• Mark 9:2-10
Bishop Robert Barron
Amigos, el Evangelio de hoy nos presenta la Transfiguración de Cristo. ¿Qué es la Transfiguración? San Marcos nos habla literalmente de una metamorfosis, un ir más allá de la forma que Él tenía. Me gustaría usar la descripción de San Pablo cuando nos dice que es “el conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo”. En Su humilde humanidad, y a través de ella, Su divinidad brilla. La proximidad de Su divinidad de ninguna manera compromete la integridad de Su humanidad, sino que la hace brillar con mayor belleza. Esta es la versión de la zarza ardiente en el Nuevo Testamento.
El Jesús que es a la vez divino y humano, es un Jesús evangélicamente convincente. Si Él sólo es divino, entonces no nos llega; y si Él es sólo humano, no puede salvarnos. Su esplendor consiste en la unión de las dos naturalezas, sin mezclarse, ni confundirse.
Este mismo Jesús es quien luego acompaña a sus discípulos bajando de la montaña y camina con ellos al ritmo ordinario de sus vidas. Este es el Cristo que quiere reinar como Señor de nuestras vidas en cada momento y detalle. Si nos olvidamos de esta dimensión, entonces Jesús se convierte en un recuerdo lejano, una figura del pasado.
Jesús manifiesta su gloria en el Tabor
Con esta frase se anuncia en el Rosario, como misterio luminoso, la fiesta que hoy celebramos: La transfiguración. Para mí, personalmente, es más comprensible y pone más de manifiesta su intencionalidad. Manifiesta la pedagogía usada por Jesús, para instruir a sus discípulos con la finalidad que comprendieran, intuyeran, su identidad y misión. Sorprende que en medio de tanta actividad y tantas instrucciones sitúen los evangelistas este episodio.
Este hecho acontece cuando ya ha aparecido en el horizonte, y con bastante claridad, que la vida del Maestro va acabar de manera violenta. No sólo se lo ha dicho, sino que lo ven palpado en el ambiente.
Un episodio antes se lo ha comunicado y, después de este episodio, otra vez.
Como buen maestro descubre que sus discípulos no se lo creen o no lo entienden. Decide escoger a los más íntimos, se retira a un monte, lugar más cercano a la presenciade Dios, según la mentalidad judía, y en clima de silencio y de oración les manifiesta su triunfo, su gloria, manifestada en sus vestiduras, en la presencia de dos personajes importantes en la historia de Israel, en la nube que les cubrió y en las palabras escuchadas. “Es mi hijo. Escuchadlo”.
Escuchar a Jesús. Identidad creyente
Jesús, en el evangelio de Marcos, escoge a sus discípulos para que vayan detrás de Él y siguiéndole aprendan. Le han seguido y ahora, los más íntimos, escucharan que es el Hijo predilecto del Padre, es decir, no es un maestro cualquiera, sino el Hijo de Dios. Como tiene una relación personal e íntima con Dios, tienen que escucharle. Para aprender hay que escucharle y hay que ver cómo actúa. Así manifiestan su condición de discípulos, y nosotros manifestamos nuestra condición de creyentes en Jesús.
Esa relación personal con Dios es el verdadero secreto de su identidad y la actuación de Jesús le viene del conocimiento que recibe del Padre. En cuanto que es Hijo, en Él se reveló Dios en cuanto Padre y en el actuar de Jesús manifiesta Dios su amor ysu voluntad. Jesús no conoce a Dios solo a distancia como el Señor, tal como lo conocen Moisés y Elías, sino que le conoce como un Padre en una relación de proximidad filial. Por eso Jesús representa el conocimiento íntimo y definitivo de Dios. EL pueblo ha escuchado a Moisés y Elías, ahora debe escuchar a Jesús. Con su persona, con su acción y con su palabra lleva al pueblo el mensaje definitivo de Dios. A través de Jesús aprende el pueblo lo que Dios tiene intención de hacer con él y el modo en que él debe comprometerse con Dios. La Transfiguración representa el punto culminante de la revelación de Jesús. En ella se manifiesta a sus discípulos en su relación con la historia de Israel, en su relación con Dios, en relación con la humanidad. De esta relación depende la presencia de su persona, su grandeza y su profundidad pueden ser comprendidas en la medida en que se comprenda quien es Dios. ¿Qué aprenden los discípulos en este pasaje de la Transfiguración? ¿Qué lección debemos sacar nosotros? Que Dios se revela como el Padre de Jesús. Padre lleno de amor; que Jesús es el Hijo predilecto de Dios; que en la palabra y en la actuación de Jesús se revela el amor paterno de Dios.Se les impone silencio. Tienen necesidad de tiempo y deben participar de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, antes de poder comprender la verdadera identidad de Jesús y su misión salvadora, entonces ya no podrán callar, deberán dar, más bien, abierto testimonio Esta es ahora nuestra tarea, dar testimonio de lo que descubrimos en esta fiesta: la verdadera identidad de Jesús y su misión, para lo cual escuchemos Su Palabra y con la fuerza del Espíritu hagámoslo realidad. Es urgente escuchar más a Jesús.
La vida consagrada llamada a evangelizar el sexto continente
Encuentro Internacional de la Vida Consagrada reunió a religiosas de todo el mundo para formarse en el uso de los medios de comunicación y la evangelización digital.
Del 27 al 30 de noviembre y el 4 de diciembre se realizó el Primer Encuentro Internacional de comunicación para la Vida Religiosa. Esta actividad fue organizada por la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) y patrocinadas por la fundación Conrad N. Hilton y tiene como objetivo formar a las consagradas en el ámbito de los medios de comunicación.
Formarse en redes sociales
Fueron cerca de 500 comunicadores que participantes de una semana de eventos on line dedicados a la comunicación en la Vida Consagrada y que recibir distintos espacios formativos networking e intercambiaron experiencias, a través de palestras, conferencias, mesas redondas y seminarios.
Por las religiosas y consagradas (Intenciones del Papa febrero 2022)
Estas actividades fueron impartidas por 300 oradores provenientes de todo el mundo que fueron traducidas en inglés, italiano, francés, español y portugués. Algunos de los temas más sobresalientes fueron el tener un adecuado discernimiento digital a la hora de generar contenido, las guías de estrategias de la comunicación que se utilizan, que sean orientadas con criterios éticos y de protección. Se presentaron, además, los desafíos que se presenta en la actualidad, el uso de la inteligencia artificial, la robótica y el metaverso.
Frutos del encuentro
El último día se presentó la publicación “Sisters Communicate”, que recoge la opinión de los participantes y reflejando sus alegrías y desafíos en relación al ámbito de la comunicación. Se señaló entre ellos, la importancia de invertir en la formación de las consagradas para que las mismas adquieran mayor competencia, saber concebir la comunicación como una misión ya que el rostro de la congregación es la comunicación con el mundo.
También se compartió los frutos obtenidos hasta el momento a través del “Proyecto Pentecostés” que se extenderá hasta el año 2025.
Finalmente se expuso una declaración, que refleja el compromiso de la vida consagrada a convertirse en misionera en los medios de comunicación, comprometida con el paradigma actual que es el digital y que reconoce que su misión es conducida por el Espíritu Santo que la impulsa a generar comunión con el sexto continente.
Transfiguración de Jesús
Fiesta Litúrgica, 6 de agosto
Por: Tere Fernández
Fuente: Catholic.net
Nuestro Señor mostró su gloria a tres de sus apóstoles en el monte Tabor
Narra el santo Evangelio (Lc. 9, Mc. 6, Mt. 10) que unas semanas antes de su Pasión y Muerte, subió Jesús a un monte a orar, llevando consigo a sus tres discípulos predilectos, Pedro, Santiago y Juan. Y mientras oraba, su cuerpo se transfiguró. Sus vestidos se volvieron más blancos que la nieve,y su rostro más resplandeciente que el sol. Y se aparecieron Moisés y Elías y hablaban con El acerca de lo que le iba a suceder próximamente en Jerusalén.
Pedro, muy emocionado exclamó: -Señor, si te parece, hacemos aquí tres campamentos, uno para Ti, otro para Moisés y otro para Elías.
Pero en seguida los envolvió una nube y se oyó una voz del cielo que decía: «Este es mi Hijo muy amado, escuchadlo».
El Señor llevó consigo a los tres apóstoles que más le demostraban su amor y su fidelidad. Pedro que era el que más trabajaba por Jesús; Juan, el que tenía el alma más pura y más sin pecado; Santiago, el más atrevido y arriesgado en declararse amigo del Señor, y que sería el primer apóstol en derramar su sangre por nuestra religión. Jesús no invitó a todos los apóstoles, por no llevar a Judas, que no se merecía esta visión. Los que viven en pecado no reciben muchos favores que Dios concede a los que le permanecen fieles.
Se celebra un momento muy especial de la vida de Jesús: cuando mostró su gloria a tres de sus apóstoles. Nos dejó un ejemplo sensible de la gloria que nos espera en el cielo.
Un poco de historia
Jesús se transfiguró en el monte Tabor, que se se encuentra en la Baja Galilea, a 588 metros sobre el nivel del mar.
Este acontecimiento tuvo lugar, aproximadamente, un año antes de la Pasión de Cristo. Jesús invitó a su Transfiguración Pedro, Santiago y Juan. A ellos les dio este regalo, este don.
Ésta tuvo lugar mientras Jesús oraba, porque en la oración es cuando Dios se hace presente.
Los apóstoles vieron a Jesús con un resplandor que casi no se puede describir con palabras: su rostro brillaba como el sol y sus vestidos eran resplandecientes como la luz.
Pedro quería hacer tres tiendas para quedarse ahí. No le hacía falta nada, pues estaba plenamente feliz, gozando un anticipo del cielo.
Estaba en presencia de Dios, viéndolo como era y él hubiera querido quedarse ahí para siempre.
Los personajes que hablaban con Jesús eran Moisés y Elías. Moisés fue el que recibió la Ley de Dios en el Sinaí para el pueblo de Israel. Representa a la Ley. Elías, por su parte, es el padre de los profetas. Moisés y Elías son, por tanto, los representantes de la ley y de los profetas, respectivamente, que vienen a dar testimonio de Jesús, quien es el cumplimiento de todo lo que dicen la ley y los profetas.
Ellos hablaban de la muerte de Jesús, porque hablar de la muerte de Jesús es hablar de su amor, es hablar de la salvación de todos los hombres. Precisamente, Jesús transfigurado significa amor y salvación.
Seis días antes del día de la Transfiguración, Jesús les había hablado acerca de su Pasión, Muerte y Resurrección, pero ellos no habían entendido a qué se refería. Les había dicho, también, que algunos de los apóstoles verían la gloria de Dios antes de morir.
Pedro, Santiago y Juan experimentaron lo que es el Cielo. Después de ellos, Dios ha escogido a otros santos para que compartieran esta experiencia antes de morir: Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz, Santa Teresita del Niño Jesús y San Pablo, entre otros. Todos ellos gozaron de gracias especiales que Dios quiso darles y su testimonio nos sirve para proporcionarnos una pequeña idea de lo maravilloso que es el Cielo.
Santa Teresita explicaba que es sentirse “como un pajarillo que contempla la luz del Sol, sin que su luz lo lastime.”
¿Qué nos enseña este acontecimiento?
• Nos enseña a seguir adelante aquí en la tierra aunque tengamos que sufrir, con la esperanza de que Él nos espera con su gloria en el Cielo y que vale la pena cualquier sufrimiento por alcanzarlo.
• A entender que el sufrimiento, cuando se ofrece a Dios, se convierte en sacrificio y así, éste tiene el poder de salvar a las almas. Jesús sufrió y así se desprendió de su vida para salvarnos a todos los hombres.
A valorar la oración, ya que Jesús constantemente oraba con el Padre.
• A entender que el Cielo es algo que hay que ganar con los detalles de la vida de todos los días.
• A vivir el mandamiento que Él nos dejó: “Amaos los unos a los otros como Yo os he amado”.
• Habrá un juicio final que se basará en el amor, es decir, en cuánto hayamos amado o dejado de amar a los demás.
Dios da su gracia a través de la oración y los sacramentos. Su gracia puede suplir todas nuestras debilidades.
Consulta también: Transfiguración de Jesús de Jesús Martí Ballester , Transfiguración de Cristo de P. Cipriano Sánchez LC, Transfiguración del Señor P. Alberto Ramírez Mozqueda.
Su rostro resplandecía como el sol
Santo Evangelio según san Mateo 17, 1-9.
Transfiguración del Señor
Por: Hiram Galán LC
Fuente: somosrc.mx
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, quiero vivir con coherencia mi fe. Ayúdame a extender tu reino en la tierra incluso, si es necesario, con las palabras.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 17, 1-9
En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, el hermano de éste, y los hizo subir a solas con él a un monte elevado. Ahí se transfiguró en su presencia: su rostro se puso resplandeciente como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la nieve. De pronto aparecieron ante ellos Moisés y Elías, conversando con Jesús. Entonces Pedro le dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bueno sería quedarnos aquí! Si quiere, haremos aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». Cuando aún estaba hablando, una nube los cubrió y de ella salió una voz que decía: “Este es mi Hijo muy amado, en quien tengo puestas mis complacencias; escúchenlo”. Al oír esto, los discípulos cayeron rostro en tierra, llenos de un gran temor. Jesús se acercó a ellos, los tocó y les dijo:
«Levántense y no teman». Alzando entonces los ojos, ya no vieron a nadie más que a Jesús. Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: «No le cuenten a nadie lo que han visto, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos».
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
El Evangelio es el libro de las enseñanzas por excelencia. En él se delinea el camino a seguir para llegar algún día ala Jerusalén celestial.
Una continua invitación de Jesús es la de ser luz de las naciones, la de guiar a nuestros hermanos. «Ustedes son la luz del mundo». Es claro el mensaje del Señor, tenemos que ser luz en todo el sentido de la palabra. Por ello, al presentarse transfigurado, les muestra la fuerza del testimonio de quien irradia esa luz.
Es la luz verdadera que no se enciende para esconderla sino para ponerla en lo alto e iluminar a los demás. Es por ello que también lo hace en un monte. Jesús muestra que el verdadero testimonio es capaz de suscitar en los corazones aspiraciones como las de san Pedro «que bien se está aquí», quien no termina de entender lo que está sucediendo, pero es tal la fuerza de la luz que doblega su corazón.
Ésta es nuestra misión, las palabras pueden convencer pero el testimonio arrastra.
Ayúdame,Señor a que mi coherencia de cristiano, sirva como testimonio evangelizador. Que mi vida sea verdadera luz para aquellos que se encuentran en tinieblas y sombras de muerte.
«Miren, queridos amigos, la fe en nuestra vida hace una revolución que podríamos llamar copernicana, nos quita del centro y pone en el centro a Dios; la fe nos inunda de su amor que nos da seguridad, fuerza y esperanza.
Aparentemente parece que no cambia nada, pero, en lo más profundo de nosotros mismos, cambia todo. Cuando está Dios en nuestro corazón habita la paz, la dulzura, la ternura, el entusiasmo, la serenidad y la alegría, que son frutos del Espíritu Santo, entonces y nuestra existencia se transforma, nuestro modo de pensar y de obrar se renueva, se convierte en el modo de pensar y de obrar de Jesús, de Dios». (Homilía de S.S. Francisco, 25 de julio de 2013).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Buscaré reconciliarme con aquella persona a la que he herido y que mi falta de testimonio ha alejado de mi vida.
Despedida
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
La Transfiguración, donde Jesús mostró su gloria
Jesús muestra su Transfiguración delante de Pedro, Santiago y Juan, mientras la voz del Padre proclama: «Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escúchenlo»
En la Transfiguración del Señor, Jesús se mostró a tres de los Apóstoles (Pedro, Santiago y Juan) tal como es, en la gloria que le corresponde como Dios. Los tres evangelios sinópticos narran este suceso milagroso. En el Evangelio de San Lucas se describe así:
«Unos ocho días después de decir esto, Jesús tomó a Pedro, Juan y Santiago, y subió a la montaña para orar. Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto y sus vestiduras se volvieron de una blancura deslumbrante. Y dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que aparecían revestidos de gloria y hablaban de la partida de Jesús, que iba a cumplirse en Jerusalén. Pedro y sus compañeros tenían mucho sueño, pero permanecieron despiertos, y vieron la gloria de Jesús y a los dos hombres que estaban con él. Mientras estos se alejaban, Pedro dijo a Jesús: ‘¡Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías’. El no sabía lo que decía. Mientras hablaba, una nube los cubrió con su sombra y al entrar en ella, los discípulos se llenaron de temor. Desde la nube se oyó entonces una voz que decía: ‘Este es mi Hijo, el Elegido, escúchenlo’. Y cuando se oyó la voz, Jesús estaba solo. Los discípulos callaron y durante todo ese tiempo no dijeron a nadie lo que habían visto». (Lc 9, 28-36)
La Transfiguración, fiesta milenaria
Acerca de la celebración de la fiesta de la Transfiguración, la obra de referencia «Vidas de los Santos» de Alan Butler, explica:
«En el Oriente es más pronunciada que en el Occidente la tendencia a conmemorar con fiestas especiales los incidentes narrados en los Evangelios. Por consiguiente, lo más probable es que la fiesta de la Transfiguración sea de origen oriental.
Lo que consta con certeza es que antes del año 1000 se celebraba ya solemnemente esta fiesta en la Iglesia bizantina el 6 de agosto […]
Algunas Iglesias de Occidente celebraban esporádicamente la Transfiguración en diversas fechas.
El Papa Calixto III la convirtió en fiesta de la Iglesia universal para conmemorar la victoria obtenida sobre los turcos en 1456″.
6 de agosto: una victoria que protegía la fe
Pintura húngara del siglo XIX sobre la Victoria de Belgrado
Efectivamente, la fiesta se instituyó universalmente en memoria de la victoria del ejército cristiano comandado por Juan Hunyadi sobre los turcos en Belgrado el 6 de agosto de 1456.
De ahí que el Papa Calixto mandara levantar iglesias en honor al Salvador del Mundo.
Reflexión de san Juan Pablo II
El Papa san Juan Pablo II, en el año 2000, invitó a vivir esta fiesta litúrgica como una invitación a contemplar el rostro del Hijo de Dios que, en la montaña, se transfigura delante de Pedro, Santiago y Juan, mientras la voz del Padre proclama desde la nube: “Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto.
Escúchenlo” (Mc 9, 7). San Pedro, recordando con emoción ese acontecimiento, afirmará: “Hemos sido testigos oculares de su grandeza” (2 P 1, 16).
«En la época actual, dominada por la así llamada ‘civilización de la imagen’ es más fuerte el deseo de contemplar con los propios ojos la figura del Maestro divino, pero conviene recordar sus palabras: ‘Dichosos los que crean sin haber visto'» (Jn 20, 29).
Te puede interesar :Monte Tabor: basílica de la Transfiguración