Para explicar más eficazmente esta imagen, Francisco quiso compartir una confesión personal: «Recuerdo que para carnaval, cuando éramos niños, la abuela nos hacía galletas, y era una masa muy liviana, liviana, era liviana esa masa que hacía. Luego la ponía en el aceite y la masa se inflaba, se inflaba, y cuando la comíamos estaba hueca». Esas galletas en el dialecto se llamaban «mentiras». Y era precisamente la abuela quien nos explicaba la razón de ello: estas galletas «son como las mentiras: parecen grandes, pero no tienen nada dentro, no hay nada verdadero allí; no hay nada de sustancia». Y Jesús nos alerta: «Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía». Por ello la invitación del Señor es tener mucho cuidado «con la levadura de los fariseos, que es la hipocresía». (Santa Marta, 14 octubre 2016)
• Mark 7:1-13
Amigos, en el Evangelio de hoy Jesús llama hipócritas a los fariseos porque “dejan de lado el mandamiento de Dios, por seguir la tradición de los hombres”.
Por ejemplo: “Si uno dice a su padre o a su madre: ‘Lo que de mí podrías recibir como ayuda lo declaro corbán’ —es decir: ofrenda sagrada— en ese caso, le permiten no hacer más nada por su padre o por su madre”. Si dices ser una persona centrada en el amor, pero no honras a tus padres, algo está muy mal. Así, la hipocresía de los fariseos es desatender el amor.
El amor es, en esencia, un acto de la voluntad, más precisamente desear el bien del otro como otro. Amar es realmente querer lo que es bueno para otra persona y luego actuar según ese deseo.
El verdadero amor es un salto fuera de los estrechos límites de mis necesidades y deseos, y un abrazar el bien del otro por el bien del otro en sí mismo. Es escapar del agujero negro del ego, que tiende a llevar todo a su alrededor.
Ricardo, Santo
Laico, 7 de febrero
Por: . | Fuente: misa_tridentina.t35.com !! «Vidas de los santos», Alban Butler
Martirologio Romano: En Luca, de la Toscana, san Ricardo, padre de los santos Willibaldo y Waldburgis, el cual, peregrinando junto con sus hijos desde Inglaterra a Roma, falleció durante el viaje. (†720 )
Breve Biografía
En la primavera del año 720 un pequeño grupo de personas salió del Hamble para ir en peregrinación a Roma y Tierra Santa. Era una familia de Wessex, compuesta del padre, cuyo nombre no se menciona, y sus hijos Wilibaldo y Winebaldo. Hicieron la travesía por el Sena, desembocaron en Rouen visitaron varios santuarios franceses y salieron para Roma. Pero en Lucca el padre murió y fue sepultado en la iglesia de san Frediano. Se registraron milagros en su tumba, donde están todavía sus reliquias y donde se observa su fiesta con devoción.
Su hijo Wilibaldo se unió más tarde a san Bonifacio y llegó a ser el primer obispo de Eichstätt en Baviera. Los detalles anteriores los debemos a un documento llamado el «Hodoeporicon», escrito por una de sus parientes, monja de Heidenheim, quien anotó los recuerdos que tenía sobre la vida del santo, tal como él se las relató de palabra. Dicho documento es la fuente de todo lo que sabemos del padre de san Wilibaldo y san Winebaldo y su hermana santa Walburga: pero esto no era suficiente para los fieles de Lucca y de Eichstátt, que tanto veneraban al santo varón. Entonces le inventaron un nombre «Ricardo», una vida y una posición: «rey de los ingleses». En realidad en Inglaterra no hubo ningún rey Ricardo antes de Corazón de León, y nada se sabe de la condición del padre de Wilibaldo, excepto que tenía buena posición social, pues podía costear viajes de larga duración. Sin embargo, en el Martirologio Romano antiguo se inscribía como «sanctus Richardus rex Anglorum», aunque en el actual se ha retirado esa caracterización de «rey de los ingleses», que sólo permanece en la iconografía del santo. Lo poco que sabemos acerca de él queda compensado por los amplios informes dignos de confianza sobre sus hijos.
Amar con todo el corazón
Santo Evangelio según san Marcos 7, 1-13.
Martes V del Tiempo Ordinario
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, gracias por este momento que me regalas para poder estar contigo. Tú bien sabes lo que hay en mi corazón. En tus manos pongo todo lo que soy y todo cuanto tengo. Sé muy bien que Tú me recibes y me amas tal cual soy; lo creo, pero sé Tú mismo el soporte de mi fe. A ti te confío todos mis planes y temores, todas mis risas y mis lágrimas, sé muy bien que nunca me abandonarás, pero concédeme la esperanza que necesito para jamás abandonarte. Sólo Tú puedes llenar toda la sed de amor que mi corazón tiene. Concédeme que nunca me detenga, que mi corazón te desee cada día más y que nunca me canse de buscarte hasta el día en que te pueda amar de manera plena en el cielo. Amén.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 7, 1-13
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los fariseos y algunos escribas venidos de Jerusalén. Viendo que algunos de los discípulos de Jesús comían con las manos impuras, es decir, sin habérselas lavado, los fariseos y los escribas le preguntaron: “¿Por qué tus discípulos comen con manos impuras y no siguen la tradición de nuestros mayores?” (Los fariseos y los judíos, en general, no comen sin lavarse antes las manos hasta el codo, siguiendo la tradición de sus mayores; al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones, y observan muchas otras cosas por tradición, como purificar los vasos, las jarras y las ollas). Jesús les contestó: “Qué bien profetizó Isaías sobre ustedes, hipócritas, cuando escribió: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mi. Es inútil el culto que me rinden, porque enseñan doctrinas que no son sino preceptos humanos. Ustedes dejan a un lado el mandamiento de Dios, para aferrarse a las tradiciones de los hombres”. Después añadió: “De veras son ustedes muy hábiles para violar el mandamiento de Dios y conservar su tradición. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre. y: El que maldiga su padre o a su madre, morirá. Pero ustedes dicen: ‘Si uno dice a su padre o a su madre: Todo aquello con que yo te podría ayudar es corbán (es decir, ofrenda para el templo), ya no puede hacer nada por su padre o por su madre’. Así anulan la palabra de Dios con esa tradición que se han transmitido. Y hacen muchas cosas semejantes a ésta”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Jesús mío, en mi corazón todavía resuena el reproche que Tú les diriges a los fariseos: «este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí». A primera vista me puede parecer que tus palabras son muy duras, pero que al final los fariseos se lo merecían. Podría quedarme con esa idea y pasar de largo sin prestar atención a la verdadera invitación que Tú le haces a los fariseos: ámenme con todo el corazón.
A veces se me olvida que Tú también amabas a los fariseos. No los considerabas tus enemigos, sino personas amadas por ti que merecían tanto amor de parte tuya como yo. Si los corriges no es porque quieras fastidiarlos, sino para que ellos también puedan corresponder a tu infinito amor.
Les haces ver, Jesús, que Tú los amas no por lo que hacen, sino por lo que son: Tus hijos. Intentas mostrarles que es importante hacer cosas (purificar las jarras, lavarse hasta el codo…) pero que estas cosas no sirven para nada si no son la respuesta de un corazón que se sabe amado por ti.
Esto es lo que también me quieres decir a mí. Quieres en primer lugar que yo me sepa amado por ti, y que en mi corazón se grabe a fuego estas palabras: «Te amo y nada puede hacer que deje de hacerlo».
En segundo lugar, quieres que todo lo que yo haga (ir a la Iglesia, ayudar a los pobres…) sea una amorosa respuesta al infinito amor que me tienes.
«Pidamos al Señor, por intercesión de la Virgen Santa, de darnos un corazón puro, libre de toda hipocresía, este es el adjetivo que Jesús dice a los fariseos: ‘hipócritas’, porque dicen una cosa y hacen otra. Libres de toda hipocresía para que así seamos capaces de vivir según el espíritu de la ley y alcanzar su fin, que es el amor».(Ángelus de S.S. Francisco, 30 de agosto de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a ofrecer todos mis actos por la persona que más lo necesite y trataré de recordarla durante el día.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cómo dejar un legado trascendente a mis hijos
Ver a nuestros hijos crecer es una gran aventura.
Me pregunto todo el tiempo, ¿cuál es el mejor legado que puedo dar o la mejor lección que puedo enseñar mientras está creciendo mi hija a mi lado?
Primero debe entender que mi amor de madre o padre es real e incondicional, esto significa que no debe hacer nada para ganar o merecer nuestro amor y que nuestro amor jamás cambiará aún cuando ella decida vivir una vida alejada de valores familiares, esto es algo que no es fácil de balancear, ya que nuestro rol demanda justicia y disciplina como un aspecto clave de nuestro deber como padres responsables, y como una muestra del amor que sentimos por ella.
Es importante que en la familia haya normas y valores que deben respetarse, y que el no cumplir con estas normas, traerá consecuencias. Amar incondicionalmente, no solo es demostrar afecto en palabra y acción, es también solicitar que rindan cuentas y cumplan con sus responsabilidades.
El amor incondicional se manifiesta por medio de una relación honesta, en la que nuestros seres amados tienen claro cuáles son nuestros valores y qué está permitido en el hogar. Al mismo tiempo, hay aceptación y respeto mutuo por las decisiones que nuestros hijos toman conforme ganan independencia, y demostración de afecto y apoyo con límites bien establecidos en el hogar.
Debemos heredar a nuestros hijos la capacidad de desarrollar responsabilidad e independencia, para que puedan vivir de forma exitosa y útil, a amar y servir a otros, a tomar decisiones, a asumir las consecuencias, a saber que pueden contar con sus padres y que, al mismo tiempo, no nos necesitan, y guiarlos para que sean hombres y mujeres que aman a Dios y a su familia.
Ver a nuestros hijos crecer es una gran aventura. Ayudarles a ser independientes y a asumir la responsabilidad de sus acciones, así como asumir compromisos y encontrar su llamado en la vida, es muy conmovedor y gratificante.
San Ricardo Peregrino
Señor feudal de Inglaterra, padre de tres santos, peregrino y sanador
No se pierda esta Misa internacional para aquellos que necesitan sanación. Llevaremos sus intenciones al altar – sin coste.
El rey San Ricardo el Sajón vivió en el siglo VIII.
Tal vez no fuera rey sino señor feudal o príncipe de Wessex.
Hizo una larga peregrinación por Francia con intención de ir a Roma acompañado de sus tres hijos -santa Walburgis, san Wilibaldo y san Winebaldo- pero enfermó y murió en el camino, concretamente en Lucca, en el norte de Italia. Allí fue enterrado en la basílica de san Frediano.
Santo patrón
San Ricardo es patrón de caminantes, peregrinos y montañeros.
Oración
Gracias, Señor, por proponernos el ejemplo de un padre de familia, san Ricardo,
que forjó a sus tres hijos para que fueran testigos fieles del Evangelio.
Concédenos la misma piedad que infundiste en su corazón
para emprender la peregrinación de la vida.
Haz que nos sepamos en tus manos siempre
y que no nos apeguemos a las cosas de este mundo.
Amén.