Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
Conmemoracion: 27 de Noviembre
La medalla fue acuñada y al instante se difundió prodigiosamente por todo el mundo
Este 27 de noviembre hacemos camino a la Capilla del convento de las Hijas de la Caridad en la rue du Bac, París, para recordar a Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. En este lugar la Santísima Virgen se apareció a Santa Catalina Labouré encomendándole la misión de acuñar una medalla según el modelo revelado; otorgando grandes gracias a las personas que la llevasen con fe.
Catalina Labouré nació el 2 de mayo de 1806, en Borgoña, Francia.
Entró a la vida religiosa con la Hijas de la Caridad en enero de 1830 y después de 3 meses de postulantado, fue trasladada al noviciado de París, en la Rue du Bac. Durante los 9 meses de su noviciado, Catalina tuvo la gracia especial de ver todos los días al Señor en el Santísimo Sacramento.
La tarde del 27 de noviembre de 1830, en la capilla, estaba Catalina haciendo su meditación, cuando le pareció oír el roce de un traje de seda. Aparece la Virgen Santísima en un retablo de forma oval. La Reina de los cielos estaba de pie sobre el globo terráqueo, con vestido blanco y manto azul. Tenía en sus manos como diamantes, de los cuales salían, en forma de hacecillos, rayos muy resplandecientes, que caían sobre la tierra… También vio en la parte superior del retablo escritas en caracteres de oro estas palabras: ¡María sin pecado concebida, ruega por nosotros, que acudimos a ti! Tales palabras formaban un semicírculo que, pasando sobre la cabeza de la Virgen, terminaba a la altura de sus manos virginales. El cuadro parecía tornarse, y Catalina vio, en el reverso la letra M, sobre la cual había una cruz descansando sobre una barra, y debajo los corazones de Jesús y de María… Luego oyó estas palabras: “Haz que se acuñe una medalla según este modelo. Todos cuantos la lleven puesta recibirán grandes gracias. Las gracias serán mas abundantes para los que la lleven con confianza”. Y luego desapareció la visión.
Santa Catalina llevó a cabo fielmente la misión que el Cielo le había encomendado, pero por humildad y por amor de la vida retirada, lo hizo de tal manera que, hasta su muerte, nadie en derredor suyo supo que ella era la mensajera escogida por la Reina del Cielo. Su confesor recibía sus confidencias pero tardó mucho en creer en ellas.
Terminando el Noviciado, Catalina tomó el hábito en las Hijas de la Caridad, en enero de 1831. Algunos días después, la cambiaron al Asilo de ancianos del Barrio San Antonio, en el que pasará toda su vida como ayudante de cocina. Deja, pues, el lugar donde ha sido tan feliz. Va confiada en los que son la razón de su vivir: Jesús y María.
En 1832, a instancias de la Virgen el confesor de Catalina decidió por fin hablar del asunto al Arzobispo de París quien permitió fabricar la medalla tal cual había aparecido en la visión. La medalla fue acuñada y al instante se difundió prodigiosamente por todo el mundo, acompañada de incesantes prodigios de curaciones, protecciones y conversiones, al punto que se le dio el nombre de Medalla Milagrosa.
El 31 de diciembre de 1876 muere Santa Catalina Labouré, en medio de una paz y serenidad admirables. De tal manera, el mundo pudo conocer sólo después de su muerte, la identidad de la vidente que originó la devoción a la Medalla Milagrosa. Su cuerpo incorrupto descansa en Rue du Vac, Paris. Fue beatificada en 1933 y canonizada el 27 de Julio de 1947, por Pío XII.
Hoy pidamos a nuestro Señor que nos ayude a comprender cada día más el sentido fundamental que la Madre de Dios tiene en el plan Celestial para estos tiempos y por ello nos esforcemos en no defraudarla ni decepcionarla, sabiendo que contamos siempre con su consuelo y apoyo.
Compartamos los Símbolos de la Medalla Milagrosa y su Mensaje Espiritual:
En el Anverso:
-María aplastando la cabeza de la serpiente que esta sobre el mundo. Ella, la Inmaculada, tiene todo poder en virtud de su gracia para triunfar sobre Satanás.
-El color de su vestuario y las doce estrellas sobre su cabeza: la mujer del Apocalipsis, vestida del sol.
-Sus manos extendidas, transmitiendo rayos de gracia, señal de su misión de madre y mediadora de las gracias que derrama sobre el mundo y a quienes pidan.
-Jaculatoria: dogma de la Inmaculada Concepción (antes de la definición dogmática de 1854). Misión de intercesión, confiar y recurrir a la Madre.
-El globo bajo sus pies: Reina de cielos y tierra.
-El globo en sus manos: el mundo ofrecido a Jesús por sus manos.
En el Reverso:
-La cruz: el misterio de redención- precio que pagó Cristo. Obediencia, sacrificio, entrega
-La M: símbolo de María y de su maternidad espiritual.
-La barra: es una letra del alfabeto griego, «yota» o I, que es monograma del nombre, Jesús.
Agrupados ellos: La Madre de Jesucristo Crucificado, el Salvador.
-Las doce estrellas: signo de la Iglesia que Cristo funda sobre los apóstoles y que nace en el Calvario de su corazón traspasado.
-Los dos corazones: la corredención. Unidad indisoluble. Futura devoción a los dos y su reinado.
Jesús te ama