Benito de Nursia, Santo
Memoria litúrgica, 11 de julio
Abad, Patrón de Europa y Patriarca del monasticismo occidental
Martirologio Romano: Fiesta de san Benito, abad, patrono principal de Europa, que, nacido en Norcia, en la región de Umbria, pero educado en Roma, abrazó luego la vida eremítica en la región de Subiaco, donde pronto se vio rodeado de muchos discípulos. Pasado un tiempo, se trasladó a Casino, donde fundó el célebre monasterio y escribió una Regla, que se propagó de tal modo por todas partes que por ella ha merecido ser llamado «Patriarca de los monjes de Occidente». Murió, según la tradición, el veintiuno de marzo. († 547)
Patronazgo: Patrón de Occidente, de Europa, de los maestros y los escolares, de los caldereros, mineros, espeólogos, de los moribundos, contra la fiebre, las inflamaciones, envenenamientos, los cólicos y contra la hechicería.
Iconograffía: Se lo presenta como abad, con hábito benedictino, con vaso (con serpiente), cuervo, el libro de la regla.
Breve Biografía
Benito de Nursia, conocido como San Benito, nació en (Nursia, cerca de la ciudad italiana de Spoleto, 480 – Montecasino, 547), fundó la orden de los benedictinos y es considerado patrón de Europa y patriarca del monaquismo occidental. Benito escribió una Regla para sus monjes que fue llamada «La Santa Regla» y que ha sido inspiración para los reglamentos de muchas otras comunidades religiosas.
Su hermana gemela, Escolástica, también alcanzó la santidad.
Después de haber recibido en Roma una adecuada formación, estudiando la retórica y la filosofía.
Se retiró de la ciudad a Enfide (la actual Affile), para dedicarse al estudio y practicar una vida de rigurosa disciplina ascética. No satisfecho de esa relativa soledad, a los 20 años se fue al monte Subiaco bajo la guía de un ermitaño y viviendo en una cueva.
Tres años después se fue con los monjes de Vicovaro. No duró allí mucho ya que lo eligieron prior pero después trataron de envenenarlo por la disciplina que les exigía.
Con un grupo de jóvenes, entre ellos Plácido y Mauro, fundo su primer monasterio en en la montaña de Cassino en 529 y escribió la Regla, cuya difusión le valió el título de patriarca del monaquismo occidental. Fundó numerosos monasterios, centros de formación y cultura capaces de propagar la fe en tiempos de crisis.
Vida de oración disciplina y trabajo
Se levantaba a las dos de la madrugada a rezar los salmos. Pasaba horas rezando y meditando. Hacia también horas de trabajo manual, imitando a Jesucristo. Veía el trabajo como algo honroso. Su dieta era vegetariana y ayunaba diariamente, sin comer nada hasta la tarde. Recibía a muchos para dirección espiritual. Algunas veces acudía a los pueblos con sus monjes a predicar. Era famoso por su trato amable con todos.
Su gran amor y su fuerza fueron la Santa Cruz con la que hizo muchos milagros. Fue un poderoso exorcista. Este don para someter a los espíritus malignos lo ejerció utilizando como sacramental la famosa Cruz de San Benito.
San Benito predijo el día de su propia muerte, que ocurrió el 21 de marzo del 547, pocos días después de la muerte de su hermana, santa Escolástica. Desde finales del siglo VIII muchos lugares comenzaron a celebrar su fiesta el 11 de julio.
La medalla de San Benito
La medalla de San Benito es un sacramental reconocido por la Iglesia con gran poder de exorcismo. Como todo sacramental, su poder está no en si misma sino en Cristo quien lo otorga a la Iglesia y por la fervorosa disposición de quién usa la medalla.
Descripción de la medalla:
En el frente de la medalla aparece San Benito con la Cruz en una mano y el libro de las Reglas en la otra mano, con la oración: «A la hora de nuestra muerte seamos protegidos por su presencia». (Oración de la Buena Muerte).
El reverso muestra la cruz de San Benito con las letras:
C.S.P.B.: «Santa Cruz del Padre Benito»
C.S.S.M.L. : «La santa Cruz sea mi luz» (crucero vertical de la cruz)
N.D.S.M.D.: «y que el Dragón no sea mi guía.» (crucero horizontal)
En círculo, comenzando por arriba hacia la derecha:
V.R.S. : «Abajo contigo Satanás»
N.S.M.V. : «para de atraerme con tus mentiras»
S.M.Q.L. : «Venenosa es tu carnada»
I.V.B. : «Trágatela tu mismo».
PAX : «Paz»
La conciencia de ser enviado
Santo Evangelio según san Marcos 6, 7-13. Domingo XV del Tiempo Ordinario
Por: Cristian Gutiérrez, LC | Fuente: somosrc.mx
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, la oración es el mejor medio que me has podido dar para entrar en contacto contigo. Tú me conoces mejor que nadie. Sabes bien qué es lo que más necesito, por ello te pido me lo concedas. Aumenta mi fe, mi esperanza y mi amor por ti. Señor, enséñame a orar como enseñaste a los discípulos. Pongo mi oración junto a la tuya, para que sea ofrenda por la salvación de las almas.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 6, 7-13
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce, los envió de dos en dos y les dio poder sobre los espíritus inmundos. Les mandó que no llevaran nada para el camino: ni pan, ni mochila, ni dinero en el cinto, sino únicamente un bastón, sandalias y una sola túnica.
Y les dijo: «Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta que se vayan de ese lugar. Si en alguna parte no los reciben ni los escuchan, al abandonar ese lugar, sacúdanse el polvo de los pies, como una advertencia para ellos».
Los discípulos se fueron a predicar la conversión. Expulsaban a los demonios, ungían con aceite a los enfermos y los curaban.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Sólo bastón y sandalias. Nada de pan, ni dinero, ni alforja ni otra túnica. ¡Curiosas indicaciones! A lo mejor me podría detener a meditar en estos consejos que das a los discípulos que envías a la predicación del Reino. Yo también pertenezco a tu Reino y por ello estos consejos son también para mí.
El bastón no es sólo para apoyarse en los largos trayectos que les esperan a tus discípulos. El bastón es también señal de autoridad y mandato. Lo recomiendas porque el bastón puede ser la señal externa para que reconozcan a los tuyos como embajadores enviados de parte tuya. Esto me recuerda una actitud importante del anunciador del Reino: conciencia de ser enviado.
Las sandalias parecen un elemento importante para todo caminante. No se puede ir descalzo. Recomiendas las sandalias porque ellas permiten caminar con facilidad, sin lastimarse y con más rapidez. Detrás del consejo de las sandalias puede ser que me estés recomendando la virtud del celo apostólico, esa pasión que me lleve a ir siempre por nuevos caminos, a caminar sin descanso, a no dejar de anunciar tu Reino. Sandalias para la perseverancia en la evangelización.
Los otros elementos son aquellos que me pides no llevar: ni pan, ni dinero, ni alforja, ni túnica de cambio. Detrás de ello se esconden mis más profundas necesidades personales, y por ello, son mis seguridades más inmediatas. La enseñanza que me quieres dar con ello es que confíe, que me abandone en tus manos y me deje guiar, proteger, alimentar, cubrir por tu providencia que no abandona a lo que se prestan como colaboradores tuyos.
Que estos consejos que me das hoy me ayuden a ser un mejor discípulo de tu Reino y me capaciten para llevar tu amor allí donde más se necesite.
«Eso es lo que significa ser enviado: seguir a Cristo, y no lanzarnos por delante con nuestras propias fuerzas. El Señor invitará a algunos de vosotros a seguirlo como sacerdotes, y de esta forma convertirse en “pescadores de hombres”. A otros los llamará a la vida religiosa, a otros a la vida matrimonial, a ser padres y madres amorosos. Cualquiera que sea vuestra vocación, os exhorto: ¡sed valientes, sed generosos y, sobre todo, sed alegres!».
(Homilía de S.S. Francisco, 30 de noviembre de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy procuraré hablar de Jesús o del Evangelio a alguien conocido.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Jesús instruye para la primera misión
Instrucciones para la primera misión. La grandeza de su misión. Dignidad. Dificultades.
Instrucciones para la primera misión
Tomando como punto de partida Nazaret, Jesús «recorría las aldeas vecinas» (Mc) que serían Caná, Endor, Naim, Séforis…. Ahora es el momento oportuno para dar un nuevo paso en la implantación del Reino. Los discípulos ya han recibido suficiente formación, su fe es más firme. Ya puede enviarlos a predicar la Buena Nueva del Evangelio. Están ya preparados para ir, sin Jesús, a anunciar quién es y su mensaje. Este paso será como una avanzadilla, como un ensayo, como un aprendizaje, para la misión que les llevará por todo el mundo. De momento, sólo son enviados a las poblaciones cercanas, y de dos en dos, como ayudándose mutuamente.
«A estos doce envió Jesús dándoles estas instrucciones: No vayáis a tierra de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos; sino id primero a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Id y predicad diciendo que el Reino de los Cielos está al llegar. Curad a los enfermos, resucitad a los muertos, sanad a los leprosos, arrojad a los demonios; gratuitamente lo recibisteis, dadlo gratuitamente. No llevéis oro, ni plata, ni dinero en vuestras fajas, ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón, porque el que trabaja merece su sustento.
En cualquier ciudad o aldea en que entréis, informaos sobre quién hay en ella digno; y quedaos allí hasta que salgáis. Al entrar en una casa dadle vuestro saludo. Si la casa fuera digna, venga vuestra paz sobre ella; pero si no fuera digna, vuestra paz revierta a vosotros. Si alguien no os acoge ni escucha vuestras palabras, al salir de aquella casa o ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies. En verdad os digo que en el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra que para esa ciudad»(Mt).
Primera etapa
En esta primera etapa de la instrucción a los discípulos, Jesús limita el ámbito de su predicación: les indica que vayan solamente a lugares de una cultura y ambiente muy parecido al suyo. Las dificultades no deben ser excesivas para comenzar. Luego les da el poder de hacer milagros, que deben administrar gratuitamente. Los milagros son decisivos en esta primera fase de la implantación del Reino de Dios: les ayudará a poner su confianza en Dios sin llevar dineros ni repuestos. Dios proveerá a su sustento. Se pueden acoger a la hospitalidad de las gentes viviendo como ellos viven dándoles la paz. Si les rechazan el castigo será fuerte pues Dios es misericordioso, pero también justo.
Después las dificultades
Después de la primera fase de la instrucción viene una segunda en la que les previene de las dificultades. «Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, cautos como las serpientes y sencillos como las palomas. Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en sus sinagogas, y seréis llevados ante los gobernadores y reyes por causa mía, para que deis testimonio ante ellos y los gentiles.
Pero cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué habéis de hablar; porque en aquel momento os será dado lo que habéis de decir. Pues no sois vosotros los que vais a hablar, sino el Espíritu de vuestro Padre quien hablará en vosotros. Entonces el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres para hacerles morir. Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero quien persevere hasta el fin, ése será salvo. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra; en verdad os digo que no acabaréis las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del Hombre.
No es el discípulo más que su maestro, ni el siervo más que su señor. Le basta al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al amo de la casa le han llamado Beelzebul, cuánto más a los de su casa. No les tengáis miedo, pues nada hay oculto que no vaya a ser descubierto, ni secreto que no llegue a saberse. Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a plena luz; y lo que escuchasteis al oído, pregonadlo desde los terrados. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed ante todo al que puede hacer perder alma y cuerpo en el infierno. ¿Acaso no se vende un par de pajarillos por un as? Pues bien, ni uno solo de ellos caerá en tierra sin que lo permita vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. Por tanto, no tengáis miedo: vosotros valéis más que muchos pajarillos»(Mt).
Corderos y lobos, palomas y serpientes. Difícil equilibrio. No les oculta la enemistad que va a suscitar la palabra de salvación. El pecado lleva a que muchos se revuelvan con violencia; pero deben perseverar, no han de tener miedo pues Dios les protege como a los pajarillos, y tiene los cabellos de su cabeza contados. Ha sido llamados a una misión divina entusiasmante, pero nada fácil: no han de temer a nada ni a nadie, pero tampoco ser ingenuos y desconocer los peligros. La convicción profunda es que Dios está con ellos les ayudará. Así conseguirán el objetivo.
La grandeza de su misión
En un tercer momento, les muestra la grandeza de su misión y la responsabilidad de los que los acepten o rechacen. No se predican a sí mismos, sino a Dios a través de la enseñanza de Jesús. «A todo el que me confiese delante de los hombres, también yo le confesaré delante de mi Padre que está en los Cielos. Pero al que me niegue delante de los hombres, también yo le negaré delante de mi Padre que está en los Cielos.
No penséis que he venido a traer la paz a la tierra. No he venido a traer la paz sino la espada. Pues he venido a enfrentar al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra. Y los enemigos del hombre serán los de su misma casa»(Mt)
El amor que deben predicar es de un calibre superior a los amores más dignos de la tierra; por eso habrá divisiones y guerras. El mensaje es de paz; pero de una paz que es fruto de una guerra total contra el pecado y todo lo que lleva consigo. No caben medias tintas.
Por eso, «Quien ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y quien ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. Quien no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. Quien encuentre su vida, la perderá; pero quien pierde su vida por mí, la encontrará»(Mt).
Su dignidad
Su dignidad reside en que son la voz de Cristo y como tales deben ser recibidos. Ellos mismos deben ser conscientes de su dignidad. «Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe al que me ha enviado. Quien recibe a un profeta por ser profeta obtendrá recompensa de profeta, y quien recibe a un justo por ser justo obtendrá recompensa de justo. Y todo el que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños por ser discípulo, en verdad os digo que no quedará sin recompensa».
Salieron los apóstoles a la primera misión, persuadidos de que deben obedecer y de que tienen la formación suficiente para realizar lo que Jesús les manda. El impacto causado por sus palabras debió ser grande. Jesús les forma de un modo práctico, no sólo teórico. Iban de dos en dos «Y habiendo marchado, predicaron que hicieran penitencia; y expulsaban muchos demonios, y ungían con óleo a muchos enfermos y los curaban»(Mc).
Al cabo de unos días «Reunidos los Apóstoles con Jesús, le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Y les dice: Venid vosotros solos a un lugar apartado, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, y ni siquiera tenían tiempo para comer. Se marcharon, pues, en la barca a un lugar apartado ellos solos»(Mc).Y, una vez más, el lugar de reunión debió ser Cafarnaúm, donde estaban las barcas; de allí parten para un lugar tranquilo donde poder descansar y continuar la formación de otro modo, quizá en las fuentes del Jordán, lugar acogedor con agua y sombra.
El Papa pasa una jornada tranquila y retoma poco a poco su trabajo
S.S. Francisco agradece al personal médico que le asiste en el Policlínico Gemelli y expresa su cercanía a los que sufren.
Fuente: Vatican News
«La jornada del Papa Francisco ha sido tranquila, con el curso clínico esperado. Los análisis de sangre son satisfactorios y continúa con el tratamiento prescrito».
Así lo informa el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni. El Papa, continúa el comunicado, «está retomando poco a poco el trabajo y sigue caminando por el pasillo del apartamento. Por la tarde, celebró la Santa Misa en la capilla privada y por la noche cenó en común con los que le asisten en estos días». humana del personal médico que le asiste, dirige un pensamiento especial a todos aquellos que con cuidado y compasión eligen el rostro del sufrimiento, implicándose en una relación personal con los enfermos, especialmente los más frágiles y vulnerables.
¿Qué es el monoteísmo?
Monoteísmo primitivo, mosaico, cristiano, mahometano; monoteísmo y religiones politeístas
Monoteísmo (del griego monos «solo» y theos «dios») es una palabra acuñada en tiempos comparativamente modernos para designar la creencia en un Dios supremo, el Creador y Señor del mundo, el Espíritu eterno, Todopoderoso, Todo sabiduría y Todo Bondad, Recompensa de los buenos y Castigo de los malos, Fuente de nuestra alegría y perfección. Es lo opuesto al Politeísmo, que es la creencia en más de un dios, y del Ateísmo que es la negación de la existencia de cualquier dios. En contraste con el Deísmo, éste es el reconocimiento de la actividad y presencia de Dios en cualquier parte de la creación. En costraste con el Panteísmo, ésta es la creencia en un Dios por libertad consciente, distinto del mundo físico. Ambos, Deísmo y Panteísmo, son filosofías religiosas mas que religiones.
Por otro lado, Monoteísmo, como el Politeísmo, es un término aplicado primordialmente a un sistema religioso concreto. Los fundamentos de razón de que depende el monoteísmo se han fijado en el término DIOS. Esas bases permiten a las mentes investigadoras reconocer la existencia de Dios como una verdad moralmente manifiesta. Su falta de racionalidad adquiere todavía mayor fuerza desde los datos positivos asociados con la revelación de la Cristianidad.
MONOTEISMO PRIMITIVO
¿Fue el monoteísmo la religión de nuestros primeros padres? Muchos evolucionistas y racionalistas protestantes responden que no. Rechazando la real noción de una positiva revelación divina, ellos afirman que la mente humana en sus comienzos estaba apenas por encima de sus ancestros semejantes al mono, y por lo tanto incapaz de entender una concepción tan intelectual como el Monoteísmo.
Ellos sostienen que las primeras nociones religiosas consideradas por el hombre en su recorrido hacia la civilización eran supersticiones del tipo más grosero. En una palabra, el hombre primitivo era, en su opinión, un bárbaro, apenas diferentes de las seres salvajes en su vida intelectual, moral y religiosa. La doctrina católica enseña que la religión de nuestros primeros padres fue monoteísta y sobrenatural, siendo el resultado de una Revelación Divina. No puede ese hombre primitivo sin la ayuda divina llegar a conocer y adorar a Dios. El primer hombre, como sus descendientes actuales, tuvo por naturaleza la capacidad y la aptitud para la religión. Siendo un hombre en el verdadero sentido, con uso de razón, tuvo entonces la tendencia, como tiene hoy el hombre, para reconocer en los fenómenos de la naturaleza el funcionamiento de una inteligencia y una voluntad ampliamente superior a la suya propia. Pero, como carecía de la experiencia y del conocimiento científico, no era fácil para él unificar los diversos fenómenos del mundo visible. Por esto no estaba libre del peligro de desviarse en su interpretación religiosa de la naturaleza. Estaba expuesto a perder la impotante verdad de que, tal como la naturaleza es una unidad, así la naturaleza de Dios es una. La Revelación fue moralmente necesaria para nuestros primeros padres, y tal como es para el hombre actual, puede asegurar la posesión de la verdadera creencia y adoración monoteísta.
La concepción de ese Dios Omnipotente confirma que tal revelación es eminentemente razonable para cualquiera que reconozca que el fin del hombre es conocer, amar y servir a Dios. Es repugnante pensar que las primeras generaciones de hombres eran llevados a tientas en las sombras, ignorantes del verdadero Dios y sus deberes religiosos, mientras que al mismo tiempo era la voluntad de Dios que pudieran conocerlo y amarlo. La enseñanza en religión que reciben los niños de sus padres y superiores, anticipando sus poderes de razonamiento independientes, y guiándolos a un correcto conocimiento de Dios, sería imposible para nuestros primeros padres, para quienes no era sino un sustituto conveniente. Ellos estaban destinados desde el principio hacia el conocimiento de sus deberes religiosos por Revelación Divina. Este es el dogma católico, intimamente conectado con el dogma del pecado original y con aquel de la Reconciliación, aquel en que nuestros primeros padres eran elevados a un estado de gracia santificada y estaban destinados a un fin sobrenatural, a saber, la beatífica visión de Dios en los cielos. Esto necesariamente implica una fe sobrenatural, la que puede llegar sólo por revelación.
No hay nada en la ciencia pura o en la filosofía para invalidar esta enseñanzas en la creencia monoteísta que fue impartida por Dios al hombre primitivo. Tal vez puede ser verdad que la vida humana en sus comienzos estaba en un plano comparativamente bajo de cultura material, es también verdad que los primeros hombres fueron dotados con la razón, esto es, con la habilidad de concebir con la suficiente precisión a un ser que es la causa de los múltiples fenómenos presentes en la naturaleza. Por otra parte, un modesto grado de cultura a lo largo de las fronteras del arte y la industria es perfectamente compatible con una religión y moralidad correctas, como es evidente en los casos de tribus convertidas al catolicismo en epocas recientes; mientras retienen mucho de su modo de vida rústico y primitivo, ellos han alcanzado nociones muy claras respecto a Dios y muestran una extraordinaria fidelidad en la observancia de Su ley. Como apoyo de la teoría evolucionista en este asunto.
Esto está en completa conformidad con los resultados acreditados por las ciencias físicas al sostener que el primer hombre, creado por Dios, era tan agudo de mente como sano de cuerpo, y aquel, a través de la enseñanza divina, comenzó a vivir con las nociones correctas de Dios y sus deberes morales y religiosos. Esto no necesariamente significa que su concepción de Dios era científica y filosóficamente profunda. De aquí es que los eruditos son ampulosos en destacar cuando argumentan que Monoteísmo es un concepto que implica una comprensión filosófica y una formación mental asolutamente imposible para el hombre primitivo.
La noción del Dios supremo necesario para la religión no es la concepción altamente metafísica necesaria para la filosofía correcta. Si así fuera, muy pocos podrían esperar la salvación. El Dios de la religión es el inexplicablemente gran Señor de quien el hombre depende, en quien reconoce la fuente de su felicidad y perfección. Él es el justo Juez, premio a la bondad y castigo al mal; el Padre amoroso y misericordioso, cuyos oidos estan siempre abiertos a las plegarias de Sus criaturas necesitadas y arrepentidas. Tal concepción de Dios puede ser comprendido rápidamente por mentes simples alejadas de las filosofías – por un niño, por un campesino analfabeto, por el salvaje convertido. No están estas nociones de un ser supremo completamente ausentes en donde aún reina el barbarismo. El obispo Le Roy, en su interesante trabajo, «Religion des primitifs» (Paris, 1909), y el señor A.Lang, en su «Making of Religion» (New York, 1898), han enfatizado un punto muy olvidado por los estudiantes de religión, es decir, que con toda su crudeza religiosa y supersticiones, en salvajes inferiores como los Pigmeos del Congo Norte, los nativos Australianos, y los nativos de las Islas Andaman, abrigan concepciones muy nobles de la Deidad Suprema. Decir, entonces, que el hombre primitivo, reciente desde la mano de Dios, era incapaz de una creencia monoteísta, incluso con ayuda de la Revelación Divina, es contrario a un hecho bien demostrado. Desde los capítulos iniciales del Génesis podemos encontrar que nuestros primeros padres reconocen a Dios como el autor de todas las cosas, su Amo y señor, la fuente de su felicidad, que premia el bien y castiga el mal. La sencillez de sus vidas hace del rango de su moral obligaciones fáciles de reconocer. Su adoración era de la clase más simple.
MONOTEISMO MOSAICO
La antigua religión hebrea, promulgada por Moises en el nombre de Jeohvah (Jahweh), era una impresionante forma de Monoteísmo. Que era Divinamente revelado es la inconfundible enseñanza de las Sagradas Escrituras, particularmente del Exodo y los libros siguientes que tratan explícitamente de la legislación Mosaica. Incluso los eruditos en las Escrituras que no son católicos, quienes a la larga no aceptan el Pentateuco, así como sus principios, así como la producción literaria de Moises, reconocen, en gran parte, que, en las antiguas fuentes, y de acuerdo a ellas, avanzando en el Pentateuco, hay porciones que llegan desde antes del tiempo de Moises, mostrando la existencia de una veneación monoteísta hebrea en sus días. Ahora, la superioridad trascendente de ese Monoteísmo enseñado por Moises ofrece una firme prueba de su orígen Divino. En un tiempo cuando las naciones vecinas representaban las mayores civilizaciones de esa epoca – Egipto, Babilonia, Grecia – donde ofrecían un culto impuro e idolátrico a muchas deidades, encontramos que el insignificante pueblo hebreo profesaba una religión en que la idolatría, ritos impuros, y una degradante mitología no tenían un lugar legítimo, pero donde, en vez de ello, la creencia en el unico Dios verdadero estaba asociada con un culto dignificado y un elevado código moral. Aquellos que rechazan el llamado del Monoteísmo Mosaico como un hecho revelado nunca ha tenido éxito en entregar una explicación satisfactoria de este fenómeno extraordinario. Esta fue, asimismo, preeminentemente la religión del pueblo hebreo, destinado en la plenitud del tiempo a dar paso a la gran religión monoteísta revelada por Cristo, en la que todas las naciones de la tierra pueden encontrar paz y salvación. El pueblo judío era de este modo el pueblo elegido de Dios, no tanto en razón de sus propios méritos, sino debido a que estaban destinados a preparar el camino para la religión absoluta y universal, el Cristianismo. El Dios de Moisés no es una simple deidad tribal. Es el Creador y Señor del mundo. El entrega a Su pueblo elegido la tierra de los Cananeos. Es un Dios celoso, no sólo prohibe la adoración de otros dioses, sino el uso de imágenes, que podían conducir a abusos en esa época de idolatría casi universal. El amor de Dios se hace un deber, pero un temor reverencial es la emoción predominante. La sanción religiosa de la ley está centrada principalmente en recompensas y castigos temporales. Las leyes de conducta, aunque determinadas por la justicia más que por caridad y misericordia, son todavía eminentemente humanas.
MONOTEISMO CRISTIANO
El sublime monoteísmo enseñado por Jesús Cristo no tiene paralelos en la historia de las religiones. Dios es presentado a nosotros como el Padre amoroso y compasivo, no sólo para un pueblo privilegiado, sino para toda la humanidad. En esta relación filial con Dios – una relación de confianza, gratitud, amor – Cristo centra nuestras obligaciones para con Dios y nuestro prójimo. El se instala en el alma individual y revela a ella su elevado destino de Divina filiación. Al mismo tiempo, El imprime en nosotros el correspondiente deber de tratar a los demás como criaturas de Dios, y por eso como nuestro hermano, título no sólo por justicia, sino por misericordia y caridad. Para completar esta idea de hermandad cristiana, Jesús muestra a Si Mismo ser el Hijo de Dios eterno, enviado por el Padre celestial para salvarnos del pecado, para elevarnos a la vida de gracia y a la dignidad de los hijos de Dios a través de las virtudes expiadas de Su vida y muerte. El amor de Dios Padre así incluye al amor de Su Hijo encarnado. La devoción personal a Jesús es la causa de la recta conducta en el Monoteísmo Cristiano. Cooperando en la santificación de la humanidad está el Espíritu Santo, el Espíritu de verdad y vida, viene a confirmar la creencia en la fe, esperanza y caridad. Estas tres Personas Divinas, distintas una de otra, iguales en todas las cosas, Padre, Hijo y Espíritu Santo, son uno en esencia, una trinidad de personas en una, Deidad indivisible. Tal es el Monoteísmo enseñado por Jesús. La garantía de la verdad de Su enseñanza está apoyada en Su suprema excelencia moral, en la perfección de su enseñanza ética, en Sus milagros, especialmente en la resurrección de su cuerpo, y en Su maravillosa influencia sobre la humanidad por siempre. (Cf. John, xvii, 3; I Cor., viii, 4.). Tal como el cristianismo en sus comienzos estuvo rodeado por las creencias politeístas y las prácticas del mundo pagano, una clara y autoritaria expresión de Monoteísmo fue necesaria. De aquí los símbolos de fe, o credos, se abren con las palabras: «Yo (nosotros) creo en Dios (theon, deum)» o, más explícito, «Yo (nosotros) creo en un solo Dios (hena theon, unum deum)». (See Denziger-Bannwart, «Enchiridion», 1-40; cf. APOSTLES´ CREED; ATHANASIAN CREED; NICENE CREED.). Entre las tempranas herejías, una de las más importantes y más directamente opuesta al Monoteísmo surgió de una tentativa de responder al orígen del mal. El bien lo adscribían a un principio divino y el mal a otro. Estos errores dualistas dieron ocasión para una vigorosa defensa del Monoteísmo para aquellos escritores como San Ireneo, Tertuliano, San Agustín, etc. (Ver Bardenhewer-Shahan, «Patrology», St. Louis, 1908).
La misma doctrina naturalmente mantiene el lugar más importante entre las enseñanzas de los misioneros que convirtieron a los pueblos del Norte de Europa; de hecho, puede decirse que la difusión del Monoteísmo es uno de los grandes logros de la Iglesia Católica. Entre las diferentes definiciones conciliares considerando la Trinidad de Personas en Dios, el énfasis es puesto en la unidad de la naturaleza Divina; (Ver, ee.g., Fourth Council of Lateran (1215), in Denziger-Bannwart, «Enchiridion», 428). Los escolásticos medievales, tomando la creencia tradicional, traen en su ayuda una larga formación de argumentos basados en la razón; Ver, por ejemplo, Santo Tomás, «Contra Gentes», I, xiii; y San Anselmo, «Monol.», iv. Durante los pasados tres siglos las más ilustres tendencias fuera de la Iglesia Católica se han orientado hacia posiciones extremas como aquellas del Monismo (q.v.) y Panteísmo (q.v.) en las que se asegura que todas las cosas son realmente una en substancia, y que Dios es idéntico con el mundo. La Iglesia, sin embargo, ha mantenido resueltamente, no sólo que Dios es esencialmente distinto de todas las demás cosas, sino tambien que existe un Dios único. «Si uno cualquiera niega al único Dios verdadero, Creador y Señor de todas las cosas visibles e invisibles, permite ser excomulgado» (Conc. Vatican., Sess. III, «De fide», can. i).
MONOTEISMO MAHOMETANO
Del Monoteísmo Mahometano algo breve se debe decir. El Alá (Allah) del Corán es practicamente uno con el Jehovah del Antiguo Testamento. Su señal clave es islam, resignación sumisa a la voluntad de Dios, que es expresada en cada cosa que ocurre. Allah es, para usar las palabras del Corán, » El Omnipotente, el Todo-sabiduría, el Todo-justicia, el Señor de los mundos, el Autor de los cielos y la tierra, el Creador de vida y muerte, en cuya mano está el dominio y poder irresistible, el gran Señor todopoderoso del glorioso trono. Dios es el fuerte… el Rápido en calcular, quien conoce cada peso de hormiga de bien y de mal que el hombre ha hecho, y quien padecerá no recibir la recompensa de la fidelidad al perecer. El es el Rey, el Santo,… El Guardián sobre Sus servidores, el Refugio del huérfano, el Guía de los errantes, el Salvador de toda aflicción, el Amigo del desposeído, el Consuelo de los afligidos,… el Amo generoso, el bondadoso que Escucha, el Cercano, el Compasivo, el Misericordioso, el Indulgente» (citado de «Islam», por Ameer Ali Syed). La influencia de la Biblia, particularmente el Antiguo testamento, en el Monoteísmo Mahometano es bien conocido y no es necesario detenerse en ello.
MONOTEISMO Y RELIGIONES POLITEISTAS
Lo que antes ha sido explicado conduce a la conclusión de que el Monoteísmo Cristiano y sus variedades precedentes, Mosaico y Monoteísmo primitivo, son independientes en su orígen de las religiones Politeístas del mundo. Las variadas formas de politeísmo que ahora florecen, o que han existido en el pasado, son el resultado de la falla del hombre en sus intentos por interpretar la naturaleza sólo a la luz de la razón. Dondequiera que la visión científica de la naturaleza no ha obtenido las causas mecánicas, secundarias, que explican cada fenómeno celeste como el sol, luna, relámpago, tempestad, han sido vistos como seres vivos, tanto como cuerpos visibles puestos en movimiento por agentes inteligentes invisibles. La personalización de los fenómenos celestes de la naturaleza fue común entre las naciones paganas más avanzadas de la antigüedad. Esta es una visión común entre pueblos de cultura inferior hoy en día. Es sólo desde la ciencia moderna que se han llevado todos estos fenómenos dentro del rango de las leyes físicas y que la tendencia a verlos como manifestaciones de personalidades distintas han sido disipados por completo. Ahora semejante personalización de las fuerzas naturales es compatible con el Monoteísmo tanto como esas inteligencias diferentes imaginadas para producir el fenómeno y vistas como creaturas de Dios, y por ello no merecedoras de adoración divina. Pero donde la luz de la revelación ha sido total o parcialmente ocultada, es la tendencia a deificar aquellas personalidades asociadas a los fenómenos naturales como sustentados por sí mismos.
En esta via politeísta parece haber surgido la adoración de la naturaleza. Esto surge de la errónea aplicación de un sano principio, que el hombre en cualquier parte posee naturalmente, a saber, que las grandes operaciones de la naturaleza se deben a la intervención de mente y voluntad. El profesor George Fisher observa: «Las religiones politeístas no erraban al identificar las múltiples manifestaciones de la naturaleza con la participación de la voluntad. El sentimiento espontáneo de la humanidad en este particular no son comprendidos por los principios de la filosofía.
El error del politeísmo cae en el fraccionamiento de ese deseo que es inmanente a todas las operaciones de la naturaleza dentro de una pluralidad de agentes personales, una muchedumbre de divinidades, cada dominio y actividad dentro de una incumbencia que le es propia» («Grounds of Christian and Theistic Belief», 1903, p. 29). La adoración de naturaleza politeísta se puede encontrar practicamente en casi todos los pueblos a quienes ha faltado la guía estelar de la Revelación Divina. En cada historia que poseemos de esas religiones individuales se ofrece pocas evidencias de desarrollo ascendente hacia el Monoteísmo: por el contrario, en casi cada instancia del desarrollo histórico conocido, la tendencia ha sido a degenerar más y más lejos desde la idea monoteísta. Existe, por cierto, escasamente una religión Politeísta en la cual una de sus muchas deidades reconocidas no está elevada en honor como el padre y señor del resto. Este es el resultado de un desarrollo ascendente, como los eruditos no católicos generalmente afirman, que es teóricamente posible. Pero que también puede ser el resultado de un fenómeno descendente desde una creencia monoteísta primitiva tampoco puede ser negado. Las más recientes observaciones parecen tener el peso de evidencia positiva en su favor. La antigua religión china, como grafican los registros más antiguos, era extraordinariamente cerrada al Monoteísmo puro. La gran adoración politeísta a la naturaleza de los egipcios de tiempos posteriores era decididamente una degeneración de tempranas creencias cuasi Monoteístas. En la religión Védica una fuerte tendencia Monoteísta la sostiene, sólo para decaer más tarde y cambiar hacia el Panteísmo. La única excepción feliz es la evolución ascendente que el antiguo Politeísmo Ario toma en la tierra de los Iraníes. A través de la reforma de Zoroastro, los diferentes dioses de la naturaleza son subordinados al espíritu supremo, omnisciente, Ormuzd, y era otorgada una adoración inferior a sus creaturas.
Ormuzd fue honrado como el creador de todo lo que es bueno, el que revela y guardián de las leyes de conducta religiosa y moral, y el santificador del creyente. El sentimiento de pecado fue desarrollado fuertemente, y fue puesta por delante una norma de moralidad que con razón generaba admiración. Cielo e infierno, la renovación final del mundo, incluyendo la resurrección corporal, eran elementos de la escatología Zoroastriana. Una noble religión separada de la esfera de las religiones reveladas no podrá ser encontrada. Aún cuando esta religión es raramente clasificada por los eruditos entre las religiones monoteístas, debido al rasgo politeísta de veneración de los espíritus subordinados a la naturaleza, y también a su mantención de los antiguos ritos Arios de adoración al fuego, justificado por los Zoroastrianos de los tiempos modernos como una forma de veneración simbólica a Ormuzd.
Los llamados sobrevivientes de importantes religiones, como las creencias en fantasmas comedores de alimentos, espíritus causantes de dolor, brujerías, el uso de amuletos y fetiches, son también citados como evidencia que nivelan formas de Monoteísmo como Judaísmo y Cristianismo que no son más que consecuencia de religiones inferiores. La presencia de la gran parte de esas creencias y costumbres supersticiosas en los sectores más ignorantes de los pueblos cristianos es fácilmente explicado como la supervivencia de porfiadas costumbres que florecieron entre los ancestros de los pueblos europeos mucho antes de su conversión al cristianismo. Por otra parte, muchas de esas creencias y costumbres son tales que pueden fácilmente surgir de falsas interpretaciones de la naturaleza, inevitable en grados de cultura poco científicos, incluso donde la idea monoteísta prevalece. Supersticiones como esas son como la mala hierba de las viñas que crece alrededor del árbol de la religión.
KRIEG, Der Monotheismus d. Offenbarung u. das Heidentum (Mainz, 1880); BOEDDER, Natural Theology (New York, 1891); DRISCOLL, Christian Philosophy. God (New York, 1900); HONTHEIM, Institutiones Theodicæ (Freiburg, 1893); LILLY,The Great Enigma (2nd ed., London, 1893); RICKABY, Of God and His Creatures (St. Louis, 1898); MICHELET, Dieu et l´agnosticisme contemporain (Paris, 1909); DE LA PAQUERIE, Eléments d´apologétique (Paris, 1898); GARRIGOU-LAGRANGE, in Dictionnaire apologétique de la foi catholique (Paris, 1910), s.v. Dieu; FISHER, The Grounds of Theistic and Christian Belief (New York, 1897); CAIRD, The Evolution of Religion (2 vols., Glasgow, 1899); GWATKIN, The Knowledge of God and its Historic Development (Edinburgh, 1906); FLINT, Theism (New York, 1896); IDEM, Anti-Theistic Theories (New York, 1894); IVERACH, Theism in the Light of Present Science and Philosophy (New York, 1899); ORR, The Christian View of God and the World (New York, 1907); RASHDALL, Philosophy and Religion (New York, 1910); SCHURMANN, Belief in God, its Origin, Nature, and Basis (New York, 1890).
Una sola oportunidad
Que la lectura de la Sagrada Escritura sea siempre un estímulo nuevo.
Existe un mundo muy diferente al que actualmente conocemos cuando empezamos a soñar. Uno en el que la fantasía se vuelve realidad y los límites de la imaginación desaparecen. Es ahí donde creemos que todo es posible y se dejan atrás los obstáculos que nos frenan en alcanzar nuestros ideales más profundos.
Metas, sueños, anhelos… todo cuanto nos mantiene deseando algo en verdad grande, está a nuestro alcance, tan sólo hace falta que nos decidamos en conseguirlo para así despertar de nuestra comodidad.
Detrás de la complejidad de la naturaleza que nos rodea y las maravillas del universo que vamos descubriendo, hay un Diseñador sublime, un gran Soñador:
Los antiguos egipcios deseaban una inmortalidad que se les concedería tras la consecución de buenas obras hechas en esta primera vida. El “más allá” era para ellos una certeza. Tanto así, que la construcción de las pirámides refleja esta creencia. Después de la muerte de sus faraones, debían conservar su cuerpo de la corrupción y dejarle trazado el camino que debía seguir para guiarlos en su camino ascendente.
El deseo del hombre de vivir para siempre no es nada nuevo como vemos. Pero, ¿por qué no comenzar ser plenamente felices desde ahora? ¿Cómo puede suceder esto si la vida está llena de lágrimas y dificultades?
En 1991 nació Carlo Acutis, un adolescente que con sus pocos años «se hizo agradable a Dios» (cf. Sab. 4, 10). Cuando le detectaron una leucemia, decidió afrontarla con alegría y ofrecerla «por el Señor, la Iglesia y el Papa». Antes de su partida al cielo acercó a su familia a Dios y vivía una vida espiritual peculiar para su edad.
Tras haber hecho la primera comunión asistía diariamente a la Eucaristía y solía quedarse más tiempo en adoración, pues decía: «mientras más frecuentemente sea nuestra recepción de la Eucaristía, más seremos como Jesús. Y en esta tierra podremos pregustar el Cielo».
Los videojuegos, el fútbol y la programación eran algunos de sus mejores pasatiempos. Además, viajaba documentando los milagros eucarísticos sucedidos a lo largo de la historia, para luego compartirlos en una página web que él mismo diseñó para este fin.
A sus 15 años «llegó a la perfección en poco tiempo, alcanzó la plenitud de una larga vida» (v. 13) y nos enseñó que la santidad soñada por Dios para cada uno de nosotros se hace realidad cuando buscamos a Cristo ahí en nuestra vida ordinaria, sin alarde y con pureza de intención.
«La gente ve esto y no lo comprende» (v. 14), ¿por qué un muchacho tan bueno muere tan repentinamente? Apenas le informaron de su cáncer ya los días de su vida terminarían pronto. El 12 de octubre de 2006 iría al encuentro con Dios, habiendo dejado una huella de santidad distinta a cualquiera.
Al igual que Carlo, estamos todos llamados a la santidad (cf. Gaudete et exultate n. 10). Ya seas niño o adulto, grande o pequeño, rico o pobre…, Dios te pensó santo y va hacer todo lo posible para lograrlo y convencerte de que el único sueño que Él tiene para ti, es que seas muy feliz (cf. Mt. 5, 48).
Una larga vida, una salud inquebrantable, éxitos inéditos… son cosas que todos deseamos. Nuestro tiempo es limitado y sabemos que no podemos solos. Tenemos en el cielo grandes amigos e intercesores: los santos. Ellos sabrán brindarnos su apoyo en nuestros problemas y estarán siempre dispuestos a arrancar de Dios las gracias que más necesitemos para llegar a la cima del ejercicio de nuestra fe: la santidad.
Con razón decía Santa Teresita: «pasaré mi cielo haciendo el bien en la tierra». Aprendamos, pues, de nuestros hermanos mayores y dediquémonos a lo verdaderamente importante antes de que sea demasiado tarde.
Que la lectura de la Sagrada Escritura sea siempre un estímulo nuevo para desear con ansias este sueño de Dios y pronto nos encontremos con los que se jugaron la vida por lo que sí valía la pena, ser santos.
Gaudete et exultate, exhortación apostólica del Papa Francisco sobre el llamado a la santidad en el mundo actual.
Beneficios de la risa y la sonrisa
Cuando alguien nos sonríe nos está mandando un mensaje de paz
El tema de hoy es un tema que muchos considerarán intrascendente, pero sin embargo y en lo personal nos parece de gran importancia y valor. Valioso e importante para nuestro caminar por la vida, para nuestro trato con los demás, para nuestro beneficio y hasta para nuestra salud.
La risa y la sonrisa. Según una terapeuta que realizó estudios en los Estados Unidos relativos a los beneficios de la risa para la mente y el cuerpo humano, así como las terapias adicionales a la misma, tales como la respiración consciente, la expresión corporal, el canto y la conversación eran factores importantísimos, aparte de un signo externo de alegría, para prevenir las enfermedades cardiovasculares, calmar los dolores físicos, regular el sistema nervioso y aliviar el estrés.
No sabemos que es lo que pensarán los médicos al respecto pero lo que si sabemos todos es que reír es algo que nos deja el alma aligerada, que es una sensación extraordinaria de bienestar y gozo que como algo mágico nos transporta un poco a nuestros tiempos infantiles y por eso el reír rejuvenece. Si, el reír rejuvenece… ¡ y qué poco reímos!.
Al sentirnos adultos nos revestimos de una gran austeridad y de una propiedad tan seria y formal que vamos olvidando poco a poco lo que es el reír y podemos decir que pasan días y días sin que la risa vigorice nuestra personalidad y alegre nuestra existencia y la de los demás. Ceño fruncido, mirada torva y reconcentrada, gesto adusto, labios apretados… eso hace daño al corazón y al espíritu.
La Madre Teresa de Calcuta solía decir: «Familia que reza unida, permanece unida» y estamos de completo acuerdo pero también nos atrevemos a decir que : «Familia que ríe unida, permanece unida»
Y reírnos un poco de nosotros mismos es el mejor antídoto para sobrellevar con buen ánimo todos nuestros errores y fallas que como seres humanos tenemos. Es cierto que no siempre hay motivos para reír, pero de lo que no podemos prescindir es de la sonrisa. La sonrisa no es carcajada, es algo más sutil, es como dice de ella Martín Descalzo:- » Si yo tuviera que pedirle a Dios un DON, le pediría que me concediera el supremo arte de la sonrisa. Es lo que más envidio en algunas personas. Es, me parece, la cima de la expresión humana. Debe ser, por ello, muy fácil enamorarse de personas que poseen una buena sonrisa. Y ¡qué afortunados quienes tienen un ser amado en cuyo rostro aparece con frecuencia ese fulgor maravilloso!».
Cuando alguien nos sonríe nos está mandando un mensaje de paz, de equilibrio interior, de dulzura y de amor. Quién sabe amar sonríe fácilmente.
Las personas amargadas, egoístas, envidiosas, no saben sonreír. y mucho menos si son orgullosas. Reír es bueno para la salud porque la alegría es cosa sana y provechosa. Sonreír es ir derramando un haz luminoso de calor y ternura para los demás, es como un destello del mismo Dios que brota como agua fresca para las almas sedientas que se nos acercan.
Que nuestra sonrisa no sea un gesto forzado, sino algo espontáneo y natural que dará a nuestra personalidad un relieve maravillosamente profundo y humano.
El Papa: Todo cristiano tiene el poder de curar
Shutterstock | khuncho007
Buscando puestos en la Iglesia no se cura a nadie, pero sí con una buena palabra, con la paciencia, con un consejo a tiempo, con una mirada, pero como el óleo, humildemente, afirma Francisco en su homilía en Casa Santa Marta
Para abrir el corazón de los demás e invitarles a la conversión hacen falta mansedumbre, humildad y pobreza, siguiendo los pasos de Cristo, no hay que creerse superiores o buscar un interés humano. Lo subrayó el Papa Francisco en la homilía de la misa en Santa Marta del 7 de febrero de 2019.
Su reflexión parte del pasaje del evangelio de Marcos (Marcos 6,7-13) propuesto por la Liturgia del día: el mensaje es el de la “curación”.
Jesús envía sus discípulos a curar, como Él mismo vino al mundo para curar, “curar la raíz del pecado en nosotros”, “el pecado original”.
Jesús nos recrea
“Curar es un poco recrear”, observa el papa Francisco: “Jesús nos ha recreado desde la raíz y después nos ha hecho avanzar con su enseñanza, con su doctrina, que es una doctrina que cura”, siempre. Pero el primer mandamiento que da es el de la conversión.
La primera curación es la conversión, en el sentido de abrir el corazón para que entre la Palabra de Dios. Convertirse es mirar desde otra parte, dirigirse a otra parte. Y esto abre el corazón, hace ver otras cosas. Pero si el corazón está cerrado no puede curarse. Si alguien está enfermo y por cabezonería no quiere ir al médico, no se curará. Y les dice, primero: “Conviértanse, abran el corazón”. Aunque nosotros los cristianos hagamos muchas cosas buenas, si el corazón está cerrado, es todo barniz exterior. Y a la primera lluvia desaparecerá. Por tanto, el Papa exhorta a preguntarse: “¿Siento yo esta invitación a convertirme, a abrir el corazón para ser curado, para encontrar al Señor, para seguir adelante?”.
Cómo evangelizar
Pero para proclamar que la gente se convierta hace falta autoridad. Para ganarla, Jesús, en el Evangelio, dice que “no tomes para el viaje más que un bastón: ni pan, ni bolsa, ni dinero”. En sustancia, la pobreza: “el apóstol, el pastor que no busca la leche de las ovejas, que no busca la lana de las ovejas”.
El Papa se refiere a lo que afirma San Agustín, que “hablando de esto dice que el que busca la leche, busca el dinero, y que al que busca la lana, le gusta vestirse con la vanidad de su cargo. Es un trepa de honores”.
Pobreza, humildad
El Papa invita en cambio a la “pobreza, humildad, mansedumbre”. Y, como exhorta Jesús en el evangelio, “si no les reciben vayan a otra parte”, haciendo el gesto de sacudir las sandalias pero –subraya el Papa– con mansedumbre y humildad porque esta es la actitud del apóstol.
Si un apóstol, un enviado, alguno de nosotros – somos muchos enviados aquí -, va un poco con la nariz levantada, creyéndose superior a los demás o buscando algún interés humano o – no sé – buscando puestos en la Iglesia, nunca curará a nadie, no logrará abrir el corazón de nadie, porque su palabra no tendrá autoridad. La autoridad, la tendrá el discípulo si sigue los pasos de Cristo. ¿Y cuáles son los pasos de Cristo? La pobreza. ¡Dios se ha hecho hombre! ¡Se anonadó! ¡Se despojó! La pobreza que lleva a la mansedumbre, a la humildad. El Jesús humilde que va por el camino para curar. Y así un apóstol con esta actitud de pobreza, de humildad, de mansedumbre, es capaz de tener autoridad para decir: “Conviértanse”, para abrir los corazones.
Predicar con el ejemplo
Y tras haber exhortado a la conversión, los enviados expulsaban muchos demonios, con la autoridad para decir: “¡No, esto es un demonio! Esto es pecado. Esta es una actitud impura. No puedes hacerlo”. Pero hay que decirlo con “la autoridad del propio ejemplo, no con la autoridad de quien habla desde arriba pero no se interesa por la gente”, subraya Francisco explicando que “eso no es autoridad: es autoritarismo”. “Ante la humildad, ante el poder del nombre de Cristo con el que el apóstol hace su tarea si es humilde, los demonios huyen”, porque no soportan que se curen los pecados.
Después, los enviados curaban también el cuerpo, ungiendo con óleo a muchos enfermos. “La unción es la caricia de Dios”, dice el papa Francisco: el óleo es siempre una caricia, ablanda la piel y hace estar mejor. Los apóstoles tienen que aprender “esta sabiduría de las caricias de Dios”. “Así un cristiano cura, no solo un sacerdote o un obispo”: “cada uno de nosotros tiene el poder de curar” al hermano o la hermana “con una buena palabra, con la paciencia, con un consejo a tiempo, con una mirada, pero como el óleo, humildemente”.
Todos necesitamos ser curados, todos, porque todos tenemos enfermedades espirituales, todos. Pero, también, todos tenemos la posibilidad de curar a los demás, pero con esta actitud. Que el Señor nos dé esta gracia de curar como curaba Él: con la mansedumbre, con la humildad, con la fuerza contra el pecado, contra el diablo, y seguir adelante en esta bella «tarea» de curarnos entre nosotros: “yo curo a otro y me dejo curar por otro”. Entre nosotros. Esto es una comunidad cristiana.
El Papa rezó el Ángelus desde un balcón del Gemelli: «Hay que salvar las instituciones gratuitas»
Durante su primera intervención pública tras la operación, el Papa se mostró alegre y con buen aspecto, y centró sus palabras y oración en los enfermos y el personal sanitario.
- Papa Francisco
Como anticipó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, el Papa Francisco ha hecho este domingo su primera aparición pública en el balcón del Policlínico A. Gemelli de Roma tras la operación quirúrgica del 4 de abril.
Durante los diez minutos que duró la intervención, Francisco se mostró alegre y con buen aspecto. Tras agradecer el apoyo y las oraciones de los fieles, comentó el evangelio que describe cómo los discípulos enviados por Jesús ungían con aceite a los enfermos y los curaban.
Todos podemos ungir: una visita, una llamada o una mano tendida
“Este aceite hace pensar en el sacramento de la unción de enfermos, que consuela el espíritu y el cuerpo. Pero este aceite es también la escucha, la cercanía, la atención y la ternura de quien cura a la persona enferma. Es como una caricia que calma el dolor y anima”.
“Tarde o temprano”, comentó el Papa “todos necesitamos esta unción y todos podemos dársela a alguien mediante una visita, una llamada telefónica o una mano tendida a quien necesita ayuda. Recordemos que uno de los criterios que destaca Mateo en el juicio final es la cercanía a los enfermos”.
La sanidad gratuita, un bien a mantener/ Francisco hablo de su propia experiencia como paciente durante la última semana, en la que ha experimentado “lo importante que es un buen servicio sanitario, accesible para todos. No debemos perder este bien tan precioso, tenemos que mantenerlo, y para ello debemos esforzarnos todos, porque sirve a todos y requiere la contribución de todos”, añadió. “Hay que salvar las instituciones gratuitas”. Antes de concluir, el Papa expresó su “aprecio y aliento por todos los médicos y el personal sanitario y hospitalario”. Acto seguido pidió rezar por todos los enfermos, especialmente por los niños que sufren en ese y otros hospitales y que le acompañaron durante la oración. Intervención completa del Papa Francisco durante el Ángelus del 11 de julio.
Rezó por el fin de la violencia en Haití
Tras el rezo del Avemaría, ha expresado su cercanía y su oración por Haití, país inmerso en un clima de violencia y conflictividad desde el asesinato el pasado miércoles del presidente del Jovenel Moïse. “Me uno al llamado de los obispos del país a escoger la vida y el interés de todos y cada uno. Estoy cercano al pueblo haitiano y rezo para que cese la espiral de violencia y se construya un camino con un futuro de paz”. Francisco dedicó unas últimas palabras a “todos aquellos que tienen en el mar la fuente de trabajo y sostén”, así como a los que se encuentran actualmente realizando la peregrinación al santuario polaco de Czestochowa.
Sin incidentes en la operación
La operación de Francisco del pasado 4 de abril, motivada por una estenosis diverticular, se desarrolló a lo largo de tres horas sin complicaciones, y la evolución del Santo Padre fue positiva durante toda la semana.
A lo largo de su ingreso, el Papa ha agradecido las numerosas muestras de cariño que le hacían llegar tanto el personal sanitario como los fieles, y tanto el viernes como el sábado celebró la Santa Misa en la capilla privada de su apartamento.