Santo Tomás de Aquino nace en el Castillo de Rocaseca, Nápoles, Italia, en 1225

Fue devotísimo de Cristo Salvador, especialmente de la cruz y de la Eucaristía

Tuvo una ferviente devoción filial a María Santísima

 

Conmemoracion: 28 de Enero

 

Este 28 de Enero recordamos a Santo Tomás de Aquino – El Doctor Angélico, Presbítero y Doctor de la Iglesia. En él se unen: inteligencia superdotada, parsimonia y pasión a la pobreza y al amor divino. Sus compañeros de ese tiempo dejaron este comentario: «…La ciencia de Tomás es muy grande, pero su piedad es más grande todavía…”

Santo Tomás de Aquino nace en el Castillo de Rocaseca, Nápoles, Italia, en 1225. A los 5 años de edad, su padre lo envía a una abadía Benedictina en Monte Casino, en calidad de aspirante a monje, soñando un futuro para él y para el peso social de la familia, allí se formó en humanidades, música y religión hasta los 14 años.

De los 14 a los 19 años, Santo Tomás termina su formación literaria y empieza sus estudios de filosofía en Nápoles. En 1244, toma el hábito de la Orden de los Predicadores en el convento de Santo Domingo de Nápoles. Irritados sus padres, porque tenían otros planes para su hijo, hacen detener y encerrar al novicio, quien, por su constancia, temple y convicciones, obtiene la libertad para seguir su vocación.

A sus 20 años, Santo Tomás fue primero estudiante en el Studium de Saint Jacques de París, y luego siguió a su maestro Alberto Magno a Colonia, en donde terminó su formación. De 1252 a 1256, es designado para enseñar en París, que era entonces el centro intelectual de la cristiandad, allí empieza, según la costumbre, por «leer» la Biblia de manera continua y rápida (cursorie).

A sus 31 años de edad fue admitido al magisterio, Santo Tomás comenta la Biblia (ordinarie), presenta sus primeras cuestiones disputadas (De Veritate) y emprende la composición de Contra Gentiles. De 1259 a 1268, a petición del Papa, retorna a Italia para cumplir las funciones de Lector de la Curia. Su actividad intelectual es entonces extraordinariamente intensa: enseña Sagradas Escrituras (curso magisterial ordinario), disputa sobre numerosas cuestiones, compone la Catena Aurea, comenta a Aristóteles, inicia la Summa Theologiae – obra portentosa en 14 tomos, donde a base de Sagrada Escritura, de filosofía y teología y doctrina de los santos va explicando todas las enseñanzas católicas y que concluye en cuatro años.

 

A sus 44 años de edad es llamado de nuevo a París, en ocasión de la crisis intelectual provocada por el movimiento averroísta, Santo Tomás, sin dejar de tomar parte en la polémica, prosigue incansablemente su tarea de profesor y de escritor. Ya a sus 47 años es asignado a Nápoles para tomar la dirección del nuevo Studium Generale dominicano.

Su prolífica obra las podemos dividir en: Comentarios Teológicos, Bíblicos, Filosóficos, Obras Propias, Summas, Cuestiones disputadas y quodlibetales, Opúsculos Filosóficos y Teológicos. Su obra demuestra la estrecha coherencia entre la razón humana y la divina revelación. Fue devotísimo de Cristo Salvador, especialmente de la cruz y de la Eucaristía y tuvo una ferviente devoción filial a María Santísima.

Santo Tomás de Aquino muere el 7 de Marzo de 1274, a los 49 años de edad en la abadía de Fossanova cuando iba de camino al concilio de Lyon. Ya que sus restos fueron llevados solemnemente a la Catedral de Tolouse un 28 de enero, su fiesta se celebra en este día. Fue canonizado el 18 de julio de 1323 por Juan XXII y en 1567 fue declarado Doctor de la Iglesia. En 1880, fue proclamado Patrón de todas las universidades y escuelas católicas.

Hoy pidamos a nuestro Señor que sepamos afrontar nuestra vida con una altísima idea de la dignidad de cada hombre y con una firme convicción de las posibilidades de su mente, que tiene como tarea fundamental el descubrir en la naturaleza los signos de la inteligencia divina, y de reconocer en la historia las fases del plan divino de salvación por la redención del pecado.

Compartamos algo de la espiritualidad de Santo Tomás de Aquino.

 

 

[…]No te lances de pronto al mar, sino acércate por los riachuelos, porque a lo difícil se ha de llegar por lo fácil. Te mando que seas tardo para hablar y para ir a distracciones; abraza la pureza de conciencia; date a la oración; procura permanecer en tu celda, si quieres entrar un día en el templo del saber; sé amable con todos; no te preocupes de lo que hacen los demás; no tengas demasiada familiaridad con nadie, pues la excesiva familiaridad engendra desprecio y roba tiempo al estudio; huye sobre todo de perder el tiempo; imita a los santos y a los buenos; guarda en la memoria todo lo bueno que oigas, sin reparar en quién lo dijo; trata de entender cuanto leas y oigas; cuando tengas alguna duda, aclárala; acumula cuantos conocimientos puedas en el arca de tu mente, como quien trata de llenar un vaso; no busques lo que sea superior a tus fuerzas Siguiendo esas indicaciones, echarás ramas y darás frutos útiles en la viña del Señor Altísimo […] (Carta exhortatoria a Fray Juan, De cómo estudiar – Santo Tomás de Aquino)

[…]La pasión de Cristo basta para servir de guía y modelo a toda nuestra vida. Pues todo aquel que quiera llevar una vida perfecta no necesita hacer otra cosa que despreciar lo que Cristo despreció en la cruz y apetecer lo que Cristo allí apeteció. En la cruz hallamos el ejemplo de todas las virtudes […] (Cristo Crucificado, Modelo de las Virtudes – Santo Tomás de Aquino)

[…]La gracia no destruye la naturaleza, antes bien la perfecciona […] Aquellos que están en gracia, cuanto más se acercan al fin, más deben crecer en su espiritualidad […] (Santo Tomás de Aquino)

 

[…]—“Maestro; […] Conozco a un hombre que duda de todo […]—“Es imposible. No podéis conocer a un hombre así. Un hombre que dudase de todo tendría que dudar también de que duda de todo. Tendría que dudar hasta de su propia existencia, lo que no le permitiría dudar […] Y tendría que admitir que su vida es una constante contradicción, porque dudando de que existan alimentos, comería; dudando de que exista el sueño, dormiría […]. La postura del escéptico total es completamente absurda. […] tales escépticos no existen en realidad. Hay, desde luego, personas que pretenden que es imposible conocer la verdad, pero es porque reconocer que la verdad existe les llevaría a sentirse obligados moralmente. Poncio Pilato preguntó: «¿qué es la verdad?» Decía no saberlo, pero, acto seguido, condenó a muerte a un Hombre cuya inocencia él mismo había proclamado […] (Diálogo con un Alumno sobre el amor a la Verdad-Santo Tomás de Aquino)

[…]La existencia de Dios se puede demostrar por cinco vías. La primera y más clara se funda en el movimiento. Es innegable […] que en el mundo hay cosas que se mueven. Pues bien, todo lo que se mueve es movido por otro […] Es, pues, imposible que una cosa sea por lo mismo y de la misma manera motor y móvil, como también lo es que se mueva a sí misma […] Por consiguiente, todo lo que se mueve es movido por otro […] es necesario llegar a un primer motor que no sea movido por nadie, y éste es el que todos entienden por Dios […]

[…]La segunda vía se basa en causalidad eficiente. Hallamos que en este mundo de lo sensible hay un orden determinado entre las causas eficientes; pero no hallamos que cosa alguna sea su propia causa, pues en tal caso habría de ser anterior a sí misma, y esto es imposible[…] Por consiguiente, es necesario que exista una causa eficiente primera, a la que todos llaman Dios.

La tercera vía considera el ser posible o contingente y el necesario […] Hallamos en la naturaleza cosas que pueden existir o no existir, pues vemos seres que se producen y seres que se destruyen, y, por tanto, hay posibilidad de que existan y de que no existan. […]no todos los seres son posibles o contingentes […] es forzoso que exista algo que sea necesario por sí mismo y que no tenga fuera de sí la causa de su necesidad, sino que sea causa de la necesidad de los demás, a lo cual todos llaman Dios.

La cuarta vía considera los grados de perfección que hay en los seres. Vemos en los seres que unos son más o menos buenos, verdaderos y nobles que otros, y lo mismo sucede con las diversas cualidades. […] ha de existir algo que sea verísimo, nobilísimo y óptimo, y por ello ente o ser supremo; Ahora bien, lo máximo en cualquier género es causa de todo lo que en aquel género existe […] Existe, por consiguiente, algo que es para todas las cosas causa de su ser, de su bondad y de todas sus perfecciones, y a esto llamamos Dios.

La quinta vía se toma del gobierno del mundo. Vemos, en efecto, que cosas que carecen de conocimiento […] los cuerpos celestes […] Ahora bien, lo que carece de conocimiento no tiende a un fin si no lo dirige alguien que entienda y conozca, a la manera como el arquero dirige la flecha. Luego existe un ser inteligente que dirige todas las cosas naturales a su fin, ya éste llamamos Dios. (Suma Teológica, Primera Parte Cuestión 2, artículo 3 Si Dios existe Dificultades. Parece que Dios no existe.)

“Es mejor transmitir a los demás las cosas estudiadas, que contemplar solo”. “¡Transmitir a los demás!”

(Santo Tomás de Aquino)

Jesús te ama