Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
X [1937]. Hoy, con la Madre Superiora fuimos a ver a cierto señor donde se están imprimiendo estampitas de la Divina Misericordia, también las invocaciones y la coronilla que han sido ya aprobadas. Habíamos de ver también la imagen más grande corregida. Es muy parecida, me he alegrado de eso grandemente. Al mirar la imagen me traspasó el amor de Dios tan vivo que durante un momento no sabía dónde estaba. Después de tratar este asunto fuimos a la Iglesia de la Santísima Virgen María, oímos la Santa Misa durante la cual el Señor me dijo que gran número de almas se salvará por medio de esta obra. Luego entré en un coloquio intimo con el Señor dándole gracias por haberse dignado concederme la gracia de poder ver difundirse el culto de su insondable misericordia. Me sumergí en una profunda plegaria de agradecimiento. Oh, qué grande es la generosidad de Dios, sea alabado el Señor que es fiel a sus promesas…
Reflexión: El culto de la Misericordia
27-IX-1937. Hoy con la Madre Superiora fuimos a ver dónde se estaban imprimiendo y pintando estampitas de la Divina Misericordia, también las meditaciones y la coronilla que han sido ya aprobadas. Al ver la imagen me traspasó el amor de Dios. Di las gracias al Señor por haber dignado concederme la gracia de poder ver difundirse el culto de su insondable misericordia.
Oh que ardiente es mi deseo de que cada alma glorifique tu misericordia. La esencia del culto a la Divina Misericordia consiste en la actitud de confianza hacia Dios y la caridad hacia el prójimo. Jesús le dice: Hija mía, si por medio de ti exijo de los hombres el culto a mi Misericordia; tú debes ser la primera en distinguirte por la confianza en mi misericordia. Exijo de ti, obras de misericordia.
El culto a la Divina Misericordia tiene como fin renovar la vida religiosa en la Iglesia en el espíritu de confianza cristiana y misericordia. Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. Te doy tres formas de ejercer misericordia al prójimo: la primera, la acción; la segunda, la palabra; la tercera, la oración. En estas tres formas está contenida la plenitud de la misericordia y es el testimonio irrefutable del amor hacia mí. De este modo el alma alaba y adora mi Misericordia. Si, el primer domingo después de Pascua, es la fiesta de mi Misericordia con la solemne celebración de esta fiesta y con el culto a la imagen que ha sido pintada. A través de esta imagen consideré muchas gracias a las almas, ella ha de recordar a los hombres las exigencias de mi Misericordia, porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil.
Oh Jesús mío, ayúdame en todo, porque ves lo pequeña que soy, por eso cuento únicamente con tu bondad, oh, Dios mío.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda el culto a su misericordia a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y proteja.
Sta. Faustina. Ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Víctor Arce.