Mark 1:29-39

En el Evangelio de hoy Jesús sana a muchos de los habitantes de Cafarnaúm. Las curaciones de dolencias físicas apuntan a la curación espiritual, a ser médico de almas. 

Los Evangelios están repletos de historias de curaciones realizadas por Jesús de personas cuyas energías espirituales no fluían. Gran parte del ministerio de Jesús consistió en enseñar a las personas cómo ver (el Reino de Dios), cómo escuchar (la voz del Espíritu), cómo caminar (superando la parálisis del corazón), cómo liberarse de sí mismos para descubrir a Dios. 

La Iglesia primitiva se refería a Jesús como el Salvador (Salvator en latín). Este término se refiere a quien trae curación —de hecho, la palabra salve está estrechamente relacionada con salvus, que significa salud. Cuando un alma está sana hay una relación viva con Dios. Cuando el alma está enferma, toda la persona se enferma porque todo debe fluir y depender del encuentro dinámico con la fuente del ser y la vida que es Dios. Curamos el alma cuando damos testimonio del Salvator, del Sanador, quien en Su Persona reconcilió a Dios con nosotros y nos abrió las almas al poder divino.

Jesús muestra una predilección particular por quienes están heridos en el cuerpo y en el espíritu: los pobres, los pecadores, los endemoniados, los enfermos, los marginados. Así, Él se revela médico, tanto de las almas como de los cuerpos, buen samaritano del hombre. Es el verdadero Salvador: Jesús salva, Jesús cura, Jesús sana. Cada uno de nosotros está llamado a llevar la luz de la palabra de Dios y la fuerza de la gracia a quienes sufren y a cuantos los asisten. La Iglesia madre, mediante nuestras manos, acaricia nuestros sufrimientos y cura nuestras heridas, y lo hace con ternura de madre. (Ángelus Domingo 8 de febrero de 2015)

Higinio, Santo

IX Papa, 11 de enero

Martirologio Romano: En Roma, san Higinio, papa, que fue el octavo en ocupar la sede de san Pedro (142).

Etimología::Higinio = «el saludable», es de origen griego.

Breve Biografía

Reinó cerca del 138-142; sucedió al Papa San Telesforo, quien, de acuerdo a Eusebio de Cesarea (Historia de la Iglesia, IV.15) murió durante el primer año del reinado del emperador Antonino Pío—en 138 ó 139. Pero la cronología de estos obispos de Roma no puede determinarse con ningún grado de exactitud con la ayuda de las autoridades a nuestra disposición hoy día.

Según el “Liber Pontificalis*”, Higinio era griego de nacimiento. La ulterior declaración de que él era anteriormente un filósofo está fundada probablemente en la similitud de su nombre con el de dos autores latinos.

San Ireneo dice (Adv. haereses, III, III) que el gnóstico Valentino vino a Roma en tiempos de Higinio, y se quedó ahí hasta que el Papa San Aniceto fue pontífice. Cerdo, otro gnóstico y predecesor de Marción, también vivía en Roma durante el reinado de Higinio; al retractarse y confesar sus errores obtuvo la readmisión al seno de la Iglesia, pero eventualmente recayó en la herejía y fue expulsado de la Iglesia.

No se sabe cuántos de estos eventos tuvieron lugar durante el tiempo de Higinio. El “Liber Pontificalis” también relata que este Papa organizó la jerarquía y estableció el orden de la precedencia eclesiástica (Hic clerum composuit et distribuit gradus), según Duchesne, el escritor probablemente se refería a las órdenes menores del clero.

Eusebio (Historia de la Iglesia, IV.16) reclama que el pontificado de Higinio duró cuatro años. Las autoridades antiguas no contienen información sobre si murió como un mártir. Al morir fue enterrado en la Colina del Vaticano, cerca de la tumba de San Pedro. Su fiesta se celebra el 11 de enero.

*El «Liber Pontificalis» es una colección de pequeñas biografías de los obispos de Roma desde san Pedro hasta el siglo VI, que es cuando se editó el anónimo libro. Sus informaciones no son demasiado exactas, pero muchas veces es lo único que tenemos, por eso lo que dice debe tomarse con cuidado.

Se busca

Santo Evangelio según san Marcos 1, 29-39. Miércoles I del Tiempo Ordinario

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Permíteme acompañarte un momento, Señor. Quiero rezar contigo y hacerlo como Tú, que en tantas ocasiones te retirabas a hacer oración. Cristo, Tú eres la medicina para mi enfermedad, el pan que me alimenta y da las fuerzas para trabajar. Por eso, Señor, te pido que me acompañes en este día, que no me dejes solo y me ayudes a transmitir tu Evangelio a mi alrededor. Amén.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 1, 29-39

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre, y enseguida le avisaron a Jesús. Él se le acercó, y tomándola de la mano, la levantó. En ese momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles. Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios, pero no dejó que 1os demonios hablaran, porque sabían quién era él.

De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón y sus compañeros lo fueron a buscar, y al encontrarlo, le dijeron: “Todos te andan buscando”. Él les dijo: “Vamos a los pueblos cercanos para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he venido”. Y recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los demonios.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Salir al encuentro es el corazón de la fe cristiana. Cristo, antes de nosotros, ha tomado la iniciativa de acercarse. Vino al mundo, vivió entre nosotros, salió a las calles. Vino a buscar amigos, como Santiago, Juan, Simón, Andrés. Vino a curar a los enfermos, a compartir la Buena Noticia.

Cristo ni siquiera piensa en su propio descanso, pues en el Evangelio lo vemos curando y predicando todo el día. Y cuando todavía es de madrugada, no se queda durmiendo hasta que lo despierten otros: sale de casa y dedica esas preciosas horas de soledad para su Padre en oración. En definitiva, dio su vida por los demás, con el corazón hacia fuera, es decir, para su Padre y para cada uno de nosotros.

Su cercanía nos sana, como sucede con la suegra de Pedro. La salvación que nos ofrece nos invita, a su vez, a seguir su ejemplo. Nos levanta para que podamos salir de nosotros mismos. Nos sana para poder atender a otros que lo necesitan. Nos libera para ir en busca de hombres y mujeres que viven aún en algún tipo de esclavitud. Pues la gracia de Cristo es como el agua de un río: si se estanca sólo produce suciedad y enfermedades, pero cuando fluye, da vida a lo largo de todo su recorrido.

No nos cansemos de buscar a Cristo, la fuente de vida eterna. Dejémonos encontrar por Él, que nos ha buscado primero. Y una vez que lo encontramos, salgamos al camino, y transmitamos el Agua de Vida a todos aquellos que aún la están buscando.

«Hoy más que nunca se traduce principalmente en salir al encuentro de las heridas del hombre, llevando la presencia fuerte y sencilla de Jesús, su misericordia que consuela y anima. Dios desea habitar entre los hombres, pero puede hacerlo solamente a través de hombres y mujeres que, al igual que los grandes evangelizadores del continente, estén tocados por él y vivan el Evangelio sin buscar otras cosas».
(Discurso de S.S. Francisco, 6 de mayo de 2016).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Voy a salir al encuentro de alguien que me necesite hoy en casa o en el trabajo para ayudarle.

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

La etapa de búsqueda

Dios no nos hubiera dado la posibilidad de soñar, si no nos hubiera dado la oportunidad de hacer realidad nuestros sueños

Cada día que empieza trae sus metas, preocupaciones, derrotas, esfuerzos y conquistas; pero es indudable que la pregunta por el mañana y lo de deseamos de él caracteriza a la juventud. San Juan Pablo II afirmó sin vacilaciones en su libro Cruzando el umbral de la esperanza, que la juventud «no consiste en al acumulación de un determinado número de años, sino en el período que buscamos respuestas a las grandes interrogantes de la vida, y buscamos darle sentido a la misma». ¡Búsqueda, he aquí la segunda gran etapa de nuestra vida! El ser personas en búsqueda, obedece a que somos seres inacabados, somos «proyectos», nos estamos realizando y construyendo a diario.

Todos buscamos la felicidad, la verdad, la eternidad, el amor; donde nos distinguimos unos de otros es en el «donde» lo estamos buscando.

En nuestras búsquedas de la felicidad y de sentido, tropezamos con los vicios, errores, fracasos.

¿Debe detenerte y desanimarte eso? ¡No, desde luego que no! Al contrario, debes levantarte y continuar hacia delante. Me viene a la mente una preciosa historia, que deseo compartirte:

«Dicen que un pequeño gusanito caminaba un día en dirección al sol. Muy cerca del camino se encontraba un Chapulín:

¿Hacia donde te diriges?, le pregunto. Sin dejar de caminar, la oruga contesto:

Tuve un sueno anoche; soñé que desde la punta de la gran montaña miraba todo el valle. Me gusto lo que vi en mi sueño y he decidido realizarlo. Sorprendido, el chapulín dijo, mientras su amigo se alejaba:

-Debes estar loco! ¿Como podrías llegar hasta aquel lugar?

-¡Tu, una simple oruga!. Una piedra será para ti una montaña, un pequeño charco un mar y cualquier tronco una barrera infranqueable. Pero, el gusanito ya estaba lejos y no lo escucho. Sus diminutos pies no dejaron de moverse. De pronto se oyó la voz de un Escarabajo:

-Hacia donde te diriges con tanto empeño?Sudando ya el gusanito, le dijo jadeante:

– Tuve un sueño y deseo realizarlo, subiré a esa montaña y desde ahí contemplare todo nuestro mundo. El escarabajo no pudo soportar la risa, soltó la carcajada y luego dijo:

– Ni yo, con patas tan grandes, intentaría una empresa tan ambiciosa. Y se quedo en el suelo tumbado de la risa mientras la oruga continuó su camino, habiendo avanzado ya unos cuantos centímetros.

Del mismo modo, la araña, el topo, la rana y la flor aconsejaron a nuestro amigo a desistir de su sueño:

-¡No lo lograras jamás! – le dijeron-, pero en su interior había un impulso que lo obligaba a seguir. Ya agotado, sin fuerzas y a punto de morir, decidió parar a descansar y construir con su ultimo esfuerzo un lugar donde pernoctar:

– Estaré mejor, fue lo ultimo que dijo, y murió. Todos los animales del valle por días fueron a mirar sus restos. Ahí estaba el animal más loco del pueblo. Había construido como su tumba un monumento a la insensatez. Ahí estaba un duro refugio, digno de uno que murió «por querer realizar un sueno irrealizable». Una mañana en la que el sol brillaba de una manera especial, todos los animales se congregaron en torno a aquello que se había convertido en una ADVERTENCIA PARA LOS ATREVIDOS.

De pronto quedaron atónitos. Aquella concha dura comenzó a quebrarse y con asombro vieron unos ojos y una antena que no podía ser la de la oruga que creían muerta. Poco a poco, como para darles tiempo de reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosas alas arco iris de aquel impresionante ser que tenían frente a ellos: UNA MARIPOSA.

No hubo nada que decir, todos sabían lo que haría: se iría volando hasta la gran montaña y realizaría un sueño; el sueño por el que había vivido, por el que había muerto y por el que había vuelto a vivir.

«Todos se habían equivocado».

Dios no nos hubiera dado la posibilidad de soñar, si no nos hubiera dado la oportunidad de hacer realidad nuestros sueños. Si tienes un sueño, vive por él, intenta alcanzarlo, pon la vida en ello y si te das cuenta que no puedes, quizás necesites hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en tu vida y entonces, con otro aspecto, con otras posibilidades y circunstancias distintas:

¡No te detengas, cierra tus oídos a los que te dicen que no puedes. ¡Lo lograras!

El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino.

¿Por qué hacer novenas?

Es una devoción de oración privada o pública de nueve días para obtener alguna gracia o intención especial.

¿Qué es una novena?
Del latín «novem», nueve.
La novena es una devoción de oración privada o pública de nueve días para obtener alguna gracia o intención especial.

Hay novenas dedicadas a Nuestro Señor, al Espíritu Santo, como también a la Virgen María y a muchos santos. La sucesión de nueve puede referirse a días consecutivos (ej.:nueve días previos a una fiesta) o a nueve días específicos de la semana o del mes (ej.: nueve primeros viernes). Algunas novenas tienen una larga tradición asociada con la devoción a un santo o a una promesa recibida en revelación privada.

Muchas novenas tienen recomendación eclesiástica pero no un lugar propio y establecido en la liturgia. No son parte de la oración oficial de la Iglesia. Las novenas nos ayudan en nuestra oración cuando están adecuadamente valoradas en el contexto de una sólida doctrina.

Al pedir la intercesión de un santo debemos desear imitar sus virtudes. Para ello es necesario conocerlo. La novena puede convertirse en superstición si se limita a buscar un deseo personal sin abrir el corazón a Dios y someterse a su voluntad. Una novena bien hecha es un medio para intensificar la intercesión.

Mientras las octavas tienen un carácter festivo, las novenas generalmente se hacen para lograr una intención o para orar por los difuntos.

Aunque las novenas son muy antiguas, no fue hasta el siglo XVII que la Iglesia formalmente concedió la primera indulgencia a una novena en honor a San Francisco Javier, otorgada por el papa Alejandro VII.

ORÍGENES

Jesucristo nos enseñó a orar con insistencia. El le pidió a los Apóstoles que se prepararan en oración para la venida del Espíritu Santo. De aquí se inspira la novena de Pentecostés.

Los judíos no tenían celebraciones religiosas de nueve días ni novenarios de difuntos. Para ellos, el número siete era el mas sagrado. Pero la novena hora en la Sinagoga era una de las horas especiales de oración, como lo ha sido la hora nona en la Iglesia desde el principio. Es una de las horas de oración en la Liturgia de las Horas. (cf. Acts, iii, 1; x, 30; Tertullian, «De jejuniis», c. x, P.L., II, 966; cf. «De oratione», c. xxv, I, 1133).

Los romanos y griegos tenían novenas. Una de ellas, descrita en Livy (I, xxxi). se trata de una fiesta pagana para apaciguar a los dioses. También hacían nueve días de duelo por los difuntos. Aunque los primeros cristianos siguieron la costumbre en cuanto al número de días, ya no lo hacían con superstición sino fundamentados en Cristo.

PADRES DE LA IGLESIA

San Agustín, escribiendo sobre las novenas (P.L., XXXIV, 596), advierte a los cristianos el peligro de imitar esta costumbre pagana, ya que no se encuentra en la Biblia. El peligro no está en la novena sino en como se entiende esa oración.

Según algunos Padres de la Iglesia y los monjes de la Edad Media, el nueve denota imperfección y se refiere a los hombres. El diez es el mas alto y perfecto y por eso se refiere a Dios.

La novena simboliza la imperfección humana que busca a Dios. (cf. Jerome, loc. cit.; Athenagoras, «Legat. pro Christian.», P.G., VI, 902; Pseudo-Ambrosius, P.L., XVII, 10 sq., 633; Rabanus Maurus, P.L., CIX, 948 sq., CXI, 491; Angelomus Monach., In Lib. Reg. IV, P.L., CXV, 346; Philo the Jew, «Lucubrationes», Basle, 1554, p. 283).

Según San Jerónimo, el Padre de la Iglesia que tradujo la Biblia al Latín, «El número nueve en la Santa Biblia indica sufrimiento y dolor» (Ezech., vii, 24; — P.L., XXV, 238, cf. XXV, 1473). II Reyes 25:3 «El mes cuarto, el nueve del mes, cuando arreció el hambre en la ciudad y no había pan para la gente del pueblo».

EDAD MEDIA

Se deciá que Cristo murió en la novena hora.(cf. Schmitz, «Die Bussbucher und die Bussdisciplin», II, 1898, 539, 570, 673) y que por la Santa Misa, en el noveno día, el difunto sería elevado a los nueve coros de ángeles en el cielo. (cf. Beleth, loc. cit.; Durandus, loc. cit.).

España y Francia introdujeron la «novena de preparación» para la Navidad. para recordar los nueve meses de embarazo de la Virgen. En España el Concilio de Toledo en el año 656 transfirió la fiesta de la Anunciación al 18 de Diciembre (dentro de la novena). Por eso la novena tomó un sentido de anticipación y preparación a una fiesta. Los mejores modelos de preparación son Jesús y María, preparándose para el nacimiento. Nosotros nos preparamos en este mundo para la vida eterna.

De la novena de preparación, surgió la costumbre (Francia y Bélgica) de hacer novenas a la Virgen y a los santos por diversas intenciones.

EFICACIA DE LAS NOVENAS
Las novenas requieren humildad, confianza y perseverancia, tres importantes cualidades de la oración eficaz. Innumerables santos rezaban novenas con gran devoción y a travez de los siglos muchos milagros se han logrado con la oración de novenas.

Un ejemplo del origen milagroso de algunas es la novena en honor a San Francisco Javier de que hablamos al principio. Es conocida como la «novena de gracia». Comenzó en 1633 cuando el Padre Mastrilli, S.J., estaba mortalmente herido por causa de un accidente. San Francisco Javier, a quien tenia gran devoción, se le apareció y le exhortó a dedicarse a las misiones de las Indias. El Padre Mastrilli hizo un voto ante su provincial de que iría a las Indias si Dios le salvaba la vida. En otra aparición (3 Enero, 1634) San Francisco Javier le pidió que renovase la promesa, le anticipó su martirio y le restauró la salud tan plenamente que esa misma noche el padre pudo escribir los hechos y la mañana siguiente celebró la Misa en el altar del santo y volvió a su vida comunitaria. Pronto se fue a las misiones del Japón donde fue martirizado el 17 Octubre de 1637. El milagro se propagó por toda Italia e inspiró confianza en la intercesión de San Francisco Javier. Los fieles pedían su ayuda en la novena llamada «novena de gracia»

Jesucristo mismo, en la revelación a Santa Margarita Alacoque recomendó la celebración de nueve primeros viernes de mes consecutivos (cf. Vermeesch, «Pratique et doctrine de la dévotion au Sacré Coeur de Jésus», Tournai, 1906, 555 sqq.).

Promesa de Jesucristo a Santa Margarita María Alacoque:

Yo les prometo, en el exceso de la infinita
misericordia de mi Corazón, que Mi amor
todopoderoso le concederá a todos aquellos que
comulguen nueve primeros viernes de mes
seguidos, la gracia de la penitencia final; no
morirán, en Mi desgracia ni sin recibir los
sacramentos; Mi divino Corazón será su refugio
seguro en este último momento.

San Higinio, uno de los primeros Papas, gran custodio de la fe

Es considerado mártir no por su muerte sino por su lucha para defender la fe cristiana contra las herejías gnósticas del siglo II

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San Higinio nació en Grecia y murió en Roma en el año 140. Era filósofo de formación ateniense.

Sucedió a san Telésforo como Papa de la Iglesia católica. En su pontificado –de 4 años intensos- se empleó a fondo contra las herejías, en especial contra el gnosticismo que propagaban Marción, Valentín y Cerdón. Esta lucha le valió el título de mártir.

La tradición afirma que instauró la figura del padrino y la madrina en el bautismo, como muestra de atención espiritual a cada persona cristiana.

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Oración

Pastor eterno, mira con bondad a tu rebaño y consérvalo con protección constante,
por tu bienaventurado mártir y papa Higinio, a quien constituiste pastor de toda la Iglesia. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

El papa Francisco recuerda «la pasión» de Benedicto XVI

Antoine Mekary | ALETEIA

Audiencia general. El Papa Francisco recordó a su predecesor, el papa emérito, ante miles de peregrinos que hoy vienen a visitar su tumba en las Grutas vaticanas. El Pontífice inició un nuevo ciclo de catequesis. «Los cristianos no se anuncian a ellos mismos, ni a una ideología política», los que lo hacen son «paganos disfrazados de cristianos».

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El papa Francisco ha recordado a su predecesor Benedicto XVI por su pasión por la evangelización, que además fue el tema de su nuevo ciclo de catequesis, iniciado durante la audiencia general de este miércoles, 11 de enero de 2023, en el Aula Pablo VI del Vaticano. «La Iglesia no hace proselitismo. Crece mucho más por “atracción”», afirmó citando al «Papa teólogo». 

«Los cristianos no se anuncian a ellos mismos, ni a una ideología política», los que lo hacen son «paganos disfrazados de cristianos», afirmó el Papa que se reunió con grupos de peregrinos y fieles de todo el mundo e inició hoy el nuevo ciclo de catequesis dedicadas a la Pasión por la Evangelización y centró su meditación en el tema: «La llamada al apostolado» (Lectura: Mt 9, 9-13).

Benedicto XVI y la verdad del Evangelio 

«En los últimos días hemos dado gracias a Dios por la persona, la enseñanza y el ejemplo del Papa emérito Benedicto XVI. Que su fe los estimule en su crecimiento espiritual, basado en la verdad del Evangelio y en el amor fraterno». 

Lo dijo el Papa en sus saludos a los fieles polacos que vienen numerosos hasta Roma también para visitar la tumba del papa alemán ubicada en las Grutas vaticanas. 

Antoine Mekary | ALETEIA

«Como nos ha enseñado el Papa Benedicto XVI, les invito a mirar con confianza a Jesucristo, el Salvador. Así podemos experimentar como el apóstol Mateo el amor y la misericordia del Señor», expresó Francisco en su saludo a los fieles de habla alemana.

© Vatican Media

Una Iglesia misionera 

El Obispo de Roma remarcó que la Iglesia es misionera y cuando esta dimensión se pierde, la comunidad se enferma, se cierra en sí misma y se atrofia.  Hoy reflexionó sobre la conversión de Mateo. «Todo comenzó cuando Jesús vio a un hombre, Mateo, y no lo juzgó por lo que hacía —era un publicano— sino por su realidad íntima, con sus virtudes y sus defectos». 

Antoine Mekary | ALETEIA

Ser testigo de la alegría

Mateo – dijo el Papa – se levantó, dejó su puesto de autoridad y sus seguridades, y se puso a disposición de Jesús, en una actitud de servicio a los demás. 

Mateo no se fue a un lugar lejano e idílico, sino que regresó a su casa. Al volver, ya no era el mismo. El encuentro con Jesús lo había cambiado, convirtiéndolo en un auténtico testigo de la alegría del Evangelio. 

Antoine Mekary | ALETEIA

No debemos esperar a ser perfectos

El Papa insistió que no debemos esperar a ser perfectos y haber recorrido un largo camino detrás de Jesús para dar testimonio de Él. Pues, afirmó: «Nuestro anuncio comienza hoy, allí donde vivimos. Y no comienza tratando de convencer a los demás, sino testimoniando cada día la belleza del amor que nos ha mirado y resucitado». 

Antoine Mekary | ALETEIA

La belleza convence, no la ideología 

Entonces, insistió que si tenemos esta belleza en el corazón, «es comunicando esta belleza como se convence a la gente, no nosotros», precisó sin hojas en la mano: «Nosotros somos los que anunciamos al Señor, no nos anunciamos a nosotros mismos ni una ideología política». 

Y agregó: «No, es Jesús quien nos pone en contacto con la gente, sin convencerla, buscando que el Señor la convenza». Por eso, recordó la memoria de Joseph Ratizinger: «la Iglesia no hace proselitismo». «Cuando vean a cristianos haciendo proselitismo, haciendo una lista de personas, estos no son cristianos, son paganos disfrazados de cristianos, tienen corazones paganos».

«Este testimonio atractivo y alegre es la meta a la que nos lleva Jesús con su mirada de amor y con el movimiento de salida que su Espíritu suscita en el corazón». 

Antoine Mekary | ALETEIA

Una anécdota sobre las monjas coreanas 

A continuación, el Papa relató un episodio ocurrido en un hospital de Buenos Aires, cuando un grupo de monjas coreanas acudió a ayudar. 

Al día siguiente de tomar posesión de la casa, «bajaron a visitar a los enfermos, pero no hablaban ni una palabra de español, sólo hablaban coreano. Y los enfermos estaban contentos: ‘Estas monjas son buenas. ¿Qué te dijeron?’- “Nada, pero con su mirada me hablaron”-. Comunicaron a Jesús, no a sí mismas. Comunicar a Jesús, no a nosotros mismos: ése es el atractivo, contrario al proselitismo’».

La Audiencia General concluyó con el rezo del Pater Noster y la Bendición Apostólica.