Quiliano, Santo

Obispo y Mártir, 8 de julio

Martirologio Romano: En Herbipoli (hoy Würzburg), ciudad de Austrasia, san Quiliano, obispo y mártir, natural de Irlanda, desde donde viajó a esta región para predicar el Evangelio, y en la que, por velar diligentemente para que se observase en ella la vida cristiana, fue martirizado († c. 689).

Breve Biografía

Quiliano era un monje irlandés. En el año 686, antes o después de recibir la consagración episcopal, partió a Roma con once compañeros, y el Papa Conon le encargó predicar el Evangelio en Franconia (Badén y Baviera).
El santo, asistido por el sacerdote Colmano y el diácono Totnano, convirtió y bautizó a numerosos paganos en Würzburg. Entre dichos convertidos figuraba el duque de la ciudad, Gosberto.

Una biografía medieval narra en la forma siguiente el martirio de San Quiliano: El duque había contraído matrimonio con Geilana, la viuda de su hermano. San Quiliano le indicó que tal matrimonio era inválido, y el duque prometió separarse de Geilana; pero ésta, enfurecida, aprovechó la ausencia de su esposo, quien había partido a una campaña militar, para que sus esbirros decapitaran a los tres prisioneros.

Consta con certeza que Quiliano, Coimano y Totnano evangelizaron realmente la Franconia y la Turingia oriental y que fueron mártires.

El culto de San Quiliano existió en Irlanda, así como en las diócesis de Würzburg, Viena y algunas otras.

Evangelizar implica tener confianza

Santo Evangelio según san Mateo 10, 7-15. Jueves XIV del Tiempo Ordinario

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor Jesús, eres el tesoro más grande que tengo. Mi vida sin ti no tendría sentido. Tú eres mi alegría, mi vida, mi todo. Gracias por tus beneficios. Gracias por el don de la fe a través de la cual me puedo poner en contacto contigo. Gracias porque confías en mí, y esperas que colabore contigo en la extensión de tu Reino. Gracias por amarme, no por lo que tengo o produzco, sino por lo que soy. Ayúdame a conocerte y a corresponder a tus beneficios.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Mateo 10, 7-15

En aquel tiempo, envió Jesús a los Doce con estas instrucciones: «Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente.

No lleven con ustedes, en su cinturón, monedas de oro, de plata o de cobre. No lleven morral para el camino ni dos túnicas ni sandalias ni bordón, porque el trabajador tiene derecho a su sustento.

Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, pregunten por alguien respetable y hospédense en su casa hasta que se vayan. Al entrar, saluden así: ‘Que haya paz en esta casa’. Y si aquella casa es digna, la paz de ustedes reinará en ella; si no es digna, el saludo de paz de ustedes no les aprovechara. Y si no los reciben o no escuchan sus palabras, al salir de aquella casa o de aquella ciudad, sacúdanse el polvo de los pies. Yo les aseguro que el día del juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos rigor que esa ciudad».

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.

Hoy me diriges un mensaje que toca mucho mi vida como miembro del Reino de Cristo: la instauración de tu Reino. Esto es una realidad que ocupa toda mi existencia. Con tu Evangelio me envías a colaborar contigo en la misión de llevar la Buena Nueva de salvación a todos los hombres. Enciende en mí un celo cada vez mayor por tu Reino y por las almas. Son muchas las recomendaciones que me das para la misión, que se encuadran en el fundamento de la confianza, que hoy quiero detenerme a considerar contigo.. Como miembro de tu Reino he podido en ocasiones ir de misiones y hacer una experiencia de evangelización. La confianza en ti es lo único seguro que puedo portar conmigo.

Confío en que seré tan sólo instrumento tuyo. Confío que Tú darás el fruto de la misión. Confío en que no me abandonarás ni me faltará lo necesario. Evangelizar implica confianza. Y Tú nunca me has fallado. Ayúdame a llevar confianza a este mundo a veces tan desalentado. Ayúdame a ser tu voz, tu rostro, tus manos, tus brazos, tus pies. Quiero llevar tu mensaje a los hombres que tanto lo necesitan. Pero no lo puedo solo. Necesito de ti. Hoy de nuevo me invitas preguntándome: ¿Quieres venir conmigo y ayudar a los hombres a ser felices en esta vida y en la otra? Y yo te respondo: ¡sí! Porque confío en tu misericordia, en que Tú eres quien me transforma en tu discípulo misionero.

«Cuando el Señor nos da este consejo: ‘¡párate!, elige hoy’, no nos deja solos. Está con nosotros y quiere ayudarnos. Nosotros solamente debemos confiar, tener confianza en Él. ‘Bienaventurado el hombre que confía en el Señor’. Hoy, cuando nosotros nos detendremos a pensar en estas cosas, para tomar decisiones, sepamos que el Señor está con nosotros, está junto a nosotros, para ayudarnos. Nunca nos deja solos, nunca. Está siempre con nosotros. También en el momento de la decisión está con nosotros». (Homilía de S.S. Francisco, 19 de febrero de 2015, en santa Marta).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Ofreceré un misterio del rosario por los misioneros, especialmente los más necesitados de mi oración.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

10 consejos imprescindibles para mantener la salud espiritual

Solemos poner las necesidades de nuestro cuerpo por encima de la de nuestra alma y esto es una errónea jerarquía de valores

Alimentación orgánica saludable, centros de salud física, tomar varios suplementos vitamínicos, escapadas de vacaciones a hoteles exóticos, y muchos otros son todos intentos por mantener una buena salud corporal.

Sin duda, todo esto puede ser bueno por una simple razón: nuestro cuerpo es el templo del espíritu santo. Por consiguiente, debemos ser guardianes y custodios responsables del regalo de nuestro cuerpo que Dios en su generosidad nos dio.

Sin embargo, a menudo existe este error: ponemos las necesidades de nuestro cuerpo por encima de la de nuestra alma y esto es una errónea jerarquía de valores.

La palabra de nuestro señor y salvador Jesucristo nos enseña la siguiente verdad:

«Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida? Pues ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida?» (Marcos 8,36-37)

Evitar el daño

En un nivel humano y natural, debemos hacer un esfuerzo común para evitar lo que podría dañar nuestro cuerpo. Los buenos padres le han enseñado esto a sus hijos desde el comienzo: no juegues con fuego, mira dos veces antes de cruzar la calle, no estés con malas compañías, come tus vegetales, duerme temprano, limpia tus dientes antes de acostarte, lava tus manos antes de comer, limpia tu cuarto.

En definitiva, la limpieza es próxima a la santidad.

Todo lo anteriormente mencionado son consejos comunes que los padres han dado a sus hijos durante años. Debemos elevar esto a un plano sobrenatural más alto y dar consejos de cómo evitar lo que puede perjudicar a nuestra alma inmortal, que tiene más valor que todo el universo creado.

En efecto, podemos pecar mediante pensamiento, palabra, obra y omisión; al no hacer lo que Dios nos exige hacer.

Evitar ocasiones cercanas al pecado es una cualidad indispensable en nuestra búsqueda de la santidad y a la adquisición de nuestra corona de gloria que llamamos vida eterna.

1.- Evite los chismes y a los chismosos

Jesús dijo claramente que seremos juzgados por cada palabra que sale de nuestra boca, y también dijo que de la abundancia del corazón habla la boca.

Si tenemos el hábito de frecuentar a individuos que son unos chismosos incorregibles, entonces debemos hacer un cambio y no frecuentarlos más.

Leer el capítulo 3 de la Carta al apóstol Santiago, es un excelente capítulo en las escrituras acerca de los pecados de la lengua.

2.- Vístase apropiadamente

No debemos ser ocasión de pecado para los demás. Nuestro cuerpo es un templo sagrado desde el bautismo.
San Pablo nos recuerda que somos embajadores de Cristo, eso significa representantes del señor de señores y rey de reyes. Debemos vestirnos de acorde a esto.

Cuando decimos vestirse apropiadamente no solamente es en la iglesia, como si este fuera el único lugar para vestirse con decoro y modestia, debemos hacerlo a todo hora y en todo lugar. Nunca debemos olvidar que somos cristianos 24/7 y eso significa siempre.

3.- Evite las malas compañías

San Pablo decía que las malas compañías corrompen la moral. Este proverbio expresa concisamente la siguiente verdad:

«Dime con quién andas y te diré quién eres».

No tenemos que ser genios para saber que tendemos imitar a nuestros amigos y a nuestros compañeros.
Oremos por la gracia de encontrar uno o dos amigos que sean realmente nobles, honestos, puros, cristianos trabajadores y habrás descubierto un verdadero tesoro. La sabiduría del viejo testamento nos enseña que encontrar un buen amigo es encontrar un tesoro.

4.- Cuide su mirada

Otro proverbio es oportuno para este concepto: «La curiosidad mató al gato». Peor aún, la mirada pícara del Rey David resultó en el adulterio con Betsabé, y eventualmente en el asesinato de su marido, el valiente y honesto soldado Urías de hitita (2 Samuel 11).

El santo hombre Job afirmó:

«Yo establecí un pacto con mis ojos para no fijar la mirada en ninguna joven» (Job 31,1)
Finalmente, Jesús lo deja por sentado en una de sus Bienaventuranzas:
«Benditos los puros de corazón, porque ellos verán a Dios» (Mateo 5,8)
En un mundo colmado con imágenes impuras, humanas y digitales, más que nunca necesitamos tener estricta custodia de nuestros sentidos, en especial nuestra vista.

5.- Evitar ser impulsivo

Otra actitud o disposición que debemos evitar es rendirnos a nuestra impulsividad, en todos los sentidos, pero especialmente al hablar.

Un buen proverbio indica: «Piensa antes de hablar». Otro proverbio, que de algún modo hace caer en cuenta a aquellos que hablan y después piensan es el siguiente: «No digas algo de lo que te puedas arrepentir».
A un nivel espiritual más elevado Santiago nos advierte:
«Debemos estar listos para escuchar y lentos para hablar».
Santo Tomás de Aquino ofrece esta interesante perspectiva:
«Dios nos ha dado dos orejas y una boca para así escuchar el doble de lo que hablamos».
¡Medita sobre esto antes de hablar!

6.- Medios electrónicos

De suma importancia para todos los que ahora vivimos en este universo electrónico es la extrema necesidad de prestar atención acerca del uso de los medios electrónicos actuales.

Como dijo el Venerable Fulton Sheen:

«Obviamente nunca abriremos la boca para escarbar en la basura».

También estableció que: podemos fácilmente ser embebidos y absorbidos por la basura moral con nuestros ojos.

Un buen vomito puede liberarnos de la basura física consumida. Sin embargo, puede llevar años borrar o eliminar una imagen que hemos visto de una de las muchas fuentes del moderno mundo de los medios electrónicos.

Nuestra mente es un gran archivo que guarda todas nuestras experiencias, todo lo que hemos hecho, al igual que todo lo que hemos visto. or consiguiente, debemos ser estrictos con nosotros mismos y con nuestros hijos acerca de lo que traemos a nuestras mentes y nuestros corazones a través de lo que vemos.

7.- Síndrome de teleadicto

La ociosidad es el taller del diablo, es otro proverbio a tomar en cuenta. En otras palabras, si no tenemos nada que hacer, entonces el diablo nos dará muchas cosas por hacer.

San Juan Bosco tenía un miedo mortal de la época de vacaciones para la juventud y adolescentes.

El trabajo es bueno para todos nosotros. El trabajo perfecciona nuestro carácter y ayuda a cultivar nuestros talentos. El trabajo sirve como medio para ayudar a los demás. El trabajo fue lo que Dios le ordenó a Adán después del pecado original:

«Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado». (Génesis 3,19)

8.- Pereza mental

Para darle seguimiento al punto siete el síndrome del teleadicto, está la pereza mental. Otro eslogan juvenil es: «Si no lo usas lo pierdes».

Dios nos ha dotado a todos con una mente que él desea cultivemos. Un jardín que no se cultiva bien rápidamente le crece maleza. Una mente que no se cultiva permite el crecimiento de maleza en el cerebro.

Esta pereza mental puede ser prevenida o corregida a través del excelente hábito de la buena lectura.

Nunca hemos vivido en un mundo con tanta confusión. Sin embargo, nunca habíamos vivido en un mundo con tan buena literatura. Depende de nosotros encontrar buena literatura y formar el hábito de la lectura.

Algunos de nuestros mejores amigos pueden ser los buenos libros. San Ignacio recibió la gracia de su conversión a través de la lectura de buenos libros: La vida de los Santos.

9.- Evitar comer demasiado

La gula es uno de los siete pecados capitales. La definición de la glotonería es: Un deseo desordenado de comer y beber. Muchos problemas de salud son resultado de malos hábitos alimenticios.

También la glotonería, la lujuria y la pereza a menudo trabajan juntas como un equipo para llevarnos al pecado. ¿Cuál es el remedio? Aquí lo tienes: Orar por un autentica hambre de Jesús, el pan de vida (Leer a Juan, capítulo 6:22-71, la palabra del pan de vida).

En el Padre Nuestro rezamos: «Danos hoy el pan nuestro de cada día». Esto puede ser interpretado de una manera sacramental, el hábito de ir a misa y recibir a Jesús en la sagrada comunión, el verdadero pan de vida. Esto nos ayudará a subordinar los deseos del cuerpo al dominio de la voluntad.

10.- Evitar opiniones contrarias a nuestra madre María

Muchos protestantes rechazan vehementemente el poder de la intercesión de María, para su propio detrimento espiritual.

María nunca, y digo nunca, nos distancia de Jesús. Por el contrario, como afirma San Luis de Montfort:

«María es el camino más rápido, seguro y más corto hacia Jesús».

María es el ATAJO a la Unión con Jesús, si te gusta verlo así. Las últimas palabras de María grabadas en la Sagrada Escritura fueron pronunciadas en la fiesta de la boda de Caná:

«Hagan lo que Él les diga». (Juan 2,5)

¡Sin duda, el mejor consejo en todo el mundo! Nuestra señora sirve como puente a la unión con Jesús.

A continuación las palabras del Cura de Ars, San Juan María Vianney:

«Todo lo que el Hijo pide al Padre se lo concede. Todo aquello que la Madre pide al Hijo le es igualmente concedido».

San Efrén, con su mística y destello poético exclama:

«La incomparable Madre de Dios es el más puro incensario de oro. En sus oraciones se ofrece al Dios eterno».
Por último, medita en oración sobre las palabras de San Maximiliano Kolbe:

«Colocaos en las manos de María; ella pensará en todo y proveerá las necesidades de tu cuerpo y alma. Por lo tanto, está en paz, en paz total, con confianza ilimitada en ella».

CONCLUSIÓN

Es muy cierto que debemos evitar todos los peligros que pueden comprometer tan fácilmente la salud de nuestro cuerpo, aquello que pertenece a nuestra vida natural. Sin embargo, debemos tomar una decisión más firme por nuestra parte, y por el beneficio de quienes nos han confiado a nuestro cuidado, para evitar todo el veneno moral que puede posiblemente matar la vida espiritual en nuestras almas.

¡Que nuestra señora logre para nosotros la gracia de amar a Dios con todos nuestros corazones, mentes y almas para que un día el cielo sea nuestro hogar y lugar de perpetuo reposo!

Santa María, ruega por nosotros los pobres pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Buen curso postoperatorio, el Papa se alimenta regularmente

S.S. Francisco está conmovido por los numerosos mensajes y el cariño recibidos en estos días.

Continúa el curso postoperatorio del Papa, que el pasado domingo se sometió a una operación programada al intestino. Lo explica el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, en un comunicado. «El curso postoperatorio de Su Santidad el Papa Francisco -afirmó Bruni- sigue siendo regular y satisfactorio. El Santo Padre ha seguido comiendo regularmente y ha suspendido la terapia parenteral».

«El examen histológico definitivo – añade el director de la Oficina de Prensa- ha confirmado una estenosis diverticular grave con signos de diverticulitis esclerosante». 10:44

Por último, Bruni informa que «el Papa Francisco está conmovido por los numerosos mensajes y el cariño recibidos en estos días y expresa su gratitud por la cercanía y la oración”.

El sacrificio de la belleza

El ser humano no es solamente cuerpo escultural: es mente, corazón y alma

¿Qué es bello o a qué se le denomina belleza? La respuesta se encuentra siempre de acuerdo con la época en la que se vive.

Belleza o bello es un concepto tan abstracto que es casi imposible definirlo. Sin embargo, hoy día la belleza es un sacrificio donde se está exponiendo la vida misma. Los mensajes de los medios de comunicación para resaltar lo «que ellos clasifican como belleza» se han convertido en el sacrificio y riesgo de la personalidad misma. Así como la ausencia de la identidad y el pensamiento. Las imágenes de cuerpos «esculturales» de las modelos, el color del cabello que provoca la vista, el look de moda, el ejercicio exagerado, la venta de productos para adelgazar, los nuevos experimentos químicos para la mujer, se han vuelto el in en boga. Y, a cambio de ello, ¿qué viene? La aparición de anorexia, bulimia, anemia y la propia muerte.

El mundo de la efigie se ha vuelto prolijo, y arrastra la perdida de los valores por mantener una belleza que tarde que temprano tenderá a desaparecer.

El ser humano no es solamente cuerpo escultural: es mente, corazón y alma. No se necesita someterse a las operaciones que arriesgan lo único importante: la vida.

Y ¿qué se hace para sostener la otra parte que conforma al ser?, ¿quiénes fomentan el desarrollo humano? Nadie, porque esto no es negocio, esto no vende, para ello no existen operaciones, ni pastillas de sentimientos y emociones. Solo juegos que los lleven a la decadencia, a sacrificar el 70% de composición humana por salvar el 30% de la imagen.

La imagen es borrosa y empañada cuando el corazón es frío y el alma no reacciona, cuando la identidad no tiene camino fijo, cuando ésta divaga tras lujos de colores, tras los cambios de piel, y se esconde en cuerpos esqueléticos, retocados por el maquillaje.

¿Valdrá la pena sacrificar la vida por tener un rostro casi perfecto, por tener la cintura más pequeña y decir que eso es belleza? No seamos víctimas del negocio de la imagen, de algunos medios de comunicación que transfieren semblantes de perfección, porque esto no existe.

La personalidad se vive como es, alimentándola de mente, corazón y alma para proyectar la belleza. Una belleza exterior es la proyección de una belleza interior y esto no requiere de sacrificios costosos sino personales.

Pedagogía de la fe

El acto de fe es libre, pero indispensable para la salvación.

Por: P. Jorge Loring |

Voy a presentar algunas de las ideas que expone el P. Miguel Nicolau, S.I. en su libro «Psicología y Pedagogía de la fe».

Importancia de la fe.- La fe es necesaria para salvarse. Dice la Biblia que la fe es la raíz de toda justificación1 . La fe es el comienzo, el fundamento y la raíz de toda vida santa. Por eso hay que crecer y madurar en la fe.

Vamos a dar ideas que nos ayuden a tener una fe madura: a madurar en la fe. Empecemos por la naturaleza de la fe.

¿Qué es la fe?.La palabra fe tiene dos acepciones.

a) Lo que se cree.
b) El acto de creer.

En el primer sentido podemos hablar de la fe católica, la fe protestante, la fe musulmana, etc. Aquí la fe tiene un sentido objetivo. Se refiere al objeto que se cree. Éste es el sentido que tiene en la «confesión de fe» tridentina que dice: «ésta es la fe católica». Pero también se usa la palabra fe en el otro sentido: el acto de creer. Es un sentido subjetivo. Es el sentido que damos a la frase: «es un hombre de mucha fe».

Prescindimos del sentido que tiene la palabra «creer» cuando queremos expresar nuestro parecer: «creo que…”». O que no estamos ciertos de lo que decimos: que expresamos un juicio probable que no excluye un prudente temor de engañarnos. Sería como decir: «me inclino a pensar así, aunque temo equivocarme».

No es lo mismo asentir una verdad por su evidencia inmediata, como un teorema matemático convenientemente demostrado, que asentir a una verdad, no por su evidencia interna, sino por el testimonio de una persona. Ésta es una certeza de orden moral. Ésta fe en la persona que me habla puede ser humana o divina: si me fío de mi padre, es fe humana. Si me fío de Jesucristo, es fe divina.

La fe teológica es una virtud sobrenatural por la cual creemos ser verdadero lo que Dios ha revelado, no por la verdad intrínseca de las cosas a la luz natural de la razón, sino por la autoridad de Dios que las revela.

Es clásica la frase con la que la Biblia define la fe: “sperandarum substantia rerum, argumentum non apparientium”2 . Que traducido del latín quiere decir: «convicción de las cosas que esperamos y argumento de las cosas que no vemos».

«Substancia» es lo que da base, una realidad subsistente, lo que persuade y convence. Creencia que nos hace ver como cosas reales las cosas sobrenaturales.

«Argumentum» es demostración. No lo vemos, pero estamos seguros que es así, asegurados por la fe.

La fe abarca el entendimiento y la voluntad. Con el entendimiento hacemos un acto de aceptación a Dios de la mente, y con la voluntad un acto de adhesión a Dios. Por lo tanto la fe no es un sentimiento. Sino que es un aceptar a Dios que ha revelado, y adherirnos a su voluntad.

La fe honra a Dios, pues es un acto de reconocimiento y estima hacia su persona. Cuando yo digo a alguien «te creo», estoy indicando que lo valoro como persona. Por eso me fío de él. Lo tengo por bien informado, honrado y veraz. Y por eso lo aprecio. Es más fácil decir «te creo» a un amigo que a un enemigo. Creer a uno implica simpatía, estima y afecto hacia su persona.

***

El acto de fe es libre.- Esto es evidente. Pero además lo enseña el Concilio de Trento3 . La libertad de la fe es necesaria para que sea meritoria. Si la fe fuera axiomática, no tendría mérito. Aceptar que «el todo es mayor que su parte» es tan evidente que nadie puede opinar lo contrario. Aceptar el axioma no tiene mérito ninguno. Para que la fe sea meritoria tiene que ser libre. Libre, pero obligatoria. Así lo enseña la Sagrada Escritura. La Biblia obliga a la fe bajo pena de condenación. «El que no crea será condenado»4 .

Si la fe se manda es porque el acto de fe es libre. No hay que mandar creer en un axioma, porque es evidente. Es decir, la fe es necesaria como obligación moral para salvarse, pero es libre porque el acto de fe hay que hacerlo sin coacción alguna, ni externa, ni interna.

La voluntad del hombre permanece libre para aceptar o rechazar la fe. Por eso la fe es libre. Y prueba de que la fe es libre la tenemos en el comportamiento de los judíos. Ellos conocieron personalmente a Jesús, vieron sus milagros, oyeron su doctrina, y a pesar de todo no creyeron en Él y lo llevaron a la cruz. Es decir, los motivos de credibilidad no destruyen la libertad del hombre para creer o no creer.Y, como decíamos, la fe es meritoria; no sólo porque es un acto libre, sino porque creer en una persona es tomar una actitud respecto a esa persona, lo cual supone estima y reconocimiento de sus valores personales.

Pero el hecho de que la fe sea libre no significa que sea caprichosa. Hay motivos para creer. Si la fe no fuera razonable los creyentes seríamos unos estúpidos. El motivo para creer es doble:

a) Porque me fío de la persona que revela, que es Dios que no puede engañarse ni quiere engañarnos.

b) Porque las verdades de la fe, aunque algunas sean superiores a nuestro entendimiento, no son contradictorias, y podemos encontrar razones que las hacen razonables.

Las leyes matemáticas que rigen el movimiento de las estrellas, formuladas por Newton y Kepler, nos hablan de un Ser Inteligente, Dios, que las ha puesto.

Todo hombre tiene obligación de buscar la Verdad, dice el Concilio Vaticano II. Y añade: y la verdad está en la Iglesia Católica. Tenemos razones para estar ciertos que la Iglesia Católica es la que Cristo fundó en S. Pedro.

También podemos estar ciertos por la historia que Cristo existió; y por la historicidad de los Evangelios que Cristo afirmó que Él era Dios. Y por los mismos Evangelios sabemos que Cristo fundó su Iglesia en S. Pedro; y lo hizo infalible en lo necesario para salvarse, pues mandó obedecerle bajo pena de condenación. Si no fuera infalible en lo necesario para salvarse nos obligaría a equivocarnos obedeciendo al que puede equivocarse.

Hablando de que la fe es razonable, conviene refutar la frase que oímos repetidamente de que «la ciencia contradice a la fe». Esto es imposible pues Ciencia y Fe las dos vienen de Dios.

a) ¿Qué es Ciencia?. El estudio de las leyes de la naturaleza que Dios ha hecho. El objeto de la Ciencia es estudiar la naturaleza.

b) ¿Qué es Fe? El estudio de las verdades reveladas por Dios. Pues si Dios es el autor de las leyes de la naturaleza, objeto de la Ciencia, y de las verdades de la Revelación, objeto de la Fe, Dios no puede contradecirse entre lo que nos dice por la naturaleza y lo que nos dice por la revelación.

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Modalidades de la fe. La fe debe ser firme, sin temor a ser engañado. Lo cual no excluye la aparición de alguna duda. Pero que no hace vacilar la firmeza. Lo mismo que una mosca que se cruza no perturba la contemplación de un panorama espléndido que se divisa desde una montaña.

Es el caso de la fe de Abraham, que aceptó firmemente el mandato de inmolar a su hijo, lo cual no evitaría alguna vacilación instintiva en su corazón.

La certeza de la fe no es un fanatismo obcecado, pues se apoya en razones y motivos válidos. El acto de fe es certísimo, con la máxima de las certezas, pues se basa en la autoridad de Dios que revela, lo cual excluye absolutamente todo error.

La fe es luz y resplandor, pero también la luz va rodeada de penumbra. Esta oscuridad no mengua el resplandor ardiente de la fe. Lo mismo que las manchas solares no turban la luminosidad del Sol.

La oscuridad de la fe se da sobre todo en los misterios, porque los misterios son superiores a nuestra inteligencia. Pero aunque no podamos entender bien el misterio, sí podemos saber que no se trata de algo contradictorio, como sería un círculo cuadrado: pues si es círculo no puede ser cuadrado, y viceversa. Como el misterio es superior a la razón, con ella nunca hubiéramos llegado a conocer su existencia. Conocemos los misterios únicamente porque Dios los ha revelado.

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Por otra parte, la fe es un don. Así lo dice S. Pablo en su carta a los Efesios5 . Para que el acto de fe sea saludable, en el sentido teológico de la palabra, es decir, para que sea un acto sobrenatural, útil para nuestra salvación, es necesaria la gracia de Dios. Los demonios también creen en Dios, pero este conocimiento, para ellos, no es saludable.

Con el entendimiento humano se puede llegar al conocimiento de Dios. Así lo afirmó el Concilio Vaticano I6 . Y San Pablo7 dice que los que conociendo la naturaleza ignoran a Dios no tienen excusa.

La causa es que las leyes que vemos en la naturaleza nos hablan del Ser Inteligente, le llamamos Dios, que ha puesto leyes matemáticas que rigen el movimiento de las estrellas, leyes fisicoquímicas en la función clorofílica de las plantas, y leyes biológicas en la evolución de la vida.

Para este conocimiento, propio de la razón humana, no hace falta la gracia divina. Se podría llamar una fe científica. Pero no sería una fe religiosa. La fe religiosa incluye la voluntad motivada por valores religiosos. Como un hijo recibe un conocimiento de su padre de modo distinto a como pueda recibir ese mismo conocimiento de un extraño.

Yo creo porque lo ha dicho Dios, Verdad Infinita: es el motivo de la fe en orden lógico. Y porque lo ha dicho Dios, Bondad Infinita: es el motivo de la fe en orden afectivo. La gracia nos prepara para el elemento afectivo de la fe. La firmeza de la fe depende de la adhesión de la voluntad a Dios, y eso depende de la gracia. La gracia nos prepara con el afecto de la voluntad, para determinarnos a creer. Por eso debemos pedir a Dios como el padre del endemoniado del Evangelio: «Señor, aumenta mi fe».

La oración es madre de la fe. De ordinario obtenemos la fe sobrenatural mediante la oración. Dios se deja encontrar del que le busca con sinceridad, decimos en el Canon IV de la misa. Él crea en el hombre las disposiciones subjetivas que requiere la fe.

La acción de la gracia se ve clarísimamente en las conversiones repentinas. Son los casos de San Pablo y Andrés Frossard. San Pablo fue derribado al aparecérsele Jesucristo cuando iba camino de Damasco para perseguir a los cristianos. Y de perseguidor se convirtió en apóstol. Andrés Frossard entró ateo en una iglesia, en busca de un amigo, y salió creyente por una gracia tumbativa, a lo San Pablo.

Una palabra sobre los que pierden la fe.

a) Primero: nadie pierde la fe sin su culpa. Dice el Concilio de Trento: «Dios no abandona a nadie si no es Él abandonado primero».

b) Segundo: dice el Concilio Vaticano I: «nadie tiene causa justa para dejar la fe»8 . La culpa que lleva a la pérdida de la fe puede ser voluntaria directamente o en causa, es decir, con pecados que llevan a la pérdida de la fe: soberbia, lujuria, curiosidad leyendo libros contrarios a la fe, donde se ridiculiza la religión y se mezcla lo falso con lo irónico. Así la fe se tambalea.

***

Obstáculos para la fe.- Como dije antes, la soberbia es un gran obstáculo. Hay personas engreídas que se creen que sólo puede ser verdad lo que ellos entienden. Esto es absurdo. Hay muchas cosas que son verdad y nosotros no las entendemos. Por ejemplo, la naturaleza de la gravedad, los agujeros negros del cosmos, la antimateria, la importancia del ADN, de los genes y de los cromosomas, etc.

Otro obstáculo para creer es la lujuria. Esto lo confirma una larga experiencia. Pero además, ya lo dijo Cristo: «sólo los limpios de corazón verán a Dios».

Digamos algo sobre las dudas de fe: no es dudar el interés por formarse bien y conocer las razones que hay para creer. Esto es bueno. Todos deberíamos tener una cultura religiosa del mismo nivel que nuestra cultura humana. Es frecuente ver personas de gran cultura humana y con una cultura religiosa infantil. Sólo saben de religión lo que aprendieron de niños. No han seguido estudiando religión. Para estas personas son los Catecismos de Adultos. Por ejemplo, mi libro PARA SALVARTE.

Tampoco es dudar darse cuenta de que el misterio es difícil de entender. Lo que no se puede hacer es dudar de que sea verdad lo que Dios ha revelado.

Para creer es muy importante practicar. «Quien no vive como piensa, termina pensando como vive». El hombre no puede vivir contradiciendo sus ideas. Si no acomoda su vida a sus ideas, terminará acomodando sus ideas a su vida. El hombre tiene que justificarse a sí mismo.

Tras la apostasía moral vendrá la apostasía ideológica. Acertadamente dice Augusto Nicolás en su libro «El arte de creer» (3º, VI): «practicar todo lo que se cree, para creer todo lo que se debe practicar».

***

Resumiendo:
a) La fe es un acto de la inteligencia que acepta lo que Dios ha dicho por considerarlo sabio y veraz.

b) La fe es un acto de la voluntad que acepta lo que Dios dice, no por la evidencia de la verdad, sino por adhesión a su Persona.

c) Para que la fe sea religiosa, y no meramente científica, además del convencimiento de la inteligencia, hace falta la adhesión de la voluntad. San Pablo, después de ser derribado por la luz de Cristo, exclamó: «Señor, ¿qué quieres que haga?». Para esto es necesario la gracia de Dios, que la eleva al plano sobrenatural. Y la gracia de Dios se consigue por la oración. Por eso hemos dicho que la oración es la madre de la fe.

***

Éstas son algunas de las ideas que el P. Miguel Nicolau, S.I. expone en su libro «Psicología y Pedagogía de la fe», que termina diciendo:

«Si los cruzados de hoy superan las luchas peleando por Jesucristo, para volverle al reinado de la Sociedad: las superan por la fe.

Si los jóvenes y los seglares fervientes conciben alientos de santidad heroica, que emule las proezas de sus mayores: las conciben por la fe.

Si los sacerdotes perseveran en su ministerio de reconciliación y en la caridad sacrificada por sus prójimos: perseveran por la fe.

Si los misioneros acuden a los confines del Oriente y Occidente, para llevar la doctrina de Jesucristo a los pueblos más remotos: les dirige la antorcha de la fe.

Si en los conventos, y también en el fragor del mundo, hay almas que pugnan por elevarse hasta las cimas, y alzarse sobre las bajezas de la vulgaridad moral: las alienta la luz de la fe.

Y si otros mueren por Dios y por la Iglesia, y, como los mártires, han sido semilla de cristianos: son héroes de la fe».

Digamos para terminar: «Ésta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe»9 .

1 Carta de Santiago, 2:24
2 Carta a los Hebreos,11:1
3 DENZINGER: Magisterio de la Iglesia, nº 1789. Ed. Herder. Madrid
4 SAN MARCOS, 16:16
5 SAN PABLO: Carta a los Efesios, 2:8
6 DENZINGER: Magisterio de la Iglesia, nº 1806. Ed. Herder. Barcelona
7 SAN PABLO: Carta a los Romanos, 2:14s
8 DENZINGER: Magisterio de la Iglesia, nº 1794. Ed. Herder. Barcelona
9 Primera carta de San Juan: 5:4

Los tres daños de la pornografía

Lucha contra esta nueva droga

“El catecismo de la Iglesia Católica define la lujuria como un deseo o un goce desordenados del placer venéreo. El placer sexual es moralmente desordenado cuando es buscado por sí mismo, separado de las finalidades de procreación y de unión”

Como todos sabemos, el mundo de hoy en día se enfrenta a un infinidad de tentaciones que buscan esclavizar al hombre a través del pecado, como respuesta a esas esclavitudes han surgido muchas organizaciones que se dedican a ayudar a las personas hundidas en la adicción al tabaco, alcohol y otras drogas. Hace algunos días compartimos un interesante artículo sobre la Teología del Cuerpo, ese gran regalo que nos dejó el ahora san Juan Pablo II. Siguiendo esa misma línea, Católicos con Acción quiere compartir contigo una iniciativa poco usual, pero de enorme trascendencia e importancia. Hablamos de FIGHT THE NEW DRUG, que en español sería “LUCHA CONTRA LA NUEVA DROGA”. Esta organización está conformada por un grupo de jóvenes estudiantes universitarios que en el año 2008 se encontraron con la reciente investigación científica que explica cómo la pornografía daña el cerebro, las relaciones y afecta a la sociedad. Su misión es precisamente concientizar – principalmente- a los jóvenes sobre los efectos nocivos apoyados de la ciencia, hallazgos, datos y testimonios. A continuación se detallan brevemente los tres grandes daños que hace la pornografía en el individuo:

1) Daña el cerebro:

• La pornografía es como una droga: A simple vista la cocaína y la pornografía no parecen tener mucho en común, sin embargo estudios han demostrado que su uso de la pornografía hace que tu cerebro libere los mismos productos químicos de placer de la misma forma en la que lo hacen las drogas. Lo más preocupante de “esta nueva droga” es que su acceso es muchísimo más fácil, basta con un clic.
• La pornografía cambia tu cerebro: Al igual que el drogadicto, el consumidor de pornografía eventualmente requerirá cada vez una dosis mayor para satisfacer sus deseos de placer. La pornografía puede incluso afectar la forma en la que normalmente solucionas los problemas de tu día a día, lo más aterrador de todo esto es que entre más pornografía consume una persona, más grave es el daño a su cerebro y se vuelve más difícil liberarse. Pero hay buenas noticias, este fenómeno funciona en dos sentidos, esto quiere decir que el daño al cerebro puede deshacerse cuando alguien se aleja de este tipo de conductas y comportamientos no saludables.
• La pornografía es adictiva: Los cigarros, el alcohol y las drogas tienen más en común de lo que te imaginas, claro algunos se encienden para fumarlos y los otros se vierten en un vaso; pero una vez están en el cuerpo su efecto en el cerebro es el mismo, se activa una sustancia llamada dopamina y es precisamente esa sustancia la que lo hace adictivo. Y la pornografía hace exactamente lo mismo.
• La pornografía afecta el comportamiento: Muchos consumidores de la pornografía buscan formas de excitarse a través de cosas que antes probablemente les daría asco o aspectos que con anterioridad considerarían como poco éticos y moralmente incorrectos. Una vez los consumidores comienzan a ver actos sexuales extremos y peligrosos, al paso del tiempo su cerebro empieza a normalizar ese tipo de actos, considerándolos como comunes y sin mayor relevancia en aspectos morales.
• La adicción a la pornografía se intensifica cada vez más: Debido a su naturaleza adictiva y con el fin de sentir simplemente una sensación de normalidad, el individuo tiende a aumentar la dosis de pornografía. Por lo tanto, entre más tiempo pasa, es más difícil alcanzar el mismo nivel de satisfacción.

2) Daña tus relaciones y tu corazón:

• La pornografía mata al amor: En la vida real, el amor requiere de una persona real. Estudios recientes han encontrado que después de que un individuo ha estado expuesto a la pornografía, se califican a sí mismos con menor capacidad de amor que aquellos individuos que no tuvieron contacto con la pornografía. Además, otros estudios afirman que los individuos que han sido expuestos a imágenes pornográficas tienden a ser más críticos en cuanto a la apariencia física de su pareja (buscando a una mujer/hombre perfecta/o).
• La pornografía es una mentira: En este tipo de material, todo es mentira, desde las miradas y las supuestas razones del acto sexual. Los consumidores de la pornografía están tan obsesionados con perseguir algo que no es real.
• La pornografía daña a tu futuro/a esposo/a: Estudios han revelado que las parejas de los consumidores de pornografía a menudo reportan pérdidas del sentimiento, demuestran mayor desconfianza, devastación, ira e incluso muchas muestran síntomas físicos de ansiedad y depresión.
• La pornografía te deja solo/a: Entre más se consume más difícil se hace para la persona entablar relaciones reales. Como resultado, muchos consumidores comienzan a sentir que algo anda mal con ellos; no saben cómo volver a ser como antes.

3) Afecta a la sociedad y el mundo:

• El sucio secreto de la pornografía: Ante los espectadores, la pornografía puede parecer un mundo de fantasía, placer y emociones. Sin embargo, para los que son participes y protagonistas en la producción del mundo pornográfico, sus experiencias narran todo lo contrario. A menudo se inundan con las drogas, la enfermedad, la esclavitud, la trata, la violación y el abuso.
• La pornografía conduce a la violencia: No es ningún secreto que la pornografía es violenta, incluso hasta la más corriente está llena de mujeres que son físicamente y verbalmente maltratadas.
La pornografía da ideas torcidas sobre el sexo: Aunque no se quiera creer, los adolescentes están recibiendo educación sexual a través de la pornografía. Investigadores han encontrado repetidamente que las personas que han visto una gran cantidad de pornografía son más propensos a comenzar a tener relaciones sexuales antes del matrimonio y con una diversidad grande de personas, lo cual trae como consecuencia enfermedades de contagiosas de transmisión sexual, embarazos en adolescentes, abortos y métodos anticonceptivos que ponen en riesgo la vida de adolescentes. Otro aspecto importante a resaltar en este punto, es la tendencia del fenómeno del sexting o sexteo, que es una contracción de la palabra sexo y texto; este término es un anglicismo que sirve para referirse al envío de contenidos eróticos o pornográficos por medio de los teléfonos móviles.
• El daño de la pornografía está cambiando rápidamente: Existen datos que reflejan que la pornografía ha existido desde hace mucho tiempo, hombres cavernícolas que dibujaron imágenes sexuales en sus muros de piedra, y los antiguos griegos que pintaban dichas imágenes en cerámicas. Sin embargo, al comparar esas imágenes con la actualidad, hoy en día existen miles de millones de sitios y videos, disponibles las 24 horas del día.

En apenas tres años FIGHT THE NEW DRUG ha logrado llegar a más de 200 escuelas y alrededor de 150 mil adolescentes, sin tomar en cuenta el alcance logrado a través de las redes sociales; así mismo esta organización no solamente se limita a educar a los jóvenes, sino también a guiar y acompañar a todos aquellos que han llevado esta batalla en el silencio. Actualmente trabajan bajo 4 pilares bases: 1) Media: Creación de contenido para Web, video y documentales; 2) Movilización: visitas a escuelas, eventos, camisetas con mensajes como “La pornografía nada el amor” (Porn Kills Love); 3) Protección: capacitación y educación para los padres de familia; y 4) Rehabilitación: programas de guía y apoyo para superar la adicción.

Actualmente el programa de rehabilitación llamado FORTIFY está disponible únicamente en el idioma inglés, gratis para los jóvenes menores de 20 años. Dicho programa es un recorrido de más de 50 videos cortos llenos de datos, ciencia sobre esta adicción, testimonios y herramientas que te ayudarán a romper las cadenas de esta adicción.

Recomendamos:

¿Qué es la teología del cuerpo?: La teología del cuerpo es el título que el Papa Juan Pablo II le dió a las 129 catequesis sobre el amor, la sexualidad humana y el matrimonio

Libérate de la pornografía – 12 pasos: He aquí doce pasos muy importantes que, si los lleva a cabo en su totalidad, le ayudarán en gran medida a erradicar su adicción

Los dañinos efectos de la pornografía: Profundo, serio y revelador estudio presentado por el Dr. Brian Clowes en el que muestra varios de los efectos de la pornografía.

Es importante tener en claro que en este caminar no estamos solos, sin embargo, como dice el Papa Francisco “son ustedes los protagonistas de esta subida”, la Iglesia te dará muchas manos, pero eres tu finalmente el que con mucho sacrificio, perseverancia y la fe puesta en Jesucristo te moverán a alcanzar tus propósitos. “La castidad expresa la entrega exclusiva al amor de Dios, que es la ‘roca’ de mi corazón’. Todos sabes lo exigente que es esto, y el compromiso personal que comporta. Las tentaciones en este campo requieren humilde confianza en Dios, vigilancia y perseverancia” (Papa Francisco). Recuerda también que “para Dios no hay nada imposible” (Lucas 1, 37). Finalmente, aférrate a María, vivo ejemplo de pureza y castidad, mujer orante, paciente y fuerte… ¡¡¡CLARO QUE PUEDES!!! porque “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (filipenses 4,13).

El Papa: Quien no sirve a los demás no es cristiano

Radio Vaticano – publicado el 11/06/15
Homilía de Francisco en Santa Marta: Jesús llama a caminar y a servir gratuitamente

“Camino, servicio, gratuidad”. Es el trinomio sobre el que Francisco desarrolló su homilía en la Misa celebrada en la Casa Santa Marta. El Papa destacó que un discípulo está llamado a caminar para servir y anunciar el Evangelio gratuitamente, venciendo el engaño de “que la salvación viene de las riquezas”. El papa Francisco comentó la cita del Evangelio en el que Jesús envía a los discípulos a anunciar la Buena Noticia.

Un camino «doble»

Jesús -exhortó- envía a hacer un camino que no es “un paseo” sino un envío con “un mensaje: anunciar el Evangelio, salir para llevar la Salvación, el Evangelio de la Salvación”.

Llevar la Buena Noticia a través de un recorrido interior. Este, añadió, “es el deber que Jesús da a sus discípulos. «Si un discípulo se queda quieto y no sale, no da lo que recibió en el Bautismo a los demás, no es un verdadero discípulo de Jesús: le falta la misionariedad, le falta salir de sí mismo para llevar algo de bien a los demás”.

“El recorrido del discípulo de Jesús es ir más allá de llevar esta buena noticia».

«Hay otro itinerario del discípulo de Jesús: el camino interior, el camino dentro de sí, el camino del discípulo que busca al Señor todos los días, en la oración, en la meditación».

«El discípulo debe recorrer ese camino. Porque si no busca siempre a Dios, el Evangelio que lleva a los demás será un Evangelio débil, aguado, sin fuerza”.

“Este doble recorrido, dijo, es el doble camino que Jesús quiere para sus discípulos”.

Caminar para servir

Después está la segunda palabra: “servir”. “Un discípulo que no sirve a los demás, ha dicho el Papa, no es cristiano. El discípulo debe hacer lo que Jesús predicó, esas dos columnas del cristianismo: las Bienaventuranzas y después el ‘protocolo’ por el que seremos juzgados, el capítulo 25 de Mateo” Estas dos columnas, advirtió, “son el marco del servicio evangélico”.

“Si un discípulo no camina para servir no sirve para caminar. Si su vida no es para el servicio, no sirve para vivir como cristiano. Y allí está la tentación del egoísmo: ‘Sí, soy cristiano, yo estoy en paz, me confieso, voy a Misa, cumplo los Mandamientos’, pero ¿y el servicio? El servicio a Jesús en el enfermo, en el encarcelado, en el hambriento, en el desnudo. Eso que Jesús nos ha dicho que debemos hacer porque ¡Él está allí! El servicio a Cristo en los demás”.

Y gratis

La tercera palabra es “gratuidad”. “Lo que gratuitamente habéis recibido, gratuitamente dadlo”, es la advertencia de Jesús.

“El camino del servicio es gratuito, destacó, porque nosotros hemos recibido la salvación gratuitamente, pura gracia: nadie de nosotros ha comprado la salvación, ninguno de nosotros se la merece. Es pura gracia del Padre en Jesucristo, en el sacrificio de Jesucristo”.

“Es triste cuando se encuentran cristianos que han olvidado esta Palabra de Jesús: ‘Lo que gratuitamente habéis recibido, dadlo gratis’».
«Es triste cuando se encuentran comunidades cristianos, ya sea parroquias, congregaciones religiosas, diócesis, cual sea las comunidades cristianas, que se olvidan de la gratuidad, porque detrás de esto y sobre esto hay un engaño (de presumir) que la salvación viene de las riquezas, del poder humano”.
Tres palabras, retomó el Papa: “Camino como un envío para anunciar. Servicio: la vida del cristiano no es para sí mismo, es para los demás, como fue la vida de Jesús”. Y tercero: gratuidad».
«Nuestra esperanza está en Jesús que nos envía así una esperanza que no desilusiona nunca”.
Pero, advirtió, “cuando la esperanza está en la propia comodidad en el camino o la esperanza está en el egoísmo de buscar las cosas para uno mismo y para no servir a los demás o cuando la esperanza está en las riquezas o en las pequeñas seguridades mundanas, todo esto cae. El mismo Señor lo hace caer”.