John 8:31-42
Amigos, en el Evangelio de hoy el Señor dice a unos líderes judíos que están esclavizados por el pecado y que la verdad los hará libres.
Jesús estaba distinguiendo entre pecados y el pecado, entre la enfermedad subyacente y sus muchos síntomas. Cuando se le preguntó al cura de Ars qué sabiduría había adquirido sobre la naturaleza humana en sus muchos años de escuchar confesiones, respondió: “La gente está mucho más triste de lo que parece”. Blas Pascal apoya su apología del cristianismo sobre el simple hecho que todos somos infelices. Esta tristeza universal, duradera y obstinada es el pecado.
Ahora, esto no significa que el pecado sea idéntico a la depresión psicológica. Los peores pecadores pueden ser las personas mejor adaptadas psicológicamente, y los santos más grandes pueden ser, en muchas medidas ordinarias, bastante infelices.
Cuando hablo de tristeza en este contexto, me refiero a la profunda sensación de insatisfacción. Queremos la verdad y, si la obtenemos, es en cuentagotas; queremos lo bueno, y lo obtenemos raramente; pareciera que sabemos lo que deberíamos ser, pero en realidad somos otra cosa. Esta frustración espiritual, esta guerra interior, esta debilidad del alma, es el pecado.
Demetrio de Tesalónica, Santo
Mártir. 9 de abril
Fuente: acoantioquena.com
Martirologio Romano: Cerca de Sirmio, en Panonia, san Demetrio, mártir, muy venerado en todo el Oriente y, de modo especial, en la ciudad de Tesalónica († s.III/IV).
Etimológicamente: Demetrio = Aquel que se dedica a la agricultura o la Tierra, es de origen griego.
Breve Biografía
Nació en la ciudad de Solún, Grecia.
Sus padres, quienes practicaban el Cristianismo en secreto, lo bautizaron y le enseñaron la religión.
Su padre, procónsul romano, falleció cuando Demetrio era mayor de edad.
El emperador Maximiano (s. IV) nombró a Demetrio gobernador y militar de toda Tesalónica. La principal función de San Demetrio era defender la provincia de los enemigos, obligándolo el emperador a que exterminara también a los cristianos.
Demetrio en lugar de esto comenzó a eliminar las costumbres paganas y a los paganos los convertía a la fe cristiana.
Pronto llegó a oídos del emperador que el procónsul Demetrio era cristiano; y sabiéndolo Demetrio, se preparó para la muerte, repartió sus pertenencias a los pobres, haciendo una vida de ayuno y penitencia.
El emperador recluyó al procónsul y comenzó a distraerse con escenas de gladiadores y circos, donde llevaba a la arena a los cristianos.
El conocido gladiador Liaco fácilmente dominaba a los sumisos cristianos en las luchas y ante la exaltada multitud los arrojaba sobre las lanzas de los guerreros.
El joven cristiano San Néstor, visitó a San Demetrio en el cautiverio y San Demetrio lo bendijo para un combate cuerpo a cuerpo con Liaco. Reforzado por Dios, San Néstor venció al orgulloso gladiador.
En cuanto Maximiano conoció la razón por la que Néstor había ganado, ordenó que San Demetrio fuera traspasado con las lanzas de sus celadores, y que San Néstor fuera decapitado con su propia espada.
El cuerpo del mártir San Demetrio fue arrojado como alimento para las bestias, pero los pobladores lo sepultaron en secreto.
Durante el gobierno del emperador Constantino el Grande (324-337) ante la tumba del mártir San Demetrio fundaron un templo y a los 100 años fueron encontradas sus santas reliquias.
La biografía de san Demetrio dice que liberaba reclusos de las manos de los contrarios y les ayudaba a llegar hasta Solún.
Desde el siglo VII junto a sus reliquias comenzó a fluir una aromática y milagrosa mirra, lo cual se divulgó en esa época. «por su composición no es agua, es más espesa y eso no se parece a ninguna sustancia conocida por nosotros… Es sumamente aromática no solo de lo que conocemos como artificial sino en relación a todo lo creado por Dios.»
La libertad de ser hijo de Dios
Santo Evangelio según san Juan 8, 31-42. Miércoles V de Cuaresma
Por: Somosrc.mx
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Padre, Tú sabes cuánto te necesito en mi vida, soy como un pequeño que, si lo dejan solo, no sabe qué hacer y tiene mucho miedo; pero cuando Tú estás conmigo me siento fuerte y no quiero que te alejes de mí; ayúdame a reconocerme hijo tuyo y que actúe de la misma forma.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 8, 31-42
En aquel tiempo, Jesús dijo a los que habían creído en él: Si se mantienen fieles a mi palabra, serán verdaderos discípulos míos, conocerán la verdad y la verdad los hará libres. Ellos replicaron: Somos hijos de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Serán libres?. Jesús les contestó: Yo les aseguro que todo el que peca es un esclavo y el esclavo no se queda en la casa para siempre; el hijo sí se queda para siempre. Si el Hijo les da la libertad, serán realmente libres. Ya sé que son hijos de Abraham; sin embargo, tratan de matarme, porque no aceptan mis palabras. Yo hablo de lo que he visto en casa de mi Padre: ustedes hacen lo que han oído en casa de su padre. Ellos le respondieron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueran hijos de Abraham, harían las obras de Abraham. Pero tratan de matarme a mí, porque les he dicho la verdad que oí de Dios. Eso no lo hizo Abraham. Ustedes hacen las obras de su padre. Le respondieron: Nosotros no somos hijos de prostitución. No tenemos más padre que a Dios. Jesús les dijo entonces: Si Dios fuera su Padre me amarían a mí, porque yo salí de Dios y vengo de Dios; no he venido por mi cuenta, sino enviado por él.
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Cuando estamos en casa nos sentimos felices, el hecho de estar en un lugar seguro, que nos inspira tanto amor, nos contagia una alegría que desborda. Un niño, cuando es libre y puede jugar hasta hartarse (si es posible que un niño pueda hartarse de jugar), se siente bien y disfruta su juego con toda su alma. En cierto sentido nuestra vida de amor con Dios debe ser como la de un niño que le gusta jugar, estar en la casa de sus padres, disfrutar su compañía y aprender tantas cosas buenas de ellos. La vida espiritual tiene como inspiración el amor que le podemos demostrar a Dios, nuestro Padre, porque Él nos ha amado infinitamente. Este amor que no se mide, porque todo buen padre llegaría a dar la vida por sus hijos, hace que el niño se sienta libre para amarlo y esta sea su motivación en todo.
En cambio, si se vive mal la vida espiritual, o sea, que se cumplan las reglas sin amor, que no se quiera seguir profundizando en lo que significa tener a Dios en nuestras vidas o que solo se hagan las cosas para ser visto y digan que somos buenos cristianos, nos restringe en la vida y no nos deja ser verdaderamente libres, porque es como si nos quitaran las ganas de jugar y le quitaran todo el sentido a «nuestro juego». Una vida así nos hace tristes y no nos deja disfrutar de la verdadera alegría que tiene raíces profundas y es duradera.
Nuestras obras son pruebas de lo que hemos aprendido, son reflejos de lo que somos, aunque a veces no somos capaces de ver las intenciones de las personas o sus corazones; sin embargo, lo que hacemos dice qué es lo que queremos; por lo tanto, Cristo nos invita a pensar qué es lo que más queremos en nuestra vida y ver si lo tenemos que purificar para que podamos actuar como hijos de nuestro Padre celestial.
«El hombre, por tanto, descubre y redescubre la verdad cuando la experimenta en sí mismo como fidelidad y fiabilidad de quien lo ama. Sólo esto libera al hombre: La verdad os hará libres. Liberación de la falsedad y búsqueda de la relación: he aquí los dos ingredientes que no pueden faltar para que nuestras palabras y nuestros gestos sean verdaderos, auténticos, dignos de confianza. Para discernir la verdad es preciso distinguir lo que favorece la comunión y promueve el bien, y lo que, por el contrario, tiende a aislar, dividir y contraponer. La verdad, por tanto, no se alcanza realmente cuando se impone como algo extrínseco e impersonal; en cambio, brota de relaciones libres entre las personas, en la escucha recíproca. Además, nunca se deja de buscar la verdad, porque siempre está al acecho la falsedad, también cuando se dicen cosas verdaderas. Una argumentación impecable puede apoyarse sobre hechos innegables, pero si se utiliza para herir a otro y desacreditarlo a los ojos de los demás, por más que parezca justa, no contiene en sí la verdad. Por sus frutos podemos distinguir la verdad de los enunciados: si suscitan polémica, fomentan divisiones, infunden resignación; o si, por el contrario, llevan a la reflexión consciente y madura, al diálogo constructivo, a una laboriosidad provechosa».
(Mensaje para la 52ª Jornada de Comunicación, S.S. Francisco).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hacer una oración especial a Dios, mi Padre, que me quiere y me cuida.
Despedida
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Santa Casilda, una princesa mora en el cielo

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Santa Casilda de Toledo retratada por Francisco de Zurbarán
Dolors Massot – publicado el 08/04/22 – actualizado el 07/04/23
Conoce a la patrona de las enfermedades ginecológicas y la infertilidad
Era una princesa mora, hija del emir de Toledo. Su nombre significa «poesía». Vivió en el siglo XI.
A escondidas de su padre, santa Casilda llevaba pan a los presos cristianos entre los pliegues de su vestido.
Una vez que unos vigilantes la acecharon y le obligaron a mostrar lo que llevaba, los panes se convirtieron en rosas y Casilda pudo librarse del castigo.
Sufría hipermenorrea (flujo intenso de la menstruación) y para curarse, su padre pidió al rey castellano un permiso para que acudiera a unos pozos medicinales en los lagos de san Vicente, cerca de Briviesca (España).
Allí se curó, pero decidió no regresar a palacio: se quedó para ser bautizada y llevar vida de eremita.
Santa patrona
A santa Casilda se le encomiendan los problemas de fertilidad y las enfermedades ginecológicas. Protege las cosechas, contra truenos y relámpagos, y también de caídas y precipicios.
Oración a santa Casilda (de los Gozos)
Empezaron con tu edad
milagrosos los favores,
convirtiendo el pan en flores,
tu ferviente caridad,
y pues socorre a afligidos
ese corazón amante:
ruega, Casilda, por quien
devoto llega a implorarte.