Juan Gabriel Perboyre, Santo
Presbítero y Mártir, 11 de septiembre
Martirologio Romano: En la ciudad de Wuchang, de la provincia Hubei, en China, san Juan Gabriel Perboyre, presbítero de la Congregación de la Misión y mártir, que, dedicado a la predicación del Evangelio según costumbre del lugar, durante una persecución sufrió prolongada cárcel, siendo atormentado y, al fin, colgado en una cruz y estrangulado (1840).
Fecha de canonización: Beatificado el 10 de noviembre 1889 por el Papa León XIII, y canonizado por S.S. Juan Pablo II el 2 de junio de 1996.
Breve Biografía
La misión divina de la Iglesia se hace extensiva a toda la tierra y en todos los tiempos, según la frase de Jesús: Id, pues, y enseñad a todas las naciones. «Nuestra religión debe enseñarse en todas las naciones y propagarse incluso entre los chinos, a fin de que conozcan al verdadero Dios y posean la felicidad en el cielo», afirmaba con valentía San Juan Gabriel Perboyre, misionero en la China, ante un mandarín encargado de interrogarlo. Y este último agregó: «¿Qué puedes ganar adorando a tu Dios? – La salvación de mi alma, el cielo al que espero subir después de haber muerto».
El 2 de junio de 1996, con motivo de la canonización de San Juan Gabriel Perboyre, el Papa Juan Pablo II decía de él: «Tenía una única pasión: Cristo y el anuncio de su Evangelio. Y por su fidelidad a esa pasión, también él se halló entre los humillados y los condenados; por eso la Iglesia puede proclamar hoy solemnemente su gloria en el coro de los santos del cielo».
En 1817, a los 15 años de edad, Juan Gabriel ingresa, junto con su hermano mayor Luis, en el seminario menor de Montauban (Francia), dirigido por los Padres Lazaristas, hijos espirituales de San Vicente de Paúl. Allí siente el deseo de consagrarse a las misiones en países paganos. Después de terminar el noviciado en Montauban, lo mandan a París para realizar estudios de teología, y luego es ordenado sacerdote. En 1832, su hermano Luis, que se había embarcado como sacerdote lazarista hacia la misión de la China, muere de unas fiebres durante la travesía. Juan Gabriel anuncia inmediatamente a la familia su deseo de ocupar el sitio que la muerte de su hermano ha dejado vacante.
Pero sus superiores no lo consideran conveniente a causa de su frágil salud, y es nombrado vicedirector del seminario parisino de los Lazaristas. Como activo ayudante de un director de seminario ya mayor, sigue el principio de enseñar más con el ejemplo que con la palabra. Comunica de ese modo a los novicios su amor por Jesús: «Cristo es el gran Maestro de la ciencia. Es el único que da la verdadera luz… Solamente existe una cosa importante: conocer y amar a Jesucristo, pues no sólo es la luz, sino el modelo, el ideal… Así que no basta con conocerle, sino que hay que amarle… Solamente podemos conseguir la salvación mediante la conformidad con Jesucristo». Escribe lo siguiente a uno de sus hermanos: «No olvides que, ante todo, hay que ocuparse de la salvación, siempre y por encima de todo».
Sin embargo, en su corazón guarda el ardiente deseo de partir hacia las misiones; al mostrar a los seminaristas los recuerdos traídos hasta París del martirio de François-Régis Clet, les dice: «He aquí el hábito de un mártir… ¡cuánta felicidad si un día tuviéramos la misma suerte». Y les pide lo siguiente: «Rezad para que mi salud se fortifique y que pueda ir a la China, a fin de predicar a Jesucristo y de morir por Él».
Obtiene finalmente de sus superiores el favor de salir hacia la China, donde llega el 10 de marzo de 1836. Su celo por la salvación de las almas le ayuda a soportar el hambre y la sed para la mayor gloria de Dios. Sea de día o de noche, siempre está dispuesto a acudir donde se solicite su ministerio, de tal forma que las fatigas y las vigilias no cuentan en absoluto. Además, es asaltado por violentas tentaciones de desesperanza, pero Nuestro Señor se le aparece y lo consuela, y el gozo vuelve al alma del apóstol.
Víctima de los sufrimientos
En 1839 se desencadena una persecución contra los cristianos. El 15 de septiembre, el padre Perboyre y su hermano el padre Baldus se hallan en su residencia de Tcha-Yuen-Keou. De repente les avisan de que llega un grupo armado. Los misioneros huyen cada uno por su lado para no caer los dos en manos de los enemigos. Juan Gabriel se esconde en un espeso bosque, pero al día siguiente un desdichado catecúmeno lo traiciona por una recompensa de treinta taeles (moneda china). Los soldados le desgarran las vestiduras, lo visten con harapos, lo amordazan y se van a la posada a celebrar su arresto.
Interrogado por el mandarín de la subprefectura, Juan Gabriel responde con firmeza que es europeo y predicador de la religión de Jesús. Empiezan entonces a torturarlo, pero por temor a que sucumba lo sientan en una banqueta y le atan fuertemente las piernas. Así pasa la noche el piadoso padre, bendiciendo a Jesús por concederle el honor de padecer sus mismos sufrimientos. Trasladado a la prefectura, al cabo de un penosísimo viaje a pie, con grilletes en el cuello, en las manos y en los pies, sufre cuatro interrogatorios. Para obligarlo a hablar, lo ponen de rodillas durante muchas horas sobre cadenas de hierro. A continuación, lo cuelgan de los pulgares y le golpean en la cara cuarenta veces con suelas de cuero para obligarle a renegar de su fe. Pero, reconfortado por la gracia de Dios, lo sufre todo sin quejarse.
Después es trasladado a Ou-Tchang-Fou, ante el virrey, donde debe responder en una veintena de interrogatorios. El virrey quiere obligarlo en vano a caminar sobre un crucifijo. Lo golpean con correas de cuero y con palos de bambú hasta el agotamiento, o bien lo levantan a gran altura con la ayuda de poleas y lo dejan desplomarse hasta el suelo. Pero el alma del piadoso padre permanece unida a Dios. «¿Así que sigues siendo cristiano? – ¡Oh, sí¡ ¡Y me siento feliz por ello!». Finalmente, el virrey lo condena al estrangulamiento; pero como quiera que la sentencia no puede ejecutarse hasta que sea ratificada por el emperador, Juan Gabriel Perboyre sigue en prisión durante algunos meses.
¡Irreconocible!
Ningún cristiano había podido llegar junto a él mientras los mandarines lo torturaban; sin duda se vanagloriaban con la esperanza de que, al privarlo de cualquier ayuda, conseguirían vencer su constancia con mayor facilidad. Pero esa severa consigna es suavizada después del último interrogatorio. Uno de los primeros en poder penetrar en la cárcel es un religioso lazarista chino llamado Yang. ¡Qué desgarrador espectáculo aparece ante su mirada! Enmudece, derrama abundantes lágrimas y apenas consigue dirigir unas palabras al mártir. El padre Juan Gabriel desea confesarse, pero dos oficiales del mandarín que se hallan constantemente a su lado se lo impiden. Ante la petición de un cristiano que acompaña al padre Yang, consienten en apartarse un poco, y el misionero puede entonces confesarse.
Los demás prisioneros, encarcelados a causa de delitos comunes, testigos de la piadosa vida del padre Juan Gabriel, no tardan en apreciarlo; ideas hasta entonces desconocidas se abren paso en sus endurecidas almas. Admiradores de tantas virtudes, proclaman que tiene derecho a todo tipo de respeto. Él, por su parte, se halla completamente feliz en medio de los sufrimientos, porque lo vuelven más conforme con su divino modelo.
« Es todo lo que deseaba »
Por fin, el 11 de septiembre de 1840, después de un año entre grilletes y torturas, es conducido hasta el lugar de la ejecución.
Le atan brazos y manos a la barra transversal de una horca en forma de cruz, y le sujetan ambos pies a la parte baja del poste, sin que toquen el suelo.
El verdugo le pone en el cuello una especie de collar de cuerda en el que introduce un trozo de bambú.
Con calculada lentitud, el verdugo aprieta dos veces la cuerda alrededor del cuello de la víctima.
Una tercera torsión más prolongada interrumpe la plegaria continua del mártir, haciéndolo entrar en el inmenso y eterno gozo de la corte celestial.
Tiene 38 años. Una cruz luminosa aparece en el cielo, visible hasta Pekín. Ante el asombro de todos, contrariamente a lo que sucede con los rostros de los ajusticiados por estrangulamiento, el de Juan Gabriel está sereno y conserva su color natural.
«El mártir da testimonio de Cristo, muerto y resucitado, al cual está unido por la caridad. Da testimonio de la verdad de la fe y de la doctrina cristiana» (CIC, 2473). El sacrificio de San Juan Gabriel Perboyre produjo muchos frutos espirituales, muchos de los cuales son visibles: al igual que él, muchos cristianos chinos dieron su vida por Cristo, y la religión cristiana se desarrolló en China hasta requerir la construcción de catorce vicarías apostólicas. Más recientemente, las persecuciones del régimen comunista no han conseguido extinguir la fe.
San Juan Gabriel nos recuerda a nosotros mismos que «Todos los fieles cristianos, dondequiera que vivan, están obligados a manifestar con el ejemplo de su vida y el testimonio de su palabra al hombre nuevo de que se revistieron por el bautismo y la fuerza del Espíritu Santo que les ha fortalecido con la confirmación» (CIC, 2472). Ese testimonio no siempre conduce al martirio de la sangre, pero supone la aceptación de la cruz de cada día. Empeñémonos en llevarla con amor, con la ayuda de la Santísima Virgen, y alcanzaremos el cielo, arrastrando con nosotros multitud de almas: «Más allá de la cruz, no hay otra escala por la que podamos subir al cielo» (Santa Rosa de Lima). Es la gracia que, en este comienzo de año, pedimos a San José, para Usted y para todos sus seres queridos, vivos y difuntos.
Jesús es el jardinero del árbol de mi vida
Santo Evangelio según san Lucas 6, 43-49. Sábado XXIII del Tiempo Ordinario
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, creo firmemente en ti y te amo con todo mi corazón. Hoy paro por un momento de todos los quehaceres y quiero, como niño, contemplar el gran amor que me tienes. Quiero gozar por un instante de tu amor. ¡Qué gracia tan maravillosa poder estar aquí, contigo!
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 6, 43-49
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No hay árbol bueno que produzca frutos malos, ni árbol malo que produzca frutos buenos. Cada árbol se conoce por sus frutos. No se recogen higos de las zarzas, ni se cortan uvas de los espinos. El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón; y el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón, pues la boca habla de lo que está lleno el corazón.
¿Por qué me dicen “Señor, Señor”, y no hacen lo que yo les digo? Les voy a decir a quién se parece el que viene a mí y escucha mis palabras y las pone en práctica. Se parece a un hombre, que al construir su casa, hizo una excavación profunda, para echar los cimientos sobre la roca. Vino la creciente y chocó el río contra aquella casa, pero no la pudo derribar, porque estaba sólidamente construida.
Pero el que no pone en práctica lo que escucha, se parece a un hombre que construyó su casa a flor de tierra, sin cimientos. Chocó el río contra ella e inmediatamente la derribó y quedó completamente destruida”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Jesús, hoy te quiero contar algo que me pasó hace algunos días y que leyendo el Evangelio que me presentas, me ayudan a reflexionar. He aquí que hablando con un antiguo profesor mío, en un momento le dije que yo era un niño en comparación con él. El profesor se puso muy serio y me dijo: «usted ya no es un niño pues ha crecido y madurado».
Esto me hizo pensar en la vida. Yo puedo pensar que sigo siendo el mismo de hace dos, tres, cuatro años… pero en realidad el árbol de mi vida ha crecido y se ha consolidado. Veo que mis hermanos y amigos han ido abriéndose nuevos caminos y yo, a mi tiempo, he hecho lo mismo. En fin, que como diría mi querido profesor, yo ya no soy el niño de cuando tenía diez años. Soy un hombre.
Y, justamente, las palabras que me dices hoy dan luz a estas reflexiones. Mi vida no es para mí, mi vida es para otros, es para dar fruto. Veo que si bien he crecido aún tengo mucho que crecer y mucho para dar. A veces no sé qué es lo que tengo que hacer ni cuál es la mejor vía para caminar. Te pido, Jesús, que me ilumines en cada momento para que sepa caminar siempre por el recto camino. Quiero hacer tu voluntad, quiero escuchar tu palabra y ponerla en práctica. Tú eres el jardinero que sabes cómo cultivar el árbol de mi vida.
«Recibimos un nuevo modo de ser, la vida de Cristo se vuelve también la nuestra: podemos pensar como Él, actuar como Él, ver el mundo y las cosas con los ojos de Jesús. Como consecuencia, podemos amar a nuestros hermanos, a partir de los más pobres y sufridores, como él lo ha hecho, y amarlos con su corazón y llevar así al mundo frutos de bondad, de caridad y de paz. Cada uno de nosotros es un sarmiento de la única vid, y todos juntos estamos llamados a llevar los frutos de este pertenencia común a Cristo y a su Iglesia». (Homilía de S.S. Francisco, 3 de mayo de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy, rezaré el rosario para poner en manos de María este árbol de mi vida, y para pedir por todos mis familiares, amigos y conocidos para que edifiquen su vida en los cimientos de tu palabra.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Abrir el corazón para poder escuchar
Aquél que sabe reconocer las palabras del corazón de quien escucha, ése sabe verdaderamente escuchar
¿Alguna vez has escuchado, con atención, hablar a una persona?, ¿alguna vez has asistido a una plática, conferencia, charla? No vayamos lejos, ¿alguna vez has escuchado una homilía o un sermón? Cuando percibes las palabras y las ideas que se presentan, ¿cómo las recibes?, ¿cómo las escuchas?
Existen dos modos de escuchar. Solo uno de ellos es verdadero. Solo uno de ellos es propio del hombre. Antes de referirnos a ellos encontramos primero lo que es tan solo «oír». Consiste en nada menos que en recibir sonidos. Después encontramos el primer modo de escucha. Éste sabe decodificar informaciones. Recibe las ideas y las organiza. Comprende el mensaje mismo. Al final encontramos, sin embargo, el único modo real: es aquél que recibe todo lo que escucha no solo como simples sonidos, pero tampoco ni siquiera como meras informaciones, sino sobre todo como aquello que podría llamarse la palabra de un corazón.
Aquél que sabe reconocer las palabras del corazón de quien escucha, ése sabe verdaderamente escuchar. Aquél que sabe reconocer las palabras del corazón, puede identificar al que tan solo emite solo ideas, pero también al que transmite todo su ser por la palabra.
Quizás si el gentío hubiese buscado mirar más allá de las ideas, quizá si los apóstoles hubiesen mirado más allá de las doctrinas, quizá si yo mismo buscara mirar más allá de las palabras para tocar el corazón, entonces quizás la parábola cesaría de ser parábola para pasar a ser vida.
En Eslovaquia, el Papa presidirá la liturgia bizantina en Preov
Son comunidades de la misión de los santos hermanos Cirilo y Metodio
El Papa Francisco, durante su Viaje Apostólico a Eslovaquia, presidirá una celebración en rito bizantino en Prešov. Para saber más, la redacción del programa eslovaco entrevistó al padre Marko Durlák, sacerdote de la archieparquía greco-católica de Prešov (Eslovaquia), que trabaja en la Congregación para las Iglesias Orientales en Roma. Durante la visita apostólica del Santo Padre a Eslovaquia, se encargará del aspecto litúrgico de la celebración del rito bizantino.
La de Prešov será la primera Divina Liturgia presidida por un Papa en Eslovaquia. Dado que se trata de un rito oriental, ¿cuáles son las diferencias entre esta celebración eucarística y una misa de rito latino?
Todas las celebraciones eucarísticas, a pesar de la diversidad de ritos que enriquecen a la Iglesia universal, tienen algo en común: la división de la liturgia en dos partes: la Liturgia de la Palabra y la Liturgia Eucarística. Esta es la estructura fundamental y común para todos. La diversidad exterior se manifiesta en la forma en que se desarrollan estas dos partes de la liturgia: hay diferentes ornamentos, diferentes colores. En el Oriente cristiano, el pan con levadura y el vino tinto se utilizan comúnmente para la Eucaristía; hay diferentes himnos, diferentes melodías … Todo ello se debe al contexto histórico y cultural en el que nacieron estos diferentes ritos.
Luego está la cuestión del lenguaje. Su Iglesia también utiliza la lengua paleoeslava (lengua eslava eclesiástica) en la liturgia. ¿En qué idioma presidirá la liturgia el Santo Padre en Prešov?
La liturgia en rito bizantino presidida por el Santo Padre en Presov, Eslovaquia, se celebrará en parte en eslovaco, que es la lengua nacional y oficial del país, y en parte en eslavo eclesiástico, o como se dice «paleoeslavo», la lengua histórica, muy querida por todas las Iglesias y naciones que se enorgullecen de haber abrazado el cristianismo a través de la misión de los santos hermanos Cirilo y Metodio. Y como el este de Eslovaquia -donde tendrá lugar la liturgia bizantina- es étnicamente mixto, también habrá algunas oraciones en ruteno, otras en ucraniano, húngaro y romano.
Ahora un poco de historia. Los greco-católicos eslovacos han celebrado recientemente importantes aniversarios y han ido a Roma con un icono milagroso de la Santa Madre de Dios de Kloko?ov. ¿Qué acontecimientos históricos son clave para la Iglesia greco-católica eslovaca? ¿Cuáles son las fechas históricas?
Entre los datos históricamente más importantes para los greco-católicos, me gustaría mencionar estos: el año 863, la llegada de los santos Cirilo y Metodio; 1646, el año de la llamada «Unión de Uzhhorod», cuando los fieles rutenos que vivían bajo los Cárpatos entraron en plena comunión con Roma, es decir, con el Sucesor de Pedro; luego el año 1818, la fecha de la erección de la eparquía -diócesis de Prešov-, que antes formaba parte de una vasta eparquía de Mukachevo.
Los datos más recientes pero importantes son: el año 1950, cuando la Iglesia greco-católica de Checoslovaquia fue abolida por el régimen comunista de la época, por lo que oficialmente dejó de existir. La otra fecha no menos importante es el año 1968, el año de la «Primavera de Praga», cuando la Iglesia greco-católica – previamente extinguida pero no totalmente destruida – pudo iniciar oficialmente su vida y actividades con un nuevo celo.
Y como última fecha importante mencionaría el año 2008, cuando los greco-católicos, o católicos de rito bizantino en Eslovaquia, se organizaron en una nueva estructura eclesiástica, es decir, obtuvieron el rango de Iglesia metropolitana sui iuris, presidida y gobernada por el Metropolitano junto con el Consejo de Jerarcas.
Quisiera detenerme de nuevo en los santos y beatos de la Iglesia greco-católica eslovaca. Eslovaquia cuenta con un trío de mártires beatificados que datan de la época de las persecuciones del régimen ateo: los obispos Paul (Pavel) Gojdi? y Basilio (Vasi?) Hopko y el religioso Methodius (Método) Tr?ka. ¿Hay otros candidatos? ¿Hay también esperanza de canonización?
Sí, claro: donde hay persecución, por supuesto que no faltan mártires y confesores de la fe. Además de los tres beatos mártires ahora proclamados, dos obispos y un sacerdote religioso, quiero mencionar a otros tres candidatos: el primero es un mártir en el pleno sentido de la palabra, el padre Giovanni Kellner, sacerdote eslovaco, estudiante del Pontificio Colegio Russicum, donde se preparaba para la misión en Rusia. Por llevar a cabo su misión, en 1941 fue detenido en Kyjev, donde fue fusilado.
El otro candidato es un gran confesor de la fe, el padre Ivan Mastiliak, redentorista, cuyo recuerdo sigue vivo en el corazón de muchos que le conocieron y se formaron con él. Se caracterizaba por dos cosas: era un gran erudito y poseía una gran inteligencia, conocía muchos idiomas, y al mismo tiempo tenía una gran humildad y devoción, especialmente devoción mariana (de hecho, muchas de sus obras y traducciones las firmaba con el seudónimo de Ivan Marianov). Era muy devoto de Santa Teresa de Lisieux. En Eslovaquia, le debemos precisamente la traducción de las obras de Santa Teresa del francés.
Y como candidata reconocida a la santidad tenemos también a una mujer: una monja basiliana, Vasilija Hlibovicka, de origen ucraniano. Junto con otras 4 monjas basilianas, vino de Stanislawow, que hoy se llama Ivano-Frankivsk en Ucrania, a Prešov para dedicarse al apostolado entre los greco-católicos de esa región. Murió en Prešov con fama de santidad, donde también fue enterrada. Tenía 34 años. En cuanto a la canonización, nos encontramos en la fase de investigación de un supuesto milagro por intercesión del beato obispo mártir Paolo Gojdi?.
Padre Marko, en su opinión, ¿la visita del Santo Padre acentuará el papel de «puente» de los greco-católicos eslovacos entre Oriente y Occidente?
En 1995, el Papa San Juan Pablo II visitó Prešov -el mismo lugar donde ahora esperamos al Papa Francisco- y pronunció estas palabras: «Aquí se encuentran Oriente y Occidente». Y esto es así. El este de Eslovaquia es una zona geográfica en la que coexisten desde hace siglos los católicos de rito latino y bizantino y en la que, avanzando hacia el este, en dirección a Ucrania, la presencia del cristianismo ortodoxo es también muy fuerte.
En este sentido, los católicos bizantinos tenemos una doble misión: podemos dar testimonio a nuestros hermanos latinos de que ser católico y ser latino no es lo mismo, porque la Iglesia católica es mucho más rica y colorida y, por tanto, muy hermosa; a nuestros hermanos ortodoxos, con los que también tenemos tanto en común, podemos mostrar que es posible estar en plena unión con Roma y, al mismo tiempo, poder vivir libremente de la propia tradición, en nuestro caso bizantina, como de un manantial de agua fresca y agradable, y vivir de acuerdo con ella.
¿Qué significa leer la Biblia?
Todo cristiano debe prácticar diariamente el arte de leer la Biblia, que es el arte de traer a Jesús vivo y presente en cada lectura de la palabra.
Antes de comenzar a hablarles del tema a profundidad, debemos recordar ante todo las palabras de San Pablo en la Carta a Timoteo:
«Toda la Escritura está inspirada por Dios, y es útil para enseñar y para argüir, para corregir y para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para hacer siempre el bien» (2da Timoteo 3,26-27)
La Biblia es inspiración divina, por lo tanto, no tratemos de entenderla con nuestros razonamientos humanos que bien finitos sabemos que son, debemos pedir Sabiduría al Espíritu Santo y, bajo la luz de la doctrina social de la Iglesia, comenzar a entenderla espirtualmente.
Al principio leer la Biblia puede parecer una tarea bastante difícil para aquellos que nunca la han leído y que no saben como entenderla ni hacer uso de los mensajes que allí nos presenta Dios. Como Cristianos, estamos llamados a vencer esos miedos, porque todo cristiano debe prácticar diariamente el arte de leer la Biblia, que es el arte de traer a Jesús vivo y presente en cada lectura de la palabra.
Hay un dato fundamental que conviene recordar al acercarnos a leer la Biblia, y es que: el texto que conocemos inició su camino de manera oral. Este sencillo hecho, ¿qué consecuencias trae? Son varias:
1. La Biblia es ante todo narración. Su carácter es, entonces, en primer lugar, testimonial.
2. Mientras que el texto escrito nace básicamente como posesión de un autor, la originalidad importa menos y a veces no importa en absoluto cuando se trata de transmitir oralmente un relato.
3. El texto que ha nacido por escrito se convierte en un algo; el mensaje oral implica siempre el encuentro con alguien. Esto crea una relación peculiar entre el pueblo que guarda ese texto, y el texto que guarda a ese pueblo.
El lema de Lutero: Sola Scriptura lo que está diciendo es: No necesito comunidad
Las consecuencias principales de estos postulados son:
1. Todo evangelizador ha de ser ante todo un testigo.
2. No interesa ser originales en el contenido. Según el auditorio, puede ser importante serlo en cuanto al modo de expresión, el recurso técnico, los ejemplos aducidos o las aplicaciones a las diversas circunstancias de la vida.
3. Nuestro sentido de comunidad (Iglesia) nos lleva a valorar el trípode propuesto por Dei Verbum: Biblia, Tradición, Magisterio
Debemos leer la Biblia
La Iglesia nos recomienda a todos los católicos leer todos los días la Biblia (sobre todo en Septiembre, mes de la Biblia) pues esta lectura será el alimento para nuestra alma, nos ayudará a conocer lo que Dios quiere decirnos y lo que Jesucristo nos enseñó.
Propósito: «Este mes, consigue una BIBLIA para tu hogar, colócala en un lugar donde toda la familia pueda tomarla y leerla cómodamente, que se haga costumbre leer un fragmento diario por persona. Te sugerimos comenzar por el Evangelio de Marcos.
11-S: Un grito de dolor que conmocionó el mundo
¿Qué puede haber de bueno en una cosa tan maligna?
Aquel 11 de septiembre de comienzos de milenio vivimos un día amargo, se nos encogió el estómago viendo por la televisión el ataque terrorista a las torres gemelas del World Trade Center en Nueva York y al Pentágono en Washington.
Ha sido un momento que pasará a la historia, por la muerte de tantos inocentes; por la imagen de los que estaban encerrados como ratoneras en las plantas superiores y pedían socorro por las ventanas, o se tiraban al vacío para huir de las llamas; por las víctimas que aún yacen entre escombros, no sabemos cuántos están aún con vida…
Ante un momento así, ¿qué se puede hacer? Innumerables preguntas sin respuesta asaltan a todos, y los creyentes nos planteamos cómo Dios permite en su Providencia que los hombres sean libres de cometer tanta maldad. Es el momento de rezar por los que aún quizá sufren bajo tanta runa, por los familiares angustiados tras esta tragedia, por los gobernantes del mundo…
Ha sido un acto terrorista que ha ido más allá de toda ficción que han publicado en las novelas del género, nos ha hecho ver que somos vulnerables, que no controlamos tantas cosas, que basta unas personas fanáticas para que todo cambie, que cosas que parecían seguras como los rascacielos queden como estructuras ingenuas, expuestas a cualquier atentado.
Son días de pensar en quienes son los culpables, pero pienso que sobre todo en estos días nacerán muchas semillas de compromiso en nuestros corazones, para llevar adelante la construcción de un mundo mejor en el que no pasen estas cosas, que surgirá de estas torres gemelas un sentimiento de que todos somos hermanos, de que no podemos construir más torres de babel que nos dispersan (en tantos foros internacionales por ejemplo) sino un nivel mundial la dignidad de la persona, un nuevo orden internacional…
Un grito de dolor ha conmocionado el mundo cuando los cuatro aviones kamikaze golpearon salvajemente no sólo el corazón financiero y militar de Estados Unidos sino los corazones de todos. Juan Pablo II, en la audiencia del día siguiente pedía a Dios que este milenio, con la ayuda de todos, sea un milenio de paz y no de odio. Pienso que expresaba el Papa -con palabras entrecortadas- muy bien lo que sentimos muchos en nuestro interior: “Ante acontecimientos como éstos de un horror inenarrable es imposible no quedar consternados.
Me uno a todos los que en estas horas han expresado su indignada condena, reafirmando con vigor que los caminos de la violencia nunca pueden llevar a auténticas soluciones de los problemas de la humanidad. Ayer fue un día oscuro en la historia de la humanidad, una terrible afrenta contra la dignidad del hombre”.
Comentaba que al conocer la noticia, siguió “con participación intensa el desarrollo de la situación, elevando al Señor mi intensa oración. ¿Cómo pueden verificarse episodios de tan salvaje crueldad? El corazón del hombre es un abismo del que emergen en ocasiones designios de inaudita ferocidad, capaces en un momento de trastornar la vida serena y laboriosa de un pueblo”.
Aquel día 11, después de ver las imágenes “apocalípticas”, recé la Liturgia de las Horas, y cuál fue mi sorpresa ante la primera lectura de aquel día (del profeta Habacuc): “¿hasta cuándo, ¡oh Yahvé!… Mirad a las naciones y ved, y quedaréis sobrecogidos y estupefactos, pues está para cumplirse en vuestros días una obra que, si os la contaran, no la creeríais… pueblo feroz y arrebatado, que marchará por las anchuras de la tierra… es espantoso y terrible;… sus caballos son más ligeros que el tigre, más voraces que lobos nocturnos. Sus jinetes avanzan con insolencia, sus caballeros vienen de lejos, volando como el águila que se precipita para devorar. Todos llegan para entregarse a la violencia… se burla de los reyes, se mofa de los príncipes, se ríe de todas las plazas fuertes… es un criminal que hace de su fuerza su dios…”: expresa muy bien esta situación en la que sentimos que no estamos seguros, que no podemos controlar todas las posibilidades, y esas torres que pensábamos inexpugnables, se han demostrado débiles como de papel.
Pero no nos podemos dejar llevar por el pesimismo, pues –como seguía diciendo el Papa el día 12- “la fe nos sale al paso en estos momentos en los que todo comentario parece inadecuado. La palabra de Cristo es la única que puede dar respuesta a los interrogantes que desasosiegan nuestro espíritu.
Aunque la fuerza de las tinieblas parezca prevalecer, el creyente sabe que el mal y la muerte no tienen la última palabra. Aquí encuentra su fundamento la esperanza cristiana; aquí se alimenta, en este momento, nuestra confianza orante…”
El maligno, el demonio, y la malicia que el corazón del hombre es capaz de albergar parecen ganar la batalla. Pero Jesús, que quiso amar hasta morir en la cruz y que continúa sufriendo en cada persona que sufre, nos invita al verle colgado, clavado en la cruz, y aprender a abandonarnos confiadamente en Dios como Él supo abandonarse, sabiendo que Él saca de grandes males, grandes bienes. Él nos muestra que la guerra está ganada, aunque se pierda alguna batalla.
¿Qué puede haber de bueno en una cosa tan maligna? Quizá podamos comenzar una nueva era de relaciones entre todos los pueblos donde impere el amor y tanto egoísmo como ha habido en el siglo XX deje paso a un nuevo orden internacional.
Las cinco claves del viaje del papa Francisco a Budapest y Eslovaquia
El papa Francisco se dispone a iniciar su 34.º viaje apostólico fuera de Italia con motivo de su visita a Budapest (Hungría) y Eslovaquia, del 12 al 15 de septiembre próximo. I.Media te explica las implicaciones de este viaje
1A BUDAPEST, NO A HUNGRÍA
Es el primer destino anunciado por la Santa Sede en el vuelo de regreso de Irak el 8 de marzo de 2021. El viaje del papa Francisco a Budapest fue presentado enseguida como un simple desplazamiento en el marco del Congreso eucarístico y no como una visita de Estado, como sí es el caso de Eslovaquia. Este formato, restringido a una sola jornada, ya había sido observado con motivo de la visita del Pontífice argentino al Parlamento europeo en Estrasburgo en 2014 y por el 70.º aniversario del Consejo ecuménico de las Iglesias en Ginebra en 2017.
De modo que el Papa solamente permanecerá una mañana en la capital húngara, el tiempo justo de celebrar la misa de conclusión del Congreso eucarístico internacional tras haberse reunido con los obispos del país, con representantes de las otras religiones cristianas y del judaísmo, así como con las autoridades políticas.
La cuestión del encuentro con el primer ministro Viktor Orbán ha dado mucho que hablar estos últimos días tras una declaración sorprendente del papa Francisco a una radio española en la que confesaba no saber si iba a reunirse con él. Como la presencia del primer ministro húngaro aparece inscrita oficialmente en el programa, se ha planteado, como es natural, la cuestión de la oposición política entre los dos hombres.
Esta oposición entre los dos hombres nunca se ha manifestado públicamente, pero la manera en que las dos personalidades reaccionaron a la crisis migratoria de 2015 puso de manifiesto dos concepciones diametralmente opuestas. Cuando miles de migrantes atravesaban los Balcanes hacia Europa, huyendo sobre todo de la organización Estado Islámico, el primer ministro húngaro decidió colocar una alambrada de espinos en su frontera con Serbia para impedirles pasar.
Este año, en un mensaje dirigido a la comunidad de Sant’Egidio –una asociación de laicos católicos implicada especialmente en la acogida a migrantes–, el papa Francisco criticó vigorosamente la violencia de los islamistas que empujaba al exilio de muchos sirios e iraquíes. Sin embargo, denunció también la violencia que consiste en “levantar muros y barreras para bloquear a quien busca un lugar de paz. Es violencia rechazar a quienes huyen de condiciones deshumanas en la esperanza de un futuro mejor”. Todos los comentaristas del momento vieron en esta declaración una crítica contra la política húngara.
La oposición de ambos en múltiples temas –en particular sobre la cuestión europea o sobre el populismo– ha provocado muchas especulaciones, sobre todo en relación a la ausencia de reunión entre los dos.
Y la elección de una “auténtica visita de Estado” a la vecina Eslovaquia también ha sido leída como una decisión política con vistas a poner en valor a Eslovaquia a expensas de Hungría. Más aún dado que una fuente diplomática eslovaca ha confirmado a I.MEDIA que las buenas relaciones con la presidenta eslovaca vecina Zuzana Čaputová, política de centro-izquierda pro-Europa y con la cual el papa Francisco se reunió hace menos de un año, habían sido un elemento clave en la decisión del Pontífice.
2RENDIR HOMENAJE AL CONGRESO EUCARÍSTICO
Aunque el paso del Papa por Budapest será breve, será uno de los momentos fuertes de este viaje por Europa central. Además, será a partir de este evento que se construirá la continuación del viaje por Eslovaquia, como explicó el Pontífice a los periodistas durante el vuelo de regreso de su viaje a Irak.
Con esta participación, el papa Francisco se coloca en el camino de sus predecesores, quienes, muy pronto, quisieron poner en valor esta iniciativa rindiendo homenaje a la Eucaristía. Sin desplazarse, León XIII respaldó el primer Congreso eucarístico organizado a finales del siglo XIX en Lille para profundizar en el conocimiento y la adoración de la Eucaristía. El primer Papa en participar oficialmente fue Pío X –apodado por algunos “el Papa de la Eucaristía”– en 1905 durante el primer Congreso en Roma.
Muchos años después, Pablo VI presidió personalmente los debates de dos congresos: el de Bombay (1961) y el de Bogotá (1968). Juan Pablo II siguió su ejemplo al participar en los de Nairobi (1985), Seúl (1989) y Sevilla (1993). El Pontífice polaco se dirigió luego al organizado en su país (1997) y, finalmente, acogió el Congreso en Roma en 2000. Benedicto XVI nunca ha participado en este evento.
Para el papa Francisco –que desea que este viaje esté “marcado por la adoración y la oración”–, se tratará de su primera participación; además, ya ha anunciado que irá también al próximo Congreso eucarístico, organizado en Ecuador en 2024.
3UN VIAJE “AL CORAZÓN DE EUROPA”
Durante el Ángelus del 5 septiembre de 2021, es decir, una semana antes de dirigirse a Budapest y luego Eslovaquia, el papa Francisco habló de un viaje “al corazón de Europa”. Una realidad geográfica que es uno de los eslóganes de Eslovaquia, según ha explicado a I.MEDIA el embajador de Eslovaquia ante la Santa Sede, Marek Lisánsky.
Eslovaquia es también un corazón espiritual: es el primer país en haber sido cristianizado en Europa central. En 828, Pribina, príncipe de Nitra y una especia de Clodoveo I a la eslovaca, hizo construir la primera iglesia de toda la región. Casi 1200 años después, estas raíces antiguas han hecho de Eslovaquia un país sólidamente cristiano: un 65 % de la población es católica y cerca del 85 % es cristiana.
Por último, Eslovaquia es un buen alumno de la Unión Europea, a la cual se integró en 2009; todo un cambio veinte años después del fin de la era comunista. Esta entrada en la UE desempeñó un papel muy positivo en el desarrollo del país, según subraya el embajador Marek Lisánsky.
Este triple anclaje geográfico, espiritual y político de Eslovaquia, el de un miembro discreto pero activo del aparato multilateral europeo situado en el corazón del viejo continente, puede hacer del país el lugar ideal para que el Papa lance una nueva llamada a la refundación de la comunidad europea.
Esta cuestión europea es, además, uno de los leitmotiv del pontificado de Francisco y de su diplomacia. El Papa podría, como en sus anteriores discursos sobre Europa, hacer referencia a la misión esencial que debe desempeñar Europa en el mundo y recordar el sueño que mantuvo, tras la guerra, uno de los Padres de Europa, Robert Schuman, al cual la Iglesia acaba de reconocer como venerable.
Y, por el contrario, en este país marcado a fuego por los autoritarismos del siglo XX –la ocupación nazi y luego la integración al bloque soviético–, el líder de la Iglesia católica podría advertir contra los peligros que representan según él los repliegues nacionalistas y las tentaciones populistas, como ya ha comentado en numerosas ocasiones.
4ESLOVAQUIA, MOSAICO Y FRONTERA
Una característica poco conocida de Eslovaquia es su diversidad étnica. Este pequeño país de menos de 6 millones de habitantes alberga trece minorías, entre ellas una importante comunidad magiar (que representa cerca de un sexto de la población eslovaca), pero también rom (o etnia gitana), checos, polacos, rutenos, ucranianos y alemanes. Esta diversidad se expresa en una multiplicidad lingüística que recuerda la antigua pertenencia de Eslovaquia al Imperio austrohúngaro.
Esta dimensión implica también una diversidad religiosa, a pesar de la predominancia del catolicismo romano (65 %). Eslovaquia es en particular un alto lugar del judaísmo en Europa central, sobre todo de la rama ortodoxa: la primera sinagoga del país, la de Bratislava, data del siglo XIV. El Papa debe reunirse con miembros de esta comunidad el 13 de septiembre, con la asociación Bethléem.
Las diferentes familias cristianas también están representadas: además de la Iglesia latina romana, en el este del país encontramos muchos miembros de la Iglesia grecocatólica eslovaca, vinculada a Roma y que forma una eparquía de rito bizantino-eslavo. El 14 de septiembre, el Papa se dirigirá a Prešov para celebrar una misa en este rito heredado de san Juan Crisóstomo.
Las raíces de una presencia ortodoxa en Eslovaquia se remontan a la evangelización de la región por san Metodio en persona. Varias corrientes de la ortodoxia, influidas por Serbia, Ucrania y Hungría, cohabitan en un mismo país.
Finalmente, se observa una importante presencia protestante que data de poco tiempo después de la reforma y que fue importada por la población germanófona. Eslovaquia, que fue territorio de confrontación con la Iglesia católica durante el Renacimiento, ve en la actualidad cohabitar pacíficamente a calvinistas y luteranos con sus antiguos enemigos.
El Papa se mostrará, sin ninguna duda, sensible a esta diversidad étnica, tanto más cuanto que está geográficamente dividida entre el oeste y el este del país, haciendo de Eslovaquia un país pivote entre Occidente y Oriente. En esta tierra de martirios y persecuciones, cabe destacar la tradición católica de los “confesores heroicos”, así como el valor de la “hospitalidad”, como anunció el Papa durante el último Ángelus en Roma.
5UN ENCUENTRO IMPORTANTE CON EL PUEBLO ‘ROM’.
Una de las últimas citas del papa Francisco en tierra eslovaca será la visita al barrio de Lunik IX en Kosiče. Se trata de una de las comunidades más grandes de etnia rom en Europa central y donde el nivel de vida es particularmente bajo. Contrariamente a algunos gitanos de Europa occidental, los de Eslovaquia son sedentarios y están presentes en la totalidad del país.
Se trata de una realidad antigua: ya la emperatriz María Teresa puso en marcha programas de asimilación en el siglo XVII. Estas aldeas rom han perdurado y su población está representada hoy día por alcaldes y diputados en el Parlamento eslovaco. Sin embargo, la integración de esta minoría está lejos de ser una realidad en Eslovaquia, como es el caso también en el resto de Europa.
No será la primera vez que el Pontífice argentino se reúne con el pueblo gitano. En 2019, durante su viaje a Rumanía, se dirigió a Blaj para disculparse ante la población local por el peso de las “discriminaciones, las segregaciones y los malos tratos” sufridos durante siglos por los rom. El Papa lanzó una vez más un llamamiento a la acogida y vituperó la indiferencia ante la miseria que azota a este pueblo.
También animó a los gitanos a “construir” un mundo más humano y subrayó la importancia de la fraternidad entre los pueblos. En Kosiče, podemos esperar que el papa Francisco retome esta lucha.