REFERENCIAS BÍBLICAS
Luke 6:12-16
Amigos, el Evangelio de hoy nos trae el relato de cuando Jesús seleccionó y nombró a los Apóstoles. El biblista y teólogo N.T. Wright ha explicado por qué Jesús comisionó a doce discípulos como apóstoles.
Wright dice que cuando un judío del primer siglo hablaba sobre la llegada del reino de Dios, se daba a entender algo muy específico. Estaba anunciando que el Templo iba a ser restaurado, que se adoraría a Yahvé adecuadamente, que se dispondría de los enemigos de Israel y, sobre todo, que las tribus del Señor se congregarían y, a través de ellas, las tribus del mundo.
Recordemos la gran visión del segundo capítulo de Isaías: “la montaña de la Casa del Señor será afianzada sobre la cumbre de las montañas . . . Todas las naciones fluirán hacia ella”. Es por ello que Jesús eligió doce discípulos, evocando a las doce tribus. Ellos serán prototipo y catalizador para congregar a Israel y, por lo tanto, congregar a todos. Serán una comunidad fundamental y signo de unidad.
Pedro demuestra ser dócil dejando todo, y así se convierte en discípulo. Sin embargo, quien está demasiado apegado a sus propias ideas y a las propias seguridades, casi nunca sigue realmente a Jesús. Lo sigue un poco, sólo en las cosas en las que “estoy de acuerdo con Él y Él está de acuerdo conmigo”, pero luego en otras no va. Y esto no es un discípulo. Y así cae en la tristeza. Se entristece porque las cuentas no cuadran, porque la realidad se escapa de sus esquemas mentales y se siente insatisfecho. El discípulo, en cambio, sabe cuestionarse, sabe buscar a Dios humildemente cada día, y eso le permite adentrarse en la realidad, acogiendo su riqueza y complejidad. (Ángelus, 13 febrero 2022)
Judas Tadeo y Simón Santos
Fiesta Litúrgica, 28 de octubre
Apóstoles
Martirologio Romano: Fiesta de san Simón y san Judas, apóstoles, el primero llamado Cananeo o Zelotas, y el segundo, hijo de Santiago o también Tadeo, el cual, en la última Cena preguntó al Señor acerca de su manifestación, recibiendo esta respuesta: «El que me ame, observará mi palabra, y el Padre mío le amará, y vendremos a él y haremos nuestra mansión en él».
Etimológicamente: Judas = honrado, alabanza a Dios, es de origen hebreo.
Etimológicamente: Simón = Dios le oye, es de origen hebreo
Breve Semblanza
Hoy se celebra en toda la Iglesia universal la fiesta de estos dos apóstoles del Evangelio.
Simón pertenecía al grupo formado en Israel. Se llamaban los “zelotes”. Su fin era trabajar duramente contra la invasión romana en su país. Sin embargo, la escucha de la palabra de Cristo fue para él el descubrimiento a la universalidad del amor de Dios.
Judas se ha convertido en un de los santos más populares por los favores que concede a la gente en lo concerniente a la búsqueda de trabajo.
Esta devoción la vivió ya en su vida la santa Brígida. Se puede leer en su libro “Las revelaciones” el profundo respeto y devoción por este apóstol del siglo I de nuestra era.
¿Por qué razón celebran la fiesta el mismo día?
La cosa es muy sencilla. Cuenta la tradición que los dos iban siempre juntos en su rico y fecundo apostolado. El Señor lo llamó para completar el número de los doce apóstoles, encargados de ser los continuadores de la obra de Jesús en el mundo.
Se le llama Tadeo para distinguirlo del otro Judas Iscariote que traicionó, vendió al Señor por treinta monedas de plata y después se ahorcó.
San Judas escribió poco. Tan sólo una Carta suya se encuentra en la Biblia. La finalidad de su escrito era una crítica severa contra los gnósticos, una herejía que separa lo físico de lo espiritual. Lo físico o corporal es malo, y el espiritual es el bueno. Y los dos provienen mediante emanaciones del mismo Dios.
Su Carta termina con estas palabras:» Sea gloria eterna a nuestro Señor Jesucristo, que es capaz de conservarnos libres de pecados, y sin mancha en el alma y con gran alegría».
Los dos murieron martirizados de forma cruel.
¡Felicidades a quienes lleven estos nombres!
Oración a San Judas Tadeo
Apóstol gloriosísimo de Nuestro Señor Jesucristo,
aclamado por los fieles
con el dulce título de ABOGADO DE LOS CASOS DESESPERADOS,
hazme sentir tu poderosa intercesión
aliviando la gravísima necesidad en que me encuentro.
Por el estrecho parentesco
que te hace primo hermano de Nuestro Señor Jesucristo,
por la privaciones y fatigas que por El sufriste,
por el heroico martirio que aceptaste gustoso por su amor,
por la promesa que el divino Salvador hizo a Santa Brígida
de consolar a los fieles que acudiesen a tu poderosa intercesión,
obtenme del Dios de las misericordias
y de su Madre Santísima
la gracia que con ilimitada confianza te pido a Ti,
Padre mío bondadosímo,
seguro que me la obtendrás
siempre que convenga a la gloria de Dios
y bien de mi alma. Así sea.
Glorioso Apóstol San Judas Tadeo, ruega por nosotros. (Repetir 3 veces)
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
El Cristo peruano que trascendió a todas las razas y culturas
¿Puede una imagen trascender varias culturas e imponerse en el tiempo? ¿En qué momento surgió el Señor de los Milagros?
Según la historiadora María Rostworowski, las raíces de esta devoción cristológica podrían remontarse a la época pre inca, antes de la evangelización. Para la investigadora peruana, “El Señor de los Milagros” podría ser el resultado de una simbiosis religiosa entre el Dios de los Temblores de Pachacamac y el Cristo Crucificado de la devoción católica (Pachacamac y el Señor de los Milagros, 1992).
Es probable que, al principio, llevados por el temor a los sismos, los esclavos hayan rendido culto al “tótem de los temblores” imitando a los indios de Pachacamac radicados en Lima. Pero con el pasar del tiempo, los negros de Pachacamilla fueron evangelizados por los Jesuitas, formaron una cofradía a mediados de 1600, y en 1651, un africano de la casta angoleña pintó a Jesús en la cruz en un muro de adobe del lugar.
El sismo que sacudió la ciudad de Lima
Algunos años después, en 1655, un fuerte sismo sacudió la ciudad de Lima, pero el Nazareno plasmado en el muro permaneció intacto. Negros y mulatos, empezaron a venerar la imagen y a organizar tertulias en ese lugar. Sospechoso de los encuentros de los esclavos, el Párroco de San Sebastián solicitó al entonces Virrey del Perú, Don Pedro Antonio Fernández de Castro, que prohibiera las concentraciones en la capilla y que mandara a borrar el retrato del Cristo. Intentaron cancelarlo 3 enviados diferentes, pero cada vez que lo intentaban el Señor crucificado les producía un profundo respeto, una fe que solo puede trasmitir el “Señor de los Milagros”.
Ante la devoción popular por el Cristo Moreno, el Virrey permitió su culto en 1671 y accedió a la construcción de un oratorio provisional. Ese mismo año, el 14 de septiembre, se realizó la primera misa oficial, y los fieles empezaron a identificarlo como «El Santo Cristo de las Maravillas».
Diez años después (1681), el Rey de España reconoció legalmente la imagen y, tras referirse a ella como el “Cristo de las Milagros”, solicitó que le levantaran una capilla.
Posteriormente, dos terremotos más estremecieron la ciudad de Lima (1687 y 1746), pero el “Señor de los Temblores” no sucumbió y volvió a manifestar lo milagroso que era.
Conmovidos por el prodigio, sus fieles lo sacaron por primera vez en procesión el 28 octubre de 1746. Acudieron al encuentro, afroperuanos, indígenas, españoles, criollos y mestizos.
Octubre, mes del Señor de los Milagros
Han pasado 370 años desde que pintaron la imagen y, en el transcurso de este tiempo, cinco papas han consagrado el culto al Señor de los Milagros: en 1750, el Papa Benedicto XIV otorgó indulgencias a todos aquellos que acompañaban la procesión, y en 1778, el Papa Pío VI también concedió la misma gracia.
En el 2003, el Santo Juan Pablo II bendijo a todos los devotos del Cristo Crucificado. En el 2005, también el Papa Benedicto XVI invocó a favor de los devotos. Y del mismo modo, en el 2020, el Papa Francisco colmó de bendiciones al Nazareno peruano, declarado Patrimonio Cultural del Perú en el 2005.
Desde hace décadas, el Cristo de Pachacamilla sale cada año en octubre a recorrer las calles en diferentes partes del mundo y bendice a multitudes de fieles que lo acompañan. La devoción por el “Cristo de los Inmigrantes” se ha expandido en todas los países donde los peruanos han inmigrado y ha tocado el corazón de todas las razas, clases sociales y culturas de las naciones que lo acogen con fe. Y he aquí el gran milagro.