FIESTA DE SANTIAGO APÓSTOL

MATEO 20:20-28

Amigos, en el Evangelio de hoy la madre de Santiago y Juan pide a Jesús altos puestos en el Reino para ellos. Escuchamos la voz de la ambición. Hay algunas personas que no les importa el dinero o el poder o el placer – pero si buscan apasionadamente el honor. Muchas personas pueden identificarse con Santiago y Juan. Quieren llegar a ciertos lugares, quieren llegar a ser personas influyentes en la sociedad. Quizás un gran número de quienes lean esta reflexión estén llenos de estas pasiones.

Pero Jesús les da vuelta el pedido diciendo: «Ustedes no saben lo que están pidiendo». Él es ciertamente el Rey y reinará sobre Israel, pero Su corona será hecha de espinas y Su trono será un instrumento de tortura romano.

Entonces Él trata de clarificar: «¿Pueden beber el cáliz que Yo beberé o ser bautizados con el bautismo con el que he sido bautizado?» La llave para recibir honor en el Reino de Dios es beber el cáliz del sufrimiento, la voluntad de sufrir por amor, el dar la vida como regalo. Vean la vida de los santos. No se trata de agrandar el ego sino más bien de vaciarlo.

Reflexión del Evangelio de hoy

Celebramos hoy la fiesta de Santiago Apóstol, uno de los 12 discípulos de Jesús y hermano de Juan. Ambos hermanos fueron llamados por Jesús para seguirlo cuando se encontraban arreglando las redes en lago de Genesaret para pescar. Jesús le puso el sobrenombre de “Boanerge”, que significa “hijo del trueno”. Fue martirizado en Jerusalén, como leemos en la primera lectura y su tumba fue trasladada, según la Tradición, por los cruzados en la Edad Media a España, a Santiago de Compostela. Por esta razón, es el patrón de España.

El rey Herodes mandó pasar a cuchillo a Santiago

En la primera lectura de este miércoles leemos la referencia que hace el libro de los Hechos de los Apóstoles al martirio de Santiago. Santiago fue ejecutado por haber declarado lo que leemos: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres…”. Evidentemente esto supone una subordinación contra la autoridad que gobernaba en Palestina (Roma). No importa quién fue o quiénes fueron los que dictaron y ejecutaron la sentencia contra Santiago. Lo importante es que la sangre de Santiago fue derramada por haber creído y en consecuencia, haber predicado a Jesús; sangre llena de la vida de la fe; sangre que se convierte en testimonio claro y evidente de Dios. El martirio de cualquier cristiano por ser cristiano es testimonio claro de lo que significa: dar la vida por Dios. Pero sin llegar a este extremo, que están sufriendo muchos cristianos también hoy en día, el martirio es el sacrificio del Amor en nuestra vida cotidiana. ¿Quién dijo que amar fuera fácil? Pero sin Amor morimos.

También nosotros creímos y por eso hablamos

San Pablo en la segunda lectura de la 2Cor subraya la realidad del ser humano: el ser humano porta la vida y la muerte, lleva la luz y la oscuridad del misterio de la vida humana. Somos complejos, somos difíciles de entender a nosotros mismos. No nos entendemos. A veces, somos lo mejor de nosotros mismos y, otras veces, somos lo peor de nosotros mismos. Pero Pablo quiere poner de manifiesto que lo mejor de nosotros mismos lo llevamos en vasijas de barro, es decir, lo llevamos mezclado con lo peor de nosotros mismos. Y es justamente en esta mezcla donde tiene lugar la fuerza extraordinaria de Dios. La fuerza de Dios, el Espíritu de Dios, el tesoro de Dios se realiza a pesar de nuestra debilidad. Es en la debilidad donde Dios despliega todo su poder. Es en la debilidad de la cruz, en la sangre derramada de los mártires, donde Dios muestra todo su poderío: Amor, puro Amor. El Amor es la fuerza de Dios en medio de la debilidad, de la basura e inmundicia humana, de la porquería humana.

Pero esta es nuestra esperanza: el Amor es capaz de brillar en medio de inmundicia humana. Y esta, es también nuestra de la fe, lo que creemos y por eso, esto es lo único que predicamos: el Amor: “También nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros”

Mi cáliz lo beberéis

En el evangelio de hoy que se nos propone en esta festividad es el famoso diálogo de la madre de Santiago y Juan con Jesús acerca del futuro de sus hijos. El futuro de los de los seguidores de Jesús es simplemente beber su mismo cáliz, es decir, el cáliz de la salvación, beber la misma suerte que Jesús. Santiago bebió hasta la última gota que fue el martirio. Jesús aprovecha la provocación de la madre de Santiago y de Juan para enseñar a sus discípulos cuál debe de ser la regla de gobierno entre ellos: No es la imposición, la autoridad de la tiranía, sino la autoridad del servicio, de la inocencia. Por ello, la sangre de Santiago, la vida de Santiago, es una sangre que ha sido derramada según la regla de gobierno enseñada por Jesús: el que quiera ser poderoso que se haga servidor. La regla del servicio es sangre derramada, plenitud de vida desgastada, amargura llena de dulzura… es vida y muerte… es la regla del Amor.

Esta ansia de mundanidad, esta ansia de ser mas importante que los demás y decir: “no!, yo merezco esto, el otro no lo merece”. Esto es mundanidad, esto es el espíritu del mundo y quien respira este espíritu, respira la enemistad de Dios. Jesús, en otro pasaje, dice a los discípulos. “O están conmigo o están contra de mi” No están comprometidos con el Evangelio. Y cuando se quiere vivir el Evangelio haciendo concesiones, al final se encuentra con un espíritu mundano, que siempre busca de hacer concesiones de escalar más, de dominar, de ser más grandes. (Homilía Santa Marta, 25 febrero 2020)

Santiago el Mayor, Santo

Apóstol, 25 de julio

Apóstol del Señor

Martirologio Romano: Solemnidad del apóstol Santiago, hijo del Zebedeo y hermano de san Juan Evangelista, que con Pedro y Juan fue testigo de la transfiguración y de la agonía del Señor. Decapitado poco antes de la fiesta de Pascua por Herodes Agripa, fue el primero de los apóstoles que recibió la corona del martirio (s. I).
Etimológicamente: Santiago = Dios, recompensara, es de origen hebreo

Breve Biografía

Santiago es uno de los doce Apóstoles de Jesús; hijo de Zebedeo. El y su hermano Juan fueron llamados por Jesús mientras estaban arreglando sus redes de pescar en el lago Genesaret.

Recibieron de Cristo el nombre «Boanerges», significando hijos del trueno, por su impetuosidad.

En los evangelios se relata que Santiago tuvo que ver con el milagro de la hija de Jairo. Fue uno de los tres Apóstoles testigos de la Transfiguración y luego Jesús le invitó, también con Pedro y Juan, a compartir mas de cerca Su oración en el Monte de los Olivos.

Los Hechos de los Apóstoles relatan que éstos se dispersaron por todo el mundo para llevar la Buena Nueva. Según una antigua tradición, Santiago el Mayor se fue a España. Primero a Galicia, donde estableció una comunidad cristiana, y luego a la cuidad romana de Cesar Augusto, hoy conocida como Zaragoza. La Leyenda Aurea de Jacobus de Voragine nos cuenta que las enseñanzas del Apóstol no fueron aceptadas y solo siete personas se convirtieron al Cristianismo. Estos eran conocidos como los «Siete Convertidos de Zaragoza». Las cosas cambiaron cuando la Virgen Santísima se apareció al Apóstol en esa ciudad, aparición conocida como la Virgen del Pilar. Desde entonces la intercesión de la Virgen hizo que se abrieran extraordinariamente los corazones a la evangelización de España.

En los Hechos de los Apóstoles descubrimos fue el primer apóstol martirizado. Murió asesinado por el rey Herodes Agripa I, el 25 de marzo de 41 AD (día en que la liturgia actual celebra La Anunciación). Según una leyenda, su acusador se arrepintió antes que mataran a Santiago por lo que también fue decapitado. Santiago es conocido como «el Mayor», distinguiéndolo del otro Apóstol, Santiago el Menor.

La tradición también relata que los discípulos de Santiago recogieron su cuerpo y lo trasladaron a Galicia (extremo norte-oeste de España). Su restos mortales están en la basílica edificada en su honor en Santiago de Compostela. En España, Santiago es el mas conocido y querido de todos los santos. En América hay numerosas ciudades dedicadas al Apóstol en Chile, República Dominicana, Ecuador, Cuba y otros países.

Este enlace te ayudará a hacer la Novena a Santiago el Mayor

Servir, no buscar ser servido

Santo Evangelio según san Mateo 20, 20-28. Santiago Apóstol

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, gracias por este nuevo día. Gracias porque me permites estar hoy ante ti. Que pueda yo hacer un silencio interior para escuchar lo que Tú quieres de mí.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 20, 20-28

En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo, junto con ellos, y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: “¿Qué deseas?” Ella respondió: “Concédeme que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, en tu Reino”. Pero Jesús replicó: “No saben ustedes lo que piden. ¿Podrán beber el cáliz que yo he de beber?”. Ellos contestaron: “Sí podemos”. Y él les dijo: “Beberán mi cáliz; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; es para quien mi Padre lo tiene reservado”.

Al oír aquello, los otros diez discípulos se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: “Ya saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen.

Que no sea así entre ustedes. El que quiera ser grande entre ustedes, que sea el que los sirva, y el que quiera ser primero, que sea su esclavo; así como el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la vida por la redención de todos”.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

A todos nos gusta el poder, el ser reconocidos como los más importantes cuando se trata de ser elegidos entre los mejores.

En este evangelio es la madre de los Zebedeos quien se acerca a Jesús para pedirle que sus hijos se sienten a su derecha y a su izquierda en su Reino. El deseo de una madre para sus hijos no podría ser mejor. Ante el dueño de la mayor empresa de este mundo no duda en pedirle los mejores puestos para sus hijos.

Jesucristo se da cuenta de sus intenciones y se adelanta a preguntarle «¿Qué quieres?». La madre hace su petición y Jesús responde con la frase «No saben lo que piden». Esta frase le debió de haber dolido a Jesús en lo más íntimo. “¡Tanto tiempo llevaba ya con ellos y ellos seguían esperando a un mesías mundano! ¡No habían entendido todavía el Sermón de las Bienaventuranzas y las predicaciones acerca del Reino de Dios!” No habían comprendido que «el que quiera ser grande, que se haga servidor; y el que quiera ser el primero que se haga su esclavo».

La fe en Jesús es algo que se debe llevar y reflejar en la vida. No podemos sólo esperar a que nos salve por habérselo pedido. Cada día tenemos que luchar por conocer a Jesús y por reconocerlo como Dios. Un Dios que le gusta estar entre los humildes y entre lo que se confían a su Providencia.

«En efecto, los cristianos ?inspirados por el lema de esta Campaña de la Fraternidad “Seréis liberados por el derecho y por la justicia” y siguiendo el ejemplo del divino Maestro que “no vino para ser servido, sino para servir”? deben buscar una participación más activa en la sociedad como forma concreta de amor al prójimo, que permita la construcción de una cultura fraterna basada en el derecho y la justicia. De hecho, como recuerda el Documento de Aparecida, “son los laicos de nuestro continente, conscientes de su llamada a la santidad en virtud de su vocación bautismal, los que tienen que actuar a manera de fermento en la masa para construir una ciudad temporal que esté de acuerdo con el proyecto de Dios”».

(Mensaje de S.S. Francisco, 11 de febrero de 2019).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
El día de hoy voy a tratar de ser más servicial y ayudar a quien lo necesite.

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cuando queremos controlar a Dios

Solo nos queda mirar a Cristo crucificado: también Él tuvo que pasar por un cáliz amargo, por una pena que deseaba evitar.

Varios meses de sequía. Una oración intensa para que llueva. Procesiones, rosarios, misas. La mirada al cielo. Nada. Ni siquiera una nube que anime los corazones.

Una enfermedad imprevista. La madre llora, suplica, va de un hospital a otro. Anhela encontrar una puerta hacia la curación, un médico que dé confianza. Reza y reza. Silencio.

La ruina de la propia patria. Un gobierno pésimo, un pueblo dividido, grupos políticos que promueven odio y sangre. Oraciones por la paz, la concordia, la justicia. Un día trágico explota la guerra civil que tantos temían.

A veces parece que quisiéramos controlar a Dios. Si es Bueno, si busca ayudar a sus hijos, si tantas veces ha intervenido en la historia humana, ¿por qué no esperar que repita ahora un milagro?

La respuesta, sin embargo, no llega. Hacemos nuestra la oración de Sión: “Yahveh me ha abandonado, el Señor me ha olvidado” (Is 49,14). O la que leemos en el Sirácide: “Renueva las señales, repite tus maravillas, glorifica tu mano y tu brazo derecho” (Si 36,5).

Su consuelo no llega, aunque leemos en la Escritura: “¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ésas llegasen a olvidar, yo no te olvido. Míralo, en las palmas de mis manos te tengo tatuada, tus muros están ante mí perpetuamente” (Is 49,15 16).

Pero el silencio nos abruma. La lluvia no llega. El hijo empeora. La guerra civil destruye miles de familias. ¿Por qué ese extraño silencio? El alma, inquieta, grita a Dios: “¿Hasta cuándo, Yahveh, me olvidarás? ¿Por siempre? ¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro?” (Sal 13,2)

Es cierto: no podemos controlar tus designios, como Tú tampoco puedes suprimir la libertad de quienes provocan tantas lágrimas. Solo nos queda mirar a Cristo crucificado: también Él tuvo que pasar por un cáliz amargo, por una pena que deseaba evitar.

Cuando llegue el día de la Pascua de cada uno comprenderemos. Ahora nos queda abandonarnos entre tus manos y confiar. Lo que Tú decidas es parte de un plan misterioso. No podemos controlarlo, pero sí podemos vivirlo como el Hijo: “Padre, en tus manos pongo mi espíritu” (Lc 23,46). Hágase, Señor, tu voluntad…

El Papa Francisco está en Canadá

Los primeros eventos comienzan el lunes 25 de julio.

El Papa Francisco ha llegado a Canadá. Tras un vuelo de unas 10 horas y media, el avión papal llegó al aeropuerto internacional de Edmonton, capital del estado canadiense de Alberta, donde se desarrollarán los dos primeros días de la visita: una «peregrinación penitencial», como ha reiterado en varias ocasiones el Pontífice, también en su saludo a los periodistas que le acompañaban durante el vuelo de traslado desde el aeropuerto Leonardo Da Vinci de Roma a Edmonton. Este viaje representa, por tanto, la continuación del proceso de reconciliación con las poblaciones indígenas que han sufrido la anulación de su cultura y sus tradiciones a causa de la colonización europea. En el aeropuerto internacional de la ciudad, Francisco recibirá la bienvenida oficial de las autoridades, en particular de la Gobernadora General, Sra. Mary Simon, acompañada de su consorte, y del Primer Ministro. Inmediatamente después, habrá un traslado al Seminario de San José, donde el Papa se alojará en Edmonton.

Primeros encuentros con los indígenas       

Mañana entra en acción el 37º viaje apostólico del Papa Francisco. A las 10 de la mañana, en la zona de Maskwacis, cerca de Edmonton, habrá una reunión con las poblaciones indígenas de las First Nations, Mètis e Inuit.

Otra reunión importante será mañana en la Iglesia del Sagrado Corazón de Edmonton, de nuevo con representantes de los pueblos aborígenes. El mensaje de reconciliación, de disculpa, de perdón y de consuelo que Francisco trae a esta tierra pretende dirigirse a todas las realidades de la sociedad canadiense en un camino que necesariamente debe hacerse en común. Y este es precisamente el tema escogido para el 37º viaje del Papa: «Marcher Ensamble – Walking together», caminando juntos, expresado en las dos lenguas oficiales del país.

Un viaje diferente a los demás

El Pontífice ha subrayado en varias ocasiones la singularidad del viaje papal a Canadá. Francisco no sólo va a confirmar en la fe a los pueblos indígenas, a la sociedad y a la Iglesia canadiense, sino que va a instar a continuar ese camino de acercamiento que el Papa ya destacó el pasado mes de abril cuando recibió a representantes indígenas en el Vaticano.

La prensa canadiense ha captado el carácter especial de esta visita y, sobre todo en las ediciones nacionales, habla ampliamente de los motivos del viaje. La sala de prensa instalada en Edmonton acoge a unos 400 periodistas de todo el mundo que seguirán, momento a momento, la visita, que también tocará Quebec y la región más septentrional de Canadá.

¡Estoy ahogado! ¿Dios me ha abandonado?

Sabemos ciertamente que la Escritura dice que las aguas nos llegan hasta el cuello pero no nos ahogan

Pregunta:

Estimado Padre: Tengo una hermosa familia; buena y piadosa esposa y dos hijas. Yo en lo personal me considero católico practicante y muy consciente de la presencia de Dios en todo lo que nos rodea. Estoy en una muy difícil situación, pues desde hace año y medio no tengo trabajo. Mi trayectoria profesional fue de excelencia y lo que hago y propongo estoy seguro es de muy alta calidad. En todo este tiempo desempleado he pedido mucho a Dios que me ayude y también he solicitado la intercesión de la Virgen y de algunos santos, incluso, algo que nunca se me había ocurrido, he hablado con mi ángel de la guardia. Pero el tiempo pasa y se me agotan los fondos de sobrevivencia, de tal manera que me acerco a un colapso económico con sus secuelas de infelicidad para mi familia. En ésta situación creo como que Dios me ha volteado la mirada, no entiendo que espera de mí. El sermón de la Misa del domingo anterior me puso muy reflexivo, pues el sacerdote se refirió a no esperar ‘magia’ en nuestra relación con Dios. Hasta ahora he pensado que Dios tiene injerencia en nuestra vida y que respetando nuestra libertad y responsabilidad, busca nuestro bien, y que le gusta que toquemos su puerta y le pidamos como a un Padre que es. Dentro de mi desesperación he pensado en obviar la presencia de Dios en lo referente a mi vida profesional y económica y circunscribirla a la conducta de cumplir con la práctica religiosa y pedirle ayuda para no pecar. Padre aconséjeme para no desesperar en esta situación tan agobiante. Gracias anticipadas.

Respuesta:

Muchas personas sienten que el peso del trabajo, problemas familiares, económicos, legalidad, desempleo, etc., los ahogan y no encuentran salida por ninguna parte (aún siendo un cristiano practicante), sienten que no pueden con todo esto y más cuando le vienen más de 2 o 3 problemas de esos juntos. Esto puede sucederle a cualquiera de nosotros en algún momento de nuestra vida.

Para los planes de Dios sobre cada uno de nosotros no existen respuestas teológicas concretas. No sé qué pueda querer Dios de usted, ni hasta donde lo probará con el infortunio.

Sabemos ciertamente que la Escritura dice que las aguas nos llegan hasta el cuello pero no nos ahogan. No le voy a mentir diciendo que ya van a terminar sus sufrimientos. Eso hacen los horoscopistas que mienten a la gente y juegan con su sed de esperanza y su credulidad. Pero a pesar de mentirle no le solucionan nada.

7 principios claros que debemos tener claros:

1. Todo sucede para el bien de los que Dios ama (Romanos 8,20). Aunque allí no se dice qué se incluye en ese ‘todo´: va desde los dones materiales de Dios, hasta la cruz y el martirio.

2. Dios no permite que seamos probados más allá de nuestras fuerzas.

3. Muchas veces las aguas nos llegan hasta el cuello, pero no nos ahoga.

4. Muchas veces Dios espera que le pidamos lo que necesitamos, incluso con sacrificios, penitencias y votos generosos, y luego actúa. Porque quería suscitar en nosotros esos actos que nos han de santificar.

5. La cruz está en el camino ordinario de toda persona llamada a la santidad. Y debemos aceptar con paciencia y resignación nuestras cruces; para eso podemos leer con fruto el Libro de Job.

6. Esto no nos exime de poner de nuestra parte todos los medios materiales para encontrar una salida. Precisamente muchas veces la gracia que Dios nos da, no es el encontrar la salida de nuestros problemas sino la gracia de intentarlo una vez más, lo cual también viene de Dios.

7. En nuestra debilidad se manifiesta la fuerza de Dios, como dice San Pablo. A veces Dios espera a que estemos completamente abatidos y recién allí actúa, para que se vea que ha sido su mano la que nos salvó y no nuestras fuerzas.
Se que no es sencillo, pero si es tu caso, nunca dejes de orar.

«Siempre y por cualquier motivo, den gracias a Dios, nuestro Padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo» (Efesios 5,20)

Cuente con mis oraciones.

En Cristo y María.

El enfermero que moría de COVID

Y su mensaje de confianza en Dios

Sergio Humberto Padilla Hernández fue un enfermero mexicano que dejó en vídeo un mensaje final (puedes ver su video ingresando en este enlace). Cuando grabó el vídeo, no sabía que moriría horas después, y no se imaginaba que el mensaje que grababa sería el último en su vida, su despedida.

El vídeo nos invita a la reflexión, nos invita a pensar un poco en lo que está pasando actualmente en nuestras vidas y en el mundo. Me molesta mucho que aún sigue habiendo personas que no creen en lo mortal del covid-19, que viven desenfrenadamente, contagiando y propiciando la irresponsabilidad.

Pero quiero centrarme en las palabras de este valiente enfermero, que en ningún momento renegó de Dios; más bien se nota confiado en regresar, en volver.

En su mensaje se percibe un tono optimista y motivador; él estaba luchando por su vida, la cual ponía primero en manos de Dios; luego motivaba a sus seres queridos a doblar las rodillas. Los creyentes sabemos qué significa eso: de rodillas es ponerse a clamar a Dios; doblar las rodillas es un acto de humildad ante las desgracias, las tristezas; y también de alabanza y de agradecimiento al Creador de todo.

Sergio nos deja el vídeo para entender que, aun en los peores momentos, en la noche más oscura de nuestras vidas, vale la pena seguir confiando en Dios, sin perder la fe ni la esperanza.

Sergio hoy nos da una lección de fe, mientras nosotros estamos en la comodidad de nuestra cama en nuestras casas.

Cuántos enfermos terminales dejarán en unas horas este mundo, cuántos enfermos están sufriendo por los fuertes dolores de su enfermedad; y nosotros quejándonos por tonterías de la vida, porque no llega mi pedido de Amazon, porque el internet ha fallado, porque Netflix bajó mi película favorita.

Mientras tanto, otros, en sus camas en el hospital, se despiden entre llantos y sollozos, entre quejidos; se despiden entre el último aliento de vida; unos, tal vez, maldiciendo, y otros bendiciendo, como Sergio.

Dicen que nuestro final en este mundo será como hayamos vivido. Sergio vivió intensamente como enfermero: valiente, siempre de la mano de Dios.

Ahora, imagina, estás contagiado de covid-19 y hospitalizado, confinado en un área restringida donde tus familiares y seres queridos no tienen acceso; hay llantos y lamentos entre los enfermos que te acompañan; saben que van a morir.

A ti te informan que te tienen que entubar y sedar; no hay muchas esperanzas para ti tampoco. Tal vez pierdas el conocimiento por la sedación; tu dolor en el pecho es horrible e intenso, además no puedes respirar por el daño en tus pulmones causado por los daños colaterales del virus.

Los médicos y enfermeras te permiten usar tu celular para mandar un mensaje a tus familiares y amigos. ¿Qué les dirías? ¿Cómo te despedirías?

En memoria de todas las víctimas del covid-19 que están dejando este mundo. Luzca para ellas la luz perpetua; que descansen en paz.

El Apóstol Santiago, patrón de España y muy querido en América Latina

Llamado por Jesús a ser uno de los Doce Apóstoles. El mismo Cristo lo llamó «hijo del trueno»

El apóstol Santiago también es conocido como Jacobo (del hebreo Jacob), Jaime, Yago o Santiago el Mayor para distinguirlo del otro apóstol llamado Santiago el Menor. Era hijo de Zebedeo (cf. Mt 4:21) y era hermano de san Juan, que también sería apóstol. Probablemente su madre Salomé estaba entre las mujeres que seguía a Jesús (cfr. Mt 20:20).

En el Evangelio se percibe su temperamento apasionado y su carácter enérgico. Por eso Jesús los llama a él y a su hermano Boanerges, que significa “hijos del trueno”:

“Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a los que dio el nombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno”.

Este modo de ser impetuoso se nota en el relato siguiente:

“…ellos partieron y entraron en un pueblo de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén. Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: «Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?». (Lc 9:52-54).

De pescador a apóstol

Fue llamado por Jesús cuando se encontraba pescando en el lago de Genesaret junto a su hermano Juan  (Mc 1:19-20):

“Y avanzando un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban también en su barca arreglando las redes. En seguida los llamó y con ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron.”

En el evangelio de San Mateo también se le cita entre los Doce escogidos:

“Los nombres de los doce Apóstoles son: en primer lugar, Simón, de sobrenombre Pedro, y su hermano Andrés; luego, Santiago, hijo de Zebedeo, y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.” (Mt 10:2-4).

Entre los tres más unidos a Cristo

A lo largo de la vida pública de Jesús, Santiago está en el grupo de los tres apóstoles más vinculados a Cristo junto con san Pedro y san Juan.

Es testigo de la resurrección de la hija de Jairo (cfr. Mc 5:21-43), de la Transfiguración de Jesús:

«Unos ocho días después de decir esto, Jesús tomó a Pedro, Juan y Santiago, y subió a la montaña para orar. Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto y sus vestiduras se volvieron de una blancura deslumbrante. Y dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que aparecían revestidos de gloria y hablaban de la partida de Jesús, que iba a cumplirse en Jerusalén. (Lc 9: 28-31).

En el Huerto de los Olivos, Jesús los lleva aparte cuando va a orar:

“Después llevó con él a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir temor y a angustiarse.” (Mc 14:33).

Una vez resucitado Jesús, fue testigo de ello en la aparición del Señor en el Lago de Tiberíades y la pesca milagrosa (Jn 21:1-8).

Los Hechos de los Apóstoles confirman que Santiago estaba en el Cenáculo en Pentecostés (Hch 1:13).

Santiago Apóstol fue condenado a muerte y decapitado por orden del rey de Judea Herodes Agripa I (Hch 12:2). Esto nos permite fechar su fallecimiento entre los años 41 y 44, período del reinado.

La tumba del Apóstol Santiago se encuentra en la Catedral de Santiago de Compostela. Un estudio científico dictaminó en 1884 que verdaderamente están allí sus reliquias. Esto viene a confirmar el interés que desde hace muchos siglos despierta el Camino de Santiago.

Su fiesta se celebra el 25 de julio.

Patronazgo

Santiago Apóstol es patrón de España. Además, en América Latina es patrono de muchas ciudades y regiones:

Argentina: provincia de Santiago del Estero, provincia de Mendoza y su capital, Campo Quijano e Isla de Cañas.

Bolivia: Toro Toro, en la provincia de Charcas, departamento de Potosí.

Brasil: ciudad de São Tiago (Minas Gerais).

Chile: es patrono de la capital, Santiago de Chile, y copatrono del país con la Virgen del Carmen el patronazgo del país.

Colombia: Tunja, Santiago de Tolú y Santiago de Cali. Rionegro (Antioquia).

Costa Rica: Cartago.

Cuba: Santiago de Cuba.

Ecuador: Guayaquil.

Guatemala: Antigua Guatemala.

Honduras: Yoro.

México:Ayapango, Santiago Tepopula, Jesús María, Santiago de Querétaro, Sahuayo, Santiago (Nuevo León), Santiago de Anaya, Tecozautla, Moyahua, Juchipila, Apozol, Tonalá, Compostela, Santiago Ixcuintla, Saltillo, Monclova, Santiago Tuxtla, Ixhuatlán del Café, Coscomatepec y Chocaman, Mapimí, Silao, Santiago Maravatío, Valle de Santiago, en el mismo estado.

En la propia capital, la Ciudad de México, se le recuerda en Santiago Tlatelolco; el pueblo de Santiago Zapotitlán; y el pueblo de Santiago Acahualtepec.

Santiago es además uno de los patronos de la Provincia Franciscana de los Santos Francisco y Santiago en México, que es una de las provincias más importantes de los franciscanos en todo el mundo.

Nicaragua: Jinotepe y Boaco.

Panamá: En Natá de los Caballeros se encuentra la Basílica de Santiago Apóstol. En Santiago de Veraguas está la catedral de Santiago Apóstol.

Perú: Santiago de Ica, Pauza, Santiago de la Nazca, Abancay, Cabana, Santiago de Surco, Guzmango, Lunahuaná, Cusco, Santiago de Chuco.

Puerto Rico: Santiago de Fajardo, Guánica y Santa Isabel,  Aibonito, Loíza, la diócesis de Fajardo-Humacao.

República Dominicana: Santiago de los Caballeros, capital de la provincia de Santiago.

Venezuela; en Caracas fue patrono hasta el 15 de junio de 2011, cuando el papa Benedicto XVI, a petición del clero caraqueño, decretó como patrona de la ciudad a la Virgen de Coromoto, a su vez patrona de Venezuela.

Oración a Santiago Apóstol por el fin de la pandemia

(dada por el arzobispo de Santiago de Compostela en marzo de 2020)

Santo Apóstol Santiago,

a quien Cristo, “Camino, Verdad y Vida”,

mostró su predilección.

Tú presenciaste junto a Pedro y Juan

los grandes acontecimientos de su vida,

y fuiste testigo de la curación de tantos enfermos, que Él realizó.

En ti encontró la disponibilidad para “beber su cáliz”,

siendo tú el protomártir de los Apóstoles.

Como Patrono de España pedimos tu auxilio

para los afectados por el coronavirus,

fortaleza y sabiduría para el personal sanitario,

luz y acierto para quienes toman las decisiones

y cercanía generosa para quienes

están ofreciendo su colaboración.

Ponemos toda esta situación bajo la mano maternal

de Nuestra Señora de la Salud.

Y tú, como amigo del Señor, acompaña a los fallecidos

hasta el Pórtico de la Gloria

e intercede por ellos ante Él

para que nos veamos liberados de esta pandemia.

Amén