Luke 15:3-7
Amigos, uno de los rasgos del Evangelio de hoy es la locura del pastor: “Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla?”
Bien, la respuesta implícita es “no”. ¿Quién se arriesgaría a poner las noventa y nueve ovejas en peligro para encontrar una? Es solo mal gerenciamiento. ¿Por qué se preocuparía Dios por una pequeña alma? ¿Por qué se molestaría?Bueno, porque está en su naturaleza. Es lo que él hace. Como dijo Santa Catalina de Siena, él es pazzo d’amore (loco de amor). Dios está tan loco por ti como si fueras la única persona en el mundo.
Sagrado Corazón de Jesús
Adoramos el Corazón de Cristo porque es el corazón del Verbo encarnado, del Hijo de Dios hecho hombre
Por: Teresa Vallés | Fuente: Catholic.net
Explicación de la fiesta
La imagen del Sagrado Corazón de Jesús nos recuerda el núcleo central de nuestra fe: todo lo que Dios nos ama con su Corazón y todo lo que nosotros, por tanto, le debemos amar. Jesús tiene un Corazón que ama sin medida.
Y tanto nos ama, que sufre cuando su inmenso amor no es correspondido.
La Iglesia dedica todo el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, con la finalidad de que los católicos lo veneremos, lo honremos y lo imitemos especialmente en estos 30 días.
Esto significa que debemos vivir este mes demostrandole a Jesús con nuestras obras que lo amamos, que correspondemos al gran amor que Él nos tiene y que nos ha demostrado entregándose a la muerte por nosotros, quedándose en la Eucaristía y enseñándonos el camino a la vida eterna.
Todos los días podemos acercarnos a Jesús o alejarnos de Él. De nosotros depende, ya que Él siempre nos está esperando y amando.
Debemos vivir recordandolo y pensar cada vez que actuamos: ¿Qué haría Jesús en esta situación, qué le dictaría su Corazón? Y eso es lo que debemos hacer (ante un problema en la familia, en el trabajo, en nuestra comunidad, con nuestras amistades, etc.).
Debemos, por tanto, pensan si las obras o acciones que vamos a hacer nos alejan o acercan a Dios.
Tener en casa o en el trabajo una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, nos ayuda a recordar su gran amor y a imitarlo en este mes de junio y durante todo el año.
Origen de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús
Santa Margarita María de Alacoque era una religiosa de la Orden de la Visitación. Tenía un gran amor por Jesús. Y Jesús tuvo un amor especial por ella.
Se le apareció en varias ocasiones para decirle lo mucho que la amaba a ella y a todos los hombres y lo mucho que le dolía a su Corazón que los hombres se alejaran de Él por el pecado.
Durante estas visitas a su alma, Jesús le pidió que nos enseñara a quererlo más, a tenerle devoción, a rezar y, sobre todo, a tener un buen comportamiento para que su Corazón no sufra más con nuestros pecados.
El pecado nos aleja de Jesús y esto lo entristece porque Él quiere que todos lleguemos al Cielo con Él. Nosotros podemos demostrar nuestro amor al Sagrado Corazón de Jesús con nuestras obras: en esto precisamente consiste la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Las promesas del Sagrado Corazón de Jesús:
Jesús le prometió a Santa Margarita de Alacoque, que si una persona comulga los primeros viernes de mes, durante nueve meses seguidos, le concederá lo siguiente:
1. Les daré todas las gracias necesarias a su estado (casado(a), soltero(a), viudo(a) o consagrado(a) a Dios).
2. Pondré paz en sus familias.
3. Los consolaré en todas las aflicciones.
4. Seré su refugio durante la vida y, sobre todo, a la hora de la muerte.
5. Bendeciré abundantemente sus empresas.
6. Los pecadores hallarán misericordia.
7. Los tibios se harán fervorosos.
8. Los fervorosos se elevarán rápidamente a gran perfección.
9. Bendeciré los lugares donde la imagen de mi Corazón sea expuesta y venerada.
10. Les daré la gracia de mover los corazones más endurecidos.
11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás será borrado de Él.
12. La gracia de la penitencia final: es decir, no morirán en desgracia y sin haber recibido los Sacramentos.
Oración de Consagración al Sagrado Corazón de Jesús
Podemos conseguir una estampa o una figura en donde se vea el Sagrado Corazón de Jesús y, ante ella, llevar a cabo la consagración familiar a su Sagrado Corazón, de la siguiente manera:
Señor Jesucristo, arrodillados a tus pies,
renovamos alegremente la Consagración
de nuestra familia a tu Divino Corazón.
Sé, hoy y siempre, nuestro Guía,
el Jefe protector de nuestro hogar,
el Rey y Centro de nuestros corazones.
Bendice a nuestra familia, nuestra casa,
a nuestros vecinos, parientes y amigos.
Ayúdanos a cumplir fielmente nuestros deberes, y participa de nuestras alegrías y angustias, de nuestras esperanzas y dudas, de nuestro trabajo y de nuestras diversiones.
Danos fuerza, Señor, para que carguemos nuestra cruz de cada día y sepamos ofrecer todos nuestros actos, junto con tu sacrificio, al Padre.
Que la justicia, la fraternidad, el perdón y la misericordia estén presentes en nuestro hogar y en nuestras comunidades.
Queremos ser instrumentos de paz y de vida.
Que nuestro amor a tu Corazón compense,
de alguna manera, la frialdad y la indiferencia, la ingratitud y la falta de amor de quienes no te conocen, te desprecian o rechazan.
Sagrado Corazón de Jesús, tenemos confianza en Ti.
Confianza profunda, ilimitada.
Sugerencias para vivir la fiesta:
Poner una estampa del Sagrado Corazón de Jesús, algún pensamiento y la oración para la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús.
Hacer una oración en la que todos pidamos por tener un corazón como el de Cristo.
Leer en el Evangelio pasajes en los que se podamos observar la actitud de Jesús como fruto de su Corazón.
El amor misericordioso
Santo Evangelio según san Lucas 15, 3-7. Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
Por: Kevin Alexis Franco López, LC | Fuente: somosrc.mx
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
El Señor es mi Pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan.
Del salmo 23
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 15, 3-7
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos y a los escribas esta parábola: “¿Quién de ustedes, si tiene cien ovejas y se le pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la que se le perdió hasta encontrarla? Y una vez que la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa, reúne a los amigos y vecinos y les dice: ‘Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido’.
Yo les aseguro que también en el cielo habrá más alegría por un pecador que se convierte, que por noventa y nueve justos, que no necesitan convertirse”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Este pasaje es uno de los más hermosos del Evangelio porque nos recuerda algo muy importante… «El amor misericordioso del Padre» por cada uno de nosotros. Cristo, nuestro Rey y Salvador, vino por los pecadores y no por los justos; prefiere un pecador que se arrepienta que noventa y nueve justos, ¡cuánto consuelo nos debe de dar esto!
Pensar que Cristo, buen Pastor, va a buscarnos en los momentos en los que nos descarrilamos de las demás ovejas, es algo que debe de hacer eco en nuestro corazón, porque es Dios mismo el que se interesa por encontrarnos, ponernos entre sus hombros y amarnos con un amor infinito.
Si esta oveja perdida de la que habla el evangelio estuviera en una zanja atascada y llena de espinas a su alrededor, al Buen Pastor no le importaría lo que tuviera que hacer porque, para Él, cada oveja vale muchísimo. Por eso pregunto: ¿Tienes plena confianza en este Pastor?
«Los llamaban pecadores. Jesús [se acercaba a ellos sin miedo] Lo hace porque sabe que en el cielo hay más fiesta por uno solo de los que se equivocan, de los pecadores convertidos, que por noventa y nueve justos que permanecen bien. Y mientras esta gente se limitaba a murmurar o a indignarse porque Jesús se juntaba con la gente señalada por algún error social, algún pecado, y cerraban las puertas de la conversión, del diálogo con Jesús, Jesús se acerca y se compromete, Jesús pone en juego su reputación e invita siempre a mirar un horizonte capaz de hacer nueva la vida, de hacer nueva la historia. Todos, todos, tenemos un horizonte, todos. “Yo no lo tengo”, puede decir alguno. Abrí la ventana y lo vas a encontrar, abrí la ventana de tu corazón, abrí la ventana del amor que es Jesús y lo vas a encontrar. Todos tenemos un horizonte».
(Homilía de S.S. Francisco, 25 de enero de 2019).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
A lo largo de este día, le rezaré al Buen Pastor y le diré que no deseo otra cosa más que abandonarme a Él.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
5 datos de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

Public Domain
Philip Kosloski – publicado el 26/06/25
He aquí una breve guía de la solemnidad del Sagrado Corazón, que explica su origen y la rica historia de esta bella e importante fiesta para la Iglesia católica
La Iglesia católica celebra cada año la solemnidad del Sagrado Corazón, en honor del amor divino de Jesús por la humanidad.
La Iglesia siempre ha creído en la belleza del amor de Jesús y en cómo procede de su Corazón.
Sin embargo, esta fiesta litúrgica no siempre estuvo en el calendario y tardó muchos siglos en establecerse y extenderse por todo el mundo.
He aquí cinco datos clave que hay que conocer sobre el origen y la historia de la solemnidad del Sagrado Corazón:
1 JESÚS SOLICITÓ LA FIESTA EN 1675
Santa Margarita María Alacoque recibió revelaciones privadas de Jesucristo.
Jesús le habló el 16 de junio de 1675 y le pidió específicamente que promoviera una fiesta que honrara a su Sagrado Corazón.
2 LA FIESTA SE CELEBRA EL VIERNES DESPUÉS DE CORPUS CHRISTI
Jesús pidió específicamente a santa Margarita María Alacoque que «el viernes después de la Octava del Corpus Christi sea apartado para una Fiesta especial en honor de Mi Corazón».
3 LA PRIMERA FIESTA DEL SAGRADO CORAZÓN SE CELEBRABA EN OCTUBRE
El portal Vatican News informa que:
«Fue el sacerdote normando ‘Juan Eudes, quien celebró esta fiesta por primera vez el 20 de octubre de 1672. Pero ya algunas místicas alemanas de la Edad Media —Matilda de Magdeburgo (1212-1283), Matilde de Hackeborn (1241-1298) y Gertrudis de Helfta (1256-1302)—, así como el dominico Beato Enrique Suso (1295 – 1366), habían cultivado la devoción al Sagrado Corazón de Jesús'».
4 POLONIA FUE EL PRIMER PAÍS EN INSTITUIR LA FIESTA
El primer país que instituyó una fiesta litúrgica en honor del Sagrado Corazón fue, precisamente, Polonia. Así lo confirma el Papa Pío XII en su encíclica Haurietis aquas:
«La Sagrada Congregación de Ritos -por decreto del 25 de enero de 1765, que fue aprobado por Nuestro predecesor, Clemente XIII, el 6 de febrero del mismo año- concedió la celebración litúrgica de la fiesta a los obispos polacos y a la llamada Archicofradía del Sagrado Corazón de Jesús de Roma. La Sede Apostólica actuó así para que la devoción entonces existente y floreciente pudiera extenderse, ya que su propósito era ‘renovar con este símbolo el recuerdo de aquel amor divino’ por el que Nuestro Salvador fue movido a ofrecerse como víctima expiatoria por los pecados de los hombres».
5 LA FIESTA SE HIZO UNIVERSAL EN 1856
En un decreto de la Sagrada Congregación de Ritos del 23 de agosto de 1856, el Papa Pío IX estableció la fiesta para la Iglesia universal. Era una respuesta directa a la petición de los obispos franceses, que querían que la fiesta se celebrara en todas las partes del mundo.
Además, En 1995, san Juan Pablo II instituyó en este mismo día la Jornada Mundial de Oración por la Santificación del Clero, para que Jesús custodie el sacerdocio en su corazón.