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Referencias Bíblicas
• Matthew 11:28-30
• Obispo Robert Barron

 

Amigos, en el Evangelio de hoy el Señor se ofrece para aliviar nuestras cargas. Identifica a cada uno de los que se sienten oprimidos por el mundo: por el pecado, las preocupaciones, el sufrimiento, la injusticia, la muerte de un pariente o amigo, o el miedo a la muerte, cualquiera que sea.



El alivio llega cuando nos sometemos a su realeza, su nuevo orden. Estamos siendo imaginados como animales de carga que han sido atados bajo un yugo y bajo el mando de un granjero. Parece bastante degradante, pero así es como se ve la sumisión al señorío de Cristo: cumplimos sus propósitos y vamos a donde él quiere llevarnos.



¿Está Cristo ordenando tu vida en cada detalle? ¿Es él el Señor de tu vida familiar? ¿De tu vida recreativa? ¿De tu vida profesional? ¿Es el Señor de todas las habitaciones de tu casa, incluido el dormitorio? ¿Estás totalmente entregado a él y bajo su señorío?



Sé que esto puede sonar opresivo, pero recuerden, “Mi yugo es suave, y mi carga liviana”. Cuando nos entregamos al camino del amor que él nos ha trazado, nuestras vidas se vuelven infinitamente más ligeras, más fáciles y más alegres, porque nos movilizamos con un propósito divino.

 

 

El llamamiento del Papa por Gaza: Alto el fuego inmediato, diálogo y paz en la región

En un telegrama firmado por el cardenal secretario de Estado Parolin, León XIV se declara «profundamente entristecido» por el ataque perpetrado hoy contra la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza.

 

 

Vatican News

El Papa León XIV renueva su llamamiento a un «alto el fuego inmediato» en la Franja de Gaza y expresa su «profunda esperanza» de «diálogo, reconciliación y paz duradera en la región». Así se lee en un telegrama firmado por el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, tras el ataque militar israelí de hoy contra la iglesia católica de la Sagrada Familia en Gaza. El ataque ha causado muertos y varios heridos, entre ellos el párroco Gabriel Romanelli, que ha resultado levemente herido en una pierna y ha sido atendido rápidamente en el hospital local Al-Ahli de la ciudad de Gaza.

Cercanía y oraciones

El Pontífice se dirige precisamente al padre Romanelli en el telegrama, en el que se dice «profundamente entristecido» por este ataque a la parroquia, que desde el comienzo de la guerra ha dado refugio a más de 500 personas que huían. El Papa León, al confiar las almas de los difuntos «a la amorosa misericordia de Dios Todopoderoso», asegura su «cercanía espiritual» a toda la comunidad y sus oraciones «por el consuelo de los que están de luto y por la curación de los heridos».

 

 

Alejo, Santo

Laico, 17 de julio
Fuente: Corazones.org
Mendigo

Martirologio Romano: En Roma, en la basílica situada en el monte Aventino, se celebra con el nombre de Alejo a un hombre de Dios que, como cuenta la tradición, dejó su opulenta casa para vivir como un pobre mendigo pidiendo limosna (s. IV).

Etimologicamente: Alejo = Aquel que es el defensor, es de origen griego.

Breve Semblanza

«El hombre de Dios» de Edesa, Siria.


A finales del siglo IV, vivía en Edesa, Siria, un mendigo a quien el pueblo veneraba como un santo. Después de su muerte, un anónimo escribió su biografía. Como ignoraba el nombre del mendigo, le llamó simplemente «el hombre de Dios». Según ese documento, el hombre de Dios vivió en la época del obispo Rábula, quien murió el año 436. El mendigo compartía con otros pobres la limosna que recogía a las puertas de las iglesias.

La leyenda

San Alejo es hijo de un senador romano. A la edad de veinte años comprendió que su vida rodeada de riquezas era un peligro para su alma. Para servir a Dios en la mayor humildad, se fue de Roma a Edesa disfrazado de mendigo. En Siria vivió por 17 años dedicado a la oración y a la penitencia. Mendigaba para vivir y para ayudar a otros. Cuando se descubrió que era hijo de una familia rica de Roma, Alejo temió que le rindieran honores y regresó a Roma, a casa de su padre donde vivió por años de incógnito, como un criado, durmiendo debajo de una escalera. Todo lo aceptaba con humildad y lo ofrecía por los pecadores. Ya moribundo, reveló a sus padres que era su hijo y que había escogido vivir aquella vida por penitencia. Los dos ancianos lo abrazaron llorando y lo ayudaron a bien morir. Cuando el obispo se enteró del caso, mandó exhumar el cadáver, pero no se encontraron más que los andrajos del hombre de Dios y ningún cadáver. La fama del suceso se extendió rápidamente.


 

Antes del siglo IX, se había dado en Grecia al hombre de Dios, el nombre de Alejo y San José el Hinmógrafo (833) dejó escrita en un «kanon» la leyenda, adornada naturalmente con numerosos detalles. Aunque se tributaba ya cierto culto al santo en España, la devoción a San Alejo se popularizó en occidente gracias a la actividad de un obispo de Damasco, Sergio, desterrado a Roma a fines del siglo X. Dicho obispo estableció en la iglesia de San Bonifacio del Aventino un monasterio de monjes griegos, y nombró a San Alejo co-patrono de la iglesia.

Se cuenta que en el siglo XII la leyenda de San Alejo ejerció profunda influencia sobre el hereje Pedro Waldo.

En el siglo XV, los Hermanos de San Alejo le eligieron por patrono y, en 1817, la congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y de María le nombró patrono secundario. También en el oriente le profesa el pueblo gran devoción y aun le llama «el hombre de Dios.»

En 1217 se encontraron unas reliquias en la iglesia de San Bonifacio, Roma, pero ningún martirologio antiguo y ningún libro litúrgico romano menciona el nombre de San Alejo, el cual, según parece, era desconocido en la Ciudad Eterna hasta el año 972.

ORACIÓN


¡Oh gloria de la nobleza romana
 y verdadero amador de la pobreza
 e ignominia de Cristo!
¡Oh Alejo bendito!
que en la flor de tu juventud,
por obedecer a la inspiración del Señor,
dejaste a tu esposa y saliste como otro
 Abraham de la casa de tus padres,
y habiendo repartido lo que llevabas
 con los pobres,
viviste como pobre y mendigo tantos años
 desconocido y menospreciado entre los hombres.
Tú fuiste muy regalado y favorecido de la Virgen María
nuestra Reina y señora,
y huyendo de las alabanzas de los hombres,
volviste por instinto de Dios
 a la casa de tus padres
 que por su voluntad habías dejado,
para darnos ejemplo de humildad,
de paciencia, de sufrimiento y constancia,
y para triunfar de tí
 y del mundo con un género de victoria tan nuevo y tan glorioso.

Pues, ¡oh santo bienaventurado!
rico y pobre, noble y humilde,
casado y puro, llorado de tus padres,
denostado de tus criados,
desestimado de los hombres 
y honrado de los ángeles,
abatido en el suelo
 y sublimado en el cielo,
yo te suplico,
Alejo dulcísimo,
que por tus merecimientos y oraciones
 yo alcance del Señor
 la virtud de la perfecta castidad,
de obediencia, de menosprecio de todas las cosas transitorias,
y gracia para vivir como hombre peregrino de su patria,
y desconocido y muerto al mundo. Amén.

 

 

Y tú, ¿cómo estás?

Santo Evangelio según San Mateo 11, 28-30.

 

Jueves 15ª semana de tiempo ordinario
Por: H. Adrián Olvera, L.C.
Fuente: missionkits.org

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, te soy sincero, estoy un poco cansado…

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Mateo 11, 28-30

En aquel tiempo, Jesús dijo: «Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera».

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

A veces estamos muy apurados con los asuntos de la vida y preocupados por tantas cosas. Cosas por las cuales vale la pena preocuparse y otras…, la verdad, no.

Es algo normal, algo que le pasa aun a la persona que siempre suele responder que no le sucede nada cuando se le pregunta cómo está.

Así es la vida, a veces estamos tranquilos, a veces todo va bien y, otras veces, simplemente no va tan bien, incluso, a veces, fatal.

Dios es consciente de nuestro cansancio, de nuestra fatiga. Él lo sabe muy bien, Él vivió también como hombre; caminó muchos kilómetros por las calles del mundo en el que vivimos. Si alguien sabe de cansancio es Él. Por ello, nos grita: ¡Venid a mí! Sabe que nuestro cansancio no sólo es un cansancio físico sino que es un cansancio -como el que también Él experimentó- del alma…, del corazón.

 

Sin embargo, cuando nos invita a ir a Él, a descansar en Él, ¿de verdad lo hacemos? ¿Hablamos con Él, nos desahogamos con Él, lloramos con Él?… Son cosas que Él ya sabe pero quiere escucharnos y, no sólo eso, quiere también hablarnos.

Si buscamos al Señor con un corazón humilde, ahí encontraremos descanso. Si buscamos al Señor con un corazón sencillo, es decir, tal cual somos, sin máscaras, sin oraciones forzadas…ahí es donde encontraremos alivio.

¿Cómo estamos?

El yugo de Jesús es yugo de amor y, por tanto, garantía de descanso. A veces nos pesa la soledad de nuestras fatigas, y estamos tan cargados del yugo que ya no nos acordamos de haberlo recibido del Señor. Nos parece solamente nuestro y, por tanto, nos arrastramos como bueyes cansados en el campo árido, abrumados por la sensación de haber trabajado en vano, olvidando la plenitud del descanso vinculado indisolublemente a Aquel que hizo la promesa.
(Homilía de S.S. Francisco, 23 de septiembre de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hacer una visita a Cristo Eucaristía para descansar en Él.

 

 

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

 

 

(VIDEO) El día que san Juan de la Cruz estuvo en la cárcel

 

 

Fátima Navarro – publicado el 16/07/25

Esta es la historia de aquel oscuro momento que vivió san Juan de la Cruz cuando fue apresado; pero también, el momento que terminó por iluminar el alma de generaciones enteras.

La vida de los grandes místicos no estuvo exenta de conflictos, persecuciones, ni sufrimientos. San Juan de la Cruz, uno de los más profundos poetas y pensadores espirituales de la Iglesia Católica, vivió en carne propia el precio de la fidelidad a su vocación estando en la cárcel.

Su encarcelamiento en 1577 no solo fue una prueba física y espiritual, sino también el origen de algunas de las obras más grandes de la literatura mística. Descubre en el siguiente video el significado de san Juan de la Cruz encontró en este momento tan oscuro de su vida.
Conoce estas bellas frases de san Juan de la Cruz:

Galería fotográfica

 

 

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