St. Elizabeth Ann Seton
REFERENCIAS BÍBLICAS
John 1:35-42
Amigos, en el Evangelio de hoy, dos de los discípulos de Juan el Bautista siguen a Jesús y lo encuentran.
La pregunta de Jesús a los dos jóvenes —“¿Qué están buscando?”— es indispensablemente importante. Muchas personas pasan por la vida sin saber realmente lo que fundamentalmente desean y, en consecuencia, andan sin rumbo.
La respuesta correcta a la pregunta de Jesús es la “vida eterna” o la “amistad con Dios” o la “santidad”. Esta es la expresión simple, clara e inequívoca de la meta final que cualquier creyente debería tener al empeñarse por llevar su vida adelante.
Ahora, otras personas pueden saber más o menos lo que quieren espiritualmente, pero les falta el valor y la atención para perseguir ese fin cuando está frente a distracciones y la oposición de otros. Saben que deben crecer en santidad, pero la cultura secular les propone sexo, placer, poder y honor de una manera tan atractiva que se pierden. O tal vez reciben críticas fulminantes de aquellos que están atrapados en un estilo de vida viejo y corriente, y entonces ceden.
¿Qué es lo que estamos buscando?
Detengámonos un momento en esta experiencia de encuentro con Cristo que nos llama a estar con Él. Cada llamada de Dios es una iniciativa de su amor. Siempre es Él quien toma la iniciativa, Él te llama. Dios llama a la vida, llama a la fe, y llama a un estado de vida particular. “Yo te quiero aquí”. La primera llamada de Dios es a la vida; con ella nos constituye como personas; es una llamada individual, porque Dios no hace las cosas en serie. Después Dios llama a la fe y a formar parte de su familia, como hijos de Dios. Finalmente, Dios nos llama a un estado de vida particular: a darnos a nosotros mismos en el camino del matrimonio, en el del sacerdocio o en el de la vida consagrada. Son maneras diferentes de realizar el proyecto que Dios, ese que tiene para cada uno de nosotros, que es siempre un plan de amor. (Angelus, 17 enero 2021)
Isabel Ana Bayley Seton, Santa
Fundadora, 4 de enero
Viuda y Fundadora
Martirologio Romano: En la ciudad de Emmitsburg, del estado de Maryland, en los Estados Unidos de Norteamérica, santa Isabel Ana Seton (Elisabeth Ann Bayley Seton), que al quedar viuda abrazó la fe católica y trabajó denodadamente para fundar la Congregación de las Hermanas de la Caridad de San José, con el fin de educar a niñas y atender a niños pobres (1821).
Fecha de canonización: 14 de septiembre de 1975 por el Papa Pablo VI
Breve Biografía
Nace Isabel Ana en Nueva York el 28 de agosto de 1774. Crece en el seno de la iglesia episcopaliana.
Contrae matrimonio con William Seton a la edad de veinte años y llega a tener cinco hijos. El 27 de diciembre de 1803 enviuda.
Años más tarde, el 14 de marzo de 1805 abraza el catolicismo, lo cual supone para ella múltiples pruebas, tanto interiores como exteriores, venidas de los parientes y amigos. Todas las supera con fe, amor y valentía.
Se aplica asiduamente a la vida espiritual. Educa con solicitud a sus hijos y, deseosa de entregarse a la actividad caritativa y educadora.
En 1809 en la diócesis de Baltimore funda el Instituto de Hermanas de la Caridad de San José, renovando la gesta de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac. Dicho Instituto tiene por finalidad la formación de muchachas. Es la primera Congregación religiosa femenina en norteamérica.
Después de su muerte las Hermanas se unen a la Compañía de las Hijas de la Caridad de París, tal como fue su deseo desde los comienzos.
También funda la primera escuela parroquial católica en Estados Unidos.
Muere piadosamente en Emmitsburg, Maryland, el 4 de enero de 1821. Su beatificación tiene lugar el 17 de marzo de 1963, bajo el pontificado de Juan XXIII. El 14 de septiembre de 1975 es canonizada por el papa Pablo VI.
Dos grandes temas marcaron su vida espiritual: la fidelidad a la Iglesia y la eternidad de la gloria.
Es la primera santa de Estados Unidos de América. Su fiesta se celebra en el calendario de la iglesia el 4 de enero.
Miradas misteriosas
Santo Evangelio según san Juan 1, 35-42. Miércoles del Tiempo de Navidad
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Véante mis ojos, dulce Jesús bueno; véante mis ojos, muérame yo luego.
Vea quien quisiere rosas y jazmines, que si yo te viere, veré mil jardines, flor de serafines;
Jesús Nazareno, véante mis ojos, muérame yo luego.
No quiero contento, mi Jesús ausente, que todo es tormento a quien esto siente; sólo me sustente su amor y deseo;
Véante mis ojos, dulce Jesús bueno; véante mis ojos, muérame yo luego. (Santa Teresa de Ávila)
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 1, 35-42
En aquel tiempo, estaba Juan el Bautista con dos de sus discípulos, y fijando los ojos en Jesús, que pasaba, dijo: «Este es el Cordero de Dios». Los dos discípulos, al oír estas palabras, siguieron a Jesús. Él se volvió hacia ellos, y viendo que lo seguían, les preguntó: «¿Qué buscan?». Ellos le contestaron: «¿Dónde vives, Rabí?» (Rabí significa ‘maestro’). Él les dijo: «Vengan a ver». Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día. Eran como las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron lo que Juan el Bautista decía y siguieron a Jesús. El primero a quien encontró Andrés, fue a su hermano Simón, y le dijo: «Hemos encontrado al Mesías» (que quiere decir ‘el ungido’). Lo llevó a donde estaba Jesús y éste, fijando en él la mirada, le dijo: «Tú eres Simón, hijo de Juan. Tú te llamarás Kefás» (que significa Pedro, es decir, ‘roca’).
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
El Evangelio de hoy nos pone en un ambiente contemplativo. En pocas líneas encontramos cuatro miradas: Juan que se fija en Jesús; Jesús mira a los dos que lo siguen; ellos, a su vez, ven dónde vive Jesús; finalmente Jesús que se fija en Pedro. Entremos durante la oración en este juego de vistas. Fijémonos en Jesús, dejémonos mirar por Él, pidámosle que nos mire y que nos permita verlo…
La mirada de Cristo se clava hasta lo más profundo del corazón: el hombre, Jesús de Nazaret, es al mismo tiempo el Dios verdadero, el Dios que nos ha creado con vistas a una vocación y a una misión. Nuestra mirada, en cambio, no llega tan lejos. Al mirarlo, escuchamos las palabras «He aquí el Cordero de Dios», o recibimos un nuevo nombre, como sucedió a Pedro. En un primer momento todo llega desconocido. Aún hay muchas verdades de fe que no percibimos plenamente, así como todavía existen nombres desconocidos dentro de nuestro propio corazón. Un misterio se abre frente a nosotros siempre que entramos en contacto con Dios.
Sin embargo, el misterio de Dios no es como una noche tenebrosa, o como un conocimiento oscuro y reservado a unos pocos «iluminados». Misterio significa una realidad por descubrir, un horizonte que poco a poco va dejando salir el sol… hasta llegar a decir un día como el apóstol san Juan: «En efecto, la Vida se manifestó, y nosotros, que la hemos visto, damos testimonio y les anunciamos la Vida eterna, que estaba junto al Padre y que se nos manifestó»” (1 Juan 1, 2) Seguir a Cristo es un descubrimiento diario de una Persona fascinante. «Vengan a ver». ¿Queremos venir hoy a verlo?
«La palabra justa es precisamente compasión: el amor lo lleva a “sufrir con” ellos, a involucrarse en la vida de la gente. Y el Señor está siempre ahí, amando primero: él nos espera, él es la sorpresa. Es precisamente esto lo que le sucede a Andrés cuando va a Pedro y le dice: “Hemos encontrado al Mesías, ¡ven! Pedro va a Jesús, este lo mira y le dice: “¿Tú eres Simón? Serás Pedro”. Lo esperaba con una misión. Antes lo había amado Él».
(Cf Homilía de S.S. Francisco, 15 de enero de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Dedicaré diez o quince minutos de adoración eucarística.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
«Somos hermanos»
Los encuentros de Benedicto XVI y Francisco.
Fuente: Vatican News
El último encuentro tuvo lugar la mañana del 28 de diciembre de 2022, en el Monasterio “Mater Ecclesiae” en el Vaticano. El Papa Francisco visitó al Papa emérito Benedicto XVI, después de la Audiencia General para verificar el estado de salud del Papa emérito, que en las últimas se había agravado debido a la avanzada edad.
2013. El primer encuentro indeleble
El primero encuentro indeleble en la historia de la Iglesia y del mundo, fue el del 23 de marzo de 2013, en Castel Gandolfo: el Papa Francisco había sido elegido sólo diez días antes, mientras que el Papa emérito se había trasladado hacia menos de un mes al Palacio Apostólico de la ciudad de Lacio, después de haber terminado su pontificado, el 28 de febrero. Este primer encuentro se divide en tres momentos: la oración común en la Capilla de la residencia papal, la conversación privada y el almuerzo.
23 de marzo, arrodillados juntos en oración
Como lo refirió en ese entonces, el Padre Federico Lombardi, Director de la Oficina de Prensa del Vaticano, “en la Capilla el Papa emérito ha ofrecido el lugar de honor al Papa Francisco, pero él dijo: ‘Somos hermanos’ y ha querido que se arrodillaran juntos en el mismo banco”. A continuación, la conversación privada, que duró unos 45 minutos, en la Biblioteca del Palacio Apostólico, de la que queda la memorable foto de los dos Sucesores de Pedro sentados uno frente al otro, divididos por una mesa sobre la que se aprecia una gran caja blanca. Por último, el almuerzo, en presencia del personal pontificio.
2 de mayo, Benedicto regresa al Vaticano
Después de este primer encuentro, siguieron otros, algunos públicos y otros privados: el 2 de mayo de 2013, Benedicto XVI regresó al Vaticano y el Papa Francisco lo acogió “con gran y fraterna cordialidad”, explica el Padre Lombardi, frente al Monasterio “Mater Ecclesiae”, renovado para convertirse en la residencia oficial del Papa emérito.
5 de julio, Ceremonia de inauguración de un monumento
Dos meses más tarde, el 5 de julio, Benedicto y Francisco, juntos, participaron en la ceremonia de inauguración del monumento a San Miguel Arcángel, situado en los Jardines Vaticanos. Había sido el Papa Ratzinger quien aprobó ese proyecto y a Bergoglio le pareció justo invitarlo a la inauguración.
19 de julio, la visita del Papa Francisco antes de la JMJ en Río
Pocos días después, el 19 de julio, el Papa Francisco fue a visitar al Papa emérito al Monasterio “Mater Ecclesiae”: es la víspera de un viaje importante, la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro. Es el primer viaje internacional del Papa Francisco, es su primera JMJ, es su primer regreso a América Latina después de su elección a la Sede papal: por eso, Bergoglio pide a Ratzinger que “acompañe con cercanía y oración” este gran acontecimiento. La JMJ de Río había sido convocada por Benedicto XVI y Francisco le llevó dos regalos: el librito preparado específicamente para el viaje, para que el Papa Emérito pueda “participar espiritualmente” en la iniciativa, y la medalla conmemorativa preparada para la ocasión. Por su parte, Benedicto XVI recuerda “las intensas y maravillosas experiencias” vividas en las JMJ de Colonia, Sydney y Madrid. Un momento de oración en común, seguido de una “conversación cordial”, concluye el encuentro.
23 y 27 de diciembre, saludo navideño de Francisco a su predecesor
A finales de 2013, el Papa Francisco y su predecesor se encontraron dos veces en diciembre: el 23 del mes, el Papa Bergoglio fue al Monasterio “Mater Ecclesiae”, para presentar sus saludos navideños a Benedicto XVI, mientras que cuatro días después, el 27 de diciembre, el Papa emérito se desplaza a Casa Santa Marta para almorzar con el Pontífice, por invitación suya.
- Ratzinger presente en tres eventos significativos
En 2014, los encuentros entre los “dos Papas”, todos son de carácter público y se refieren a grandes acontecimientos eclesiales: la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II, el 27 de abril, en la que Benedicto XVI participa como concelebrante, aunque no en el altar, sino a la izquierda del atrio de la Basílica, con los demás Cardenales y Obispos. Luego el encuentro con los abuelos y los ancianos, celebrado en la Plaza de San Pedro el 28 de septiembre, y también la beatificación de Pablo VI, el 19 de octubre, de quien Benedicto XVI había sido creado cardenal en el Consistorio del 27 de junio de 1977, con el título presbiteral de “Santa María Consoladora en Tiburtino”.
22 de febrero, Benedicto se quita el solideo blanco para saludar a Francisco
Antes de estos encuentros, sin embargo, hubo una que dejó su huella: el 22 de febrero, en la Basílica Vaticana, se celebró el Consistorio público ordinario para la creación de Cardenales. Benedicto XVI estuvo presente: al entrar en la Basílica, es recibido por los numerosos Cardenales presentes y por el Papa Francisco. Delante de su sucesor, Benedicto – con un gesto de gran humildad y respeto – se quita el solideo blanco, antes de intercambiar un abrazo fraterno con el Papa.
- El Consistorio para la creación de Cardenales
Un año más tarde, el 14 de febrero de 2015, Benedicto XVI aceptó la invitación de Francisco a participar en otro Consistorio para la creación de veinte Cardenales.
30 de junio, el Papa Benedicto parte por 15 días
El 30 de junio del mismo año, el Pontífice emérito se trasladó durante 15 días a la residencia de verano de Castel Gandolfo y el Papa Francisco fue a saludarlo, antes de partir.
8 de diciembre, El encuentro en la Puerta Santa de la Basílica Vaticana
Otro encuentro emblemático: es el del 8 de diciembre de 2015, el Papa Francisco abrió la Puerta Santa de la Basílica Vaticana e inauguró oficialmente el Jubileo extraordinario de la Misericordia. Bajo el pórtico de la Basílica, discreto y silencioso, le espera Benedicto XVI. Los dos se abrazan, intercambian palabras de afecto. Luego Benedicto, apoyado en el brazo de Monseñor Georg Gaenswein, Prefecto de la Casa Pontificia y su secretario personal, atraviesa la Puerta Santa, el primer peregrino después del Papa Francisco. Y así comienza su último peregrinaje en la tierra.
- Aniversario de la ordenación sacerdotal de Benedicto XVI
El 28 de junio de 2016 se celebró en la Sala Clementina del Palacio Apostólico una ceremonia conmemorativa del 65 aniversario de la ordenación sacerdotal de Benedicto XVI. Con este motivo, el Papa Benedicto saludó al Papa Francisco y le agradeció su bondad hacia él:
“Hace 65 años, un hermano ordenado conmigo decidió escribir en la tarjeta de recuerdo de la primera Misa sólo, salvo el nombre y las fechas, una palabra, en griego: ‘Eucharistomen‘, convencido de que, con esta palabra, en sus múltiples dimensiones, ya está dicho todo lo que se puede decir en este momento. ‘Eucharistomen‘ dice un gracias humano, gracias a todos. Gracias especialmente a usted, Santo Padre. Tu bondad, desde el primer momento de mi elección, en cada momento de mi vida aquí, me golpea, realmente me lleva, hacia dentro. Más que en los Jardines Vaticanos, con su belleza, Tu bondad es el lugar donde vivo: me siento protegido. Gracias también por las palabras de agradecimiento, por todo. Y esperamos que puedas avanzar con todos nosotros por este camino de la Divina Misericordia, mostrándonos el camino de Jesús, hacia Jesús, hacia Dios».
19 de noviembre, el Papa Francisco visita a Benedicto XVI junto con los nuevos cardenales
Tras el Consistorio para la creación de 17 cardenales, el Papa Francisco visita a Benedicto XVI. Le acompañan 16 de los nuevos cardenales. (Ausente, debido a su avanzada edad, el cardenal Sebastian Koto Khoarai, O.M.I., obispo emérito de Mohale’s Hoek, a quien se entregará posteriormente el birrete cardenalicio en Lesotho).
- Intercambio de felicitaciones de Navidad y Semana Santa
En 2017, el Papa Francisco visitó a Benedicto XVI en las solemnidades de Pascua y Navidad para ofrecerle los tradicionales saludos. El intercambio de felicitaciones navideñas tuvo lugar el 21 de diciembre.
«El jueves 21 de diciembre de 2017, como cada año, el Papa Francisco visitó el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano para felicitar al Papa emérito Benedicto XVI por la Navidad. La reunión duró aproximadamente media hora» (Oficina de Prensa).
28 de junio, el Papa Francisco visita a Benedicto XVI junto con los nuevos cardenales
Tras el Consistorio para la creación de cinco cardenales, el Papa Francisco visitó a Benedicto XVI, acompañado por los nuevos cardenales.
- Intercambio de felicitaciones de Navidad y Semana Santa
En 2018, el intercambio de felicitaciones de Pascua tuvo lugar el 27 de marzo, mientras que el de Navidad se celebró el 21 de diciembre.
28 de junio, el Papa Francisco visita a Benedicto XVI junto con los nuevos cardenales
Tras el Consistorio para la creación de 14 cardenales, el Papa Francisco visitó a Benedicto XVI, acompañado por los nuevos cardenales.
13 de octubre, víspera de la canonización de Pablo VI
El Papa Francisco ha subido esta noche al Monasterio Mater Ecclesiae, en los Jardines Vaticanos, para reunirse con el Papa emérito, en vísperas de la canonización de Pablo VI, Óscar Romero y otros cinco beatos. Joseph Ratzinger fue creado cardenal por Pablo VI en su último Consistorio, el 27 de junio de 1977.
- Intercambio de felicitaciones de Pascua y cumpleaños
El 15 de abril, el Papa Francisco visitó a Benedicto XVI para felicitarle por Pascua y su cumpleaños.
5 de octubre, el Papa Francisco visita a Benedicto XVI junto con los nuevos cardenales
Tras el Consistorio para la creación de 13 cardenales, el Papa Francisco visitó a Benedicto XVI, acompañado por los nuevos cardenales.
- 28 de noviembre, el Papa Francisco visita a Benedicto XVI junto con los nuevos cardenales
Tras el Consistorio para la creación de 13 cardenales, el Papa Francisco visita a Benedicto XVI, acompañado por los nuevos cardenales.
- 13 de abril, el Papa Francisco visita a Benedicto XVI para felicitarle por Pascua y por su 95 cumpleaños
Por primera vez desde el Covid, el Papa Francisco visitó a Benedicto XVI poco antes de Pascua, ofreciendo al Papa emérito sus saludos por su 95 cumpleaños y por la Pascua.
27 de agosto, el Papa Francisco visita a Benedicto XVI junto con los nuevos cardenales
Tras el Consistorio para la creación de 20 cardenales, el Papa Francisco visitó a Benedicto XVI. Le acompañaban 19 de los nuevos cardenales. (Ausente, por edad avanzada, el Cardenal Richard Kuuia Baawobr Obispo de Wa, Ghana).
Numerosas llamadas telefónicas entre Francisco y Benedicto
A estos encuentros hay que añadir, pues, las numerosas llamadas telefónicas entre los dos Sucesores de Pedro: la primera de las cuales tenemos noticias oficiales es la del 19 de marzo de 2013. Es la memoria litúrgica de San José y, por tanto, el homónimo de Joseph Ratzinger. Pero también es el día en que comienza oficialmente el magisterio de Jorge Mario Bergoglio. A las 17.00 horas de ese día, el Papa Francisco telefoneó a Benedicto XVI para desearle “y para expresar una vez más su gratitud y la de la Iglesia por su servicio”, informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Por su parte, el Papa Emérito “asegura a su sucesor su continua cercanía en la oración”.
Francisco: «Que Dios dé a Benedicto alegría y felicidad»
Otras llamadas telefónicas similares se repiten el 16 de abril de 2013 y 2014, con ocasión del cumpleaños de Benedicto XVI.
El 19 de marzo de 2015, «el Papa Francisco llamó por teléfono a Benedicto XVI hacia el mediodía para desearle lo mejor en el día de su onomástica y -a su vez- recibió los deseos del Papa emérito en el segundo aniversario del inicio de su pontificado, que se cumple hoy».
Mientras que el 16 de abril de 2015 el Papa Francisco ofrece la Misa matutina celebrada en la Casa de Santa Marta justo a su predecesor, con palabras de especial deseo: “Quisiera recordar que hoy es el cumpleaños del Papa Benedicto XVI. He ofrecido la Misa por él y los invito a orar por él, para que el Señor lo sostenga y le dé tanta alegría y felicidad”.
Santa Genoveva Torres, el «ángel de la soledad»
Aleteia
Con una discapacidad desde sus 13 años, es conocida sobre todo por fundar una orden para atender a mujeres solas
Santa Genoveva Torres Morales nació en Almenara (Castellón, España) el 3 de enero de 1870 y falleció el 5 de enero de 1956.
Fue religiosa y fundó el Instituto de las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Ángeles, que tiene como misión ayudar a las mujeres.
A los 8 años quedó huérfana de padre y perdió a cuatro hermanos. Trabajó como empleada del hogar pero a los 13 años le apareció un tumor y se le amputó la pierna. Desde entonces necesitaría muletas para desplazarse.
En 1885 se le llena el cuerpo de llagas y es trasladada a la Casa de la Misericordia de Valencia, que llevan las Carmelitas de la Caridad.
Allí descubre su vocación religiosa y nueve años después pide el ingreso en la Orden Carmelita pero se le deniega a causa de la discapacidad.
Genoveva entiende que el camino que Dios le pide es nuevo en la Iglesia. Funda en 1911 la Sociedad Angélica para mujeres solas, aportando cada una lo que pueda. La iniciativa se expande por España y, pese a su cojera, la madre Genoveva no para de viajar.
En 1953, su obra es reconocida por Roma con carácter universal como Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Santos Ángeles.
La madre Genoveva es conocida como «el Ángel de la Soledad».
Fue canonizada por Juan Pablo II el 4 de mayo de 2003 en la plaza de Colón en Madrid.
Santa patrona
Santa Genoveva Morales es patrona de las personas en condición de discapacidad.
Oración
Oh Dios, que regalaste a la religiosa santa Genoveva Torres Morales gracias innumerables escogiéndola como instrumento fiel para combatir la soledad en que viven muchos seres humanos: haz que yo sepa convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, de servir con alegría y sencillez a la Iglesia y a los demás, iluminando los caminos del mundo con la luz de la fe y del amor. Dígnate concederme por su intercesión el favor que te pido… Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.