Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
25 III 1937. Jueves Santo. Durante la Santa Misa vi al Señor que me dijo: Apoya tu cabeza sobre Mi pecho y descansa. El Señor me abrazó a su Corazón y dijo: Te daré una pequeña parte de Mi Pasión, pero no tengas miedo, sino que sé valiente; no busques alivio, sino que acepta todo con sumisión a Mi voluntad.
El mundo no conoce todavía todo lo que Jesús ha sufrido. Le hice compañía en el Huerto de los Olivos y en la oscuridad del calabozo, en los interrogatorios de los tribunales, estuve con Él en cada etapa de su Pasión; no se ha escapado a mi atención ni un solo movimiento, ni una sola mirada Suya, conocí toda la omnipotencia de su amor y de su misericordia hacia las almas.
Reflexión: Su dolorosa pasión
25 III 1937. Jueves Santo. Te daré una pequeña parte de mi Pasión, pero no tengas miedo… Jesús le recuerda: una hora de meditación de mi dolorosa pasión tiene mayor mérito que un año entero de flagelación y sufrimiento. No podemos participar de la Resurrección del Señor si no nos unimos a su pasión y a su muerte. La Pasión del Señor debemos meditarla no con nuestro entendimiento sino con los ojos de la fe y con el corazón. San Leo Magno, el que quiera de verdad venerar la pasión del Señor, debe contemplar a Jesús crucificado con los ojos del alma, que reconozca su propia carne en la carne de Jesús. Acerquémonos a la cruz con profundo recogimiento interior. Cuando meditemos la Pasión del Señor, no debemos olvidar que nosotros fuimos protagonistas de aquellos horrores, porque Jesús cargó con nuestros pecados y fuimos rescatados a gran precio. Meditar la Pasión del Señor nos da muchos frutos. 1. Nos ayuda a tener un rechazo grande a todo pecado. 2. Acrecienta nuestro amor a Jesús. 3. Aleja la tibieza espiritual. 4. Nos ayuda a ser corredentores y unirnos con nuestros sufrimientos a los dolores de Cristo en su pasión al meditar su pasión debemos tener compasión de su sufrimiento, tener pena de su dolor: consolando su corazón de Jesús nos unimos al poder salvífico y corredentor de Jesús.
Santa Faustina: De tu corazón abierto fluye el consuelo para el alma y corazón contrito.
Desearte un lindo día y el Señor de la Misericordia te conceda los frutos de su Pasión a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y proteja.
Amén.
Dr. Victor Arce.