INAUGURAN AÑO JUBILAR POR LOS 375 AÑOS DEL MILAGRO EUCARÍSTICO
Miles de peregrinos participaron presencial y virtualmente en el inicio el Año Jubilar por los 375 años del único Milagro Eucarístico del Perú ocurrido en Ciudad Eten. El obispo de la Diócesis de Chiclayo, monseñor Edinson Farfán Córdova, ofició la Santa Misa e impartió la Bendición Papal con Indulgencia Plenaria.
“Agradecemos al sucesor de Pedro, el Papa Francisco, por concedernos esta indulgencia plenaria”, dijo el obispo, afirmando que “Eten se convierte en una fuente de espiritualidad para todos los fieles peregrinos y devotos, que se acercan a ganar la indulgencia; a la vez que pidió al pueblo de Eten cuidar mucho este tesoro y riqueza de nuestros pueblos.
Durante la homilía en la misa que celebró junto a 20 sacerdotes, en el atrio de la parroquia de Santa María Magdalena, en el parque principal del distrito, monseñor Edinson señaló la necesidad de caminar unidos, en comunión con el sucesor de Pedro, con el obispo, con el presbiterio, con la vida religiosa y con la vida laical. «Todos, caminando juntos, dando testimonio de comunión dentro de la Iglesia católica», dijo.
A la luz de las lecturas de la fiesta que se celebraba, recordó la vida de Santa María Magdalena, patrona de Ciudad Eten; concluyendo que es un camino arduo de peregrinación; de una experiencia de pecado, a la conversión; de una experiencia de enfermedad, a la sanación; y de una experiencia de parálisis y estancamiento, a la misión de una iglesia en salida. “Es decir, todos hemos tenido fragilidades, debilidades y pecados; en algún momento nos hemos alejado del sumo bien; de Dios; nos hemos lastimado; y, más aún, hemos lastimado a las personas que están a nuestro lado; pero, también hemos tenido la linda experiencia de haber sido perdonados por el Señor a través del sacramento de la confesión y hemos iniciado nuestro camino de conversión que nos llevó siempre a un cambio de vida”.
Por eso, dijo, la eucaristía es el milagro de amor, el sacramento de piedad, el signo de unidad y el vínculo de caridad para los seres humanos y remarcó la importancia en dar testimonio de la comunión, del perdón y del amor al prójimo y que nunca nos olvidemos de los pobres y los más sencillos.
Recordó la primera vez que ocurrió el milagro eucarístico en Eten, el 2 de junio de 1649, vísperas de la solemnidad del Corpus Christi, donde se le vio al Niño Jesús en la hostia santa. “Son 375 años de aquel 1649. Este milagro eucarístico nos recuerda algo que nunca debemos olvidar: Nos recuerda que Jesús nunca nos ha dejado solos, que cada eucaristía celebrada es un milagro de amor; nos recuerda que en cada templo hay un sagrario; y ahí está Jesús para adorarle, alabarle y hablar con él. Este milagro eucarístico nos recuerda que la eucaristía es comunión perfecta; nos recuerda que los pobres son los preferidos del Señor. Jesús es el pan partido, el alimento espiritual que se parte y se reparte para que entendamos su mandamiento; que nos amemos los unos a los otros como Él nos amó», finalizó.
INDULGENCIA PLENARIA
Desde el 22 de julio del 2024 al 22 de julio del 2025, el papa Francisco concederá una indulgencia plenaria a quienes peregrinen durante un Año Jubilar al templo parroquial de Ciudad Eten “Santa María Magdalena”, ubicado en el parque principal.
El obispo de Chiclayo, ha recibido las facultades, mediante el decreto 1771 de la Penitenciaría Apostólica. Lo decretado por el Papa Francisco es para fomentar la piedad de los feligreses y la salvación de las almas.
Cabe recordar que, una indulgencia, de acuerdo al Catecismo de la Iglesia Católica, es “la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa”. Es decir, se exime de pena los pecados cometidos, ya confesados y perdonados por Dios, siempre y cuando se cumplan los criterios establecidos.
Jesús León Angeles
Oficina de Comunicaciones
Grupo Católico Milagro Eucarístico Perú 1649