Una voz de Pax 馃摙
Reflexi贸n del Evangelio Dominical
Juan 13,31-33a.34-35
El inicio del evangelio de ayer me hace recordar un antiguo post en el que se le铆a:
芦Si eres de los que se retiran de la misa antes de que esta haya conclu铆do, recuerda que eso mismo hizo Judas, en la 煤ltima cena禄.
Judas sali贸 del cen谩culo para consumar su traici贸n y el texto evangelico nos dice que inmediatamente Jes煤s les dice a sus ap贸stoles que precisamente en ese instante 茅l es glorificado.
Probablemente, ausentarnos de la misa antes del final, no configure una traici贸n propiamente dicho, por una infinidad de circunstancias que puedan justificar abandonar la celebraci贸n.
Lo cierto es que perennemente traicionamos al Se帽or y sin embargo hay siempre una salida, una luz al final del t煤nel y esa no es otra cosa que el perd贸n.
Al perd贸n de Dios nos podemos asir cada vez que caigamos porque es el fruto de la glorificaci贸n del Hijo de Hombre, por ella es que somos perdonados. 驴Qu茅 nos pide el Se帽or a cambio?: que nos amemos como 茅l nos ha amado. Al final seremos examinados acerca del amor.
Un amor, claro est谩, al modo como Cristo nos ha amado. 驴C贸mo amar al modo de Jes煤s?, solos es imposible. Tiene que ser definitivamente de la mano del mismo Dios, s贸lo as铆 nuestro coraz贸n de piedra, podr谩 convertirse, en uno de carne. Un coraz贸n limpio como el cristal y dulce como la miel, tal y como reza la canci贸n, s贸lo es posible si, nos dejamos moldear por el Se帽or, s贸lo 脡l nos puede dar un nuevo coraz贸n.
Pero el encargo no queda all铆, porque este mandato, marca lo crucial de la vida del cristiano y de lo verdaderamente cristiano, pues s贸lo as铆, daremos testimonio de que somos disc铆pulos de Jes煤s, de que realmente somos hijos de Dios.
por Mario Aquino Colmenares