Matthew 21:33-43, Matthew 21:45-46

Amigos, justo antes de Su Pasión y Muerte, Jesús nos relata una historia sorprendente, que es nuestro Evangelio de hoy. La viña fértil significa Israel, Su gente elegida. Pero podría ser ampliado e incluir a todo el mundo. ¿Qué es lo que aprendemos a través de esta bella imagen? Que Dios ha hecho para Su gente un lugar donde encontrar descanso, alegría y buen trabajo.

Nosotros—Israel, la Iglesia, el mundo—no somos los propietarios de esta viña sino los viñadores. Uno de los errores espirituales más básicos que podemos cometer es pensar que somos dueños del mundo. Somos arrendatarios a quienes se nos ha confiado la responsabilidad de cuidarlo, pues todo lo que tenemos y somos está a préstamo. Nuestra vida no es acerca de nosotros mismos.

Cristo es el juicio de Dios. Todos nosotros estamos bajo Su juicio. En la medida que lo matamos, rechazamos escucharlo, ponemos nuestro arrendamiento a riesgo. Entonces la gran pregunta que surge de esta lectura es: “¿Cómo estoy usando los dones que Dios me ha dado para Sus propósitos? ¿Mi dinero? ¿Mi tiempo? ¿Mis talentos? ¿Mi creatividad? ¿Mis relaciones?” Todo es para Dios, y por lo tanto todo está bajo Su juicio.

Serapión el Escolástico, Santo

Obispo, 21 de marzo

Por: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net

Obispo de Thmuis

Martirologio Romano: En Egipto, san Serapión, anacoreta ( c.370).

Etimológicamente: Serapión = “perteneciente a la divinidad de Serapis”. Viene de la lengua griega.

Breve Biografía

A este monje egipcio se le conoce también como Serapión de Thmuis.

La fecha de su muerte se sitúa más o menos entre los años 365 y 370.

Las características que mejor lo definen son, sin duda, su penetrante inteligencia y su elocuencia. Gracias a ellas tuvo en la Iglesia un papel relevante.

Estudió en la célebre escuela catequética de Alejandría. Después se dedicó a la vida eremítica. En este campo tuvo un maestro excepcional, san Antonio. A nivel intelectual, encontró en san Atanasio un amigo sincero. Lo recuerda con cariño en su libro “Vida de san Antonio. Al separase, le dejó su túnica.

Lo nombraron obispo de Thmuis en el delta del Nilo. Se le reconoció en seguida por su carácter de dirigente en los asuntos eclesiásticos y por su clara y transparente oposición al arrianismo.

El propio san Jerónimo lo eligió como confesor. Por su vida pastoral como cabeza de la diócesis rondaba la idea de escribir un libro magnífico contra los maniqueos. Defiende en contra de ellos la doctrina de que nuestros cuerpos son instrumentos para el bien o para el mal. Todo depende de la disposición del corazón.

Los maniqueos sostienen que el alma es obra de Dios, pero nuestros cuerpos lo son del diablo.

También escribió varias cartas y un libro basado en los títulos de los Salmos, pero no queda ninguno.

En el año 1899 se descubrió el libro más conocido sobre los santos, llamado Eucologio. Es una colección litúrgica de oraciones que él mismo empleó cuando era obispo.

Es interesante para conocer la adoración y la fe de los primeros cristianos egipcios.

Frecuentemente repetía esta expresión llena de contenido:»La mente se purifica por el conocimiento, las pasiones espirituales del alma con la caridad y los apetitos desordenados con la abstinencia y la penitencia..»

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

Señor quiero dar el fruto que Tú esperas de mí

Santo Evangelio según san Mateo 21,33-43.45-46. Viernes II de Cuaresma

Por: Rosario Guerra, CRC | Fuente: Consagradas del Regnum Christi

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor vamos camino a Jerusalén en esta Cuaresma, vamos juntos tomados de la mano preparándonos para vivir los misterios de tu Pasión, Muerte y Resurrección. En este rato de oración permíteme comprender un poco más, sobre todo con el corazón, lo que se avecina. Ese rechazo de los labradores a quienes se les encomendó la viña y que ahora quieren matarte a ti, que eres el Hijo amado que envía el dueño de la Viña.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 21, 33-43.45-46

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último, les mandó a su hijo, diciéndose: ‘Tendrán respeto a mi hijo’. Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: ‘Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia’. Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron. Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?». Le contestaron: «Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos». Y Jesús les dice: «¿No habéis leído nunca en la Escritura: ‘La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente?’. Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos». Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos. Y, aunque buscaban echarle mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta.

Palabra del Señor

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

En esta Cuaresma, Jesús, me quiero preparar para acompañarte en tu Pasión. Lo quiero hacer con un corazón abierto; líbrame de una actitud farisaica; líbrame de no reconocer que Tú eres la piedra angular de mi vida, de mi comunidad, de la historia de la humanidad.

Tú, con mucho cariño has plantado en mi vida una viña, lo has hecho con todos los detalles; me has encargado esa viña para que dé fruto. Vendrás y vienes día con día a pedirme de ese fruto.

Quiero decirte como San Agustín “Dame lo que pides, y pide lo que quieras”; quiero disponerme; quiero donarme y entregar lo que esperas de mí. Tengo una responsabilidad frente a los dones y cualidades que me has dado. Quiero repasar cada uno de ellos frente a ti para verlos con humildad y verdad; y sacar lo mejor de mí en mi relación contigo, con los demás y conmigo mismo.

Vienes por el fruto de lo que Tú siembras, vienes a través de personas que me necesitan; vienes a través de esos “criados” de los que hablas en la parábola. Que nunca pueda yo pensar en la posibilidad de rechazarlos, maltratarlos, mucho menos matarlos. Cualquier persona es mi hermano, es alguien amado por ti y es bienvenido por mí para ofrecerle lo que me corresponda, lo que esté en mis manos y le haga un bien.

Dame esos frutos abundantes del Espíritu Santo para poderlos derramar también abundantemente con quienes encuentre en mi camino: caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia y castidad.

«Con esta dura parábola, Jesús pone a sus interlocutores frente a su responsabilidad, y lo hace con extrema claridad. Pero no pensemos que esta advertencia valga solamente para los que rechazaron a Jesús en aquella época. Vale para todos los tiempos, incluido el nuestro. También hoy Dios espera los frutos de su viña de aquellos que ha enviado a trabajar en ella. A todos nosotros».

(S.S. Francisco, Ángelus del 4 de octubre de 2020).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Recibir hoy a las personas que encuentre en mi camino como enviados de Cristo para darles el fruto de lo que Él ha sembrado en mi vida. Bondad, amabilidad, paciencia, servicio.

Despedida

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

San Nicolás de Flue, padre de familia y ermitaño

Aleteia

Dolors Massot – publicado el 20/03/22

Este agricultor con 10 hijos y eremita se alimentó solo de la Eucaristía durante 20 años

Campaña de Cuaresma 2025

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San Nicolás nació en 1417. Era de familia campesina, se casó a los 30 años con Dorotea Wyss y tuvo 10 hijos. Rezaba y practicaba el ayuno cuatro días por semana.

Con permiso de su esposa y de sus hijos, a los 50 años se hace ermitaño en la garganta de Ranft. En esa celda-cabaña solo dispone de dos ventanas: una para ver los oficios del sacerdote y otra para contemplar la naturaleza de Unterwald.

Él me profundamente la Pasión del Señor y alcanza mucho conocimiento de la Santísima Trinidad.

Está comprobado históricamente que no tomó alimento durante 20 años excepto la Eucaristía. Este hecho de carácter milagroso hizo que el lugar se convirtiera en centro de peregrinación y siga siéndolo en la actualidad.

Con sus visiones, logró acertar en las decisiones políticas que hacen de Suiza un país estable todavía hoy.

San Klaus falleció, tras una dolorosa enfermedad, el 21 de marzo de 1487.

Santo patrón

Llamado Hermano Klaus, tanto los protestantes como los católicos lo consideran patrono de Suiza.

Oración

La oración de San Nicolás de Flüe que se hizo célebre en los cantones suizos es la siguiente:

«Señor y Dios mío, quitad de mí todo lo que me impide ir a Vos.

Señor y Dios mío, concededme todo lo que me pueda llevar hacia Vos.

Señor y Dios mío, haced que no haya en mí nada que no sea vuestro

y que me entregue a Vos por completo».