Audiencia Jubilar. El Papa: Esperar es dar testimonio, como Isidoro Bakanja
Este sábado, 8 de noviembre, el Santo Padre presentó la figura del beato Isidoro Bakanja, patrono de los laicos del Congo, en África, como testigo de esperanza durante la Audiencia Jubilar que celebró en la Plaza de San Pedro, con ocasión del Jubileo del Mundo del Trabajo.
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“Isidoro conoció a Cristo gracias a los misioneros, y recibió el bautismo a los veinte años. Sin embargo, tuvo que sufrir todo tipo de maltratos y torturas a causa de su fe. A pesar de ello, su testimonio de vida cristiana era cada vez más luminoso y lleno de esperanza, hasta el punto de morir perdonando y rezando por sus perseguidores”, con estas palabras pronunciadas en español el Papa León XIV presentó la figura del beato Isidoro Bakanja, patrono de los laicos del Congo, en África, como testigo de esperanza durante la Audiencia Jubilar que celebró este sábado, 8 de noviembre, en la Plaza de San Pedro, con ocasión del Jubileo del Mundo del Trabajo.
La esperanza nace de las sorpresas de Dios
Al iniciar su catequesis, el Santo Padre recordó que, la esperanza del Jubileo nace de las sorpresas de Dios, precisando que, “Dios es diferente a como nosotros estamos acostumbrados a ser”.
“El Año Jubilar nos impulsa a reconocer esta diversidad y a plasmarla en la vida real. Por eso es un Año de gracia: ¡podemos cambiar! Siempre pedimos esto cuando rezamos el Padre Nuestro y decimos: «En la tierra como en el cielo»”.
La palabra de la Cruz despierta la conciencia y reaviva la dignidad
Y al comentar el texto bíblico elegido para esta Audiencia Jubilar (1 Cor 1,26-27), el Pontífice dijo que, San Pablo escribe a los cristianos de Corinto, invitándolos a darse cuenta de que, entre ellos, la tierra ya ha comenzado a parecerse al cielo. Es más, les dice que reflexionen sobre su vocación y vean cómo Dios ha reunido a personas que, de otro modo, jamás se habrían conocido.
“Los criterios de Dios, que siempre parten de los últimos, son ya en Corinto un «terremoto» que no destruye, sino que revitaliza el mundo. La palabra de la Cruz, de la que Pablo da testimonio, despierta la conciencia y reaviva la dignidad de cada persona”.

Esperar es dar testimonio: Isidoro Bakanja
De ahí, el Papa León XIV afirmó que, esperar es dar testimonio: dar testimonio de que todo ha cambiado, de que nada es como antes. En este sentido, el Pontífice presentó a un testigo de esperanza cristiana en África, a Isidoro Bakanja, que fue beatificado en 1994, y es el patrono de los laicos del Congo.
“Nacido en 1885, cuando su país era colonia belga, no fue a la escuela porque no había ninguna en su ciudad, sino que se convirtió en aprendiz de albañil. Se hizo amigo de los misioneros católicos, los monjes trapenses: le hablaron de Jesús y, alrededor de los veinte años, decidió seguir la instrucción cristiana y recibir el Bautismo. Desde ese momento, su testimonio se hizo cada vez más luminoso”.
“Esperar es dar testimonio: cuando damos testimonio de una nueva vida, la luz crece incluso en medio de las dificultades”
Isidoro muere sin guarda rencor y rezando por sus perseguidores
El Santo Padre destacó de la vida de Isidoro que, cuando trabajaba como empleado agrícola para un patrón europeo sin escrúpulos, que no soporta su fe ni su autenticidad, mantuvo su fidelidad a Cristo.
“El patrón odiaba el cristianismo y a los misioneros que defendían a los indígenas de los abusos de los colonizadores, pero Isidore llevó su escapulario con la imagen de la Virgen María al cuello hasta el final, soportando toda clase de maltratos y torturas sin perder la esperanza”.
“¡Esperar es dar testimonio! Isidoro muere declarando a los Padres Trapenses que no guarda rencor; es más, promete rezar incluso en la otra vida por quienes lo han reducido a tal estado”

La palabra de la Cruz rompe las cadenas del mal
Finalmente, el Papa León XIV dijo que, la palabra de la Cruz es una palabra vivida que rompe las cadenas del mal. Es una nueva fuerza que desconcierta a los orgullosos y derriba a los poderosos de sus tronos.
“Así nace la esperanza. A menudo, las antiguas Iglesias del norte del mundo reciben este testimonio de las Iglesias jóvenes, que las inspira a caminar juntas hacia el Reino de Dios, un Reino de justicia y paz. África, en particular, clama por esta conversión, y lo hace brindándonos numerosos jóvenes testigos de la fe”.
“Tener esperanza es dar testimonio de que la tierra puede asemejarse verdaderamente al cielo. Y este es el mensaje del Jubileo”
Fuente: vaticannews
