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Éxodo 24:3-8 / Hebreos 9:11-15 / Marco 14:12-16.22-26

 

«El Señor nos alimenta con la flor del trigo y con el fruto abundante de la vid» (cf. Ps 80, 17; Mc 16, 25). Una flor del trigo convertida por el Espíritu Santo en el cuerpo de Cristo y un fruto del viñedo convertido también por el Espíritu Santo en la sangre de Cristo. Hoy, hermanos y hermanas queridos, agradecemos ese don que Jesús, el Señor, nos dejó en la última cena. El cuerpo y la sangre son la totalidad de su persona. Y, como nos decía el evangelio, el Señor les hace ofrecer por la salvación de toda la humanidad. Son un don de amor inconmensurable. Un don sacramental hecho en la cena de antes de la pasión y consumado después arriba la cruz, cuando el Señor se ofreció a Dios mismo, por el Espíritu Santo, como víctima sin tara, tal y como dice la carta a los cristianos hebreos que hemos leído. De este modo nos purificó de las obras que llevan a la muerte, inauguró una nueva alianza, nos concedió poder dar culto al Dios vivo haciendo el memorial de su pasión, muerte y resurrección, y nos ofreció la herencia eterna para entrar en el lugar santo del cielo donde Dios habita. En la solemnidad de hoy somos invitados a agradecer este don de vida y de salvación, acogerlo y adorarlo.

Somos invitados a agradecerle, el don de la Eucaristía. Porque nos da vida cada vez que hacemos el memorial del Señor y hace que Jesucristo resucitado siga presente en medio de nosotros en el sacramento eucarístico. Con una presencia no estática, sino dinámica que comunica su amor, que nos otorga dones espirituales, que nos invita a devolver amor por amor, que es prenda de la vida eterna que esperamos. Por eso la secuencia tradicional de esta solemnidad, escrita por santo Tomás de Aquino, invita a alabar al Salvador, aquél que nos guía y nos pasto, cantándole himnos y cánticos; haciendo que “la alabanza sea llena y sonora”, que sea gozoso y estallando el fervor de nuestros corazones”. Alabamos hoy, pues, con un agradecimiento sincero, Jesucristo que se da a sí mismo en la Eucaristía.

 

Somos invitados también a acoger el don eucarístico en nuestra vida. Para que nos vaya transformando, o, como dice la liturgia de hoy, para que ese sacramento venerable nos alimente espiritualmente, nos santifique (cf. prefacio II) y nos haga crecer en la filiación divina y en la identificación con Jesucristo, viviendo según su Evangelio. Además, el sacramento eucarístico crea unos vínculos entre unos y otros porque, participando del mismo pan y del mismo cáliz, el Señor nos une por su Espíritu Santo y hace de nosotros el cuerpo espiritual de Cristo. Por eso decimos que la Eucaristía es sacramento de unidad. Acoger, por tanto, el don eucarístico comporta también y necesariamente estar abierto a los demás, gastar nuestra vida a favor de ellos tal y como hizo Jesús dándose a la Eucaristía ya la cruz a favor de todos. No podemos acoger el cuerpo y la sangre eucarísticos de Cristo sin acoger el cuerpo, la persona, de los demás, particularmente de los que cerca nuestro pasan algún tipo de necesidad material o espiritual., porque también son sacramento, presencia, de él. Celebrar el Corpus es, pues, abrirse a la solidaridad, amar y comprometerse a favor de los demás. Por eso hoy es «el día de la caridad»; le invitamos, pues, a participar en la colecta que se hará al final de esta celebración para contribuir a la obra que hace cáritas en bien de tanta gente necesitada.

Y, aún hoy, somos invitados a adorar el sacramento eucarístico que es el sacramento por excelencia. La adoración quizá sea la característica más típica y más popular de la solemnidad de Corpus. En este gran día, contemplamos maravillados la donación total de Jesucristo y adoramos su presencia divina que es portadora de salvación y que nos une al Padre y al Espíritu Santo. Y la adoración se puede transformar en coloquio íntimo, en silencio maravillado considerando como el Dios trascendente, el todo-otro, se convierte máximamente cercano en la humildad del pan y del vino, para ponerse a nuestro nivel, para entrar dentro nuestro, transformarnos a su imagen y hacernos participar de su vida divina. Conscientes de ello, la liturgia nos invita a brotar de nuestro interior “un cántico nuevo”.

 

 

En la tradición de Israel, con motivo de una nueva intervención salvadora de Dios o de una nueva experiencia espiritual, se componía un cántico nuevo: a la novedad de lo que Dios había hecho había que corresponder con la novedad de la alabanza y no repitiendo unas palabras ya conocidas (cf. Ps 95, 1; 97, 1). También el cristianismo siguió esa tradición. La novedad de la obra salvadora de Jesucristo, la gran hazaña de su pasión, muerte y resurrección que nos es comunicada en el memorial eucarístico, piden un cántico nuevo de los labios y del corazón. Lo encontramos en el libro del Apocalipsis con los veinticuatro ancianos prosternados ante el Cordero, es decir, ante Jesucristo muerto y resucitado, y cantando un cántico nuevo. Lo adoran porque ha comprado para Dios con su sangre, gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación, y ha hecho una casa real y unos sacerdotes dedicados a nuestro Dios. Y dicen eternamente: Digno es el Cordero que ha sido degollado de recibir todo poder, honor, gloria y alabanza (Ap 5, 8-9.12). Y nosotros unimos nuestras voces a las de ellos proclamando la gloria del Señor tres veces santo que ha dado la vida en la cruz y nos ha dejado la Eucaristía.

«El Señor nos alimenta con la flor del trigo y con el fruto abundante de la vid»; agradecemos, acogemos el don, adoramos la presencia.

 

 

Benito de Aniane, Santo

Abad, 12 de febrero

Martirologio Romano: En el monasterio de San Cornelio de Indam, en Germania, tránsito de san Benito, abad de Aniano (o Aniane), que propagó la Regla benedictina, confeccionó un Consuetudinario para uso de monjes y trabajó con empeño en la instauración de la liturgia romana (821).

Etimología: Benito = Benedicto = Aquel a que Dios bendice, es de origen latino.

Breve Biografía

Benito fue hijo de Aigulfo de Maguelone; servía de escanciador al rey Pepino y a su hijo Carlomagno. A la edad de veinte años resolvió buscar el Reino de Dios con todo su corazón. Tomó parte en la campaña de Lombardía, pero, después de haberse casi ahogado en Tesino, cerca de Pavía, tratando de salvar a su hermano, hizo voto de abandonar el mundo por completo. A su vuelta a Languedoc, confirmó su determinación por consejo de un ermitaño llamado Widmar, y fue a la abadía de Saint-Seine, a veinticuatro kilómetros de Dijon, donde lo admitieron como monje. Pasó allí dos años y medio aprendiendo la vida monástica y llegó al dominio de sí mismo por medio de severas austeridades. No satisfecho con guardar la regla de San Benito, practicaba otros puntos de perfección que encontró prescritos en las reglas de San Pacomio y San Basilio. Cuando el abad murió, los hermanos estaban dispuestos a elegirlo para que lo substituyera, pero no quiso aceptar el cargo, porque sabía que había monjes que se oponían a todo lo que fuera reforma sistemática.

Con este motivo, Benito abandonó Saint-Seine y, al regresar a Languedoc, construyó una pequeña ermita junto al arroyo Aniane, en sus propias tierras. Aquí vivió algunos años en privación voluntaria, orando continuamente a Dios para que le enseñara a hacer su voluntad. Algunos ermitaños, de los cuales uno era el santo Widmar, se pusieron bajo su dirección. Ganaban su sustento con el trabajo manual, vivían a pan y agua, excepto los domingos y grandes fiestas, cuando añadían un poco de vino o leche, si se los daban de limosna. El superior trabajaba con ellos en los campos y algunas veces se dedicaba a copiar libros. Cuando el número de sus discípulos aumentó, Benito dejó el valle y construyó un monasterio en un sitio más espacioso. Amaba tanto la pobreza, que por mucho tiempo utilizó cálices de madera o vidrio o peltre para celebrar la misa, y si le daban ornamentos valiosos de seda, los obsequiaba a otras iglesias. Sin embargo, posteriormente, cambió su modo de pensar sobre este punto, y construyó un claustro y una majestuosa iglesia adornada con pilares de mármol, y la dotó de cálices de plata, ricos ornamentos; además compró libros para la biblioteca. En breve tuvo muchos religiosos bajo su dirección. Al mismo tiempo, llevaba al cabo la inspección general de todos los monasterios de Provenza, Languedoc y Gascuña, y llegó a ser, con el tiempo, el director y supervisor de todos los monasterios del imperio; reformó a muchos con tan buen tino, que no encontró gran oposición. El que principalmente recibió su influencia fue el monasterio de Gellone, fundado por San Guillermo de Aquitania en 804.

 

 

Para tenerlo a la mano, el emperador Luis el Piadoso obligó a Benito primero a habitar en la abadía de Maurmünster, en Alsacia, y después, como todavía quería tenerlo más cerca, construyó un monasterio en el Inde, conocido más tarde como Cornelimünster, a unos 11 kilómetros de Aquisgrán, residencia del emperador y su corte. Benito vivió en el monasterio, pero continuó ayudando a la restauración de la observancia monástica por toda Francia y Alemania. A él se debe principalmente, la redacción de los cánones para la reforma de los monjes del concilio de Aquisgrán en 817. En ese mismo año presidió la asamblea de abades para poner en vigor el restablecimiento de la disciplina. Su estatutos, los Capitula de Aquisgrán, fueron añadidos a la regla de San Benito e impuestos a todos los monjes del imperio. Benito también escribió el «Codex Regularum» (Código de Reglas), una colección de todas las reglas monásticas existentes en su tiempo; compiló asimismo un libro de homilías para uso de los monjes, sacado de las obras de los Padres de la Iglesia; pero su obra más importante fue la «Concordia Regularum,» la «Concordancia de Reglas,» en la cual compara las reglas de San Benito de Nursia con las de otros patriarcas de la observancia monástica para mostrar su semejanza.

 

Este gran restaurador del monasticismo en el occidente, agotado por las mortificaciones y fatigas, sufrió mucho de continuas enfermedades en sus últimos días. En 821 murió tranquilamente, en Inde, a la edad de setenta y un años. Grande como era la energía e influencia de San Benito de Aniane, hay que admitir que su plan para una revolución pacífica de la vida monástica no pudo ser llevado al cabo como él había proyectado. De acuerdo con Edmund Bishop, la idea que tenía Benito y su patrono, el emperador Luis, era ésta:

Todas las casas habían de reducirse a una uniformidad absoluta de disciplinas, observancia, y aun hábito, de acuerdo con el modelo de Inde; se nombrarían visitadores para que vigilaran la observancia de la regla según las constituciones. El nuevo plan sería lanzado en la asamblea de abades en Aquisgrán en 817. «Pero planear es una cosa,» el Sr. Bishop agrega, «y llevar al cabo es otra. Es claro que en la asamblea general de abades, Benito, respaldado como estaba por el emperador para conservar la paz y poder llevar a cabo reformas substanciales, tuvo que renunciar a muchos detalles de observancia que él estimaba mucho. Parece que esto mismo afirma su biógrafo y amigo Ardo, quien había observado todo personalmente. Sin embargo, los decretos de esta asamblea, de la cual era Benito al mismo tiempo autor, alma y vida fueron un punto decisivo en la historia de los benedictinos, porque éstos formaron la base de la legislación y práctica posterior. Después del gran fundador, Benito de Nursia, ningún otro hombre ha influido tanto en el monasticismo occidental como lo hizo el segundo Benito, el de Aniane.» («Liturgia Histórica,» 1918, pp. 212-213).

Pocos de los entendidos en esta materia tienen tanto derecho para opinar sobre la historia monástica del siglo nueve, como Edmud Bishop.

Estas palabras suyas forman un tributo notable a la obra que el gran reformador monástico llevó al cabo; pero, como ha señalado Dom David Knowles, su influencia fue bastante diferente de la de Benito de Nursia: «Benito de Aniane nunca fue un guía espiritual para monjes.»

 

 

Jesús no es indiferente

Santo Evangelio según san Marcos 8, 1-10. Sábado V del Tiempo Ordinario

 

 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.

¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Gracias, Señor, por el don de mi vida, porque me permites cada día levantarme, ver la luz del sol y la sonrisa en el rostro de aquellos que amo. Aumenta mi fe para descubrirte en todo lo que me sucede. Aumenta mi esperanza para confiar en Ti en los momentos difíciles. Aumenta mi amor para ser tu testigo fiel ante mis hermanos los hombres.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Marcos 8, 1-10

 

Uno de aquellos días, vio Jesús que lo seguía mucha gente y no tenían que comer. Entonces llamó a sus discípulos y les dijo: «Me da lástima de esta gente; ya llevan tres días conmigo y no tienen qué comer. Si los mando a sus casas en ayunas, se van a desmayar por el camino. Además, algunos han venido desde lejos.

Sus discípulos le respondieron: «¿Y de dónde se puede conseguir pan, aquí en despoblado, para que coma tanta gente?» Él les preguntó: «¿Cuántos panes tienen?» Ellos le contestaron: «Siete».

Jesús mandó a la gente que se sentara en el suelo, tomó los siete panes, pronunció la acción de gracias, los partió y se los fue dando a sus discípulos para que los distribuyeran. Y ellos los fueron distribuyendo entre la gente.

Tenían, además, unos cuantos pescados.

Jesús los bendijo también y mandó que los distribuyeran. La gente comió hasta quedar satisfecha, y todavía se recogieron siete canastos de sobras. Eran unos cuatro mil. Jesús los despidió y luego se embarcó con sus discípulos llegó a la región de Dalmanuta.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Jesús se compadece de la gente porque la amaba. Nos ama a todos, de eso no hay dudas, pero como quien se acerca más al fuego tiene más posibilidades de calentarse, así también quien se acerca más a Cristo le ofrece más posibilidades de demostrar Su amor. Aquella gente se apiñaba alrededor de Jesús y Él no podía despedirlos con las manos vacías.

Dios quiere actuar, y actuará, en la medida que se lo permitamos. Él hace que los frutos sean abundantes, aunque lo que le presentemos sea poco. Lo único que pide es que nos demos totalmente porque así podrá hacernos realmente felices. Esos siete panes y esos cuantos peces lograron alimentar a cuatro mil personas, no porque eran pocos, sino porque era todo lo que los discípulos le podían ofrecer al Señor.

Dios quiere hacerte feliz, ¿qué dones tienes que aún no le has entregado?

 

«Jesús es el que bendice y parte los panes, con el fin de satisfacer a todas esas personas, pero los cinco panes y los dos peces fueron aportados por los discípulos, y Jesús quería precisamente esto: que, en lugar de despedir a la multitud, ofrecieran lo poco que tenían. Hay además otro gesto: los trozos de pan, partidos por las manos sagradas y venerables del Señor, pasan a las pobres manos de los discípulos para que los distribuyan a la gente. También esto es «hacer» con Jesús, es «dar de comer» con él». (Homilía de S.S. Francisco, 26 de mayo de 2016).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

 

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Durante el día le regalaré al Señor algún tiempo extra de oración.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

 

Cuida la alimentación de tus hijos ahora que están en casa

¿Quién a dicho que comer sano y nutritivo debe ser aburrido?

 

En casa, hemos tenido que adaptar los horarios y el estilo de comida, pues de forma extraña, todos tienen mucha hambre y no pueden esperar; por lo que asaltan el refrigerados y por los mismo la comida rinde menos.

No se si a ti te pasa lo mismo, por eso hoy te quiero compartir mis 5Tips para cuidar la alimentación de nuestros hijos.

PRIMERO. Que la comida esté organizada en 5 momentos.

Si de todas formas van a comer mas veces al día, es importante que esté regulado, es así que podemos establecer cinco momentos al día para tomar alimentos.

El desayuno, una colación o snack a media mañana, la comida, otra colación o snack y la cena.
Y debemos hacer que nuestros hijos lo tengan claro para evitar que quieran comer todo el día.

Al principio nos costara trabajo pero es necesario tener orden.

SEGUNDO. Que los horarios sean fijos.

Si establecemos un horario familiar nos será más fácil todo. Es necesario tomar en cuenta los tiempos de cada miembro de la familia para dejar fijos e inamovibles los horarios de los alimentos. Estos pueden ser los ejes que nos den pauta para el resto del horario familiar.

Debemos pensar que los horarios estén bien distribuidas para que no sientan hambre.

TERCERO. Planea las comidas para que compres solo lo necesario.

 

Y también para que lo acomodes de forma que sepas que tienes todos los ingredientes necesarios para cada platillo.

También es bueno que tengas en cuenta en tu plan las colaciones o snacks para que sean también nutritivos.

Estos los puedes dejar más al alcance de nuestros hijos, por ejemplo, la fruta en un frutero muy a la vista para que se les antoje y se la coman con gusto.

CUARTO. Evita tener en casa comida chatarra.

Este punto es muy importante ya que si no tienen acceso a este tipo de comida es más fácil que no se les antoje.

Podemos tenerles golosinas nutritivas como son las palomitas, los cacahuates salado o naturales, pepino o jícama con limón y chile, o con chamoy; gelatinas de diferentes sabores, etc.

La idea es que la comida que les damos en las colaciones o snacks también pueda ser divertida, variada y atractiva.

Y QUINTO. Busca que la alimentación esté bien balanceada y de acuerdo a la edad.

Comer es una necesidad y tiene ciertos requerimientos que cubrir. No se trata de comer por comer, sino de nutrir a nuestros hijos adecuadamente para que puedan crecer y desarrollarse adecuadamente.

Por lo mismo debemos darles comidas balanceadas que contengan alimentos de los diferentes grupos alimenticios, cuidando los tamaños de las porciones, es decir, cuidando de que no les sirvamos de más, así evitaremos que coman en exceso.

 

 

Siempre es mejor que te pidan más si quieren y no que anden dejando comida ya que es un desperdicio y debemos también educar a nuestros hijos para que aprendan a cuidar la naturaleza y ser conscientes de que hay personas que no tienen comida y darían lo que fuera por comerse lo que ellos están dejando.
¿Quién a dicho que comer sano y nutritivo debe ser aburrido?

 

 

S.S. Francisco a la Virgen de Lourdes: ¡Madre, ayúdanos a ser comunidad!

El Pontífice envío un mensaje de video a los peregrinos del Santuario Nuestra Señora de Lourdes en El Challao.

 

 

En la fiesta Litúrgica de Nuestra Señora de Lourdes, el Papa Francisco suplicó a la Virgen: “Madre, ayúdanos a ser comunidad que sale al encuentro de todos”. Por medio de un video, el Sucesor de Pedro envío un mensaje de manera particular a los peregrinos del Santuario dedicado a esta advocación en El Challao, en la provincia argentina de Mendoza, donde hoy celebran este día con gran devoción.

“Queridos hermanos, ustedes reunidos para preparar y para celebrar la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, lo hacen como peregrinando con el alma y pidiendo a la Virgen una gracia muy grande: Madre, ayúdanos a ser comunidad que sale al encuentro de todos”, dijo el Papa.

Insistió Francisco en salir, pero también dejarse encontrar, “porque el encuentro es mutuo, el encuentro no es una limosna, es jugarse por un estilo, es caminar juntos, escaparse de lo solitario y del aislamiento para estar junto a los demás, con los amigos, con la familia, con el Pueblo de Dios, todos juntos rezando delante de la Virgen».

 

 

El Santo Padre elevó una oración a la Virgen: “¡Madre, ayúdanos a ser comunidad!, para que salgamos al encuentro como comunidad. El encuentro siempre es abrirse a otros, lo contrario del encuentro es cerrarse el corazón. ¡Madre, que no tengamos el corazón cerrado!, porque el egoísmo es una polilla que te come por dentro el corazón”.

Concluyó el Papa argentino impartiendo su bendición, y uniéndose desde la oración a la celebración litúrgica de este día, también Jornada Mundial de Oración por los Enfermos.

«Queridos hermanos y hermanas, me uno a ustedes en esta celebración del Santuario, rezo por ustedes, y por favor, les pido que lo hagan por mí. Y les mando mi bendición, que Jesús los bendiga mucho, y que la Virgen los acompañe de la mano. ¡Buena fiesta!”.

 

 

Darwin y la evolución, ¿qué había en el principio?

Con motivo del 200 aniversario del nacimiento del famoso biólogo Charles Darwin, la comunidad científica de todo el mundo está organizando numerosos eventos en su nombre

 

Algunos de alta categoría científica, otros más divulgativos, para dar a conocer la persona y magna obra de este gran científico. Tampoco faltan los que pretenden arrimar el ascua a su sardina, pues de todos es conocida la amplia y enconada discusión sobre el origen de las especies y el evolucionismo. Darwin fue precisamente su descubridor y creador, originando no poca convulsión en su mundo de entonces, cuyos temblores siguen hasta nuestros días.

El problema de estas divergencias científicas estriba en la actitud fanática de personas concretas que defienden cuestiones opinables como si fueran dogmas. Ni la Evolución puede ser un dogma que la convierta en una ideología, ni el Creacionismo debe tachar de blasfemos a una teoría científica que, por cierto, es claramente admitida por una gran mayoría. Sin ir más lejos, la Iglesia Católica, no descarta el Evolucionismo como modo de creación. Esta es una verdad como un puño.

Pienso que lo que había que hacer entre las partes divergentes es tener un poco más de honradez intelectual, no enrocarse partidariamente, analizar con objetividad las opiniones contrarias… ¿hasta dónde puede llegar un católico en el evolucionismo? Siempre estará la duda: ¿cuándo el hombre comienza a ser persona? ¿Cuándo empieza a razonar, a juzgar? ¿Cuándo aparece el alma?

Reproducimos a continuación un artículo sobre Darwin y la Evolución publicado por el periodista Juan Ignacio Ruiz Aldaz en el Diario de Navarra (5.2.09).

Diario de Navarra

 

Este 12 de febrero se cumplen 200 años del nacimiento de Charles Darwin (1809-1882), el padre dAlmudi.org – Juan Ignacio Ruiz Aldaze la teoría de la evolución. Después de un largo periplo a bordo del Beagle (1831-1836) que le llevó a Brasil, Tierra del Fuego, Chile, Galápagos, Australia y algunas islas del Índico, publicó su obra Sobre el origen de las especies (1859) exponiendo las conclusiones de sus estudios.

Desde entonces, la teoría de la evolución ha sido objeto de investigación, debate y a veces de dura confrontación. Algunos han visto en ella la confirmación de sus puntos de vista materialistas. Otros han reaccionado enrocándose en un rígido fundamentalismo. Pero, si a veces el debate se ha enconado tanto, es porque unos y otros han visto en lo que es una teoría científica la explicación fundamental de la realidad y de lo que el ser humano es. Y ahí está el error.

A una teoría científica hay que pedirle todo lo que puede dar, pero no más. Tiene una importante capacidad de explicar determinados aspectos de la realidad, pero otros quedan fuera de su alcance. Por poner un ejemplo, sucede que los murciélagos son expertos pilotos gracias a un sistema semejante al radar que les permite volar en completa oscuridad, con rapidez y sin estrellarse. Pero a un murciélago no se le puede preguntar nada sobre los colores porque son ciegos. Del mismo modo, las ciencias experimentales poseen una gran capacidad de iluminar algunas dimensiones de la realidad. Eso es lo que sucede con la teoría de la evolución: la observación y el estudio de las formas de vida actuales, del registro fósil y de la genética le permite elaborar un mapa de cómo ha sido el desarrollo de los seres vivos a lo largo del tiempo. Pero su capacidad explicativa no llega a más. Cuando de la teoría de la evolución se pretende hacer una justificación del materialismo se busca lo mismo que cuando al murciélago se le pide una explicación de los colores. La ciencia experimental logra determinar cómo se desarrollan determinados fenómenos materiales, pero sobrepasa sus capacidades si pretende afirmar que la realidad es solamente eso.

La teoría de la evolución indica que el ser humano ha tenido una larga serie de antepasados biológicos, entre ellos el mono. Y en ello no hay nada inquietante, siempre y cuando sepamos distinguir entre una persona humana y un primate. Como no hay nada inquietante en decir que el David de Miguel Ángel tiene como antepasado un pedrusco de mármol de Carrara. La capacidad creadora del espíritu humano fue capaz de introducir en la materia una realidad completamente nueva e imprevisible que la materia, por sí misma, nunca habría logrado alcanzar. La madera de los bosques de abetos, arces y robles, el cobre y el zinc de los yacimientos y las granjas de animales domésticos aportaron los elementos con los que un día se interpretó la Novena Sinfonía de Beethoven. La naturaleza contenía las piezas, las condiciones y las propiedades en las que el espíritu creador introdujo como novedad libre, maravillosa y fascinante el orden, la armonía y la belleza. No hay nada degradante en ello, siempre y cuando sepamos distinguir un tronco, una lámina de latón y una crin de caballo de la Novena Sinfonía de Beethoven.

 

 

Para descubrir la entera realidad del ser humano y su dignidad única se necesita algo más que la teoría de la evolución. La compleja realidad del ser humano, además de lo material, incluye también lo personal, es decir, espíritu, apertura ilimitada, inteligencia, creatividad, dignidad, libertad y amor. Y lo espiritual del ser humano no proviene de la evolución, porque excede sus posibilidades. Cualquier manifestación de la cultura humana habla de la irreductibilidad del hombre a los fenómenos materiales. Basta una reflexión franca, abierta y sin prejuicios para percibirlo.

Además, hay que caer en la cuenta de que la existencia del ser humano sobre la tierra es un hecho que, desde la pura estadística matemática, es altamente improbable. Si comenzáramos a tirar al aire las letras del alfabeto al azar y obtuviéramos un texto con sentido como El Quijote, todo el mundo pensaría en la sabiduría que ha guiado ese proceso desde el inicio. El mero hecho de que el ser humano exista tal y como es nos está hablando de la existencia de un proceso que actúa con vistas a un fin, de un plan preconcebido, de un proyecto inteligente. El pasillo que lleva hasta el ser humano es enormemente estrecho, y sin embargo ha sido recorrido. En la profunda realidad de las cosas, el ser humano —y cada persona humana— ha sido un ser querido y esperado desde el inicio. Lo racional no puede provenir de lo irracional. La enorme complejidad ordenada que es el ser humano no puede ser un producto de la sinrazón. Al principio no estaban el puro azar y la necesidad ciega. Al principio existía un Ser personal, que es la Inteligencia y el Amor.

 

 

La Teoría de la Evolución descubierta y desarrollada por Darwin, ahora hace 200 años, hizo temblar al mundo científico de su época. Detractores y defensores cayeron en inútiles disputas sobre el origen de las especies y, sobre todo sobre el origen del hombre. Pero hoy en día el tema ha sido finamente ajustado por la comunidad científica mundial. Bien. Existe la Evolución. No repugna a la razón que los seres más elementales hayan devenido en otros más complejos hasta llegar hasta donde ahora nos encontramos. Sólo hay un punto que algunos pocos científicos de altura no saben compaginar: las facultades volitivas e intelectivas del hombre; es decir su aspecto inmaterial y sobrenatural.

Con lo fácil que resulta comprender y aceptar la existencia de una primera causa incausada, de un primer motor inmóvil, de un ser creador en definitiva. Pero hay mucho prejuicio ante la aceptación de dependencia del ser humano y Dios; en definitiva las religiones. Por ello, muchos se inventan una especie de religión laica a la medida de sus gustos, porque en el fondo, el ser humano no sabe vivir sin método por ser un ser eminentemente social.

Juan Ignacio Ruiz Aldaz es profesor de la facultad de teología de la Universidad de Navarra

 

Como Soldados

El peor enemigo es nuestro «yo». Dice Santa Teresa de Jesús que «no hay peor ladrón que nosotros mismos»

Por: Marlene Yañez Bittner | Fuente: Catholic.net

 

 

Como soldados de un ejército de lucha queriendo alcanzar un ideal, aquel ideal que mueve el mundo, el motor de los mayores esfuerzos de la humanidad. Me refiero a un ideal manifestado en el consumismo, en las ansias de poder, en el arribismo, en el egoísmo, en la ambición, en las envidias, en los rencores, en el dinero y en todo aquello que nos aleja del único ideal verdadero: alcanzar el Reino de los Cielos.

El fervor no se desvanece, aunque el cansancio se hace notar, pero debemos lograr nuestro objetivo, muchas veces a cualquier precio. Y es que hemos perdido el centro, simplemente nos hemos olvidado de Dios. Ya no hay espacio ni tiempo para darle acogida en nuestro corazón, pues estamos tan enceguecidos que nada más importa que nuestros propios intereses.

 

 

El peor enemigo es nuestro «yo». Dice Santa Teresa de Jesús que «no hay peor ladrón que nosotros mismos». Se refiere a las tendencias egoístas que tenemos que combatir, pues impiden nuestra libertad espiritual.

Nos creemos dueños de la verdad y súper héroes capaces de tejer solos nuestras vidas, creyendo que lo hacemos con suma perfección. Nos hemos transformados en pequeños Dioses a quienes adoramos: nos adoramos a nosotros mismos.

Recordemos el hermoso poema de Santa Teresa de Jesús, quien no perdió el centro y en donde manifiesta que todo está demás si vivimos con el Señor, pues con Él ya todo lo hemos conseguido.

 

“Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda; la paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: Sólo Dios basta.”

Sólo en Cristo Jesús encontramos fuente de vida, salud para el alma, calma en nuestras vidas y fortaleza para afrontar cualquier obstáculo que se nos presente en el camino.

“Jesús les respondió: «Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed.” (Juan 6,35)

Estamos invitados a mirar hacia dentro de nosotros mismos y preguntarnos. ¿Qué lugar ocupa Dios en mi día a día? ¿Puedo dejar mis importantes asuntos a un lado y permitir que Él entre en mi vida? Pues mientras no dejemos ser tocados y renovados por el Espíritu de Dios, no lograremos un cambio de actitud y continuaremos luchando hambrientos de todo, sin jamás ser saciados.

“Jesús le contestó: «En verdad te digo: El que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.” (Juan 3,5)

La apretada agenda que nos lleva a una rutina diaria nos robotiza realizando tareas sistemáticas, muchas veces inconscientes y maximizando siempre el tiempo disponible. Una rutina de ejercicios al principio nos cuesta trabajo y esfuerzo realizarla, pero luego se hace más amigable y termina siendo sencilla. Al principio nos cuesta tomar el ritmo, pero luego pasa a ser parte de nuestra rutina. Así mismo podemos pensar en nuestra relación con Dios mediante la oración. No hay tiempo ni espacio en nuestra agenda, pero si incorporamos una visita a la parroquia más cercana, asistir a misa al menos todos los Domingos o destinar una hora a la semana en Adoración Eucarística, iremos sintiendo poco a poco una cierta libertad en el alma. Veremos como este ejercicio formará parte de nuestra rutina y ya no nos costará trabajo realizarla y lentamente la iremos necesitando. Sólo debemos abrirle las puertas y dejar que Dios obre en nuestros corazones.

 

 

“Cuando la Escritura dice: Si hoy escuchan su voz, no endurezcan su corazón como en el tiempo de la Rebelión,” (Hebreos 3,15)

Mientras más tiempo destinemos a Dios, más lo iremos necesitando. Mientras más oremos, más necesitaremos orar. Mientras más tiempo pasemos junto a Jesús en el Sacramento del Altar, más deseos tendremos de visitarlo.

No dejaremos de ser soldados, pero lentamente nos iremos transformando en soldados de Cristo luchando por alcanzar la Gloria de Dios.

 

 

Test: Buscando a la pareja perfecta

¿Sabías que el buscar una novia es uno de los negocios más serios y decisivos de tu vida?

 

¿Sabías que el buscar una novia es uno de los negocios más serios y decisivos de tu vida? Es la construcción del propio futuro junto a quien has de compartir todas tus horas, tus penas y alegrías. Un fracaso en la carrera o en una inversión fuerte, es duro y triste, pero siempre es posible rehacerse. Sin embargo, el fracaso en el amor, en la realización de la propia familia, puede teñir de tristeza toda tu vida.

El trabajo creativo durante tu noviazgo empieza cuando tu novio(a) decide dejar atrás la fase de cortejo y el compromiso abre las puertas para un futuro juntos. La única manera de construir un futuro sólido es conociéndose, hablando sobre los temas que dan sentido a la vida de ambos y negociando las diferencias para crear un estilo de vida en común.

Un noviazgo sólido es aquel que logra el reconocimiento y la aceptación de las fortalezas y debilidades individuales y de la relación, pero que decide construir sobre las primeras y no quedarse atrapada en los aspectos difíciles.

 

 

Responde este test y descubre qué tan bien te va buscando pareja…

1) Has planeado tu boda… ¿a qué edad piensas casarte?

a) De 18-24 años.
b) De 25-32 años.
c) De 33-39 años.

2) Tu noviazgo ha sido genial, nunca han existido broncas, ni discusiones, tu novio te entiende perfecto y jamás se han peleado. Él te pide matrimonio… Tú:

a) Piensas que tu noviazgo tiene una base muy pobre de experiencia.
b) Aceptas sin dudar.
c) Truenas porque a tu novio todo le parece bien.

3) Tu novia habla siempre de lo maravilloso y color de rosa que es el matrimonio, y acostumbra hacer comentarios como estos: «Qué bello va a ser nuestro matrimonio, por fin vamos a estar los dos solos»… «Casándonos vamos a ser felices toda la vida»… «Cuando nos casemos tiene que cambiar tu forma de pensar»…¿Qué haces tú?

a) Te casas porque es una persona lindísima como novia y tú piensas lo mismo del matrimonio.
b) Platicas con él o ella de que el matrimonio no es todo felicidad.
c) Le buscas un buen psicoanalista.

 

 

4) Tu novia(o) es excesivamente depresiva, pero tú no le has dado importancia, de hecho, nunca han tocado el tema y estás a un día de tu boda… ¿Qué haces?

a) Te casas, y buscas un terapeuta de pareja para resolver el problema.
b) Le marcas en ese instante por teléfono y le dices que tienes que hablar con él o ella en ese momento y si no existe acuerdo de que se trate su problema emocional no te casas.
c) Lo sigues pasando por alto y todo sigue adelante.

5) Conoces a una persona que te atrae muchísimo. Empiezas a salir con ella y a la segunda salida se hacen novios, la persona te hace sentir muy feliz, nunca has sentido esto con alguna otra persona, pasan dos meses y te pide matrimonio… tú:

a) Le pides que se conozcan mejor; que te interesa conocer qué expectativas tienen cada uno sobre su relación y su persona para ver si realmente pueden con el matrimonio.
b) Aceptas, ya habrá una vida para acabar de conocerse y aprender a manejar las diferencias que se presenten..
c) Te lanzas, al fin existe el divorcio.

 

 

6) La familia de tu novio(a) insiste en que se casen, porque en toda su familia ha habido matrimonios felices y por herencia esta nueva familia también lo será… tú:

a) Le pides una explicación de los matrimonios de su familia, y al ver que todos han sido felices te casas, porque seguramente es lo que la familia quiere y no lo dejarán que haga un mal matrimonio.
b) Le haces ver que la decisión matrimonial se toma en pareja, y que lo que la familia diga es sólo un consejo.
c) Te casas al ver la insistencia de la familia.

7) Tu novio(a) tiene prisa por casarse, entonces tú:

a) Aceleras el proceso del noviazgo sin importar que no se conozcan bien.
b) Te añades a su prisa y planean la boda para el siguiente mes.
c) Le pides paciencia y calma, que las cosas se dan a su debido tiempo.

8) Para escoger tu novio(a) te fijas en que:

a) Sea completamente diferente a ti.
b) Sea alguien como tú.
c) Tenga un ligero parecido a ti.

 

9) Durante el noviazgo tu comunicación es:

a) Interesante.
b) Divertida, pero superficial.
c) Profunda.

10) Estás casado(a) y sabes algunas intimidades de tu cónyuge:

a) Las dices en reuniones de amigos íntimos, porque tal vez son chuscas.
b) Las comentas exclusivamente con tu cónyuge.
c) Las cuentas a todo el mundo sin importar lo que piense tu cónyuge.

RESPUESTAS
1) A=1 B=3 C=0
2) A=3 B=0 C=1
3) A=0 B=3 C=1
4) A=1 B=3 C=0
5) A=3 B=1 C=0
6) A=1 B=3 C=0
7) A=1 B=0 C=3
8) A=0 B=3 C=1
9) A=1 B=0 C=3
10)A=1 B=3 C=0

De 0-9 puntos

Sería bueno que revisarás los siguientes conceptos: Hoy se valoran mucho la espontaneidad, la sinceridad y la inmediatez en las relaciones humanas, especialmente entre los jóvenes. Hay en ello un valor innegable, pero con frecuencia se mezcla con ese valor un grave defecto: la superficialidad. El amor, se dice, es un impulso espontáneo, hay que dejarse llevar por el amor. Recuerda que el noviazgo debe ser la escuela del amor, la escuela en la que dos jóvenes se conocen a fondo y aprenden a amarse de verdad, a desprenderse de sí mismos para darse al otro y a dar la vida a otros: sus futuros hijos.

 

 

De 10-20 puntos

Si tienes esté puntaje no te desanimes recuerda ante todo que el noviazgo es para conocerte y conocer a tu novio(a); sólo podemos amar de verdad, cuando surge el amor personal y profundo, cuando hay conocimiento. No basta saber quién es el otro, dónde vive o quiénes son sus padres. Es necesario conocerlo bien como persona. Esto es importante para poder discernir maduramente y basar el futuro matrimonio sobre fundamentos firmes. El amor es adhesión de la voluntad a la otra persona como es; y esa adhesión no puede darse si no se le conoce como es. SUPÉRATE, quien ama desea lo mejor par a el amado; desea superarse él, ayudar a que se supere el otro, y superarse, elevar las relaciones mutuas que constituyen a la pareja como tal.

21-30 puntos

Felicidades estas listo para el matrimonio. Recuerda que existe el amor verdadero, limpio y duradero, y que sólo en él encuentra el hombre su felicidad.

 

 

Santa Eulalia, la niña de los trece martirios

Valiente virgen y mártir del siglo IV en la ciudad de Barcelona

 

 

13 años tenía Eulalia cuando se enfrentó al prefecto de Barcino (la actual Barcelona), en tiempos de Diocleciano, para echarle en cara su encarnizamiento con los cristianos. Y a 13 muertes distintas la condenó el despiadado gobernante para castigar su atrevimiento.

Azotes, potro, garfios, fuego, cal viva, crucifixión… ninguna tortura pudo doblegar a aquella joven patricia.

Cuentan que expiró mientras de su boca salía una paloma volando directa al cielo.

La joven vivía con sus padres en lo que ahora es el popular barrio de Sarrià, en Barcelona.

Y el suyo es uno de los muchos casos de mártires, de Lorenzo a Fructuoso, que honraron a la naciente Iglesia española.

De aquellos tempranos procesos no queda mucho, y lo que hay está rodeado de leyendas.

La sorprendente entereza de una niña

Uno de los biógrafos de la santa, el padre Ángel Fábrega, narra el martirio de la niña subrayando la increíble entereza a pesar de su edad. Y pone en su boca palabras como estas contra su perseguidor:

«Yo soy Eulalia, sierva de mi Señor Jesucristo, que es el Rey de los reyes y el Señor de los que dominan: por esto, porque tengo puesta en Él toda mi confianza, no dudé siquiera un momento en ir voluntariamente y sin demora a reprochar tu necia conducta, al posponer al verdadero Dios, a quien todo pertenece, cielos y tierra, mar e infiernos y cuanto hay en ellos, al diablo, y lo que es peor, que quieres obligar a hacer lo mismo a aquellos hombres que adoran al Dios verdadero y esperan conseguir así la vida eterna.

Aquel a quien invoco está aquí junto a mí; y a ti no es dado el verle porque no lo mereces por culpa de tu negra conciencia y la insensatez de tu alma.

Él me alienta y conforta, de manera que ya puedes aplicarme cuantas torturas quieras, que las tengo por nada»

La nieve en su ayuda

Tras la muerte de Eulalia, su cuerpo permaneció colgado en la cruz para que lo devoraran las aves de rapiña.

Pero cuenta la leyenda que cayó una nevada que preservó sus restos, y que sus familiares pudieron recuperar el cuerpo y enterrarlo con todos los honores.

Sus restos fueron llevados a la catedral en el año 878, y desde 1868 es oficialmente patrona de la ciudad.