San Felipe y Santiago apóstoles
Felipe nacido en Betsaida
Santiago, a quien el evangelista Marcos llama “el Menor”
Conmemoracion: 04 de Mayo
Los evangelistas Mateo, Marcos y Lucas nos dan de Felipe sólo el nombre y el lugar de nacimiento: Betsaida. Juan nos da más datos sobre la personalidad de Felipe, presentándolo ante todo como amigo del apóstol Natanael Bartolomé, a quien él presenta a Jesús: “Hemos hallado a Aquel de quien Moisés escribió en la Ley y los Profetas… Ven y verás.”
En la narración de la multiplicación milagrosa de los panes es a Felipe a quien Jesús dirige la conocida pregunta: “¿Dónde compraremos pan, para que esta gente pueda comer?” Felipe no comprende el significado de la pregunta, y después de echar una mirada sobre la multitud, contesta: “Doscientos denarios de pan no bastan para dar un pedazo a cada uno”.
La índole un poco embarazosa de Felipe sale a flote en el último dato evangélico que lo atañe. En la última cena Jesús habla a sus Apóstoles sobre el arcano misterio trinitario. El pobre Felipe está abismado por el misterio, y entonces, sin más ni más, pregunta: “¡ Señor, muéstranos al Padre y esto nos baste!” El resto de la vida de Felipe queda en la oscuridad. Tampoco se sabe nada de su muerte. La tradición más común afirma que Felipe murió crucificado en Gerápolis en tiempos del emperador Domiciano, o de Trajano, a la edad de 87 años. Se dice también que sus reliquias fueron llevadas a Roma y colocadas junto a las del Apóstol Santiago en la iglesia de los Santos Apóstoles. Este sería el motivo por el cual la Iglesia latina celebra la fiesta de los dos apóstoles el mismo día.
Santiago, a quien el evangelista Marcos llama “el Menor” para distinguirlo del homónimo hermano de Juan, entra en escena como obispo de Jerusalén, después del martirio de Santiago el Mayor, en el 42, y cuando Pedro se ha alejado de Jerusalén. Su figura austera salta a la vista por la carta que él dirigió a manera de encíclica a todas las comunidades cristianas. En ella se leen fuertes expresiones de amonestación que, después de 19 siglos, son de grande actualidad: “Oh ricos, lloren por la miseria que vendrá sobre ustedes… He aquí que grita la paga que ustedes les han quitado a los obreros, que han cosechado sus campos”.
Tenemos noticias muy antiguas respecto de la muerte de Santiago. La más importante es la que nos narra el historiador José Flavio, según el cual el apóstol fue condenado a la lapidación en el año 61 o 62 por el sumo sacerdote Anás II, que parece aprovechó el interregno que siguió después de la muerte del procurador Festo para eliminar al obispo de Jerusalén.
Autor: Archidiócesis de Madrid
Jesús te ama