Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

3 IX.  Primer viernes del mes.  Durante la Santa Misa fui unida a Dios.  Jesús me dijo que la más pequeña cosa no sucede en el mundo sin su voluntad.  Tras esa visión mi alma entró en una extraña serenidad.  Mi tranquilicé completamente en lo referente a esta obra en toda su extensión.  Dios puede hacer conmigo lo que le plazca, y yo lo bendeciré por todo.

Acto de total abandono a la voluntad de Dios que es para mí el amor y la misericordia misma.

Reflexión: Abandono a la voluntad de Dios

13-IX-1937. Primer viernes del mes. Durante la Santa Misa fui unida a Dios. Jesús me dijo que la más pequeña cosa no sucede en el mundo sin su voluntad. Acto de total abandono a la voluntad de Dios que es para mí el amor y la misericordia misma. La Santidad es verdadera y perfecta cuando hacemos la Santa Voluntad de Dios: he ahí a la que deben estar supeditados los demás medios de salvación. Pero hay que tener claro que todo cuanto hagamos no le será agradable en tanto no renunciemos a nuestra voluntad para hacer la suya. Debemos dejar a Nuestro Señor el cuidado de escoger según le plazca la forma exterior de nuestra vida, aceptando todos los acontecimientos personales que nos sobrevengan como venidos de su corazón paternal. Pero, ¡cuánto cuesta a nuestro corazón morir al “yo” para vivir únicamente de Dios!

El mayor triunfo del amor es ver a Dios en todo, abandonarse y cumplir la voluntad de Dios.

Nuestro Padre que está en los cielos tiene fija su amorosa mirada en nosotros y en su providencia divina, lo provee y lo ordena todo a nuestro mayor bien: ¡Qué feliz se siente uno cuando no piensa, ni desea, ni quiere más que una cosa: La voluntad de Dios! El amor a la voluntad santísima de Jesús vale más que todos los dones y todos los bienes de nuestra voluntad. Todo cuanto os suceda viene de lo alto, menos el pecado y toda transformación sufrida en nuestra vida ha sido regulada desde lo alto. Nunca está más segura un alma de cumplir la voluntad de Dios que cuando no cumple la suya propia y nunca se siente más libre que cuando se entrega fielmente a la voluntad de Dios. El alma que quiere vivir de Dios, consulta ante todo su santa voluntad

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda el abandono a Dios a tí y a tu familia.

Dios te bendiga y proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.