tesalónica para acabar con una revuelta. Ambrosio es el símbolo de la Iglesia que renace después de los duros años del ocultamiento y de las persecuciones. Por medio de él la Iglesia de Roma trató sin nada de servilismos con el poder político.
Sus cualidades personales fueron las que le atrajeron la devota atención de todos. La actividad cotidiana de Ambrosio estaba dedicada a la dirección de su propia comunidad, y cumplía sus compromisos pastorales predicando a su pueblo más de una homilía semanal. San Agustín, quien fue un asiduo oyente de los sermones de San Ambrosio, nos cuenta en sus Confesiones que el prestigio de la elocuencia del obispo de Milán era muy grande y muy eficaz el tono de este apóstol de la amistad.
Sus libros publicados que han llegado hasta nosotros son las rápidas transcripciones y reutilizaciones de sus discursos, poco o nada revisados. Sus famosos Comentarios exegéticos, antes de ser reunidos en volúmenes, habían sido predicados a la comunidad cristiana de Milán. En ellos se nota el tono familiar del pastor que se dirige con amable sencillez a sus fieles. En ellos se siente palpitar el corazón de un gran obispo, que logra suscitar conmovedora emoción en sus oyentes con argumentos llenos de emotividad y de interés. Como buen pastor le gusta enseñar cantos litúrgicos a su pueblo. Por eso compuso un buen número de himnos, algunos son todavía familiares en la liturgia ambrosiana. Fue él quien introdujo en occidente el canto alternado de los salmos.
Entre sus escritos que no tienen relación directa con su predicación, recordamos el De officiis ministrorum, porque, recalcando el conocido texto ciceroniano y acogiendo todos sus elementos, demuestra que el cristianismo puede asimilar sin peligro de alterar el significado de la buena noticia esos valores morales naturales que el mundo pagano y romano en particular supo expresar. Ambrosio murió en Milán el 4 de abril del 397.
Si Dios llama, hay que responder
Santo Evangelio según San Mateo 9,35-10,1.6-8.
Sábado I de Adviento.
Por: Jesús Salazar Brenes, LC
Fuente: somosrc.mx
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, ayúdame a descubrir qué pides de mí y dame un corazón generoso para ser dócil a tu voluntad.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 9,35-10,1.6-8
En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y curando toda enfermedad y dolencia. Al ver a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: «La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos». Después, llamando a sus doce discípulos, les dio poder para expulsar a los espíritus impuros y curar toda clase de enfermedades y dolencias. Les dijo: «Vayan en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel. Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente».
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Si Jesús recorriera nuestras ciudades, pueblos o lugares de habitación, tal como lo hizo en Galilea, ¿qué vería? El Evangelio nos muestra que vio rostros cansados, gente arrutinada y acostumbrada a que su vida fuese igual siempre, vio gente que quizá había escuchado de Dios, pero no se había dado la oportunidad de conocer a Dios.
Jesús hoy quiere mirarnos con compasión y ternura, él desea hacernos las personas más felices, desea ser nuestro pastor.
No obstante, Jesús toma una solución muy concreta; pide a la gente que ore para que haya más obreros en la mies, llama a cada uno de esos hombres y mujeres por su nombre y los envía como sus misioneros.
Es probable que pensemos que pedir obreros para la mies es orar por las vocaciones, y aunque sí debemos pedírselo al Señor, no sólo las personas consagradas reciben un llamado de Dios para ser misioneros. Hoy mismo nosotros podemos ser la persona que Dios tiene en mente para que su alegría llegue a tanta gente arrutinada «como ovejas sin pastor». Esas ovejas son la gente que vemos todos los días… ¿Qué le vamos a responder al Señor que nos llama? El Señor nos ha dado bendiciones a manos llenas… ¡Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis!
«Añado una palabra que no quisiera que fuese retórica, por favor: ¡ánimo! No significa paciencia, resígnense. No, no, no significa esto. Sino al contrario, significa: osen, sean valientes, ¡vayan adelante! ¡Sean creativos! ¡Sean artesanos todos los días, artesanos del futuro! Con la fuerza de aquella esperanza que nos da el Señor que jamás defrauda, pero que también necesita de nuestro trabajo. Por esto rezo y los acompaño con todo mi corazón. El Señor los bendiga a todos y que la Virgen los proteja». (Homilía de S.S. Francisco, 21 de junio de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy intentaré ser misionero con mi ejemplo de vida y oraré por las vocaciones.. .
Despedida
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cómo vivir el tiempo de Adviento de la mano de María
María fue la primera en vivir el Adviento. Aquí te compartimos cómo fue la espera de María y cómo vivir este tiempo litúrgico de su mano
El Adviento es el tiempo en que centramos nuestra atención en el misterio de la Encarnación. En el Evangelio de san Lucas, el Señor anuncia el año de gracia, haciendo que, “todos los hombres dirigían su mirada en Él, en medio de la oscuridad, apareció la luz. La palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, en ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no pudieron apagarla».
El Verbo se hizo carne
La encarnación es, sin duda, la revelación de Dios hecho hombre en el seno de María Santísima por obra del Espíritu Santo. Siendo Dios el Todopoderoso, decide humildemente volverse hombre, por lo que viene al mundo a través de aquella dulce doncella llamada María. Es de ella que Cristo viene al mundo, por esta razón es que centramos nuestra mirada en la Encarnación del Verbo y en María, su Madre.
No podemos vivir plenamente el Adviento sin dirigir la mirada a Jesús y a la primera que vivió el Adviento. Ella es el corazón que ha sido preparado por Dios para esperar, para abrir el camino al Salvador. A continuación te presentamos las maneras en las que puedes vivir el Adviento con María, teniéndola presente en tu corazón.
1 Vive con fe y esperanza
Podemos destacar varios momentos que demuestran que María tuvo siempre la fe puesta en Dios. Comenzando en el momento en el que el arcángel Gabriel le anuncia que va a concebir a un hijo por obra del Espíritu Santo.
También tuvo fe al momento de decirle a José que esperaba al Salvador; y de la misma manera, cuando huyeron de Belén a Egipto y cuando estaban buscando un lugar para que Jesús naciera; a pesar de que nadie les daba posada, María se confió a la protección de su esposo, José, y a Dios padre.
2 Hacer un «Calendario de Adviento» con María
Una forma creativa de vivir el Adviento con María es hacer un calendario de Adviento espiritual, en el cual cada día se refleje un aspecto de la vida de María o una actitud que ella nos invita a vivir. Puedes incluir oraciones, versículos bíblicos o pequeños actos de servicio que te acerquen más a la Madre de Dios y te preparen para la llegada de su Hijo.
3 Vivir el Adviento con actitudes de servicio
María, en su visita a Isabel, nos da ejemplo de generosidad y servicio. En este tiempo de preparación para la Navidad, trata de imitar esa actitud de servicio hacia los demás. Ya sea a través de la caridad, la ayuda a quienes más lo necesitan, o simplemente con gestos de cariño y cercanía. Este es un momento propicio para salir de ti mismo y dar sin esperar nada a cambio, como lo hizo María.
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