El Primer Domingo de Adviento. Existe una especie de cualidad de Adviento permanente, una cualidad de vigilia, en la vida Cristiana. Estamos esperando, vigilando; deseamos algo que no tenemos por completo. Y mientras nos preparamos para la venida del Señor, nuestro desafío de Adviento es este: ¿Cuál es la montaña más alta? Cristiana. Estamos esperando, vigilando; deseamos algo que no tenemos por completo. l Llegamos hoy al comienzo del año litúrgico —el Primer Domingo de ADVIENTO. FELIZ AÑO NUEVO, EMPEZAMOS HOY EL AÑO LITÚRGICO.¿QUE ES LO QUE TIENE EL ADVIENTO? SIEMPRE ME HA GUSTADO. Para mi es un tiempo muy poderoso espiritualmente. Y podría ser porque existe una especie de cualidad permanente en la Vida Cristiana. ADVENTUS LA VENIDA DEL SEÑOR. Vino en el tiempo, es cierto, y está viniendo a nuestro corazones ahora, pero también estamos anhelando su venida al final de los tiempos.ESO SIGNIFICA TODA LA HISTORIA DE LA VIDA CRISTIANA, más de 2000 años y va continuar quien sabe por cuánto tiempo. Siempre hay una cualidad de vigilia en ella. ESTAMOS ESPERANDO. ESTAMOS VIGILANDO. Hay algo de insatisfacción en esta vida. Deseamos algo que no tenemos por completo. Y creo que el tiempo de Adviento nos trae todo eso a la mente. Trae todo eso a la consciencia. Y ESTAS LECTURAS DEL PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO, son tan poderosas que nos ayudan a mantenernos espiritualmente enfocados. LA IMAGEN DE LA PRIMERA LECTURA es del Profeta Isaías. Podría recomendarles, que saquen sus Biblias, Isaías, capítulo 2. Y encuentren esa imagen hermosa, que ha dado lugar a tanta reflexión, y tanta expresión artística y espiritual a lo largo de los siglos. Tiene que ver con una montaña. ESCUCHEN.¨EN DÍAS FUTUROS, EL MONTE DE LA CASA DEL SEÑOR, SERÁ ELEVADO EN LA CIMA DE LOS MONTES. Isaías era de Jerusalén, de Judea. Conocía muy bien esta ciudad en la cima del Monte Sión. Pero más importante, la ciudad donde estaba situado el TEMPLO DEL SEÑOR. EL LUGAR DONDE ISRAEL DABA A DIOS, LA ALABANZA CORRECTA. Situado en el Templo del Señor. El lugar que era visto, prácticamente, literalmente, el lugar donde habitaba Dios sobre la tierra. ¨EN DÍAS FUTUROS¨-ESO SIGNIFICA EN LA CULMINACIÓN DE TODAS LAS COSAS¨. ESTA SERÁ LA MONTAÑA MÁS ALTA¨. Ahora bien Isaías sabía perfectamente bien que esto, no era cierto en un sentido literal, que Sión era la montaña más alta del mundo. Pero aquí se refiere que lo es espiritualmente. En la culminación de los tiempos -este es su punto- la alabanza a Dios, será el valor supremo. Será alabado por sobre todas las otras montañas que podría competir con EL.
Aquí está el primer desafío de Adviento mientras nos estamos preparando para la venida del SEÑOR.¿CUÁL ES EL VALOR MÁS ALTO PARA USTED? ¿Cuál ES LA MONTAÑA MÁS ALTA? . TODOS LA TIENEN. PODRÍAMOS FINGIR QUE NO. Pero para cada persona existe cierta montaña que es la más alta. Existe cierto lugar en nuestra época secularizada, pero eso no es cierto. Para cada persona existe cierta montaña que es la más alta. Podría ser tu país. Podría ser tu cultura. Podría ser su familia, podría ser una estrella. ¿Quién sabe? Algo o alguién que es el valor más alto. En días futuros esto es lo que estamos esperando, con el ADVENTUS DEL SEÑOR. LA ALABANZA A DIOS SERÁ LA MONTAÑA MÁS ALTA.ESE ES ENTONCES NUESTRO DESAFÍO PARA EL ADVIENTO, y tal vez podría sugerirles, para estas cuatro semanas de Navidad, conserven esa imagen de la montaña en sus mentes de Isaías. ¿Dónde adora? ¿Cúal es el valor máximo para USTED? LO DIJE ANTES CRISTO QUIERE SER NO UN PERSONAJE MENOR EN SU VIDA. No un personaje periférico. No una persona que nos inspira entre muchas personas que compitan con EL. Buena pregunta para hacerse en estas semanas de Adviento. ESCUCHEN COMO AHORA CONTINÚA ISAIAS. ¨HACIA ÉL CONFLUIRáN TODAS LAS NACIONES. ACUDIRÁN PUEBLOS NUMEROSOS QUE DIRÁN:¨VENGAN, SUBAMOS AL MONTE DEL SEÑOR, A LA CASA DEL DIOS DE JACOB¨. Esta es una imagen que Isaías habría conocido directa y personalmente, las Tribus de Israel subiendo al Monte Sión, para las diferentes fiestas del Año Judío. Así que los judíos de todo Israel, pero también del mundo entero, vendrían a Jerusalén a ofrecer alabanzas. Lean algunos de los Salmos y hay Salmos que literalmente hablan de subir a Sión.
Probablemente habían canciones que acompañaban:¨EN DÍAS FUTUROS¨. Eso significa la culminación de todas las cosas. Él imagina no sólo al pueblo de Israel sino todas las naciones del mundo llegando unidas en la alabanza común a Dios. Pero permítanme sugerirles, leanlo de un cierto modo personal y espiritual. Cuando Dios es alabado, cuando el Monte Sión es la montaña más alta ¿qué sucede? Todas las tribus dentro de ti convergen juntas en este punto. Estoy utilizando esta realidad externa, como símbolo de una realidad interna. Piensen en todas las tribus subiendo como sus mentes, sus voluntades, sus vidas privadas, sus vidas públicas, sus amistades, sus pasiones, sus energías, todas las cosas que conforman sus vidas, todas ellas confluyendo juntas, hacia el único punto de alabanza correcta. Cuando damos gloria a Dios en lo alto, comienza a conseguirse una especie de armonía dentro de nuestras propias almas. ¿ALGUNA VEZ SE PREGUNTARON MIS AMIGOS Y AMIGAS PECADORES? -Porque todos caemos en esto, todos nosotros pecadores- ¿Por qué sentimos tanta tensión dentro nuestro? ¿Porqué hay tanto conflicto interior? Porque no he encontrado el lugar de la alabanza correcta. Siempre y cuando está alabando algo diferente del verdadero Dios, entonces todas las fuerzas dentro mío, serán una cacofonía enfrentadas unas con otras. No confluirán juntas al único lugar. Con este punto en mente, escuchen como continua Isaías.¨ÉL SERÁ EL ÁRBITRO DE LAS NACIONES Y EL JUEZ DE PUEBLOS NUMEROSOS¨. ¨DE LAS ESPADAS FORJARÁN ARADOS, DE LAS LANZAS PODADERAS, YA NO ALZARÁ LA ESPADA PUEBLO CONTRA PUEBLO¨.
Les he hablado antes de la no violencia, como JESÚS recoge este tema en el Sermón de la Montaña. Si, esto se trata sobre la Culminación de los Tiempos, cuando todos los pueblos del mundo se reúnan en la alabanza al verdadero Dios. Será un final para la guerra, porque los conflictos entre las naciones vienen de formas de alabanzas equivocadas. Si tu país, tu cultura, tu proyecto, tus prerrogativas son el valor supremo, luego algún otro, está adorando en una montaña falsa, llegaremos al conflicto. Así que en la culminación de los tiempos, habrá paz entre las naciones del mundo. Eso es lo que visualiza Isaías. Pero puedo quedarme con nuestra metáfora, piensen en estos poderes dentro suyo. La mente, la voluntad, energías, pasiones, amistades, todo eso. ¿Qué sucede en nosotros cuando no se le da a DIOS LA QUE NUESTRAS MENTES SE ENFRENTAN CON NUESTRAS VOLUNTADES. ¿ QUE EXPERIMENTAMOS EN NUESTRO INTERIOR? Se lo que se supone que tengo que hacer, pero no hago. San Pablo dice en Romanos 7, ¨EL BIEN ESTÁ A MI ALCANCE, PERO NO EL REALIZARLO¨. NO HAGO EL BIEN QUE QUIERO, SINO EL MAL QUE NO QUIERO. Allí habla una persona partida, dividida. ESO SUCEDE CUANDO A DIOS NO SE LE DA LA ALABANZA SUPREMA. O, mi voluntad dice esto, pero mis pasiones dicen aquello. Mi vida privada se vive de este modo. Mi vida pública se ha vivido de otro modo. Mi única amistad me conduce cuesta abajo por este camino. Estoy en guerra conmigo, pero vean en los días futuros, cuando a Dios se le de la ALABANZA SUPREMA, entonces las espadas que están batallando dentro mío, se convertirán en arados. Y las lanzas, toda lucha dentro de mí, serán convertidas en podaderas, en herramientas de cultivo.
CONCÉNTRESE DURANTE ESTE ADVIENTO, EN DAR A DIOS ALABANZA SUPREMA, HACIENDO DEL MONTE SIÓN EL VERDADERO POLO DE SUS VIDAS, Y ENCONTRARÁN PAZ BROTANDO MÁS Y MÁS DENTRO SUYO. DE ACUERDO. CUÁNDO DEBERÍA SUCEDER ESTO…?
ESCUCHEN AHORA A SAN PABLO EN NUESTRA SEGUNDA LECTURA. ESTÁ HABLANDO A LA PEQUEÑA COMUNIDAD CRISTIANA DE ROMA QUIERO DECIR EL CENTRO DEL CATOLICISMO ROMANO Y AHORA ESTE GRAN LUGAR INSTITUCIONAL. Pero en aquellos días la Comunidad Cristiana, era un grupo pequeñito reunido probablemente en el barrio judío de Roma. San Pablo les escribe entonces, ¨TOMEN EN CUENTA EL MOMENTO EN QUE VIVIMOS. YA ES HORA DE QUE SE DESPIERTEN DEL SUEÑO¨. Este es un gran tema bíblico ya que estamos empezando un Año Nuevo en la Iglesia En el Antiguo y Nuevo Testamento. Dormir nos es bueno espiritualmente. ¨DESPIERTA TU QUE DUERMES LEVÁNTATE DE ENTRE LOS MUERTOS, Y CRISTO TE ILUMINARÁ¨. JESÚS ORA EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ, PERO SUS DISCÍPULOS NO PUEDEN MANTENERSE DESPIERTOS. SE QUEDAN DORMIDOS. Dormir en la Biblia es símbolo en el Antiguo y Nuevo Testamento, es falta de atención espiritual. Es una especie de pereza, desánimo apatía. Karl Barth dijo eso. EL PECADO DE NUESTRO TIEMPO NO ES LA SOBERBIA. ES LA PEREZA. Y pienso que ha probado ser cierto en nuestra época, con toda esta disminución de la fe, toda esta indiferencia hacia las cosas de religión. El problema es que tenemos una cultura que se está quedando dormida espiritualmente, indiferente a esta cuestión de quién o qué está recibiendo la ALABANZA CORRECTA. FELICES EN CIERTO MODO CON EL PARTIDO Y DIVIDIDO. SAN PABLO DICE: ¨YA ES HORA DE QUE SE DESPIERTEN DEL SUEÑO¨. Despiertense, ESTÉN VIGILANTES. ESTÉN ATENTOS. NO SE DUERMAN. NO SUCUMBAN ANTE ESTE INDIFERENTISIMO INSULSO DE NUESTRA CULTURA. NO, NO. AHORA. DESPIERTENSE, PONGAN ORDEN EN SUS VIDAS. Asegúrese de saber cual es la montaña más elevada en sus vidas.
Y LUEGO PARA FINALIZAR ESTO MIREN EN EL EVANGELIO. JESÚS DICE VELEN Y ESTÉN PREPARADOS PORQUE NO SABEN EN QUE DIA VA A VENIR SU SEÑOR. ESO ES CIERTO. EN EL SENTIDO DE NUESTRA PROPIA MUERTE, NO SABEMOS CUANDO SERÁ. DESPIERTENSE ENTONCES DESPIERTENSE. AHORA ES EL TIEMPO. SI MI VIDA HA ESTADO COMO DESCOMPUESTA POR LARGO TIEMPO, Y SE QUE ESTOY EN GUERRA CONMIGO Y SÉ QUE ALABO A LA MONTAÑA EQUIVOCADA. LO SE, DESPIERTESE. DEJEN DE PONER EXCUSAS. AHORA ES EL MOMENTO. CON AMOR PARA USTED, SEPA QUE JESÚS LA AMA Y LA VIRGEN LA AMA TANTO, QUE SI USTED SUPIERA CUANTO TE AMO -LE DICE LA VIRGEN- LLORABA DE GOZO Y ALEGRÍA. Y ADVIENTO LE INVITA A LA CONVERSIÓN INDIVIDUAL, ESTE TIEMPO ES PARA USTED, SIN USTEDES EL SEÑOR NO PUEDE REALIZAR TODO LO QUE QUISIERA. CREZCA DIA TRAS DIA PARA ESTAR MÁS CERCA DE DIOS Y DE SU TIERNO AMOR Y PERDÓN.
FELIZ AÑO NUEVO EN LA IGLESIA QUE NOS RECUERDA NUESTRO BAUTISMO Y AMOR DE JESÚS Y MARÍA
Matthew 24:37-44
El Evangelio de hoy nos recuerda el tener que estar preparados mientras aguardamos la nueva venida del Señor.
No creo que sea una casualidad que cuando Pablo escribe a la comunidad de Tesalónica (el documento cristiano más antiguo que tenemos), su motivo principal haya sido el fin del mundo tal cual lo conocemos y el anhelo por la venida de Cristo para recrear el cosmos.
Cuando Pablo habla en ese texto de Cristo llegando en las nubes y los cristianos subiendo a encontrarse con Él en el aire, no está prediciendo un gran escape del mundo material; sino más bien está imaginando un comité de bienvenida de creyentes saliendo a escoltar la llegada al mundo del nuevo Rey.
La Biblia termina con una nota que no es tanto de triunfo y finalización sino de anhelo y expectativa: “Ven, Señor Jesús”. Desde el mismo comienzo de la dispersión de los cristianos, los seguidores de Jesús resucitado han estado esperando. Pablo, Agustín, Crisóstomo, Inés, Tomás de Aquino, Clara, Francisco, John Henry Newman y Simone Weil han esperado todos por la segunda venida y han sido entonces personas del Adviento. Unámonos a ellos, durante este período, elevando nuestros ojos y corazones y rezando, “Ven, Señor Jesús”.
Hoy empieza el Adviento, el tiempo litúrgico que nos prepara para la Navidad, invitándonos a levantar la mirada y abrir nuestros corazones para recibir a Jesús. En Adviento, no vivimos solamente la espera navideña, también estamos invitados a despertar la espera del glorioso regreso de Cristo —cuando volverá al final de los tiempos— preparándonos para el encuentro final con él mediante decisiones coherentes y valientes. Recordamos la Navidad, esperamos el glorioso regreso de Cristo y también nuestro encuentro personal: el día que el Señor nos llame. Durante estas cuatro semanas, estamos llamados a despojarnos de una forma de vida resignada y rutinaria y a salir alimentando esperanzas, alimentando sueños para un futuro nuevo. (Angelus, 2 diciembre 2018).
Vivir de cara al encuentro
Santo Evangelio según san Mateo 24, 37-44. Domingo I de Adviento
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Gracias, Señor, porque de nuevo puedo estar a solas contigo en oración. Gracias por todos los beneficios que me has concedido. Quiero estar junto a ti. Te necesito y sin ti nada en mi vida tiene sentido. Por ello acudo para suplicarte tu compañía permanente a mi lado. Aumenta mi fe, mi confianza y mi amor. Enciende en mí un celo cada vez más ardiente por la salvación de las almas y una pasión irresistible por ti y por tu Reino.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 24, 37-44
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Así como sucedió en tiempos de Noé, así también sucederá cuando venga el Hijo del hombre. Antes del diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca. Y cuando menos lo esperaban, sobrevino el diluvio y se llevó a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. Entonces, de dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro será dejado; de dos mujeres que estén juntas moliendo trigo, una será tomada y la otra dejada.
Velen, pues, y estén preparados, porque no saben qué día va a venir su Señor. Tengan por cierto que si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. También ustedes estén preparados, porque a la hora que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
El mundo de hoy me invita siempre a vivir anclado en el presente sin mirar mucho hacia el futuro. Me presenta sólo la moda de hoy, la última canción o película, la nueva versión de celular o la aplicación más avanzada hasta el momento. Pero mañana ya todo cambió. Y así pasa la vida sin pensar en el futuro.
Sin embargo Tú hoy me das un consejo para sí vivir el presente, pero siempre de cara a un futuro. «Vendrá el Hijo del Hombre». Puede ser que como cristiano moderno esto de tu regreso glorioso a este mundo me suene a fábula o superstición, invención del medioevo o algo lejano y ajeno a mi vida. Pero Tú has prometido volver y sé que siempre eres fiel a tus promesas. Así que es verdad.
Generalmente cuando un ser querido me deja por un tiempo, lo más normal es echarle de menos. Así también debería ser contigo. ¡Cuánta alegría debe suscitar en mí el poderte ver tal cual eres! Y no sólo verte sino tocarte, abrazarte y decirte: «Señor no sabes cuánta falta me hiciste. Te extrañé mucho.» Pero es obvio que esto sólo se hace con alguien que se conoce y se ama.
Tal vez es la invitación que se esconde en este Evangelio. Una invitación a crecer en el conocimiento y amor a ti. Puede ser, Señor, que no me creo bien esto de tu regreso porque no te conozco tanto y te amo todavía al estado mínimo. Dame la gracia de conocerte y amarte un poco más para así poder vivir mi vida preparado para tu regreso.
Si vivo mi vida buscando conocerte y amarte entonces no me sucederá como aquellos que narras en el Evangelio, que comían y bebían y no pensaban en el futuro. Vivían esclavos del presente sin mirar más allá de los actos concretos que realizaban. Ayúdame, Señor, a vivir mi vida de cara a tu venida, de cara al encuentro que tendré contigo, mi Dios y mi Señor.
«Jesús nos recuerda hoy que la espera de la beatitud eterna no nos dispensa del compromiso de hacer más justo y más habitable el mundo. Es más, justamente nuestra esperanza de poseer el Reino en la eternidad nos impulsa a trabajar para mejorar las condiciones de la vida terrena, especialmente de los hermanos más débiles. Que la Virgen María nos ayude a no ser personas y comunidades resignadas con el presente, o peor aún, nostálgicas del pasado, sino orientadas hacia el futuro de Dios, hacia el encuentro con Él, nuestra vida y nuestra esperanza».
(Homilía de S.S. Francisco, 7 de agosto de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy procuraré rezar en familia una sencilla oración de acción de gracias por los dones recibidos.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
El Adviento, preparación para la Navidad
Tiempo para prepararse y estar en gracia para vivir correctamente la Navidad
Significado del Adviento
La palabra latina «adventus» significa “venida”. En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.
El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa penitencia.
El tiempo de Adviento es un período privilegiado para los cristianos ya que nos invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro.
Esta es su triple finalidad:
– Recordar el pasado: Celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y nació en Belén. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza. Vino como uno de nosotros, hombre entre los hombres. Esta fue su primera venida.
– Vivir el presente: Se trata de vivir en el presente de nuestra vida diaria la «presencia de Jesucristo» en nosotros y, por nosotros, en el mundo. Vivir siempre vigilantes, caminando por los caminos del Señor, en la justicia y en el amor.
– Preparar el futuro: Se trata de prepararnos para la Parusía o segunda venida de Jesucristo en la «majestad de su gloria». Entonces vendrá como Señor y como Juez de todas las naciones, y premiará con el Cielo a los que han creido en Él; vivido como hijos fieles del Padre y hermanos buenos de los demás. Esperamos su venida gloriosa que nos traerá la salvación y la vida eterna sin sufrimientos.
En el Evangelio, varias veces nos habla Jesucristo de la Parusía y nos dice que nadie sabe el día ni la hora en la que sucederá. Por esta razón, la Iglesia nos invita en el Adviento a prepararnos para este momento a través de la revisión y la proyección:
Aprovechando este tiempo para pensar en qué tan buenos hemos sido hasta ahora y lo que vamos a hacer para ser mejores que antes. Es importante saber hacer un alto en la vida para reflexionar acerca de nuestra vida espiritual y nuestra relación con Dios y con el prójimo. Todos los días podemos y debemos ser mejores.
En Adviento debemos hacer un plan para que no sólo seamos buenos en Adviento sino siempre. Analizar qué es lo que más trabajo nos cuesta y hacer propósitos para evitar caer de nuevo en lo mismo.
Algunas ideas para vivir el Adviento
La Corona de Adviento
Algo que no debes olvidar
El adviento comprende las cuatro semanas antes de la Navidad.
El adviento es tiempo de preparación, esperanza y arrepentimiento de nuestros pecados para la llegada del Señor.
En el adviento nos preparamos para la navidad y la segunda venida de Cristo al mundo, cuando volverá como Rey de todo el Universo.
Es un tiempo en el que podemos revisar cómo ha sido nuestra vida espiritual, nuestra vida en relación con Dios y convertirnos de nuevo.
Es un tiempo en el que podemos hacer un plan de vida para mejorar como personas.
Cuida tu fe
Esta es una época del año en la que vamos a estar “bombardeados” por la publicidad para comprar todo tipo de cosas, vamos a estar invitados a muchas fiestas. Todo esto puede llegar a hacer que nos olvidemos del verdadero sentido del Adviento. Esforcémonos por vivir este tiempo litúrgico con profundidad, con el sentido cristiano.
De esta forma viviremos la Navidad del Señor ocupados del Señor de la Navidad.
Oración para el Primer Domingo de Adviento
Oración para prender la primera vela de la Corona de Adviento
La corona o guirnalda de Adviento es el primer anuncio de Navidad.
La palabra ADVIENTO es de origen latín y quiere decir VENIDA. Es el tiempo en que los cristianos nos preparamos para la venida de Jesucristo. El tiempo de adviento abarca cuatro semanas antes de Navidad.
Una costumbre significativa y de gran ayuda para vivir este tiempo es La corona o guirnalda de Adviento, es el primer anuncio de Navidad.
ORACIÓN PARA EL PRIMER DOMINGO
LLAMADA A LA VIGILANCIA
ENTRADA.
Se entona algún canto.
Saludo.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Acto de Contrición.
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso…
LITURGIA DE LA PALABRA. Lectura del santo evangelio según san Marcos 13,33: “Estén preparados y vigilando, ya que nos saben cual será el momento”. Palabra del Señor. (Breve pausa para meditar)
Reflexión.
Guía: Vigilar significa estar atentos, salir al encuentro del Señor, que quiere entrar, este año más que el pasado, en nuestra existencia, para darle sentido total y salvarnos.
ENCENDIDO DE LA VELA. Oración.
Guía: Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta primer semana de Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús!. ¡Ven, Señor Jesús!
PADRE NUESTRO
Guia: Unidos en una sola voz digamos: Padre Nuestro…
CONCLUSIÓN
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvos. Amén.
La Medalla Milagrosa, uno de los objetos más venerados del mundo
¿Cuál es su origen?
La Medalla de la Virgen de las Gracias, más conocida como Medalla Milagrosa, tiene su origen en Francia, en 1830, con santa Catalina Labouré, joven religiosa, en el convento parisino de las Hijas de la Caridad.
Son muchísimas las personas que creen que esta Medalla fue acuñada por orden de la propia Santísima Virgen, como signo de amor, prenda de protección y fuente de gracias.
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La forma de la Medalla es oval. En una de las caras está representada la Virgen, con los brazos extendidos, mientras distribuye gracias a los fieles, representadas por la luz que irradia. Al mismo tiempo, con su pie virginal aplasta la cabeza de la serpiente infernal.
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Alrededor de la imagen, está inscrita por esta invocación:
«Oh María, concebida sin pecado,
rezad por nosotros que recurrimos a Vos«
En la otra cara figuran la letra M coronada por la Cruz, y debajo los Sagrados Corazones llameantes de Jesús y María. Este conjunto está rodeado por doce estrellas.
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Las apariciones de la Medalla Milagrosa abrieron en 1830 un ciclo de grandes manifestaciones marianas, que siguieron con las apariciones de La Salette (1846), de Lourdes (1858) y culminadas finalmente en Fátima (1917).
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La Iglesia en peligro
Para comprender bien los orígenes y el significado de la Medalla, hay que conocer algunas cosas sobre la vida de santa Catalina Labouré y sobre el contexto histórico de la época en la que vivió.
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La Medalla fue dada a la Iglesia en un periodo de grandes desórdenes y turbulencias que afectaron a Francia y a toda Europa, un periodo por tanto de grandes peligros también para la Iglesia.
Desde la Revolución Francesa (1789) en adelante, una cadena de conspiraciones, revueltas, guerras había alterado al continente. Y se concretó en una feroz persecución no sólo contra el clero sino contra toda la Iglesia.
Las revoluciones liberales intentaban separar los Estados de la Iglesia para transformarlos en instrumentos de guerra contra la religión.
Intentaban destruir el orden de la cristiandad para instaurar sobre sus ruinas una sociedad no fundada sobre el Decálogo, permitiendo por ley lo que Dios prohíbe como pecado y prohibiendo por ley lo que Dios prescribe como virtud.
En verdad, tras años de guerras y de revoluciones, en la época en la que tuvieron lugar las apariciones de la Medalla, la situación europea parecía haberse calmado.
Pero se trataba sólo de una pausa: bien pronto la situación se precipitaría. En la vigilia de la nueva tempestad tuvieron lugar las apariciones de la Virgen a santa Catalina.
La primera aparición
La noche entre el 18 y el 19 de julio de 1830, hacia las once y media, Catalina oyó una voz que la llamaba por su nombre.
Vio a un misterioso niño vestido de blanco que le dijo: «levántate en seguida y ve a la capilla, la Santísima Virgen te espera«.
Este niño, que era su ángel custodio, la condujo a la capilla, en la que todas las velas y lámparas estaban encendidas.
De repente el niño exclamó: «¡aquí está la Santísima Virgen!». Apareció entonces una señora maravillosa, sentada en un sillón colocado en el presbiterio.
Catalina corrió donde ella y se arrodilló en las gradas del altar. Permaneció en esa postura escuchando, con las manos familiarmente apoyadas en las rodillas de la Virgen.
«Ese momento fue el más dulce de mi vida y me es imposible describir lo que sentí «, afirmará después la vidente.
María se puso triste
Durante la aparición, que duró una hora y media, María le dijo:
«Hija mía, el buen Dios quiere confiarte una misión. Tendrás muchos sufrimientos, pero los superarás pensando que los recibes para glorificar al buen Dios. Conocerás el mensaje que te viene de Él. Serás rechazada, pero la gracia te ayudará. ¡Confía y no temas! Da cuenta de todo lo que veas y oigas».
En este punto, la Virgen añadió con una expresión muy triste:
«Los tiempos son malvados. Desgracias se abatirán sobre Francia, el trono será derribado, el mundo entero será alterado por desventuras de todo tipo. Pero venid a los pies de este altar; aquí se derramarán gracias sobre todos aquellos, grandes y pequeños, que las pidan con confianza y fervor».
Tras haberle hablado del futuro de su congregación, la Virgen retomó el tema:
«Habrá muertos, el clero de París tendrá víctimas, el monseñor arzobispo morirá. Hija mía, la Cruz será despreciada, la tirarán por tierra y correrá la sangre por las calles. Se abrirá de nuevo la herida en el costado de Nuestro Señor. Llegará el momento en que el peligro será tan grave, que creerán que todo está perdido. Hija mía, todo el mundo estará triste. Pero ¡tened confianza! Precisamente entonces yo estaré con vosotros; reconoceréis mi visita».
«Haz acuñar una medalla sobre este modelo «
El sábado 27 de noviembre de 1830, hacia las seis de la tarde, santa Catalina rezaba en la capilla, cuando se le apareció la Virgen a la altura del cuadro de san José.
Su rostro con los ojos vueltos al cielo, era magníficamente bello. Estaba vestida de seda blanca y tenía en las manos una esfera dorada, que representaba el mundo y que ofrecía a Dios. Sus pies se apoyaban en una semiesfera.
En las manos tenía anillos con piedras preciosas de varias dimensiones; casi todas centelleaban y lanzaban rayos luminosos de diversa intensidad.
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Catalina comprendió que los rayos representaban las gracias derramadas por la Virgen en las almas devotas, mientras que las gemas que quedaban a oscuras simbolizaban las gracias que los hombres no le pedían.
La Medalla
Durante esta aparición se formó en torno a ella como un marco oval, en el que estaba escrito en caracteres dorados esta frase: «Oh María concebida sin pecado, orad por nosotros que recurrimos a vos».
Entonces se oyó una voz que decía:
«Haz acuñar una medalla sobre este modelo. Todos los que la lleven al cuello recibirán grandes gracias, y estas serán abundantes para las personas que la lleven con confianza».
Entonces la imagen pareció volverse, haciendo ver el reverso.
Apareció la letra M coronada con la Cruz, y representados debajo el Sagrado Corazón llameante de Jesús, coronado de espinas, y el de María traspasado por una espada.
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El conjunto estaba rodeado por una corona de doce estrellas que recordaban el pasaje del Apocalipsis: «Una Mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en la cabeza».
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¿Qué significa la imagen? Los teólogos creen que es muy sencillo: M = María Madre; I = Iesus; + = Crucificado. El resultado es evidente: María Madre de Jesucristo crucificado Salvador.
Las informaciones históricas proceden de la página www.medagliamiracolosa.it