A este tercer domingo de pascua y nuestro evangelio es lo que llaman la obra maestra dentro de la Obra maestra se refiere a que el capítulo 24 de Lucas es una obra maestra Pero dentro de ella encontramos este relato de los discípulos en el camino de Emaús y es una obra maestra por un montón de razones pero pienso que básicamente es un resumen de la vida espiritual esto es pueden leer toda la dinámica de la vida espiritual en esta historia miren. Cómo comienza el mismo día de la resurrección iban dos de los discípulos hacia un pueblo llamado Emaús situado a unos 11 kilómetros de Jerusalén todo en Lucas se dirige hacia Jerusalén Allí es donde está la acción Así es donde tiene lugar la cruz y la resurrección así sucede la venida del Espíritu Santo todo se dirige hacia Jerusalén Jesús dirige su rostro hacia Jerusalén Así que estos dos discípulos están caminando en la dirección equivocada Ese es el punto que tenemos que ver Y de nuevo tenemos que identificarnos con ellos representan a todos nosotros discípulos de Jesús que sin embargo nos seguimos equivocando seguimos alejándonos del lugar al que deberíamos ir esta es sin embargo la buena noticia. Aunque están caminando en la dirección equivocada Jesús viene y camina con ellos aunque no lo reconocen hay muchas cosas aquí pero esa es la primacía de la gracia de la que hablo todo el tiempo porque se podría decir que es el tema dominante de la Biblia no es que tenemos que actuar adecuadamente para que Dios nos ame Esa es la lógica equivocada en el orden espiritual antes bien incluso cuando caminamos en la dirección equivocada Jesús viene a caminar con nosotros se me vienen a la mente Aquí estos grandes temas del Papa Francisco. El Papa sigue enfatizando el acompañamiento.
Y eso es lo que esto es, no tienen que actuar bien para que ÉL los acompañe. Jesús simplemente llega y camina con ellos y luego con esta especie de deliciosa ironía Jesús mismo dice: Bueno Hey de qué hablan mientras caminan lo que me encanta aquí es que es un modelo pienso yo para cualquiera que se involucre en el trabajo de la iglesia qué es lo que no funcionará muy bien, si simplemente comenzamos pontificando desde lo alto Sencillamente comenzamos a señalar moralmente con el dedo a la gente casi nunca funciona el primer paso imitando a Dios es un paso de gracia es meterse en el mundo de la persona caminen con ellos incluso cuando lo hagan en la dirección equivocada pregúntenles De qué están hablando Qué tienen en mente siempre recuerdo a Paulech el teólogo protestante que dijo la mayoría de los sermones son respuestas a preguntas que nadie hace recomendada entonces lo que llamó el método de correlación, correlacionar las preguntas del momento con las respuestas del Evangelio bueno esa es una buena intuición para cualquier maestro predicador ministro Pastoral. De qué estás hablando qué tienes en mente de nuevo el Papa Francisco es muy bueno pienso al enfatizar estos temas y la ironía continúa porque es Cristo mismo quien hace la pregunta lo escuchamos que uno de ellos llamado Cleofás le respondió eres tú el único Forastero que no sabe lo que ha sucedido estos días en Jerusalén y luego Jesús bueno Qué cosas de qué están hablando y entonces Cleofás y su amigo comienzan a relatar para el Señor mismo todos los detalles básicos de la vida y Ministerio de Jesús era un profeta poderoso en obras y palabras ante Dios Y ante todo el pueblo cómo los sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo condenaran a muerte y lo crucificaron nosotros esperábamos que él sería el libertador de Israel y sin embargo han pasado Ya tres días desde que estas cosas sucedieron Es cierto que algunas mujeres en nuestro grupo nos han desconcertado pues dijeron que estaba vivo, lo que es extraordinario es que ellos captan todo cierto, han captado la estructura principal de la historia tal como sugeriría prácticamente todos al menos en el occidente actual serían capaz de hacerlo cierto si le preguntaran a alguien Hey Cuéntame sobre Jesús de Nazaret sobre Jesucristo probablemente te contarían este boceto básico ¿Por qué entonces están abatidos? Por qué están siguiendo el camino equivocado Por qué es tan tan tristes porque aunque captan los datos no captan El patrón, y en este punto está el punto de inflexión de la historia en este momento Jesús que ha estado escuchando y acompañándolos, sin juzgamientos, escuchando sus puntos de vista les dice Qué insensatos son ustedes y qué Duros de corazón para creer todo lo anunciado por los profetas Acaso no era necesario que El Mesías padeciera todo esto y así entrara en su gloria, noten algo por favor hablamos de acompañamiento, fantástico. Estoy muy a favor de ello hablamos de caminar con la gente de escucharlos de no juzgarlos no señalar con el dedo Sí, sí, estoy de acuerdo con todo eso la primacía de la gracia Sí pero no Jesús, no pierde el tiempo con estos dos amigos no camina simplemente a cualquier lugar que ellos desean en el momento decisivo del proceso comienza a enseñarles no lo entienden no ven el patrón que Cristo debía padecer sufrimiento. O para así entrar en la gloria. Ahora ven el patrón de un amor sufriente que recorre todo el camino descendente para expresar la misericordia divina. Y de esa manera entrar en la gloria. Allí está el patrón y entonces con eso en mente. Esto es para todo el que quiere introducirse con mayor profundidad en las escrituras y Comenzando por Moisés y siguiendo con todos los profetas les explicó todos los pasajes de la escritura que se referían a ÉL. En aquel momento cuando Jesús mismo repasa todo el Antiguo Testamento la ley y los profetas Moisés y los profetas y señala como todo en el Antiguo Testamento habla de ÉL porque así es donde se reveló el patrón por primera vez así que sí acompañamiento sí de este modo no intrusivo y de invitación, pero luego, luego en el momento decisivo comienza a explicar a partir de la Biblia revelándoles el patrón para que pudieran comprender Quién es él ahora la historia se intensifica en este punto se acerca del pueblo. A dónde se dirigían se están acercando a Emaús. ÉL dio la impresión de que iba a continuar y ellos estaban tan fascinados por su enseñanza que le dicen. Quédate con nosotros Así lo hace y luego como todos saben se sentaron a comer y Jesús toma el pan y lo parte los gestos característicos de la Eucaristía. Qué es la Eucaristía. Qué es, es el amor de Dios hasta la muerte., Este es mi cuerpo que será entregado por ustedes Este es el cáliz de mi sangre que será derramada por ustedes la Eucaristía significa sufrimiento para que entre en su gloria la Eucaristía significa la misericordia divina expresada en plenitud es por eso que en ese momento de partir el pan Se abrieron sus ojos y lo captaron lo vieron, la enseñanza del Antiguo Testamento la revelación del patrón comenzaron a ver seguro que comenzaron a ver, sus corazones ardían dentro de ellos tal cual pero fue luego en el momento eucarístico que se reveló el patrón entero y supieron con quién estaban tratando supieron Quién era ÉL Cristo a través de la palabra y a través de la Eucaristía los envía ahora de regreso en la dirección correcta, a pesar de los peligros del camino a pesar de lo tarde del horario a pesar del temor de lo que les podría suceder en Jerusalén regresan a la ciudad Sagrada al final de la misa. Después de que hemos experimentado a Cristo al Explicar la palabra y al partir el pan escuchamos estas palabras vayan, vayan, la misa ha terminado vayan proclamen el Evangelio glorifiquen al Señor en sus vidas Ese es el envío que tiene lugar al final de la historia Qué hermoso de paso que regresan con los 11 en Jerusalén regresan a la iglesia, regresan a la iglesia y allí encuentran su identidad y su misión. Así que podría animarlos en este tercer domingo de pascua que somos privilegiados de leer esta hermosa historia regresen abran sus Biblias Lucas capítulo 24 esta Obra maestra, dentro de la Obra maestra, permitan que esta historia los inunde porque verán desplegada toda la dinámica de la vida espiritual. Recuerden somos sus ojos y sus oídos y sus manos y sus pies así Jesús tal vez a través de ustedes viene a caminar con aquellos que están caminando en la dirección equivocada escucha por Sí pero no Jesús no pierde el tiempo con estos dos amigos no camina simplemente a cualquier lugar que ellos desean en el momento decisivo del proceso comienza a enseñarles no lo entienden no ven el patrón que Cristo debía padecer sufrimiento O para así entrar en la gloria Ahora ven el patrón de un amor sufriente que recorre todo el camino descendente para expresar la misericordia Biblia revelándoles el patrón para que pudieran comprender Quién es ÉL ahora, la historia se intensifica en este punto se acerca a Emaús, ÉL dio la impresión de que iba a continuar y ellos estaban tan fascinados por su enseñanza que le dicen Quédate con nosotros Así lo hace y luego como todos saben se sentaron a comer y Jesús toma el pan y lo parte los gestos característicos de la eucaristía Qué es la Eucaristía Qué es es el amor de Dios hasta la muerte Este es mi cuerpo que será entregado por ustedes Este es el cáliz de mi sangre que será derramada por ustedes la Eucaristía significa sufrimiento para que entre en su gloria la Eucaristía significa la misericordia divina expresada en plenitud es por eso que en ese momento de partir el pan Se abrieron sus ojos y lo captaron lo vieron la enseñanza del Antiguo Testamento la revelación del patrón comenzaron a ver, seguro que comenzaron a ver sus corazones ardían dentro de ellos tal cual, pero fue luego en el momento eucarístico que se reveló el patrón entero y supieron con quién estaban tratando supieron Quién era ÉL, desaparece en la misión de ellos escuchen se levantaron inmediatamente y regresaron a Jerusalén comenzaron yendo por el camino equivocado pero el encuentro con Cristo a través de la palabra y a través de la Eucaristía los envía ahora de regreso en la dirección correcta, Qué hermoso de paso que regresan con los 11 en Jerusalén regresan a la iglesia regresan a la iglesia y allí encuentran su identidad y su misión vida espiritual y A TODOS UDS. POR PAX TV. EL MEJOR DE LOS CARIÑOS, CON XTO. IGLESIA. CON AMOR Y CON JESÚS Y MARÍA SEAN SANTIFICADOS DE CORAZÓN CON EL SR.
Luke 24:13-35
En el Evangelio de hoy Jesús se encuentra con dos discípulos de camino a Emaús, pero ellos no lo reconocen. En el curso de la conversación, les clarifica las Escrituras, revelando los grandes signos bíblicos que daban sentido a las “cosas” que ellos habían presenciado. La clave interpretativa no es otra que Su propio sufrimiento y muerte, Su disposición a ir hasta el límite del abandono por Dios para salvar a los que se habían alejado del Amor divino.
Y a través de este proceso, comienzan a entender la Biblia en su totalidad, y sus corazones arden. Los dos discípulos lo presionan para que se quede con ellos mientras se acercaban al pueblo de Emaús. Jesús se sienta con ellos, toma el pan, lo bendice, lo parte y se los da, y en ese preciso momento lo reconocen.
El modo fundamental por el cual entendemos a Jesucristo no son las Escrituras sino la Eucaristía, porque ella es Cristo mismo, y en ella Él está de modo personal y activo. La Encarnación del Misterio Pascual, la Eucaristía, es el amor de Jesús por el mundo hasta la muerte, Su viaje hacia el abandono por Dios para salvar al más desesperado de los pecadores, Su corazón entregado por compasión.
Después Jesús repite a los dos discípulos el gesto clave de cada eucaristía: toma el pan, lo bendice, lo partió y lo dio. En esta serie de gesto, ¿no está quizá toda la historia de Jesús? (…) Jesús nos toma, nos bendice, “parte” nuestra vida —porque no hay amor sin sacrificio— y la ofrece a los otros, la ofrece a todos. Es un encuentro rápido, el de Jesús con los dos discípulos de Emaús. Pero en él está todo el destino de la Iglesia. Nos cuenta que la comunidad cristiana no está encerrada en una ciudadela fortificada, sino que camina en su ambiente más vital, es decir la calle. (…) para después ofrecer la Palabra de vida, el testimonio del amor, amor fiel hasta el final. Y entonces el corazón de las personas vuelve a arder de esperanza. (Audiencia General, 24 mayo 2017)
Jorge, Santo
Memoria Litúrgica, 23 de abril
Mártir
Martirologio Romano: San Jorge, mártir, cuyo glorioso certamen, que tuvo lugar en Dióspolis o Lidda, en Palestina, celebran desde muy antiguo todas las Iglesias, desde Oriente hasta Occidente († s. IV).
Etimológicamente: Jorge = Aquel que trabaja la tierra, es de origen griego.
Breve Biografía
La vida de San Jorge se popularizó en Europa durante la Edad Media, gracias a una versión bastante «sobria» de sus actas.
Según cuenta la tradición, el santo era un caballero cristiano que hirió gravemente a un dragón de un pantano que aterrorizaba a los habitantes de una pequeña ciudad. El pueblo sobrecogido de temor se disponía a huir, cuando San Jorge dijo que bastaba con que creyesen en Jesucristo para que el dragón muriese. El rey y sus súbditos se convirtieron al punto y el monstruo murió.
Por entonces estalló la cruel persecución de Diocleciano y Maximiano; el santo entonces comenzó a alentar a los que vacilaban en la fe, por lo que recibió crueles castigos y torturas, pero todo fue en vano.
El emperador mandó a decapitar al santo, sentencia que se llevó a cabo sin dificultad, pero cuando Diocleciano volvía del sitio de la ejecución fue consumido por un fuego bajado del cielo.
Esta versión popular de la vida del santo, induce a que en realidad San Jorge fue verdaderamente un mártir de Dióspolis (es decir Lida) de Palestina, probablemente anterior a la época de Constantino.
No se sabe exactamente como llegó a ser San Jorge patrón de Inglaterra. Ciertamente su nombre era ya conocido en las islas Británicas antes de la conquista de los normandos.
En todo caso, es muy probable que los cruzados especialmente Ricardo I hayan vuelto del oriente con una idea muy elevada sobre el poder de intercesión de San Jorge.
Quédate con nosotros
Santo Evangelio según san Lucas 24, 13-35. Domingo III de Pascua
Por: Hiram Galán, LC | Fuente: somosrc.mx
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, Tú conoces mi vida, sabes mejor que yo de mis debilidades; ayúdame a perseverar en el camino hacia la santidad y que este momento de intimidad contigo, me renueve el amor que siento por ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 24,13-35
El mismo día de la resurrección, iban dos de los discípulos hacia un pueblo llamado Emaús, situado a unos once kilómetros de Jerusalén, y comentaban todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús se les acercó y comenzó a caminar con ellos; pero los ojos de los dos discípulos estaban velados y no lo reconocieron.
Él les preguntó: «¿De qué cosas vienen hablando, tan llenos de tristeza?». Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: «¿Eres tú el único forastero que no sabe lo que ha sucedido estos días en Jerusalén?». Él les preguntó: «¿Qué cosa?». Ellos les respondieron: «Lo de Jesús el Nazareno, que era un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo. Cómo los sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él sería el libertador de Israel, y sin embargo, han pasado ya tres días desde que estas cosas sucedieron. Es cierto que algunas mujeres de nuestro grupo nos han desconcertado, pues fueron de madrugada al sepulcro, no encontraron el cuerpo y llegaron contando que se les habían aparecido unos ángeles, que les dijeron que estaba vivo. Algunos de nuestros compañeros fueron al sepulcro y hallaron todo como habían dicho las mujeres, pero a Él no lo vieron». Entonces Jesús les dijo: «¡Qué insensatos son ustedes y qué duros de corazón para creer todo lo anunciado por los profetas! ¿Acaso no era necesario que el Mesías padeciera todo esto y así entrara en su gloria?».
Y comenzando por Moisés y siguiendo con todos los profetas, les explicó todos los pasajes de la Escritura que se referían a él. Ya cerca del pueblo a donde se dirigían, él hizo como que iba más lejos; pero ellos le insistieron, diciendo: «Quédate con nosotros, porque ya es tarde y pronto va a oscurecer». Y entró para quedarse con ellos. Cuando estaban a la mesa, tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él se les desapareció. Y ellos se decían el uno al otro: «¡Con razón nuestro corazón ardía, mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras!». Se levantaron inmediatamente y regresaron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, los cuales les dijeron: «De veras ha resucitado el Señor y se le ha aparecido a Simón». Entonces ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Aparentemente somos nosotros quienes buscamos estar con el Señor, somos nosotros quienes le pedimos que se quede junto a nosotros porque comienza el atardecer de nuestra vida. ¡Pero no!, en realidad es Él quien sale al encuentro, es Él quien se cruza en la rivera de nuestras vidas.
Con esta consciencia descubrimos que el Señor siempre está a la puerta y llama; pero el abrirle la puerta es una decisión que sólo nosotros podemos tomar. Él conoce las necesidades de nuestro corazón, Él sabe lo que realmente necesitamos y quiere llenar nuestras carencias de cariño y amor. Pero también es un caballero y respeta nuestra libertad. Dios pone siempre el noventa y nueve punto nueve por ciento en nuestras vidas pero espera que nosotros respondamos a ese uno por ciento.
No temas a Dios, no te avergüences frente a Él que te conoce mejor que tú mismo.
Ayúdame, Madre Santísima, a descubrir la felicidad plena que sólo se puede encontrar en Dios y en el cumplimiento de su voluntad, aunque aparentemente parezca algo doloroso.
«El amor de Dios no cesará nunca, ni en nuestra vida ni en la historia del mundo. Es un amor que permanece siempre joven, activo y dinámico, y que atrae hacia sí de un modo incomparable. Es un amor fiel que no traiciona, a pesar de nuestras contradicciones. Es un amor fecundo que genera y va más allá de nuestra pereza. En efecto, de este amor todos somos testigos. El amor de Dios nos sale al encuentro, como un río en crecida que nos arrolla pero sin aniquilarnos; más bien, es condición de vida: “Si no tengo amor, no soy nada”, dice san Pablo. Cuanto más nos dejamos involucrar por este amor, tanto más se regenera nuestra vida. Verdaderamente deberíamos decir con toda nuestra fuerza: soy amado, luego existo».
(Catequesis de S.S. Francisco, 3 de septiembre de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Estaré atento para escuchar cuando Jesús me hable y trataré de cumplir lo que me pida.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
El Pan Eucarístico
No estamos equivocados con la celebración de la Eucaristía o Santa Misa,que no es un invento de los curas, sino que, según la Biblia, es un mandato sagrado de Cristo mismo
Por: P. Paulo Dierckx y P. Miguel Jordá | Fuente: Para dar razón de nuestra Esperanza, sepa defender su Fe
Siempre que puedo tengo la costumbre de visitar a los hermanos católicos en sus casas. Y un día, por equivocación, entré en una casa donde estaba reunido un grupito de hermanos evangélicos. Se asombraron muchísimo cuando de repente vieron en medio de ellos al cura de la Iglesia Católica. Les expliqué que estaba invitando a los católicos para leer juntos la Palabra de Dios y luego participar en «la Fracción del Pan» o Santa Misa. Inmediatamente un hermano evangélico me replicó: «¡La Palabra de Dios es el único Pan de vida!» (para hacerme entender que ellos no necesitan el Pan sagrado de la Misa).
Felicito sinceramente a nuestros hermanos evangélicos por el gran amor que tienen a la Palabra de Dios como Pan de vida. Pero me sorprende que ellos con tanta facilidad rechacen el Pan Eucarístico o Santa Misa. Este hecho me hizo pensar mucho, y luego tomé la decisión de escribir esta carta a mis hermanos católicos para explicarles que no estamos equivocados con la celebración de la Eucaristía o Santa Misa, y para recordar que la Misa no es un invento de los curas, sino que, según la Biblia, es un mandato sagrado de Cristo mismo.
El Pan de la Palabra y el Pan Eucarístico
En el Evangelio de San Juan, Jesús hace una reflexión muy profunda acerca de este tema. Jesús proclama que «El es el verdadero Pan que ha bajado del cielo» (Jn. 6, 33-35), y el Señor nos da dos razones para explicarnos por qué El es el Pan de vida:
– Primero: Jesús es «el Pan de vida», por su Palabra que abre la vida eterna a los que creen (Jn. 6, 26-51). Es decir, Jesús es «el Pan de la Palabra» que hay que creer.
– Segundo: Jesús es «Pan de Vida» por su carne y su sangre que se nos dan como verdadera comida y bebida (Jn. 6, 51-58). Con estas últimas palabras, Jesús anuncia la Eucaristía que El va a instituir durante la Ultima Cena: «Tomad y comed, esto es mi Cuerpo» (Lc. 22,19). «Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí, y yo en él» (Jn. 6, 55-56).
Está claro entonces que no debemos quedarnos solamente con «el Pan de la Palabra». Jesús nos invita también a «comer realmente su Cuerpo» como «el Pan Eucarístico».
Ahora bien, nuestros hermanos evangélicos piensan que el Pan Eucarístico es solamente un símbolo de Jesucristo y niegan la presencia real de Cristo en la Cena del Señor. La frase: «Esto es mi cuerpo», para ellos es sólo una expresión figurada.
Es más, las Biblias de los Testigos de Jehová dicen que Jesús en la Ultima Cena no dijo: «Esto es mi cuerpo», sino: «Esto significa mi cuerpo» (Lc. 22,19), y con esto acaban con la presencia real de Cristo en el Pan Sagrado o en la Santa Hostia. (Cualquiera que sepa traducir bien el idioma griego en que fue escrito el Evangelio de Lucas, sabe muy bien que la palabra usada por la Biblia en griego es «estin» que significa en castellano «es», y que esta palabra en ningún caso se puede traducir por «significa», como hacen los Testigos de Jehová. El fundador de los Testigos de Jehová, sin haber hecho estudios de la Biblia con maestros entendidos, se dedicó a traducir la Biblia a su antojo y por eso le hace decir cosas absolutamente inexactas.
Jesús nos invita a comer su Cuerpo y a beber su Sangre
El discurso de Jesús sobre «su Cuerpo, Pan de vida» (Jn. 6,51-58) lo pronunció después de la multiplicación de los panes y, en esta oportunidad, por primera vez, el Señor habló acerca de la Eucaristía: «El pan que Yo daré es mi Carne, y la daré para vida del mundo» (Jn. 6, 51).
Cuando Jesús dijo estas palabras, muchos de sus discípulos lo abandonaron, diciendo que ese modo de hablar era intolerable (Jn. 6, 59-66). Pero Jesús no dijo que estaba hablando en sentido figurado. Jesús insistió: «En verdad les digo: si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tienen verdadera vida». (Jn. 6,53).
Es más, a los Doce apóstoles Jesús les preguntó: «¿También ustedes quieren dejarme?» (Jn. 6, 67).
De ninguna manera Jesús habló aquí en sentido simbólico o figurado: «El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene la vida eterna y Yo le resucitaré en el último día» (Jn. 6,54).
La Última Cena del Señor
En el Nuevo Testamento encontramos hasta cuatro testimonios distintos acerca de la Ultima Cena del Señor: Mateo, Marcos, Lucas y Pablo. Esto quiere decir que la Ultima Cena fue un hecho de suma importancia en la vida de Jesús y en la vida de la primitiva Iglesia.
La noche antes de morir, Jesús invitó a sus apóstoles a celebrar la Pascua de los judíos, que consistía, sobre todo, en una cena solemne. Esta comida era para los judíos «la gran acción de gracias» a Dios. Y el Señor Jesús aprovechó la cena para darle un sentido nuevo y profundo.
Leemos en el Evangelio de San Lucas: «Después, Jesús tomó el pan y dando gracias (eucharistein, en griego) lo partió y se lo dio diciendo: ´Esto es mi cuerpo que es entregado por ustedes. Hagan esto en memoria mía´. Después de la cena hizo lo mismo con la copa. Dijo: ´Esta copa es la alianza nueva sellada con mi sangre, que va a ser derramada por ustedes´» (Lc. 22, 19-20).
La Ultima Cena del Señor tiene muchos significados
Solamente queremos aquí indicar algunos aspectos importantes en relación con nuestro tema:
– Primero: la Cena del Señor es «la gran acción de gracias» a Dios. La palabra griega «eucharistein» (Lc. 22,19; 1 Cor.11,24) recuerda las bendiciones que proclaman las obras de Dios: la creación, la redención, y la santificación. La Iglesia prefiere la palabra «Eucaristía» para indicar la Cena del Señor.
– Segundo: Cuando Jesús en la Ultima Cena dijo al partir el pan: «Tomen y coman, esto es mi cuerpo», no estaba hablando en forma simbólica. Estas palabras anunciaban claramente su presencia misteriosa y real en los signos del pan y del vino. Realmente Jesús dio al pan y al vino un nuevo sentido.
Jesús dijo claramente: «Esto es mi cuerpo». Jesús indicó un realismo incomparable y no un simple simbolismo. Esto sucedió en la primera Eucaristía o Santa Misa.
– Tercero: También dio Jesús a sus apóstoles el mandato de recordar y revivir estos gestos sagrados: «Hagan esto en memoria mía» (Lc. 22,19). Fiel a este mandato de Jesús, la Iglesia desde aquel momento hasta ahora realiza continuamente estos signos sagrados que hizo Jesús en la Ultima Cena. Y la Iglesia cree que el Pan consagrado en cada Eucaristía es a la vez figura y realidad del Cuerpo celestial de Cristo: un memorial vivo de Cristo.
-Cuarto: El apóstol Pablo para recordar lo sagrado que es el alimento eucarístico, escribe en términos muy claros: «El cáliz que bendecimos, ¿no es acaso la comunión de la Sangre de Cristo? Y el Pan que partimos, ¿no es acaso la comunión del Cuerpo de Cristo?» (1Cor. 10,16).
Para Pablo, ese pan y ese vino, una vez consagrados, no son un simple símbolo del cuerpo y sangre, sino realmente el Cuerpo y la Sangre de Cristo glorificado. Y en este mismo sentido sigue el apóstol escribiendo a los Corintios, después de reprenderles por algunos abusos que cometían en sus reuniones: «Así, pues, cada vez que comen de este pan y beben de la copa, están proclamando la muerte del Señor hasta que venga. Por tanto si alguien come el pan y bebe de la copa del Señor indignamente, peca contra el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Por eso, que cada uno examine su conciencia antes de comer del pan y beber de la copa. De otra manera come y bebe su propia condenación al no distinguir el cuerpo de Cristo. Esta es la razón por la cual se ven tantos enfermos entre ustedes» (1Cor. 11, 26-30).
Consideraciones finales
Mucha gente de hoy, igual como en el tiempo de Jesús, tiene dudas acerca de la presencia real de Cristo en el Pan Eucarístico. Muchos se preguntan: «¿Cómo puede ser eso?… ¿No es demasiado para nuestra inteligencia humana aceptar todo esto?…»
Es verdad, nuestra inteligencia humana no es capaz de captar esta presencia misteriosa de Cristo en la Eucaristía. Solamente con los ojos de la fe podemos experimentar esta presencia real e íntima de Cristo en el Pan Sagrado.
La presencia del cuerpo de Cristo en el Pan Sagrado no es una presencia física, o sea, material, como si pudiéramos decir: «Jesús está aquí sentado a la mesa al lado mío». No debemos olvidar que el Cuerpo de Cristo, después de su muerte y resurrección, es para siempre un cuerpo glorificado, un cuerpo celestial que se hace presente entre nosotros en el pan y en el vino. Es una presencia real. No una presencia material de Cristo, sino una presencia terrenal de su cuerpo celestial.
En otras palabras: mediante un gesto visible, el creyente participa de una realidad que no se ve, pero entra realmente en comunión con Cristo glorificado y resucitado. Acostumbramos a aplicar la palabra sacramento para designar un signo externo que contiene una realidad espiritual. En la Cena del Señor, o Santa Misa, nuestra fe nos lleva a recibir como Cuerpo y Sangre de Cristo algo que todavía no parece ser más que pan y vino. Pero, por estos signos o sacramentos, Cristo se hace para nosotros realmente alimento y vida.
La Comunión Eucarística es el cuerpo y el corazón de la vida de la Iglesia, la cual es ante todo comunión. Es el lugar en que los hombres experimentan, ya en la tierra, la unión entre ellos y Cristo.
Queridos hermanos, estas son las razones por las que nosotros los católicos, conforme al mandato del Señor: «Hagan esto en memoria mía», celebramos la Eucaristía Domingo tras Domingo, y creemos con toda firmeza que Cristo glorificado está realmente presente en el pan y en el vino consagrados. No es ningún invento de los curas, como piensan algunos hermanos evangélicos, sino que ésta es una enseñanza bíblica, creída plenamente por todos los verdaderos cristianos desde el principio de nuestra santa religión hasta el día de hoy.
Los distintos nombres para indicar la Santa Misa:
Eucaristía porque es «acción de gracias» a Dios. La palabra griega «eucharistein» (Lc. 22,19 y 1 Cor. 11,24) recuerda las bendiciones judías que proclaman, sobre todo durante la comida, las obras de Dios: la creación, la redención y la santificación.
Cena del Señor o Banquete del Señor porque se trata de la Cena que el Señor celebró con sus discípulos la víspera de su pasión (1Cor. 11, 20).
Fracción del Pan porque el gesto de partir el pan y repartirlo lo utilizó Jesús cuando bendijo y distribuyó el pan en la Ultima Cena (Mt. 26, 26; 1 Cor. 11, 24; Hech. 2, 42 y Hech. 20, 7-11).
Comunión porque por este sacramento nos unimos a Cristo que nos hace partícipes de su Cuerpo y de su Sangre para formar un solo Cuerpo (común-unión) (1 Cor. 10, 16-17).
Santo Sacrificio porque actualiza el único sacrificio de Cristo Salvador e incluye la ofrenda de la Iglesia. Así también se llama «Sacrificio de Alabanza» (Heb. 13, 15), sacrificio espiritual (1 Ped. 2,5).
Santa Misa porque la liturgia en la que se realiza el misterio de nuestra salvación se termina con el envío de los fieles (envío=missio en latín) a fin de que cumplan la voluntad de Dios en su vida cotidiana.
Antes del Padecimiento
en la noche de la Cena
el Señor con gracia plena
instituyó el Sacramento.
Su Cuerpo y Sangre sustento
eran para el pecador
por eso el Supremo Autor
en la Mesa del altar
nos dio este rico manjar
que es la fineza mayor.
Cuestionario
¿Es Jesús el Pan de Vida? ¿Cómo interpretan los evangélicos el texto de Lc. 22, 19? ¿Cómo lo interpretamos los católicos? ¿Nos invita Jesús a comer su Cuerpo? ¿Cuándo nos mandó Jesús comer el Pan de Vida? ¿Cómo presentan la Cena los tres sinópticos? ¿Hablaba Jesús en forma real o simbólica sobre su presencia en la Eucaristía? ¿Qué dice Pablo en lo referente a la Comunión? ¿Está Cristo en medio de nosotros?
San Jorge: Lo que se sabe del verdadero y las leyendas
Posiblemente un soldado mártir en Palestina
San Jorge es un hombre que murió por su fe cristiana como mártir en Dióspolis o Lidda, en Palestina, la actual ciudad de Lod, en Israel, a 16 kilómetros al sur de Tel Aviv, en la costa.
Poco más sabemos con rigor histórico de este mártir tan venerado por todas las Iglesias en Oriente y Occidente especialmente desde el siglo IV.
Fue entonces cuando parece que se originó su leyenda:
Jorge era hijo de Geroncio, un oficial del ejército romano, y Policromía, quien educó a su hijo en la fe cristiana.
Cuando murió su padre se trasladó a la ciudad natal de su madre, Lidda.
Un soldado con conciencia
Poco después de cumplir la mayoría de edad, Jorge entró en el ejército. Fue un brillante soldado y antes de los 30 años ya fue destinado a Nicomedia como guardia personal de Diocleciano.
En el año 303, este emperador emitió un edicto que autorizaba perseguir a los cristianos en todo el imperio. Jorge recibió órdenes de participar.
Entonces confesó que él también era cristiano y Diocleciano ordenó que le torturaran para que renunciara a su fe cristiana.
No lo logró, así que se ordenó su ejecución. Fue decapitado frente a las murallas de Nicomedia el 23 de abril de 303.
PD
Princesas y dragones
En otra de las leyendas sobre su figura aparece el famoso dragón, un monstruo que se comía dos ovejas diarias. Cuando ya no quedaba ganado, se sacrificaban doncellas.
San Jorge logró matar a la bestia con su lanza y liberar a la princesa antes de ser devorada por ella.
Es patrón de Inglaterra, Portugal, Bulgaria, Etiopía y Georgia, y en España de las comunidades autónomas de Cataluña y Aragón, así como de varias poblaciones.