Doy gracias a Dios por todo lo que hemos vivido hoy en las muchas celebraciones comunitarias. Porque nos hemos sentido una comunión que oraba y invocaba los dones del Espíritu Santo para fortalecer mi fidelidad a Jesucristo y a su Evangelio en el servicio que mis Hermanos y Hermanas me han encomendado como sacerdote en misión.
Porque PAX es una comunidad de oración abierta a todos los que estamos unidos y conscientes de que, si tal vez a todos no nos une la fe, sí compartimos la amistad, el respeto y la estimación por este esfuerzo de tantos corazones que a través de la TV. se extiende el mensaje de Amor y Paz, desde el Perú a todo los lugares que llega.
Una apertura que la tecnología ha extendido cada día, a través de los medios de comunicación en muchos hogares de fieles a los que quiero tener presentes en estas palabras, para hacerles sentir parte de nuestra asamblea, especialmente a los enfermos y los ancianos y de un modo tierno y bueno a los jóvenes y a todos los niños y niñas, que han crecido cerca del Corazón de PAX .
«Acoged todos» fueron las palabras que los últimos Papas nos han remarcado tanto, que de un modo pleno el Papa Francisco ha tenido asambleas y encuentros con creyentes que aman a Dios, sin ser católicos. Ello ha marcado la vida de nuestra comunidad llenándola de respeto y aceptación de todas las personas, sean de donde sean y tengan su creencia en la fe. No podía ser de otro modo. Son palabras que también encontraríamos en el corazón de la espiritualidad de la Regla de San Benito y que estoy seguro que continuará inspirándonos, desde la misma Comunidad de PAX VOBIS. PAX es siempre la casa de Dios y por lo tanto la casa de todos; para unas, las SISTERS, de manera estable y por los demás, los huéspedes, de manera pasajera, como Jesucristo que pasan en esta, la casa de la Virgen y que es venerada por fieles y peregrinos de todos y para todos, la casa donde quisiéramos que todo el mundo se encontrara bien. Esta casa de PAX es el don que Dios ha tenido en su gracia el dar a la Comunidad de JESUS y nos sentimos a la vez responsables y agradecidos.
Crispin y Crispiniano, Santos
Mártires, 25 de octubre
Patronos de los zapateros
Martirologio Romano: En Soissons, de la Galia Bélgica, santos Crispín y Crispiniano, mártires.
Breve Semblanza
El alma que quiere darse por entero a Dios, no ha de buscar nada para sí mismo sino que pensar, hablar y actuar tienen como meta Dios. Y esto no es ninguna beatería, sino un impulso fuerte e intenso a desvivirse por los demás.
Los jóvenes de hoy, que murieron en el año 285, quedan lejos de nuestra historia del tercer milenio.
Sin embargo, sus obras y sus nombres han quedado grabados en las páginas de la historia de la Iglesia para siempre.
¿Quiénes eran?, ¿Qué hicieron?
Se establecieron en Roma y aprendieron el oficio de zapateros. Y desde cualquier trabajo se puede hacer un anuncio u proclamación del Evangelio y de las riquezas que aporta al alma humana.
Este servicio lo concretó en hacer zapatos para los pobres. A estos, por supuesto, no les cobraban absolutamente nada.
A los ricos, que conocían el buen trabajo que hacían y la calidad del calzado, sí que les cobraban.
Lo bonito de estos dos creyentes es que aprovechaban los momentos de venta o de dar gratis para hablar con entusiasmo de Jesucristo.
Y con la mayor naturalidad del mundo.
Debían vivir lo que decían porque la gente los escuchaba con agrado.
Los franceses dicen que vivieron en la región de Soissons. Los ingleses, a su vez, afirman que vivieron en el condado de Kent, al sur de Inglaterra.
Shakespeare los elogia en su obra “Enrique V” y en “Julio César”.
En lo que todos están de acuerdo es en que murieron mártires.
¡Felicidades a quienes lleven estos nombres!
Descubres el Amor mirando a María
Santo Evangelio según san Lucas 13, 10-17. Lunes XXX del Tiempo Ordinario
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, libérame de la mayor enfermedad…aquella del corazón.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 13, 10-17
Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu malo, y andaba encorvada, sin poderse enderezar. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad.» Le impuso las manos y, al instante, la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios.
Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiera hecho una curación en sábado, le dijo a la gente: “Hay seis días de la semana en que se puede trabajar; vengan, pues, durante esos días a que los curen y no el sábado”.
Entonces el Señor dijo: “¡Hipócritas! ¿Acaso no desata cada uno de ustedes su buey o su burro del pesebre para llevarlo a abrevar, aunque sea sábado? Y a esta hija de Abraham, a la que Satanás tuvo atada durante dieciocho años, ¿no era bueno desatarla de esa atadura, aun en día de sábado?”.
Cuando Jesús dijo esto, sus enemigos quedaron en vergüenza; en cambio, la gente se alegraba de todas las maravillas que él hacía.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
De entre la mujer y el jefe de la sinagoga no sé quién es el más enfermo. Si aquella que, aunque enferma del cuerpo, buscaba al mismo Dios para que la curase o aquél que, aunque sano del cuerpo, su corazón estaba lejos de Dios.
Jesús quiere gritarnos: «quedas libre», pero Él sabe que la verdadera libertad sólo se puede dar en el saberse necesitado; en ser humilde. Él sabe que la verdadera libertad sólo puede ser medida por el amor, en la donación… en el perderse a sí mismo. De lo contrario, nos vemos esclavos de nosotros mismos, nos hacemos esclavos de una perfección exterior que nos ciega de las necesidades del otro y que nos lleva a darle una importancia superior a aquello que simplemente no lo es… Por tanto, la verdadera enfermedad no es aquella que me impide ponerme derecho o poder caminar sino aquella que me impide amar.
¡Sáname, Señor!
«En el pasaje del Evangelio hay una palabra que Jesús usa mucho para calificar a los doctores de la ley. “Hipócritas” es la palabra que más usa para calificarles. Estos son hipócritas porque hacen ver una cosa, pero piensan otra: ellos, en efecto, hablan, juzgan, pero hay otra cosa por debajo. Nada más distante de Jesús: la hipocresía, en efecto, no es el lenguaje de Jesús. La hipocresía no es el lenguaje de los cristianos. Es un dato absolutamente “claro”».
(Homilía de S.S. Francisco, 6 de junio de 2017, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación
Intentaré hacer un acto de caridad a lo largo del día.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
¿Por qué la enfermedad es un medio de santificación?
Muchos santos nos han mostrado que la fuerza de su entrega para con los demás está en echar raíces en el camino de la cruz
Es fundamental partir de la afirmación de San Pablo “porque he sido crucificado con Cristo, mi vivir es Cristo” (Gál 2,20); ya que desde esta perspectiva podemos comprender y vivir la enfermedad como un medio de santificación.
1. No caigamos en la facilonería y superficialidad de la fe. Es muy fácil constatar en muchas casas de retiros, de formación a la vida consagrada e incluso en parroquias esta declaración paulina, pero recortada: “Mi vivir es Cristo”, y nos olvidamos que la causa de este vivir en Cristo es la participación profunda en el sacrificio de la cruz. Sin esta razón de ser, pierde totalmente peso y densidad de vida nuestro ser discípulo-misionero de Jesucristo.
2. La sabiduría de la cruz. La cruz para los judíos era considerada una locura y para los griegos era necedad, mientras que para el cristiano es sabiduría. La que no nos enseña intelectualmente, sino vivencialmente que el sacrificio es un medio de santificación, entendida como comunión de vida. Significa zambullirnos en la radicalidad de la vida de Cristo en y desde la cruz. Al participar desde nuestra enfermedad, realizamos en nosotros un proceso de purificación de motivaciones existenciales, un discernimiento de la debilidad humana como fortaleza divina y una capacidad para saber mirar más allá de la propia limitación y fragilidad humana. En aquel horizonte, es encuentro con la vida de aquél que “siendo el justo por excelencia ha sufrido más que nosotros”.
3. Seamos hijos verdaderos de Dios. Conviene considerar que Jesucristo nunca se auto-proclamó Hijo de Dios. Solamente lo hizo ante Caifás de modo afirmativo, provocando en el Sumo Sacerdote el desgarramiento de las vestiduras. Este detalle resulta fundamental para comprender el “por qué” la enfermedad en el dolor y el sufrimiento que se identifica con Cristo. Ante Caifás nuestro Señor no tenía otra alternativa que enfrentar el sacrificio de la cruz. Y es ese reconocimiento de los otros y encima de un pagano que se da en la misma cruz, pues el centurión romano al verlo morir lo reconoce en su más alta dignidad: “verdaderamente este hombre era Hijo de Dios” (Mc 15,39).
Esto es la Biblia: Episodio 8 – Génesis 8 y 9 . Termina el diluvio
«Pidamos todo a Jesús rezando con la fe del ciego Bartimeo»
Ángelus del Papa Francisco, 24 de octubre de 2021
El domingo 24 de octubre, el Papa Francisco rezó la oración mariana de Ángelus asomado desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano. Ante la presencia de los fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro, el Santo Padre comentó el Evangelio dominical (san Marcos, de 10,46-52) que relata el momento en el que Jesús, saliendo de Jericó, devuelve la vista a Bartimeo: un ciego que mendiga a lo largo del camino.
El ciego Bartimeo llama con fuerza a Jesús Esto es la Biblia: Episodio 3 – Génesis 2. Hombre y 09:19
Francisco hizo hincapié en que este encuentro es muy importante, ya que se trata del último antes de la entrada del Señor en Jerusalén para celebrar la Pascua. En este sentido, el Pontífice resaltó la actitud de Bartimeo, que aunque había perdido la vista, usa su voz y su gran fe para llamar la atención del Maestro que camina por las calles, y comienza a gritar: «Hijo de David, Jesús, ¡ten compasión de mí!» (v. 47). Los discípulos y la multitud se molestan por sus gritos y tratan de hacerlo callar, pero él no se rinde y grita con todas sus fuerzas, logrando así que Jesús lo escuche y se detenga de inmediato. Dios escucha siempre el grito del pobre -aseveró Francisco- y no se molesta en absoluto por la voz de Bartimeo. Es más, constata que está llena de fe, una fe que no teme en insistir, en llamar al corazón de Dios, a pesar de las incomprensiones y las reprimendas. Y aquí se encuentra la raíz del milagro. De hecho, Jesús le dice: «Tu fe te ha salvado».
Rezar y confiar en Dios
Otro de los puntos destacados por el Papa es el hecho de que la fe de Bartimeo «se trasluce de su oración», con un estilo sencillo, sin miedo a compartir su drama con el Señor: “Bartimeo no usa muchas palabras. Dice lo esencial y se confía en el amor de Dios, que puede hacer volver a florecer su vida cumpliendo aquello que es imposible a los hombres. Por esto no pide al Señor una limosna, sino manifiesta todo, su ceguera y su sufrimiento, que iba más allá del no poder ver. La ceguera era la punta del iceberg, pero en su corazón había otras heridas, humillaciones, sueños rotos, errores, remordimientos”. Preguntémonos… ¿Cómo es nuestra oración?
Siguiendo el modelo y coraje de la oración de Bartimeo, Francisco invitó a todos a rezar como este hombre ciego de tanta fe, repitiendo sus palabras “Hijo de David, Jesús, ¡ten compasión de mí!” y también a preguntarnos ¿cómo es nuestra oración?
“¿Es valiente, tiene la insistencia buena de aquella de Bartimeo, sabe “aferrar” al Señor mientras pasa, o se conforma en hacerle un saludo formal de vez en cuando, cuando me acuerdo? Y también: ¿mi oración es “sustanciosa”, descubre el corazón delante del Señor? ¿Le presento la historia y los rostros de mi vida? O es anémica, superficial, ¿hecha de rituales sin afecto y sin corazón?”.
Jesús todo lo puede
Asimismo, el Santo Padre puntualizó que cuando la fe es viva, la oración es sentida: «no mendiga centavos, no se reduce a las necesidades del momento». Por ello, podemos pedir a Jesús todo, porque Él todo lo puede:
“Jesús está impaciente en derramar su gracia y su alegría en nuestros corazones, pero lamentablemente somos nosotros los que mantenemos las distancias, por timidez, flojera o incredulidad”.
El Papa concluyó su alocución invitándonos a seguir el ejemplo de Bartimeo con su fe concreta, insistente y valiente: «Que Nuestra Señora, Virgen orante, nos haga dirigirnos a Dios con todo el corazón, con la confianza que Él escucha atentamente toda oración».
En 1985, con el Prefecto Leonard E. Boyle, el manual de catalogación fue sustituido definitivamente con la catalogación electrónica, y en los años siguientes, los datos contenidos en los viejos catálogos de tarjetas han sido convertido a formato electrónico. En septiembre de 2002 la nueva sala de lectura, donde el material más importante fue puesto a disposición de los lectores en estantes abiertos, se abrió al público.
En la actualidad la Biblioteca Vaticana conserva más de 180.000 manuscritos (incluyendo 80.000 unidades archivísticas), 1.600.000 libros impresos, más de 8.600 incunables, más de 300.000 monedas y medallas, 150.000 impresos, dibujos y grabados y más de 150.000 fotografías.
10 consejos prácticos para rezar el Rosario todos los días
Tomados del libro «El Rosario: Teología de rodillas», de Mons. Florian Kolfhaus
Por: Mons. Florian Kolfhaus | Fuente: ACI Prensa
Próximos a la celebración de la Virgen del Santo Rosario este viernes 7 de octubre, se presenta la oportunidad de redescubrir esta oración, que no solo muestra los misterios de la vida de Jesús y de la Virgen María, sino que fortalece la vida cristiana y concede gracias especiales que la misma Madre de Dios prometió a la humanidad.
Aquí 10 consejos prácticos para rezar el Rosario todos los días, tomados del libro “El Rosario: Teología de rodillas”, del sacerdote, escritor y funcionario de la Secretaría de Estado del Vaticano, Mons. Florian Kolfhaus:
1. Tener el Rosario en el bolsillo
Todo católico debe tener siempre un Rosario en su bolsillo. Existe el denario con sólo diez cuentas y que puede transportarse fácilmente.
Siempre que busques un pañuelo o una llave antes de salir, recuerda también llevar el Rosario de Jesús y María.
2. Aprovechar el tiempo libre también para rezar
En la vida cotidiana siempre hay un «tiempo libre» que podremos aprovechar para rezar el Rosario: cuando esperamos la consulta médica, un bus, una llamada importante, entre otros.
Y si por alguna razón una persona no desea mostrarse en una “sala de espera” como católico practicante, también puede utilizar sus manos: tenemos diez dedos, para contar con ellos los Avemarías.
3. Rezar mientras se realizan quehaceres y deporte
Muchas actividades no requieren pensar mucho, porque las hacemos mecánicamente. Cuando se pica la cebolla, se tiende la ropa o se lava el auto también se puede rezar el Rosario. Así como cuando las personas que se aman piensan en el otro sin importar la actividad que realicen, el Rosario ayuda a permanecer en sintonía con el corazón de Jesús y María.
Esto también funciona para muchos deportes: correr, andar en bicicleta o nadar son actividades en las que se puede rezar el Rosario al ritmo de la propia respiración (ya sea de forma interna o en voz alta si estás solo en un campo abierto).
4. Las imágenes y la música también pueden ayudar
El Rosario es una oración contemplativa. Más importante que las palabras que usemos, es la predisposición de nuestro corazón para contemplar cada uno de los misterios.
Para este propósito se puede buscar en Internet 5 imágenes que nos ayuden a contemplar cada pasaje de la vida Cristo y María. Por otro lado, la música también puede ser útil si se ejecuta en un segundo plano para encontrar paz.
5. Canalizar nuestras distracciones para rezar
Es difícil una oración en la que no surjan distracciones. Una y otra vez los pensamientos vienen a nuestra mente: la lista de compras, el cumpleaños de un amigo, una enfermedad o una preocupación. Si luchamos contra ella en la oración, a menudo es peor.
Es mejor reunir estas «distracciones» y rezar un Avemaría por las personas, por los amigos y familiares, por uno mismo y los problemas. De este modo la oración se hace sincera y personal.
6. Rezar por el otro mientras nos desplazamos
En el camino al trabajo o a la escuela, ya sea en auto o en bus, en tren o caminando, es posible rezar el Rosario sin bajar la cabeza y cerrar los ojos.
Rezar mientras nos desplazamos significa dedicar los Avemarías a las personas con las que hemos establecido contacto o visto durante el día; también por las empresas e instituciones que están en mi camino.
Por ejemplo, si veo a un doctor en mi camino puedo rezar por las personas que atenderán sus enfermedades con él.
7. Orar de rodillas o peregrinando
El Rosario puede rezarse siempre y en todo lugar. A veces, cuando se reza de rodillas o se peregrina se puede llegar a sentir un «desafío físico». Sin embargo esto no se trata de “torturarse” o aguantar el mayor tiempo posible, sino de tener en cuenta que tenemos un cuerpo y alma para adorar a Dios. Por lo tanto, el rosario es también una oración de peregrinación.
8. Conectar cada misterio con una intención
No siempre se tiene que rezar el Rosario de corrido. A menudo puede ser útil conectar cada misterio con una preocupación particular: mi madre, un amigo, el Papa, los cristianos perseguidos. Cuanto más específico sea, mejor. La alabanza y dar gracias a Dios no deben tampoco estar ausentes.
9. Rezarlo en momentos de sequía espiritual
Nosotros los cristianos no somos “yoguis” que debemos cumplir con prácticas ascéticas para “vaciar” nuestra mente. Si bien nuestra relación con Dios está por encima de cualquier actividad, hay también momentos de sequía y aflicción en los que no se puede orar.
En estos momentos difíciles, tenemos que recogernos con el Rosario y simplemente recitar las oraciones. Esto no es una charla pagana, sino que aquella pequeña chispa de buena voluntad que ofrecemos a Dios, puede fomentar que el Espíritu Santo avive la llama de nuestro espíritu.
En tiempos difíciles, incluso puede ser suficiente sostener el Rosario sin pronunciar una palabra. Este estado desdichado ante Dios y su madre se convierte en una buena oración y ciertamente no permanece sin respuesta.
10. Caer dormido rezando el Rosario
El Rosario no debe estar solo es nuestro bolsillos, sino en cada mesita de noche.
Cuando se intenta conciliar el sueño también se pueden rezar los Avemarías y es mejor que contar ovejas.
En ocasiones solo las personas mayores y enfermas se “aferran” al Rosario por la noche debido a las promesas de seguridad, fortaleza y consuelo.
Sin embargo, también en los buenos tiempos se debe recurrir a esta oración y pedir especialmente por aquellos que sufren.
Frei Galvao: El primer santo brasileño y su santuario
@SantuarioFreiGalvao
Además de sus dones y carisma, Galvao se caracterizó por haber estado involucrado en la fundación de una nueva casa de retiros
Brasil, uno de los países más católicos de América Latina, tuvo que esperar recién hasta el 11 de mayo de 2007 para tener a su primer santo. En aquella ocasión, fue el papa Benedicto XVI quien lo canonizó. El protagonista en cuestión es Antonio de Santa Ana Galvao, popularmente conocido como “Frei (fray) Galvao”.
Nacido en 1739 en Guaratinguetá (San Pablo), con el correr de los años Antonio decidió abrazar la vida religiosa y vincularse a la tercera orden de San Francisco. Esto, a pesar de que al principio había tenido un acercamiento con los jesuitas.
Murió el 23 de diciembre de 1822 en San Pablo, famosa ciudad que lo supo tener como párroco y confesor.
Además de sus dones y carisma, Galvao se caracterizó por haber estado involucrado en la fundación de una nueva casa de retiros.
Se llamó «Recolhimento» de Nuestra Señora de la Concepción de la Divina Providencia. En este caso, un sitio relacionado a un grupo de religiosas.
Galvao posteriormente redactó un estatuto y el lugar terminó incorporándose a la Orden de la Inmaculada Concepción (ver semblanza publicada en Vatican.va). La fiesta canónica se celebra cada 25 de octubre.
Los 10 años del santuario Frei Galvao
Con el corre de los años en la ciudad de nacimiento del santo se terminó levantando un santuario, que el 8 de diciembre de 2020 cumplió 10 años de su constitución canónica.
El encargado de ofrecer el decreto en aquella oportunidad entonces arzobispo de Aparecida, cardenal Raymundo Damasceno Assis.
Una nota publicada en la web de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) recuerda que la ciudad de Galvao se encuentra dentro del territorio de la Arquidiócesis de Aparecida.
Al mismo tiempo, que con la creación del santuario se terminó separando la iglesia de Frei Galvao de la parroquia Nuestra Señora de Fátima.
En tanto, como dato curioso surge que el lugar donde se construiría la primera iglesia dedicada a Fray Galvao se celebró la primera misa el 12 de octubre de 1983 (Fiesta de Aparecida).
Pero antes que llevara el nombre del primer santo brasileño se denominaba capilla de San José.