La primera lectura es del primer libro de Los REYES. Si pueden utilizarlo durante su hora santa o si es al final del día y simplemente quieren estar en contacto con el señor este es un breve pasaje maravilloso en el que centrarse. Se ambientan los primeros días del reinado de Salomón. Recuerden Salomón es el hijo de David y Betsabé, se convierte en rey luego de un poquito de lucha dinástica.
Aquí está este joven. No es el experimentado Salomón, sino el jovencito que recién comienza su tiempo como rey pueden imaginarse lo quiero decir incluso cuando están comenzando un nuevo trabajo y se sienten como inseguros de sí mismos imagínense ser el rey de una nación y de pronto les cae encima toda esa responsabilidad y sienten como no estoy a la altura de esto así que se desahogan con Dios y le piden bueno lo que hace ahora Salomón le pide al Señor. Esto es lo que dice señor. Tú quisiste que yo tu siervo sucediera en el trono a mi padre David pero yo no soy más que un muchacho y no sé cómo actuar lo comprendo perfectamente piensen en cualquier oportunidad que les asignaron un puesto de responsabilidad y solo dicen no pienso que esté a la altura por eso te pido que me concedas sabiduría de corazón para que sepa gobernar a tu pueblo y distinguir entre el bien y el mal. ¿Qué oración podría haber pedido? cualquier cosa, ese es el punto, es este jovencito. No me siento a la altura de este trabajo, así que de acuerdo dame señor un montón de dinero y riqueza. Señor dame el Palacio más hermoso del mundo señor, haz que mis enemigos me teman señor. Haz que mi ejército sea el más grande del mundo.
Haz que todos mis cortesanos sean serviles a mis deseos quiero decir podría haber pedido cualquiera de esas cosas riqueza honor placer poder sospechosos de siempre pero no lo hace pide por un corazón sabio y perceptivo la capacidad de distinguir el bien del mal. Ver el Mundo desde la perspectiva de Dios, está pidiendo ser capaz de gobernar con la mente y el corazón de Dios. ¿Ven Lo importante que es si tienes todas esas cosas que he mencionado?, tienes riqueza, honor, poder y todos a tu alrededor te adulan y tu ejército es el más grande del mundo y tienes el palacio más grande, a menos que tengas sabiduría de corazón. A menos que puedas ver el mundo desde la perspectiva de Dios no sabrás qué hacer con esas cosas y esas cosas que serán superficialmente placenteras para ti. Escuchen esto, eventualmente se volverán contra ti y te destruirán, quieren una lección espiritual desde los tiempos más antiguos hasta el presente. Allí está especialmente para los jóvenes que quieren para sus vidas y son esas cosas, riqueza, honor, placer, poder, estima, dinero, casas, automóviles. Eso es lo que quiero pero a menos que tengan sabiduría de corazón esas cosas se volverán de hecho contra ellos.
Voy a revelar un poquito mi edad con esto con algunos de estos nombres pero completen con los del tiempo actual. ¿Qué tienen todas estas personas en común?: Janis Joplin, Jimi Hendrix, Jim Morrison, John de Lucy, Kurt Cobain, Lindsay Lohan, Justin Bieber, aquí me acerqué a la actualidad. Casi todos ellos cuando eran muy jóvenes de repente tuvieron todos los bienes del mundo. Piensen en Hendrix cuando estaba tocando ya por fines de los 60, el guitarrista más famoso del mundo la gente prácticamente lo adoraba. Recuerdo cuando era niño John Belushi tenía la película número uno del país, el álbum número uno del país, era reconocido universalmente. Piensen en Kurt Cobain. Recuerdo cuando Kurt Cobain se suicidó y fue una gran conmoción para tanta gente pero fue probablemente el cantante de rock and roll más famoso del mundo en ese tiempo. Justin Bieber quiero decir la lista sigue y sigue que tuvieron en común tuvieron todos los bienes del mundo pero no vieron al mundo desde el punto de vista de Dios no tuvieron esta sabiduría de corazón que les permitiera distinguir apropiadamente el bien del mal y por lo tanto todas esas cosas que acumularon tendieron a volverse les en contra ahora esas son estrellas populares contemporáneas regresen a nuestra tradición literaria que encuentran una historia como la del doctor Fausto, este hombre que quería conocimiento dame todo el conocimiento del mundo.
Sí así que lo obtuvo y lo destruyó porque tenía conocimiento sin sabiduría o la historia del rey midas tan brillantemente relatada esa leyenda adorable del Rey midas quiero oro señor que todo lo que toque se convierta en oro y así sucedió hasta que cuando tocaba la gente que amaba se convertían en oro sin vida frente a él hermoso hermoso relato de esta verdad espiritual se obtienes todos los bienes del mundo pero sin un corazón sabio y perceptivo no solo que no te harán ningún bien sino que se volverán contra ti son el rey midas se volverán contra ti y te destruirán y entonces Salomón pidió lo correcto pidió lo correcto escuchen Cómo responde el señor por haberme pedido esto y no una larga vida ni riquezas ni la muerte de tus enemigos todas cosas buenas del mundo un gran ejército y una larga vida y hacerme amado sino sabiduría para gobernar yo te concedo lo que me has pedido Esta es una verdad importante de la Biblia Dios no rechazará esta clase de plegaria Señor dame el mejor automóvil deportivo del mundo lo pido por Cristo nuestro señor bueno esa es una oración estúpida y vean ese final es la señal reveladora me refiero a que no tiene ningún sentido estar pidiendo eso por Cristo nuestro señor pero Señor dame un corazón sabio Señor ayúdame a ver el mundo como lo ves tú lo pido en el nombre de Jesús esa es una buena oración y él no la rechazará.
Recuerden que el señor dice que Dios nunca rechazará al Espíritu Santo aquellos a quienes se lo piden Así que pidan por todas esas cosas del mundo bueno Dios dirá eso no es bueno para ti. Pero qué es siempre bueno para ti el espíritu santo pide por él pide por él y no serás rechazado he hablado de esto antes para aquellos que me siguen y es mi lema como Obispo lo tomé de Tomás de Aquino cuando el señor le dijo hablándole desde la cruz Tomás has escrito bien de mí Qué quieres como recompensa de nuevo aquí no podría haberle pedido cualquier cosa hazme el erudito más famoso del mundo señor Haz que todos comprendan y amen lo que he escrito Dame señor riqueza y no no sino que Tomás le dijo y este es mi lema como Obispo no necesité domine no tendré nada no quiero nada de eso ni cité excepto tú Señor tú eres lo que quiero pidió por un corazón sabio y perceptivo pidió que Cristo pudiera vivir dentro suyo Aquí tienen un ejercicio espiritual entonces sea que vayan a un retiro estén haciendo una hora santa o incluso esta noche antes de ir a dormir.
Este es su ejercicio espiritual son Salomón son Tomás de Aquino el señor les dice de acuerdo qué quieres te lo daré te prometo que te lo daré qué quieres qué pedirían o si frotaras la lámpara y salir al genio tienes tres deseos qué pedirías riqueza o honor Un lindo automóvil. Oh Señor acomoda estos conflictos en mi familia. Oh Señor que ellos me aprecian más. Oh Señor Hazme más exitoso en mi trabajo no pidan eso son todas tonterías triviales pidan a Cristo señor te quiero a ti. Quiero un corazón sabio y perceptivo para que ahora sepa qué hacer con lo que escuchen tenga o deje de tener si tengo un corazón sabio y perceptivo entonces sabré qué hacer con la riqueza que tengo. Si obtengo esa riqueza si tengo un corazón sabio y perceptivo sabré qué hacer con el poder. Si viene a mí, si tengo un corazón sabio y perceptivo sabré qué hacer cuando la gente me honre sabré utilizarlo para los propósitos de Dios pero si no tengo a Cristo todas esas cosas se volverán contra mí y me destruirán tengan eso por seguro es una verdad espiritual básica y está materializada aquí en esta historia permítanme darle un vistazo al evangelio porque continuamos esta lectura maravillosa de las parábolas en Mateo, pero tengan en mente a Salomón, tengan en mente lo que les he dicho dice Jesús.
El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo el que lo encuentra va y vende cuanto tiene y compra aquel campo es una imagen adorable realmente porque piensen en lo que hubiera hecho la gente de la antigüedad antes de las aseguradoras y todo eso. Si llegaba un ejército Invasor o llegaban saqueadores la gente enterraría su riqueza en el suelo para protegerla y luego huirían, bueno algunas veces no regresarían jamás habrían muerto o les habría sucedido algo y aquel tesoro permanecería enterrado en el campo y luego algunas veces tal vez muchas generaciones después alguien cultivaría ese campo y aparecería ese tesoro escondido.
Esa es la imagen aquí. Es hermoso el reino de Dios, es como eso si encuentras ese tesoro escondido vende todo lo que tienes y cómpralo. ¿Cuál es el tesoro escondido? un corazón sabio y perceptivo, ¿cuál es el tesoro escondido?, es Cristo habitando en ti. No tendré nada más que a ti señor. Ese es el tesoro escondido, una vez que lo encuentras te olvidas de cualquier otra cosa en tu vida puedes venderlas, vende todo lo que tienes para comprar una sola cosa porque sin esa única cosa estás perdido. Miremos a la siguiente parábola, de nuevo el reino de los cielos es común comerciante que busca perlas, cuando encuentra una perla de gran valor va y vende todo lo que tiene y la compra la misma idea este comerciante buscando perlas somos todos nosotros cierto atravesando la vida buscamos cosas que nos hagan felices, sea la riqueza y placer y honor y todas las cosas que buscamos de acuerdo de acuerdo pero cuando encuentras La perla de Gran valor, ese es el reino de Dios. Ese es el tesoro enterrado en el campo. Ese es el corazón sabio y perceptivo ese es Cristo viviendo en ti. Cuando lo encuentras, el resto puedes liquidarlo, quién lo necesita… y compras esa Perla. ¿Cuál es la tragedia? cielos, todos los pecadores somos susceptibles a esto, es que gastamos nuestras vidas, somos como esta persona buceando por perlas y buceando aquí buceando ya y agotándonos y encontramos pistas y pedazos de perlitas, pero existe una perla de gran valor y la perdemos o estamos buscando tesoros en todos los sitios equivocados y está este tesoro único enterrado y lo perdemos. No lo pierdan, la vida es corta cuando encuentran una perla de gran valor y les digo la verdad de Dios la encuentran hoy en estas lecturas si tienen oídos para escuchar y ojos para ver la encuentran en estas lecturas si la encuentran, vendan todo lo demás que tengan y por el amor de Dios y por su propia felicidad cómprenla. Dios los bendiga.
Con estas dos similitudes, Jesús se propone involucrarnos en la construcción del Reino de los cielos, presentando una característica esencial de la vida cristiana: se adhieren completamente al Reino aquellos que están dispuestos a jugarse todo, que son valientes. Somos llamados a asumir la actitud de estos dos personajes evangélicos, convirtiéndonos también nosotros en buscadores sanamente inquietos del Reino de los cielos. En nuestros días, todos lo sabemos, la vida de algunos puede resultar mediocre y apagada porque probablemente no han ido a la búsqueda de un verdadero tesoro: se han conformado con cosas atractivas pero efímeras, de destellos brillantes pero ilusorios porque después dejan en la oscuridad. Sin embargo, la luz del Reino no son fuegos artificiales, es luz: los fuegos artificiales duran solamente un instante, la luz del Reino nos acompaña toda la vida. Jesús, Él que es el tesoro escondido y la perla de gran valor, no puede hacer otra cosa que suscitar la alegría, toda la alegría del mundo: la alegría de descubrir un sentido para la propia vida, la alegría de sentirla comprometida en la aventura de la santidad. (Ángelus, 26 julio 2020)
Matthew 13:44-52
Amigos, Jesús habla en el Evangelio de hoy acerca de un tesoro enterrado en un campo con el que un hombre tropieza. Entonces vende todo lo que tiene para comprar ese campo. ¿Podría el campo ser el corazón humano, el tesoro ser la imago de Cristo, y la venta de todo una entrega de todos por el bien de la misión?
Jesús también habla de un comerciante que busca una perla de gran precio, y cuando la encuentra vende todo para adquirirla. ¿Podría esta perla ser lo único que vale la pena buscar? ¿Y podría la venta de todo significar una vida que no es exitosa ni centrada?
Joseph Campbell dice que la mayor tragedia en la vida no es tanto el fracaso, sino más bien subir la escalera del éxito y descubrir que uno está sobre la pared equivocada! Bob Dylan estaba reflexionando con cierto pesar sobre el mismo tema cuando dijo: “Cuando llegas a la cima te das cuenta / que estás en la parte inferior”. Podemos pasar toda nuestra vida persiguiendo objetivos que no valen nada, o incluso objetivos que son buenos, pero no son los nuestros —o mejor dicho, no son los de Cristo para nosotros.
Pedro Crisólogo, Santo
Memoria Litúrgica, 30 de julio
Obispo de Rávena y Doctor de la Iglesia
Martirologio Romano: San Pedro, “Crisólogo” de sobrenombre, obispo de Ravena y doctor de la Iglesia, que, habiendo recibido el nombre del santo apóstol, desempeñó su oficio tan perfectamente que consiguió capturar a multitudes en la red de su celestial doctrina, saciándolas con la dulzura de su palabra. Su tránsito tuvo lugar el día treinta y uno de este mes en Imola, en la región de la Emilia Romagna (c. 450).
Breve Biografía
San Pedro, quien fue uno de los oradores más famosos de la Iglesia Católica,
nació en Imola, Italia y fue formado por el Obispo de esa ciudad Cornelio, por el cual conservó siempre una gran veneración. El Obispo Cornelio convenció a San Pedro de que en el dominio de las propias pasiones y en el rechazar los malos deseos reside la verdadera grandeza, y que este es un medio seguro para conseguir las bendiciones de Dios.
San Pedro gozó de la amistad del emperador Valentiniano y de la madre de éste, Plácida, y por recomendación de los dos, fue nombrado Arzobispo de Ravena. También gozó de la amistad del Papa San León Magno.
Cuando empezó a ser arzobispo de Ravena, había en esta ciudad un gran número de paganos. Y trabajó con tanto entusiasmo por convertirlos, que cuando él murió ya eran poquísimos los paganos o no creyentes en este lugar.
A la gente le agradaba mucho sus sermones, y por eso le pusieron el sobrenombre de crisólogo, que quiere decir, el que habla muy bien. Su modo de hablar era conciso, sencillo y práctico. La gente se admiraba de que en predicaciones bastante breves, era capaz de resumir las verdades más importantes de la fe. Se conservan de él, 176 sermones, muy bien preparados y cuidadosamente redactados. Por su gran sabiduría al predicar y escribir, fue nombrado Doctor de la Iglesia, por el Papa Benedicto XIII.
Recomendaba mucho la comunión frecuente y exhortaba a sus oyentes a convertir la Sagrada Eucaristía en su alimento de todas las semanas.
El tesoro más grande del mundo
Santo Evangelio según san Mateo 13, 44-52. Domingo XVII del Tiempo Ordinario
Por: Cristian Gutiérrez, LC | Fuente: somosrc.mx
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Quiero, Señor, estar contigo en este momento. Te necesito más que a nadie. Te pido me ayudes a ser cada día mejor. Dame la gracia de hacer una experiencia profunda de ti y de tu amor. Aumenta mi fe, mi esperanza y mi caridad. Pongo en tus manos, mi vida, mi familia, mis intenciones. Ayúdame a serte siempre fiel y buscar en todo momento cumplir tu santísima Voluntad.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 13, 44-52
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra lo vuelve esconder y, lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo. El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra. También se parece el Reino de los cielos a la red que los pescadores echan en el mar y recoge toda clase de peces. Cuando se llena la red, los pescadores la sacan a la playa y se sientan a escoger los pescados; ponen los buenos en canastos y tiran los malos. Lo mismo sucederá al final de los tiempos: vendrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los arrojarán al horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. ¿Han entendido todo esto?”. Ellos le contestaron: “Sí”. Entonces él les dijo: “Por eso, todo escriba instruido en las cosas del Reino de los cielos es semejante al padre de familia, que va sacando de su tesoro cosas nuevas y cosas antiguas”.
Palabra del señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Qué distinto puedo leer este pasaje cuando tengo presente que el Reino eres Tú. Tú eres el Reino que prometes a los que te siguen con confianza y decisión, eres la heredad de los que se entregan a tu servicio. Entonces, sabiendo que eres el Reino, te puedo comparar con ese tesoro o esa perla por la que vale la pena dejarlo todo para obtenerlo. Pero necesito conocer el valor de ese tesoro, el peso de esa perla; necesito encontrarla y hacer la experiencia.
Las perlas se encuentran originalmente dentro de alguna concha en el fondo del mar. Esa imagen me puede servir para saber dónde encontrarte. En realidad no hace falta que te busque fuera, Tú habitas dentro de mí. Debo sumergirme en mi interior y allí, en lo más hondo de mi alma, puedo encontrarte. Pero necesito silencio, necesito bajar y dejarme guiar por la voz del Espíritu Santo para así llegar hasta ti y descubrirte. No te encuentro en las cosas superficiales que me ofrece el mundo, en el ruido de las discotecas, las noticias de la farándula o las series de TV. Al mundo le interesa que me quede sólo con las playas exóticas, o tal vez, con los corales y los peces de colores, pero que nunca me atreva a bajar y buscarte.
Los tesoros también se hayan enterrados. Para sacar un tesoro se debe sacar la tierra, las piedras, las cosas que impidan extraerlo. En mi vida, para encontrarte a ti, es necesario quitar, sacar, arrancar todo aquello que no me deje encontrarte. Las piedras de mi soberbia, las malas hierbas de mi desconfianza, las arena de mi falta de fe. Pero esto se saca porque se sabe, se cree, que ahí abajo estará el tesoro. Y Tú nunca defraudas. El mundo, por el contrario, no quiere que rompa mi piso y escarbe en la intimidad. Él asfalta, pavimenta, embaldosa, y si es posible pone tapetes con tal de que no vaya al fondo. Me invita a los tesoros momentáneos, y a veces, falsos, de los placeres, de las vanidades, de los engaños, de las mentiras.
Dame la gracia, Jesús, de que seas Tú el tesoro y la perla de mi vida. Permíteme encontrarte dentro de mí, porque sé que allí habitas. Ayúdame a desprenderme de todo lo que me impide llegar hasta ti y jamás permitas que te venda, te intercambie por cosas, relaciones o placeres de poco valor.
«Somos sólo recipientes de barro, pero custodiamos dentro de nosotros el tesoro más grande del mundo. Los corintios sabían bien que era torpe preservar algo precioso en recipientes de barro, que eran baratos, pero se agrietaban fácilmente. Tener en su interior algo de precioso quería decir correr el riesgo de que se perdiera. Pablo, pecador agraciado, humildemente reconoce ser frágil como un recipiente de barro. Pero ha experimentado y sabe que está precisamente ahí, donde la miseria humana se abre a la acción misericordiosa de Dios, el Señor obra maravillas. Así obra la “extraordinaria potencia” de Dios. Confiado en esta humilde potencia, Pablo sirve al Evangelio».
(Homilía de S.S. Francisco, 26 de febrero de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy leeré en algún tiempo el salmo 15.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Por la Jornada Mundial de la Juventud
Video del Papa para el mes de agosto 2023.
Cuando voy a la Iglesia de mi barrio, solo veo personas mayores. ¿La Iglesia es ahora cosa de viejos?
La Iglesia no es un club para la tercera edad, como tampoco es un club juvenil. Si se convierte en algo de viejos, va a morir. San Juan Pablo II decía que si vivís con los jóvenes también vos te volvés joven, y la Iglesia necesita a los jóvenes para no envejecer.
Querido Papa Francisco, ¿por qué ha escogido el lema para esta JMJ “María se levantó y partió sin demora”?
Porque María, en cuanto sabe que va a ser la madre de Dios, no se queda allí tomándose un selfie o presumiendo. Lo primero que hace es ponerse en camino, a toda prisa, para servir, para ayudar. También ustedes tienen que aprender de ella a ponerse en camino para ayudar a los demás.
¿QUÉ ESPERA DE ESTA JMJ DE LISBOA?
Me gustaría ver en Lisboa una semilla del mundo del futuro. Un mundo donde el amor esté en el centro, donde nos podamos sentir hermanas y hermanos. Estamos en guerra, necesitamos otra cosa. Un mundo que no tenga miedo a testimoniar el Evangelio. Un mundo con alegría, porque los cristianos si no tenemos alegría, no somos creíbles, no nos cree nadie.
Oremos para que la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa nos ayude a los jóvenes a ponernos en camino, dando testimonio del Evangelio con nuestra propia vida.
Amistad: Lanzarse por una amistad verdadera
La amistad verdadera nos lleva a querer lo mejor para el amigo. De entre los 3 tipos de amistad que nos presenta Aristóteles, el tercer tipo nos describe la verdadera amistad; la que encuentra su razón de ser en la virtud y en la bondad del otro.
Una de las escenas más hermosas de toda la Biblia se encuentra al final del Evangelio de san Juan. Es de mañana y el sol está apenas saliendo. Pedro y los otros cinco apóstoles están cansados de haber pasado toda la noche intentando pescar sin haber obtenido nada como fruto de sus esfuerzos. De repente escuchan un grito que viene de la orilla: “Muchachos, ¿han pescado algo?” Nos es familiar lo que pasará después: la pesca milagrosa. Pero el momento más cautivador lo vemos en la reacción de Pedro, cuando se lanza de la barca. Juan dice solo tres palabras, “¡Es el Señor!”, y le bastan a Pedro para tirarse al agua. Si tuviésemos una foto de aquel momento, de Pedro en pleno vuelo, nos diría mil palabras; palabras sobre todo de la amistad que le motivó a lanzarse; de la amistad que comparten Jesucristo y Pedro. Pero, ¿qué es la verdadera amistad, cómo se forma y qué importancia tiene para mí?
De entre todas las virtudes humanas que hay, pocas nos atraen tanto como la amistad. Aristóteles distingue tres tipos de amistad en la “Ética Nicomaquea.”
La primera se trata de la amistad de utilidad: es bueno para mí tener esta relación, me es útil y puedo sacarle provecho.
Esto es lo que esperaríamos de las relaciones entre empresarios; nos asociamos porque nos ayuda para ganar dinero o una mejor posición social. El segundo tipo tiene como base el placer: me gusta estar con el otro porque es divertido y me hace sentir bien. El tercero se trata de la verdadera amistad. Esta amistad encuentra su razón de ser en la virtud y bondad del otro. Como amigos compartimos el deseo de vivir una vida virtuosa, los altos ideales.
Sin embargo, me atrevo decir que a Aristóteles le falta algo… Es verdad que las amistades uno y dos no son verdaderas.
Una amistad no es una inversión prudencial: no es que invierto mi tiempo con una persona porque preveo beneficios futuros, ni tengo un amigo solo porque me hace sentir feliz. Esto sería usarlo, tratarlo como medio de la propia felicidad y, a fin de cuentas, sería buscarse uno mismo. C.S. Lewis lo expresa así:
“La amistad no es una recompensa por nuestra capacidad de elegir y por nuestro buen gusto de encontrarnos unos a otros, es el instrumento mediante el cual Dios revela a cada uno las bellezas de todos los demás, que no son mayores que las bellezas de miles de otros hombres; por medio de la amistad Dios nos abre los ojos ante ellas. Como todas las bellezas, éstas proceden de él, y luego en una buena amistad, las acrecienta por medio de la amistad misma, de modo que éste es su instrumento tanto para crear una amistad como para hacer que se manifieste.”
No le echo la culpa a Aristóteles pues nunca escuchó aquellas palabras reveladoras de Jesucristo: “Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado.
Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos” (Jn 15, 12-13). Así, Jesucristo nos revela un aspecto más profundo: la donación de sí, termómetro fiel de la verdadera amistad. Probablemente no se nos presentará en esta vida la oportunidad de dar la propia por un amigo, pero la vida cotidiana sí nos presenta mil oportunidades para darnos a los demás en las cosas pequeñas y momentos difíciles.
Aunque sepamos valorar al amigo, sus cualidades y talentos, la verdadera amistad nos llevará a valorar también sus luchas y aceptar sus deficiencias. Por eso, la amistad verdadera es realista y leal. Ser amigo en los momentos difíciles quiere decir olvidarse y donarse. Esta amistad la expresó perfectamente J.R. Tolkien cuando nos escribe sobre la amistad incondicional entre Sam y Frodo:
“Sam lo miraba. Las primeras luces del día se filtraban apenas a través de las sombras, bajo los árboles, pero Sam veía claramente el rostro de su amigo, y también las manos en reposo, apoyadas en el suelo a ambos lados del cuerpo. De pronto le volvió la mente la imagen de Frodo, acostado y dormido en la casa de Elrond, después de la terrible herida. En ese entonces, mientras lo velaba, Sam había observado que por momentos una luz muy tenue perecía iluminarlo interiormente; ahora la luz brillaba, más clara y más poderosa. El semblante de Frodo era apacible, las huellas de miedo y la inquietud se habían desvanecido; y sin embargo recordaba el rostro de un anciano, un rostro viejo y hermoso, como si el cincel de los años revelase ahora toda una red de finísimas arrugas que antes estuvieran ocultas, aunque sin alterar la fisonomía. Sam Gamyi, claro está, no expresaba de esa manera sus pensamientos. Sacudió la cabeza, como si descubriera que las palabras eran inútiles y luego murmuró: ‘Lo quiero mucho. Él es así, y a veces, por alguna razón, la luz se transparenta. Pero se transparente o no, yo lo quiero”.
Quizá sólo es en los momentos difíciles que la verdadera amistad se forja y se aprecia por lo que es: “Un amigo fiel es un escudo poderoso, el que lo encuentra halla un tesoro. Un amigo fiel no se paga con nada, no hay precio para él” (Sirácide 6, 14). Y es así, al final, hallamos lo que motivó a Pedro a lanzarse al mar con el sólo hablar de Cristo. Qué hombre de avanzada edad hace esto con sólo escuchar a otro si no es porque le ama, si no es porque es su amigo. ¡Vence el mal con el bien!
¿Cuánto dura la presencia de Cristo en la Eucaristía?
Asimismo, cuando lo recibimos en la comunión ¿cuánto tiempo permanece Cristo dentro de nosotros?
Sabemos que en el altar, al momento de la consagración, la hostia y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Pero ¿cuánto tiempo permanece su presencia en ellos? Asimismo, cuando lo recibimos en la comunión ¿cuánto tiempo permanece Cristo dentro de nosotros? Vamos a responder estas preguntas.
En cada pedazo de la hostia consagrada y en cada gota del vino consagrado está Cristo completo, es decir, todo su Cuerpo, su Sangre, alma y divinidad. Por lo tanto, cada que comulgamos, recibimos al mismo Cristo vivo y resucitado. Así lo confirma el Catecismo de la Iglesia Católica al decir: “En el Santísimo Sacramento de la Eucaristía están “contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero” (1374).
De tal manera que al fraccionar la Hostia consagrada no es que se divida a Cristo, ya que hasta en la más pequeña partícula de la Hostia está Cristo con todo su Cuerpo y su Sangre. Lo mismo al recibir el vino en el cáliz, no es solamente la Sangre de Cristo, sino que es el Señor en toda su persona divina. “Cristo está todo entero presente en cada una de las especies y todo entero en cada una de sus partes, de modo que la fracción del pan no divide a Cristo” (CCE 1377).
Ahora bien, la presencia real de Cristo en la Eucaristía permanece desde la consagración del pan y del vino, hasta que duren las especies que sirvieron para su ofrecimiento. Es decir, que cuando las especies del pan y del vino se alteran por el tiempo o se disuelven a través del estómago, la presencia física de Jesús deja de estar.
Se pudiera decir que son aproximadamente entre 10 y 15 minutos los que dura la presencia física de Jesús dentro de nosotros. El que ya no esté en su presencia real y verdadera, no quiere decir que Cristo nos abandone. Sigue presente en nuestra alma, habita en nosotros, en unión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo de manera real.
Al reconocer que es Cristo en cuerpo y alma a quien recibimos, es necesario que preparemos también nuestro cuerpo ya que no es un alimento ordinario. Por lo tanto, por respeto a su presencia dentro de nosotros, el Código de Derecho Canónico nos dice cómo debemos prepararnos: “Quien vaya a recibir la santísima Eucaristía, ha de abstenerse de tomar cualquier alimento y bebida al menos desde una hora antes de la sagrada comunión, a excepción sólo del agua y de las medicinas” (919). Asimismo, no debemos comer ningún alimento de manera inmediata luego de haber comulgado, hasta que haya pasado el tiempo prudente para que se disuelva totalmente la Hostia dentro de nuestro organismo.
Qué triste es ver a tantos que después de recibir a nuestro Señor permanecen como si hubiesen recibido un simple trozo de pan. Hagamos el compromiso de vivir con piedad y cuidado ese momento de la comunión. Deleitemonos en comerlo, platiquemos con Él desde el corazón.
Al comulgar al Señor nos convertimos en sagrarios vivientes, dentro de nosotros está el mismo cielo; por lo tanto, debemos aprovechar ese momento tan especial para adorar y conversar con aquel que nos ama y que ha decidido vivir en ti y en mí. La presencia de Cristo Eucaristía permanece para siempre, para toda la eternidad. ¡Cuida tu gracia y no te prives de este alimento que da la vida eterna!
domingo 30 julio |
San Pedro Crisólogo, patrón de oradores y predicadores
Un obispo de Rávena que llevaba con gran acierto la Palabra de Dios a personas de todo tipo
Pedro nació en Imola (Italia) hacia el año 380. Sirvió como obispo metropolitano de Rávena entre el 425 y el 429.
Estuvo presente en el año 445 en el fallecimiento de san Germán de Auxerre. Y tres o cuatro años después escribió a Eutiques, presbítero de Constantinopla, que había recurrido a él tras ser condenado por la Iglesia presbítero de Constantinopla, que había recurrido a él tras ser condenado por la Iglesia por monofisita (negaba la doble naturaleza, humana y divina, de Jesucristo).
A san Pedro se le conoce como Crisólogo por sus palabras de oro, que sirvieron para acercar a muchas personas a Dios. Era un gran orador y su predicación estaba llena de sencillez, de cultura discreta, de humanidad y de piedad. En sus textos incluía ejemplos tomados de la vida de la corte de Rávena, de los militares, de los marineros o de los campesinos, de modo que adecuaba el mensaje al público a quien se dirigía.
Falleció entre el año 449 y el 458.
En su obra se cuentan 168 sermones, la carta a Eutiques y 15 “extravagantes” (escritos no clasificados). Fue proclamado Doctor de la Iglesia en 1729.
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Patronazgo
San Pedro Crisólogo es el patrón de los oradores y los predicadores.
Fragmento del sermón 30
¿Por qué vuestro maestro come con publicanos y pecadores? Dios es acusado de abajarse hacia el hombre, de sentarse cerca del pecador, de tener hambre de su conversión y sed de su retorno, de preferir el alimento de la misericordia y la copa de la benevolencia.
Pero Cristo, hermanos míos, vino a esta comida; la Vida ha venido para estar entre los invitados a fin de que, condenados a muerte, vivan la Vida; la Resurrección se ha acostado para que los que yacen se levanten de sus tumbas; la Bondad se ha abajado para levantar a los pecadores hasta el perdón; Dios ha venido hasta el hombre para que el hombre llegue hasta Dios; el juez ha venido a la comida de los culpables para sustraer a la humanidad de la sentencia de condenación; el médico ha venido a los enfermos para restablecerlos comiendo con ellos; el Buen Pastor ha inclinado la espalda para devolver la oveja perdida al establo de la salvación (Lc 15, 3s).
Oración
Oh, Dios, que hiciste a san Pedro Crisólogo, obispo, insigne predicador del Verbo encarnado, concédenos meditar siempre este misterio de salvación y manifestarlo en nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.