Luke 14:25-33
Amigos, en nuestro Evangelio de hoy, el Señor nos propone uno de los desafíos más grandes, como una especie de “bofetada en la cara”. “Si alguien viene a Mí sin odiar a su padre y a su madre . . . e incluso a su propia vida, no puede ser Mi discípulo”.
Hay un gran principio espiritual subyacente en todo el Evangelio: el desapego. El centro de la vida espiritual es amar a Dios y luego amar a todo lo demás por el bien de Dios. Pero nosotros los pecadores, como dijo San Agustín, caemos en la trampa de amar a la criatura y olvidar al Creador. Entonces es cuando nos salimos de nuestro carril.
Cuando tratamos a algo menos que Dios como a un Dios, entonces se produce un problema. Y esta es la razón por la cual Jesús les dice a los seguidores de buenos momentos que tienen una elección muy dura para realizar. Jesús debe ser amado primero y último, y todo lo demás en sus vidas tiene que encontrar su significado con relación a Él.
En un modo muy típico semita, hace hincapié a través de la cruda exageración: “A menos que odies a tu madre y padre, esposa e hijos, hermanas y hermanos. . .” Bueno, claro que sí, pero odiarlos en la medida en que se hayan convertido en dioses para tí. Porque precisamente es en esa medida en la que son peligrosos.
Leonardo de Noblac (o de Limoges), Santo
Ermitaño, 6 de noviembre
Por: Redacción | Fuente: ACI Prensa
Martirologio Romano: En Noblac, cerca de Limoges, en Aquitania, san Leonardo, ermitaño († c. 559).
Breve Biografía
Es uno de los santos más populares de Europa central. En efecto; dice un estudioso que en su honor se erigieron no menos de seiscientas iglesias y capillas, y su nombre aparece frecuentemente en la toponomástica y en el folclor. El mismo estudioso añade que él «despertó una devoción particular en tiempos de las cruzadas, y entre los devotos se cuenta el príncipe Boemundo de Antioquía que, hecho prisionero por los infieles en 1100, atribuyó su liberación en 1103 al santo, y, de regreso a Europa, donó al santuario de Saint-Léonard-de-Noblac, como ex voto, unas cadenas de plata parecidas a las que él había llevado durante su cautiverio». San Leonardo de Noblac (o de Limoges) es un santo «descubierto» a principios del siglo XI, y a ese período remontan las primeras biografías, que después inspiraron el culto hacia él.
Leonardo nació en Galia en tiempos del emperador Anastasio, es decir, entre el 491 y el 518. Como sus padres, a más de nobles, eran amigos de Clodoveo, el gran jefe de los Francos, éste quiso servir de padrino en el bautismo del niño. Cuando ya era joven, Leonardo no quiso seguir la carrera de las armas y prefirió ponerse al servicio de San Remigio, que era obispo de Reims.
Como San Remigio, sirviéndose de la amistad con el rey, había obtenido el privilegio de poder conceder la libertad a todos los prisioneros que encontrara, también Leonardo pidió y obtuvo un poder semejante, que ejerció muchas veces.
El rey quiso concederle algo más: la dignidad episcopal. Pero Leonardo, que no aspiraba a glorias humanas, prefirió retirarse primero a San Maximino en Micy, y después a un lugar cercano a Limoges, en el centro de un bosque llamado Pavum.
Un día su soledad se vio interrumpida por la llegada de Clodoveo que iba a cacería junto con todo su séquito. Con el rey iba también la reina, a quien precisamente en ese momento le vinieron los dolores del parto. Las oraciones y los cuidados de San Leonardo hicieron que el parto saliera muy bien, y entonces el rey hizo con el santo un pacto muy particular: le obsequiaría, para construir un monasterio, todo el territorio que pudiera recorrer a lomo de un burro.
En el arte se lo representa casi siempre con las cadenas, símbolo de su protección especial para los que están injustamente presos, y por ese motivo pictórico es también patrono de los fabricantes de cadenas, broches, hebillas, etc.
Confiemos en Jesús
Santo Evangelio según San Lucas 14, 25-33. Miércoles XXXI de Tiempo Ordinario.
Por: Rubén Tornero, LC | Fuente: somosrc.mx
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, gracias por estar aquí; por regalarme este momento de encuentro contigo. Sabes que quiero creer más en ti. ¡Aumenta, por favor, mi fe! Deseo abandonarme en tus brazos amorosos igual que un niño pequeño en los brazos de su mamá. ¡Aumenta mi confianza en ti! Anhelo ser para ti un lugar de descanso, una morada donde todos puedan encontrarte, ¡aumenta mi amor!
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 14, 25-33
En aquel tiempo, caminaba con Jesús una gran muchedumbre y él, volviéndose a sus discípulos, les dijo: «Si alguno quiere seguirme y no me prefiere a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, más aún, a sí mismo, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo. Porque, ¿quién de ustedes, si quiere construir una torre, no se pone primero a calcular el costo, para ver si tiene con qué terminarla? No sea que, después de haber echado los cimientos, no pueda acabarla y todos los que se enteren comiencen a burlarse de él, diciendo: ‘Este hombre comenzó a construir y no pudo terminar’. ¿O qué rey que va a combatir a otro rey, no se pone primero a considerar si será capaz de salir con diez mil soldados al encuentro del que viene contra él con veinte mil? Porque si no, cuando el otro esté aún lejos, le enviará una embajada para proponerle las condiciones de paz. Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo».
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Hoy, Jesús, me diriges palabras que, a primera vista, me parecen muy duras y difíciles de entender.
A primera vista me cuesta entender que tiene que ver tu exhortación a no anteponer nada a tu amor (madre, padre, hijos, incluso, a mí mismo) con el hecho de calcular y ser «aparentemente» prudente.
Me parece Jesús que en este Evangelio me invitas a confiar en ti.
En primer lugar me indicas que, para ser tu discípulo, no puedo anteponer ni a nada ni a nadie a tu amor, ya que quieres que confíe en que Tú puedes saciar todos mis deseos; deseas que espere en ti y sólo en ti, en que Tú y sólo Tú puedes y quieres darme la plenitud que tanto anhelo.
En segundo lugar, me pones los ejemplos de la torre y el rey que va contra su enemigo.Me dices: «¿Quién de ustedes no calcula los gastos al construir una torre?»… No puedo evitar pensar en ese salmo: «Si el Señor no construye la casa, en vano trabajan los constructores…».
Muchas veces centro mi seguridad en mis planes, poniendo mi confianza en mis cálculos más que en ti, tal como hicieron los de la torre de Babel.
Continúas diciéndome: «¿Y qué rey no calcula antes de salir a la batalla?». No puedo evitar pensar en David o en Gedeón. Ninguno de los dos luchaba después de calcular. A ojos humanos, parecía una locura lo que estaban haciendo… pero confiaron en ti y Tú les diste la victoria cuando todo parecía perdido. Ellos no calcularon, sólo confiaron.
Lo mismo me pides ahora. Quieres que confíe en ti y no anteponga nada a tu amor. Dame la gracia de saber confiar en ti.
«Si dentro de nosotros está esta imagen equivocada de Dios, entonces nuestra vida no podrá ser fecunda, porque viviremos en el miedo y este no nos conducirá a nada constructivo; de hecho, el miedo nos paraliza, nos autodestruye. Estamos llamados a reflexionar para descubrir cuál es verdaderamente nuestra idea de Dios».
(Homilía de S.S. Francisco, 19 de noviembre de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy buscaré poner mi confianza en Jesús y no anteponer nada a su amor.
Despedida
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
El calendario y santoral de noviembre
Aleteia
Salvador Aragonés – publicado el 29/10/17
Un mes cargado de santos importantes
Efemérides
Día de la Acción de Gracias (Thanksgiving Day). Es una gran fiesta que se celebra en Estados Unidos (el cuarto martes de Noviembre) y en Canadá (segundo lunes de octubre). Su origen es dar gracias a Dios por la buena cosecha en Massachussetts, en el año 1621. En el Día de Acción de Gracias, las familias y amigos se reúnen y se sientan juntos en una mesa para compartir un banquete que, generalmente, consiste en un pavo asado acompañado de ensalada, arroz y salsas al gusto. Ese día todo está cerrado en Estados Unidos.
Otras efemérides de noviembre son la celebración de la Revolución Mexicana (el 20 de noviembre) y la proclamación de la Independencia de Brasil y de Cartagena (Colombia).
Santoral
Día 1.- Festividad de Todos los Santos. En el Imperio Romano, en épocas de persecuciones, morían mártires muchos cristianos. En un mismo día podían morir docenas. Entonces se quiso conmemorar en un solo día todos los mártires y santos que gozaban de la presencia de Dios en el cielo. Al ser imposible recordarlos uno a uno, y no tener días suficientes en el calendario en el Siglo IX se eligió la fecha del 1 de noviembre. Al ser una fiesta importante, se celebraba desde la vigilia, que en inglés sería All Hallow’s Eve (Vigilia de Todos los Santos), que con el tiempo se transformó en Halloween, aunque hoy está desprovista de sentido religioso. En algunos países se celebra también el Día de los Difuntos y se visitan a los cementerios y camposantos.
Día 2.- Celebración de todos los fieles Difuntos o Día de los Muertos. Muy celebrado en América Latina donde en muchos países entronca con tradiciones indígenas (como los Aztecas, Mayas, Purepechas, Nahuas y Totonacas) que se remontan a tres mil años atrás. Los sacerdotes católicos pueden celebrar hasta tres misas ese día por los difuntos y los fieles ganan indulgencias plenarias.
Día 3.- San Martín de Porres (1579-1639).- Nació el Lima (Perú). Ejerció como barbero, dentista y practicaba sangrías. Ayudó a los pobres no cobrándoles sus servicios. Su popularidad vino por lo bien que hacía su trabajo, con entrega y generosidad. Ingresó en el convento de los dominicos y vivió con una gran humildad, accediendo incluso a ser vendido como esclavo para remediar las fuertes carencias económicas de su convento.
Día 4.- San Carlos Borromeo, (1538- 1584).- Obispo de Milán. Su figura se destacó en el servicio a sus fieles, en especial a sus sacerdotes, y fue uno de los principales cardenales que promovió el Concilio de Trento. Puso en práctica las reformas del Concilio. Falleció joven a los 46 años. Es patrono de la banca y de la bolsa.
Día 5.- Santos Zacarías e Isabel (Siglo I), padres de Juan Bautista engendrado ya en la vejez de los santos, como anunció el Ángel a Zacarías en el templo. Estando encinta santa Isabel recibió la visita de la Virgen María quien esperaba ya a su hijo Jesús, el Hijo de Dios.
Día 6.- San Alejandro de Saulí, Obispo (1534-1592).- Religioso milanés de la Congregación de los Clérigos Regulares, trabajó con gran caridad en favor de los pobres. Fue el primer obispo de Aleria (Córcega).
Día 7.- San Ernesto abad (¿?-1148).- Nace en Suiza en el siglo XII. Fue abad del monasterio benedictino de Zwiefalten en la región de Wurttemberg (Alemania) entre 1141 y 1146. Renuncia para ir a la Segunda Cruzada. Predica en Persia y Arabia. Creó cuatro pequeños estados cristianos (Jerusalén, Antioquía, Edesa y Trípoli) en territorio del islam. Es apresado por los sarracenos, torturado y muere mártir en La Meca en 1148.
Día 7.- Beato Francisco Palau (1811- 1872).- Carmelita y fundador, en 1980, de las Hermanas y Hermanos Carmelitas Terciarios de la Virgen del Carmen. Vistió el hábito de Carmelita Teresiano. Muere en Tarragona a los 61 años de edad. Tras su muerte las Hermanas se dividen en Carmelitas Misioneras Teresianas y en Carmelitas Misioneras, que siguen el espíritu de su fundador, Padre Palau. Durante la guerra civil española (1936-1939), desaparece la rama masculina de los Hermanos Carmelitas. En vida tuvo que afrontar el exilio y varios juicios a causa de sus milagros en curaciones. Fue el fundador de las misiones populares.
Día 8.- Beato Juan Duns Escotto (1266-1308).- Fue un franciscano escocés y teólogo precursor en sus estudios del dogma de la Inmaculada Concepción, que sería proclamado 600 años después. Como teólogo defendió también la humanidad de Cristo. Escribió Ordinatio (Opus oxoniense) y Reportata parisiensa (Opus parisiense). Enseñó en París y en Colonia y su obra fue criticada algún tiempo por los tomistas.
Día 9.- Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán. Es una de las cuatro basílicas mayores de Roma, junto a San Pedro, Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros. Fue la primera basílica (significa “Casa del Rey”) de la Iglesia católica, consagrada por el papa San Silvestre el año 324. Por ello es también la catedral de la diócesis de Roma propiamente dicha. Se llama San Juan porque hay dos capillas dedicadas a san Juan Bautista y a san Juan Evangelista. En el Palacio de Letrán, adjunto a la basílica, vivieron los papas mil años hasta la salida para Avignon. Se celebraron cinco Concilios (Concilios Lateranenses), y en el palacio se firmó la Concordia entre Italia y el Vaticano en 1929, después de 60 años de la desaparición de los Estados Pontificios. Fueron los llamados los Pactos de Letrán.
Día 10.- San León Magno, Papa (390-461).- Doctor de la Iglesia. Fue un gran Papa, tanto por su santidad como por su sabiduría. Combatió el maniqueísmo, el pelagianismo. Es conocida su participación en el Concilio de Calcedonia (451) donde envió un escrito que el ser leído los 600 obispos clamaron: “San Pedro ha hablado por boca de León”. Hizo frente al feroz guerrero Atila, rey de los Hunos, que quiso conquistar Roma. El Papa León le convenció de que no entrara y volviera a su tierra de Hungría. También defendió Roma de los vándalos.
Día 11.- San Martín de Tours (316-397). Es un santo muy querido en Francia, si bien nació en Hungría. A los 15 años vistió el uniforme de militar de la Guardia Imperial romana. Fue a vivir a Italia con sus padres. Su gesta más recordada es cuando encontró por el camino a un pobre que estaba semidesnudo y titiritando de frío, pidiendo limosna. Martín le dijo que no tenía dinero, pero se quitó la capa, la partió en dos y dio la mitad al pobre. Después Martín fue a Poitiers. Lo instruyó el obispo san Hilario. El año 371 fue llamado a Tours para poder curar a un enfermo grave. Al llegar, el pueblo entero lo aclamó como Obispo de la ciudad. Él se consideró indigno, pero al final tuvo que aceptar. Es patrono de Buenos Aires, de Hungría y de los tejedores y soldados en general.
Día 12.- San Josafat obispo y mártir (1584-1623).- Santo nacido en Ucrania. Fue educado en la Iglesia ortodoxa, y se unió a la Iglesia de Roma, sin perder sus tradiciones litúrgicas eslavas. Ingresó en los monjes basilianos (de san Basilio) en Viena y cambió su nombre Juan por Josafat. Por su piedad y su penitencia alcanzó ser maestro de todos. Murió por una bala y un golpe de hoz, mártir por defender la fe católica, aunque dentro de las tradiciones eslavas. Antes de morir dijo: “me considero verdaderamente feliz de poder dar la vida por el bien de todos ustedes. Sé que estoy a punto de morir, y ofrezco mi sacrificio por la unión de todas las iglesias bajo la dirección del Sumo Pontífice». Es Patrono de quienes trabajan por la Unidad de los Cristianos.
Día 13.- San Diego de Alcalá (1400-1463). Patrono de los hermanos franciscanos legos. Tenía un inmenso amor a la Virgen María y fue un ejemplo de oración y servicio a lo largo de su vida. En los últimos años trabajó como portero en varios conventos y se afanaba en encontrar cosas para dárselas a los pobres. Obró milagros y curaciones, y una vez fallecido, en su sepulcro hizo curaciones, entre ellas un hijo del rey Felipe II.
Día 14.- San José Pignatelli (1737-1811). Restaurador de la Compañía de Jesús, después de que en 1767 la masonería internacional estableciera un acuerdo para pedir a todos los gobernantes masones expulsar de sus países a los jesuitas. San José Pignatelli, por ser de familia noble, le dejaron estar en España siempre que abandonara su vocación. El papa Clemente XIV, siguiendo la petición de los monarcas europeos, decretó suprimir la Compañía de Jesús. Durante 20 años los jesuitas sobrevivieron con sufrimientos y humillaciones. San José Pignatelli pidió al papa Pío VI ir con los jesuitas de Rusia, a donde fueron a parar las nuevas y clandestinas vocaciones europeas. El superior de los jesuitas rusos lo nombró provincial en Roma. Finalmente, el Papa Pío VII, al volver del destierro al que le obligó Napoleón, decretó el restablecimiento de los Jesuitas.
Día 15.- San Alberto Magno, doctor de la Iglesia (1206-1280).- De familia noble alemana, ingresó en la orden de los Padres Predicadores. Fue profesor y tuvo entre sus discípulos a Santo Tomás de Aquino. En vida le llamaron “el Magno” por su sabiduría y fue un sabio en física, geografía, astronomía, mineralogía, química y biología. Con sus clarísimas dotes de observación deshizo numerosas creencias de épocas antiguas. Murió santamente sin sufrimientos, mientras hablaba con sus hermanos dominicos. Es patrono de los químicos.
Día 16.- San Roque de la Santa Cruz y compañeros mártires (1576-1628).- Es el primer santo paraguayo. Después de ser ordenado sacerdote, ingresó en la Compañía de Jesús y nombrado superior de la primera Reducción de Paraguay, en San Ignacio de Guazú. Fundó reducciones en Itapúa (hoy Posadas, Argentina), Concepción y Candelaria. Gran devoto de la Virgen María y de la Eucaristía. Recibió martirio por un cacique local, con un hacha de piedra, y sus verdugos quemaron su cuerpo, pero su corazón quedó intacto, y habló a los asesinos a los que pidió su arrepentimiento por lo que acaban de hacer. Este corazón se guarda hoy en el Colegio de Cristo Rey, en la Asunción (Paraguay), junto con los 23 jesuitas martirizados en la región.
Día 17.- Santa Isabel de Hungría, viuda (1207-1231).- Hija del Rey Andrés II de Hungría. La prometieron en matrimonio poco después de nacer, y se casó con el prometido y a los 20 años, apenas nacido su tercer y último hijo, su marido murió en las Cruzadas a causa de la peste. Casi desesperada encontró el consuelo entregándose completamente a los pobres, siguiendo el ejemplo de san Francisco de Asís. Construyó un hospital y es el símbolo de la caridad cristiana. Daba diariamente de comer en el palacio a 900 pobres. Renunció pública y solemnemente a todas las riquezas. Fue canonizada solo cuatro años después de su muerte. Es patrona de Bogotá.
Día 18.- Dedicación de las Basílicas de San Pedro y de San Pablo de Roma.- Son dos de las cuatro basílicas mayores de Roma, junto a las de San Juan de Letrán y Santa María la Mayor. En la Basílica de san Pedro, en el Vaticano es donde se encuentra el sepulcro del Apóstol, y se supone que fue el lugar donde fue martirizado Simón Pedro, el primer Papa. El altar mayor de San Pedro se encuentra encima de la tumba del Apóstol. La Basílica fue proyectada por Bramante y tras 120 años la consagró el papa Urbano VIII en 1626.
Día 19.- San Odón de Cluny (879-942).- Fue abad del gran Monasterio de Cluny (Francia). Fascinado por la Orden de San Benito, ingresó en el monasterio benedictino de Baume y después pasó al monasterio de Cluny de la mano de su abad Bernon. A la muerte de este le sucedió san Odón, que fue un abad sabio y el monasterio consiguió del papa Juan XI el privilegio de romper su voto de estabilidad, y cualquiera podía ir a este monasterio procedente de otros. El abad Odón cultivó mucho la sabiduría hasta que un día tuvo la visión de que de nada servía la inteligencia sin la oración y la meditación. Fiel a esta llamada de Dios, san Odón insistió a sus monjes mucho en que fueran fervorosos en la oración y en el silencio. Fundó 15 monasterios.
Día 20.- San Félix de Valois (1127 -1212)-.- Religioso francés, fundador de la Orden de la Santísima Trinidad, junto con san Juan de Mata. Para el rescate de los cautivos. San Félix propagó la orden en Italia y Francia, y en París fundó el convento de San Maturino.
Día 21.- La Presentación de la Santísima Virgen María.- Es una celebración muy querida en el Oriente Cristiano donde nació esta devoción de la Presentación en el Templo de la Santísima Virgen. Según una tradición que se remonta desde el principio del cristianismo, y más concretamente en el Siglo VI, con la dedicación de la Iglesia de Santa María la Nueva Jerusalén (año 543). Cuenta esta piadosa tradición que, cuando era niña, los padres de la Virgen María, san Joaquín y santa Ana, la Virgen la presentaron al Templo de Jerusalén, y la dejaron junto a otras niñas para que fuera instruida en la religión. La tradición arraigó a toda la Iglesia universal que celebra la fiesta desde el Siglo XVI.
Día 22.- Santa Cecilia, virgen y mártir (Siglo II).- Patrona de los músicos. Es una de las santas más veneradas en los primeros siglos del cristianismo. Según el “acta” de la Santa, Cecilia era de una familia patricia (noble) de Roma. Consagró a Dios su virginidad, pero su padre la casó con un joven patricio llamado Valeriano. La noche de bodas, al entrar en la habitación, Cecilia se armó de valor y dijo a su esposo que un ángel velaba por ella, y si la tocaba cual esposa, se enfurecerá, y si la respetaba el ángel lo amará. Valeriano quiso conocer al ángel y se bautizó. También se bautizó el hermano de Valeriano, Tiburcio, por medio de santa Cecilia. El alcalde de Roma, el prefecto Almaquio, quiso que estos jóvenes adoraran a los dioses y al negarse fueron ejecutados. También Cecilia, que no quiso adorar a los dioses, fue enviada por Almaquio a un horno hirviendo, pero al ver que la santa quedaba indemne, mandó que le cortaran la cabeza. Es patrona de la música porque cuentan que cantaba mientras la torturaban y el día de su boda cantó a Dios en su corazón pidiendo que la ayudase.
Día 23.- Beato Miguel Agustín Pro (1891-1927).- Beato mexicano, jesuita, fue exiliado durante la Revolución Mexicana. Fue a Europa, pero volvió a México en 1926, sabiendo que era muy peligroso por la persecución religiosa en su país. Realizó una gran labor pastoral. Acusado injustamente de haber atentado contra la vida del dictador, murió fusilado, después de haber perdonado a quienes dispararon contra él y de gritar “¡Viva Cristo Rey!”.
Días 24.- San Andrés Dung-Lac y 117 Compañeros Mártires. La fe en Vietnam entró en el Siglo XVI a través de misioneros de distintas órdenes religiosas católicas. El pueblo vietnamita recibió bien la religión, pero en los siglos XVII, XVIII y XIX hubo grandes persecuciones, como en el Siglo XX bajo el régimen comunista. En el Siglo XIX es tal vez cuando hubo un mayor número de mártires que fueron enterrados de manera anónima, pero el pueblo los ha ido recordando. San Andrés Dung-Lang era sacerdote y recibió martirio en 1839.
Día 25.- Santa Catalina de Alejandría, mártir (Siglo IV).- De familia noble e instruida, se presentó ante el emperador Máximo que perseguía violentamente a los cristianos porque no adoraban a los dioses paganos. Ella dijo al Emperador la grave injusticia que cometía con los cristianos. Lo dijo con tal sabiduría que Máximo la detuvo en el palacio y llamó a los sabios para que convirtieran al paganismo a Catalina. Azotada y encarcelada, Catalina convenció a la mujer del Emperador y al jefe de las tropas, Porfirio, que se bautizaron. Murió decapitada. Es patrona de filósofos, escritores e informáticos y también de las muchachas casaderas.
Día 26.- Festividad de Cristo Rey.- Es el último día del año del calendario litúrgico, pues a partir de ahora comienza el Adviento. Es una de las fiestas más grandes del año. Nos preguntamos ¿cómo reina Jesucristo y cuál es su Reino? Él dijo a Pilatos al ser interrogado: “Tú lo dices, yo soy Rey, pero mi reino no es de este mundo” (Jn, 18, 36). O sea que reina sobre los corazones de los hombres y mujeres, porque, como dice San Pablo (I Cor, 15, 25) “debe Él reinar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies”. En este reino, señala el Evangelio de Mateo (cfr. 25, 31-36), el Rey premiará con su gloria a los buenos (ovejas) y castigará a los malos (cabritos). Cristo quiere reinar sobre las almas, las cuales no se convertirán en dominadoras, sino que brillarán sobre el servicio y la humildad para colocarlo en la cumbre de toda actividad humana, para que reine la paz, la concordia, y la justicia entre todos los hombres. La fiesta fue instituida por el papa Pío XI en el Año Santo de 1925. Desde entonces se han erigido monumentos y templos en honor a Cristo Rey. Muchos mártires murieron gritando “¡Viva Cristo Rey!”.
Día 27.- San Francisco Antonio Fasani (1681-1742).- Sacerdote franciscano italiano, nació en una familia muy pobre. Ingresó en la orden franciscana a los 15 años y se doctoró en teología. Vivió casi toda su vida en el convento de su ciudad natal, Lucera, donde se le conocía como el Padre Maestro. Muy amigo de los pobres, instituyó la costumbre de dar regalos a los pobres por la Navidad. Gran devoto del Sagrado Corazón y de la Virgen Inmaculada, inició las novenas para la fiesta del 8 de diciembre.
Día 28.- San Santiago de la Marca (1394-1476).- Nacido pobre con el nombre de Domenico Gangali, fue discípulo de san Bernardino de Siena. Estudió derecho y fue notario público en Florencia. Decidió ingresar en la orden franciscana. Predicó por toda Europa cumpliendo encargos delicados de los papas. En Milán le quisieron hacer obispo de esta ciudad, pero declinó siguiendo su vida de humildad. Predicó con mucha fuerza a Jesucristo, y contra la corrupción que había entonces en las altas esferas de la sociedad. En sus predicaciones exhortaba a no blasfemar, a alabar siempre a Dios, y denunciaba el vicio del juego de azar. Quiso resolver el problema de los pobres promoviendo los “Montes de Piedad”, origen de las posteriores Cajas de Ahorros.
Día 29.- San Gregorio Taumaturgo, obispo (213-270). Taumaturgo viene de hacer muchos milagros. Vivió en el Siglo III, fue discípulo de Orígenes y quien aconsejó a los cristianos que ante las persecuciones del emperador romano Decio, y se escondieran para que no vacilara su fe ante el temor del tormento. Poco antes de morir preguntó: «¿Cuántos infieles quedan aún en la ciudad sin convertirse al cristianismo?» Le respondieron: «Quedan diecisiete», y él exclamó gozoso: «Gracias Señor: ese era el número de cristianos que había en esta ciudad cuando yo llegué a misionar aquí. En ese tiempo no había sino 17 cristianos, y ahora no hay sino 17 paganos». Es un santo al que se invocan las catástrofes naturales, como las inundaciones y los terremotos.
Día 30.- San Andrés Apóstol (Siglo I).- Fue el primer discípulo de Jesús, junto con san Juan, y ya fueron discípulos de Juan el Bautista. Era hermano de Simón Pedro. Pescador como su hermano, lo dejó todo para seguir a Jesús, a quien reconoció como el Mesías. Se conocen pocos detalles del Apóstol, salvo lo que está en los Evangelios. Según la tradición, Andrés, durante el mandato de Nerón, murió mártir atado (no clavado, para que su martirio durara más) en una cruz en forma de equis, hoy llamada la Cruz de San Andrés.