Una voz de Pax 馃摙

Reflexi贸n del Evangelio Dominical

Lucas 12,49-53

 

Division de un hogar: figura de la divisi贸n que existe en la familia humana

 

Recordando el anuncio que Jes煤s hace en el Evangelio de ayer domingo, me parece que lo menos que deber铆amos mostrar, es perplejidad.
Desde que tuvimos conocimiento aut茅ntico de la fe en la que fuimos formados hemos experimentado en carne y alma propia lo que el camino cristiano implica.
Jes煤s nos habla de divisi贸n no como el objetivo de su mensaje sino como consecuencia del mismo. Porque, en efecto, las exigencias de Jes煤s y su cumplimiento pasa en primer lugar, por negarnos a nosotros mismos. Esta convicci贸n hace que nuestro mundo interior se halle en constante tensi贸n o para ce帽irnos a la terminolog铆a de la lectura, en una divisi贸n interna, marcada por la fe que decimos profesar y la propia conciencia.
Por otro lado, la fe es gracia y al mismo tiempo un acto de la voluntad. Siendo nuestra respuesta de fe de car谩cter personal, nada nos asegura que la adhesi贸n a Cristo se de del mismo modo en todos, m谩s a煤n habr谩 a quienes les sea indiferente, en el mejor de los casos, o peor a煤n, habr谩 quienes manifiesten una abierta oposici贸n. Tal vez esto, parezca hoy d铆a, de patente comprobaci贸n, sin embargo esto no es nuevo. La divisi贸n profetizada por Jes煤s se verifica desde el mismo inicio de su vida p煤blica.
Pero hoy podemos comprobar con horror las distintas formas de divisi贸n que sufre el g茅nero humano. Divisiones que se traducen en intolerancia y persecusi贸n. Y es que en efecto el mensaje de Jes煤s s贸lo puede traer cuestionamiento e inquietud puesto que 茅l es la Verdad misma. Si esta se nos muestra y la acogemos, no habr谩 v铆nculo alguno que pueda separarnos de ella o nos haga abandonarla. Hijo contra el padre, madre contra la hija, suegra contra la nuera y Verdad contra nuestra conciencia. Fuego vivo que criba el oro, que quema la paja y salva el trigo, que alumbra nuestra oscuridad, que arde dentro de nosotros mismos al tiempo que nos libera, que bautiza y trae la aut茅ntica paz.
Una Voz de Pax