Referencias Bíblicas
• Matthew 10:24-33
• Obispo Robert Barron
Amigos, en el Evangelio de hoy, Jesús dice a sus discípulos que no teman a los que matan al cuerpo, pero no pueden matar el alma. A través del poder de su ser, él nos ha vinculado a la fuente creativa de toda la existencia. Y en ese “lugar”, amados en el Espíritu por el Padre y el Hijo, estamos a salvo, incluso de aquellos que matarían el cuerpo.
Pero esto significa que nuestra perspectiva puede y debe cambiar. La mayoría de nosotros pasamos gran parte de nuestra vida defendiéndonos de los ataques al “cuerpo” —con ganas, casi siempre, de proteger nuestra psique, emociones, fortuna, salud y reputación.
Cuando hacemos esto nos torcemos haciendo que nuestras vidas se vuelvan defensivamente hacia adentro, y entonces vivimos en un espacio espiritual muy pequeño. Pero cuando vivimos con el centro en lo divino respiramos el aire de una verdadera libertad espiritual. Ya no nos reducimos temerosamente al “cuerpo” y podemos ir hacia la amplia extensión de la voluntad divina, siguiendo a Dios donde él nos pida. Y este estado de cosas, esta gran alma, es a su vez atractiva en su belleza y aterradora en sus demandas.
El Papa León XIV anima a religiosos a renovar su misión y servicio en el mundo
En su discurso dirigido a superiores generales, consejos y miembros de congregaciones religiosas reunidos en Capítulos y Asambleas, el Papa ha manifestado su alegría y gratitud por el servicio que realizan en la Iglesia y en la sociedad.
Patricia Ynestroza-Castel Gandolfo
El Papa León XIV recibió en Castelgandolfo a superiores y superioras generales, miembros de consejos y representantes de congregaciones religiosas reunidos en Capítulos y Asambleas. Ellos son: el Instituto Pontificio para las Misiones Extranjeras (PIME), las Hermanas filipinas, la orden religiosos de las Maestras Pías Venerinas, Maestre Pie Venerini, las Hijas de la Iglesia, a los Salesianos Oblatos del Sagrado Corazón, las Hermanas Franciscanas Angeline, el Instituto Oblato de Jesús y María y las Hijas de María Religiosas de las Escuelas Pías (Escolapias).
El Papa ha expresado su cercanía, gratitud y aliento a quienes, con su vida consagrada, siguen contribuyendo de manera silenciosa pero fundamental a la vida de la Iglesia y de la sociedad. Y destacó la riqueza y diversidad de carismas heredados de los fundadores y fundadoras de los distintos institutos religiosos, subrayando que todos estos dones contribuyen a la edificación del Cuerpo de Cristo.
“Vuestros respectivos Institutos encarnan aspectos complementarios de la vida y acción del Pueblo de Dios: la ofrenda en unión al sacrificio de Cristo, la misión ad gentes, el amor a la Iglesia, y la educación y formación de los jóvenes”
Renovar el carisma ante los desafíos actuales
Durante sus reflexiones, el Papa animó a los religiosos a releer y actualizar sus carismas a la luz de los nuevos desafíos, siempre guiados por el Espíritu Santo y en comunión con los pastores de la Iglesia. Les instó también a mantener vivo el espíritu misionero, a imitar los sentimientos de Cristo, cultivar la esperanza y promover la paz, resaltando la importancia de sentirse parte de un gran proyecto de salvación que Dios quiere para toda la humanidad.
“Recordar juntos estas orientaciones nos ayuda a apreciar la riqueza de nuestro ser comunidad, especialmente como religiosos comprometidos en la maravillosa aventura de seguir a Cristo más de cerca”, subrayó.
Una Iglesia en salida, una familia universal
El Papa también invitó a los religiosos a mirar más allá de sus propias realidades, y a considerar su vocación como parte de un gran mosaico que Dios está construyendo para reunir a toda la humanidad en una sola familia. “Esto debe renovar en todos nosotros la conciencia y la alegría de ser Iglesia”, dijo, animándolos a pensar en grande, a soñar con valentía, y a reconocer que cada uno es un eslabón único en la gran cadena del plan salvífico de Dios.
Según el Pontífice, ese fue precisamente el espíritu que impulsó el nacimiento de los institutos religiosos y debe seguir siendo el horizonte hacia el cual se orientan todos sus esfuerzos. “Para que, a través de pequeñas luces, se difunda en toda la tierra la luz de Cristo, que nunca se apaga”, expresó, haciendo referencia al canto del Pregón Pascual que celebra la victoria de Cristo sobre las tinieblas.
Docilidad al Espíritu Santo
Finalmente, el Papa agradeció a los religiosos por su entrega y fidelidad en tantas partes del mundo y pidió al Señor que les conceda docilidad al Espíritu Santo, recordándoles que, incluso en la debilidad humana, es Dios quien enseña y guía.
“Gracias por vuestro trabajo y por vuestra presencia fiel en tantas partes del mundo. Os bendigo de corazón y rezo por vosotros”, concluyó el Papa en su mensaje lleno de esperanza y confianza en la labor de la vida consagrada.
Nabor y Félix, Santos
Mártires, 12 de julio
Por: Alban Butler
Fuente: Vidas de los santos
Martirologio Romano: En Milán, ciudad de la Liguria, santos Nabor y Félix, mártires, que, siendo soldados oriundos de Mauritania, se dice que sufrieron el martirio en Laus Pompeia (hoy Lodi) y fueron sepultados en Milán (c. 304). Etimológicamente: Nabor = Aquel que lleva la luz del profeta, es de origen hebreo.
Etimológicamente: Félix = Aquel que se considera feliz, es de origen latino.
Breve Biografía
Los Santos Nabor y Félix derramaron su sangre por Cristo durante la persecución de Diocleciano (303). En tiempos posteriores, las legendarias actas de estos santos han aparecido, reproducidas de las actas de otros mártires (Víctor, Firmus, y Rusticus). Según éstas, que tienen un incalculable valor histórico, Nabor y Félix eran soldados del ejército romano de Maximiano Hercúleo. Al descubrirse que seguían a Cristo fueron condenados a muerte en Milán y se les decapitó en Lodi. Estos santos testigos de la fe fueron sepultados en Milán y sobre su tumba se erigió una iglesia. Posteriormente, en 1164, sus restos se trasladaron a Colonia, Alemania. San Ambrosio exaltó las virtudes de estos dos mártires.
Temer a quien mata el alma
Santo Evangelio según San Mateo 10, 24-33.
Sábado 14ª semana de Tiempo Ordinario
Por: H. Rubén Tornero, L.C.
Fuente: missionkits.org
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, gracias por este momento que tengo para estar contigo. Haz que el sonido de tu voz resuene en mi corazón, para que pueda conocer tu voluntad. Ayúdame a tenerte presente durante el día, para que pueda aprender a amar a mis hermanos como los amas Tú. Concédeme acogerte en el lugar más oculto de mi corazón, para que pueda amarte siempre y sin cesar. Ora conmigo, ora en mí para que yo pueda aprender de Ti a orar.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 10, 24-33
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: «El discípulo no es más que el maestro, ni el criado más que su señor. Le basta al discípulo ser como su maestro y al criado ser como su señor. Si al señor de la casa lo han llamado Satanás, ¡qué no dirán de sus servidores!
No teman a los hombres. No hay nada oculto que no llegue a descubrirse; no hay nada secreto que no llegue a saberse. Lo que les digo de noche, repítanlo en pleno día, y lo que les diga al oído, pregónenlo desde las azoteas.
No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman, más bien, a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo.
¿No es verdad que se venden dos pajaritos por una moneda? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae por tierra si no le permite el Padre. En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo, porque ustedes valen mucho más que todos los pájaros del mundo.
A quien me reconozca delante de los hombres, Yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos; pero al que me niegue delante de los hombres, Yo también lo negaré ante mi Padre, que está en los cielos».
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Jesús, hoy me invitas a no temer, a saber que estoy en tus manos y que nada ni nadie podrá separarme de Ti si yo no lo quiero. Me dices que no tema sino a los que pueden matar mi alma. ¿Quiénes son ellos Jesús? ¿Quién puede ser capaz de matarme el alma?
No es el demonio, ni el mundo ni la carne… soy yo y sólo yo quien puede matar lo más precioso que tengo, pues todos ellos, aunque lo quieran, no pueden hacerme pegar sin mi consentimiento. Ellos pueden poner las ocasiones, pero es mi libertad la que tiene la última palabra, la que puede hacer de una tentación una oportunidad de crecimiento, o una muerte segura.
Soy yo, y sólo yo quien puede permitir que el amor que te tengo se enfríe y muera. Es mi indiferencia ante el sufrimiento de mis hermanos la que convierte en piedra lo que alguna vez fue un corazón de carne. Soy capaz de cosas muy grandes Jesús, eres Tú quien me llama a la santidad, y el demonio quien me llama al egoísmo y la indiferencia, pero soy yo quien tiene que responder.
Ayúdame, Jesús, que mi libertad esté siempre encaminada hacia Ti. No permitas que nada ni nadie me separe de tu lado.Ayúdame a amarte siempre y mejor. Y que si algún día tengo la desgracia de caer en la tentación, recuerde que tu amor es más fuerte que la muerte, y que siempre estarás allí, en el confesionario, dispuesto a resucitarme.
Que María Santísima, que siguió a Jesús hasta el calvario, nos acompañe también a nosotros y nos ayude a no tener miedo de la cruz, pero con Jesús crucificado, no una cruz sin Jesús, la cruz con Jesús, es decir la cruz de sufrir por el amor de Dios y de los hermanos, porque este sufrimiento, por la gracia de Cristo, es fecundo de resurrección. (Homilía de S.S. Francisco, 3 de septiembre de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy buscaré vivir cada momento evitando todo aquello que pudiera apartarme de Jesús.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Minimalismo cristiano: vivir con menos, como los santos
Los santos son un gran ejemplo de que vivir con austeridad, nos hace más libres de cualquier apego, ¿cómo es una vida con minimalismo cristiano?
Vivimos en una cultura que nos impulsa a tener más, acumular más y correr más. En un mundo dónde valoramos incluso más a las personas por lo que tienen a lo que son, incluso la misma cultura nos hace esclavos de las compras compulsivas y creemos que al comprar y tener más, seremos más felices. En medio del ruido del consumo, el Evangelio y la vida de muchos santos nos recuerdan una verdad radical: vivir con menos puede hacernos más libres, más felices y más cercanos a Dios.
¿Qué es el minimalismo?
El minimalismo como estilo de vida, se enfoca en vivir con lo esencial, donde menos es más, de tal forma que tiene su enfoque en lo verdaderamente esencial, valorando más las experiencias que lo material.
Un estilo de vida a ejemplo de Jésus
Ahora bien, un minimalismo cristiano no se trata solo de reducir objetos, sino de redescubrir lo esencial y de vivir con el corazón desocupado, disponible para amar y servir.
Es una opción de vida basada en el Evangelio, que busca imitar a Cristo pobre, sencillo y totalmente entregado.
Significa elegir lo necesario para vivir con dignidad, renunciar a lo superfluo, y encontrar alegría en lo simple, para que nada nos aparte de lo esencial: amar a Dios y al prójimo.
«Donde está tu tesoro, allí estará tu corazón» (Mateo 6, 21)
El ejemplo de los santos
Sin duda, los santos han optado por escoger la mejor parte: vivir con Cristo y para Cristo, de modo que si era necesario despojarse de sus bienes, lo hacían con alegría, puesto que su mayor anhelo no estaba en la tierra, sino en el cielo.
1 San Francisco de Asís
Renunció a una vida de riqueza y comodidades para vivir en pobreza radical, confiando completamente en la providencia de Dios. Su desprendimiento lo hizo verdaderamente libre para amar a todos.
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2 Santa Teresa de Calcuta
Vivió entre los más pobres de los pobres, con lo mínimo, pero con un corazón lleno de amor. Su vida fue un testimonio de que no necesitamos mucho para hacer mucho.
3 San Benito Abad
La espiritualidad benedictina promueve el equilibrio, la sencillez y la moderación en todas las cosas, buscando que nada ocupe el lugar que solo le pertenece a Dios. Muy claramente en su Regla, nos invita a vivir más humildes y con nada en exceso.
¿Qué podemos hacer para imitar a estos santos y vivir sin excesos materiales ni lujos?
1 Haz un análisis de tus cosas
Dedica tiempo para hacer una limpieza consciente de tus espacios y pregúntate: ¿Qué tengo de más? ¿Qué guardo «por si acaso»? ¿Qué podría donar a alguien que realmente lo necesita?
Reflexiona sobre todos los pares de zapatos que tienes en tu armario, al igual que accesorios como bolsos, ropa, etc. Y pregúntate, ¿si realmente utilizas todo lo que tienes? Muchas veces, ni siquiera usamos la mitad de lo que tenemos en nuestro armario.
2 Consumo con conciencia
Antes de comprar algo nuevo, pregúntate: ¿realmente lo necesito? ¿Esta compra me acerca o me aleja de la generosidad?, ¿es una moda que necesito para vivir?
Las plataformas de compras en línea nos incitan a comprar y comprar. De modo que nos llenamos de cosas que en realidad no necesitamos y únicamente compramos por seguir una aparente «moda».
3 Desapego digital
No solo los aspectos materiales pueden ser una distracción, también el contenido o aplicaciones digitales, pueden hacernos perder el rumbo, alejándonos del verdadero propósito.
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