Luke 6:12-16

Amigos, el Evangelio de hoy nos trae el relato de cuando Jesús seleccionó y nombró a los Apóstoles. El bíblista y teólogo N.T. Wright ha explicado por qué Jesús comisionó a doce discípulos como apóstoles.

Wright dice que cuando un judío del primer siglo hablaba sobre la llegada del reino de Dios, se daba a entender algo muy específico. Estaba anunciando que el Templo iba a ser restaurado, que se conseguiría adorar a Yahvé adecuadamente, que se dispondría de los enemigos de Israel y, sobre todo, que las tribus del Señor se congregarían y, a través de ellas, las tribus del mundo.

Recordemos la gran visión del segundo capítulo de Isaías: “la montaña de la Casa del Señor será afianzada sobre la cumbre de las montañas . . . Todas las naciones afluirán hacia ella”. Es por ello que Jesús eligió doce discípulos, evocando a las doce tribus. Serán prototipo y catalizador para congregar a Israel y, por lo tanto, congregar a todos. Serán una comunidad fundamental y signo de unidad.

Judas Tadeo y Simón Santos

Fiesta Litúrgica, 28 de octubre

Por: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net

Apóstoles

Martirologio Romano: Fiesta de san Simón y san Judas, apóstoles, el primero llamado Cananeo o Zelotas, y el segundo, hijo de Santiago o también Tadeo, el cual, en la última Cena preguntó al Señor acerca de su manifestación, recibiendo esta respuesta: «El que me ame, observará mi palabra, y el Padre mío le amará, y vendremos a él y haremos nuestra mansión en él».

Etimológicamente: Judas = honrado, alabanza a Dios, es de origen hebreo.
Etimológicamente: Simón = Dios le oye, es de origen hebreo

Breve Semblanza

Hoy se celebra en toda la Iglesia universal la fiesta de estos dos apóstoles del Evangelio.

Simón pertenecía al grupo formado en Israel. Se llamaban los “zelotes”. Su fin era trabajar duramente contra la invasión romana en su país. Sin embargo, la escucha de la palabra de Cristo fue para él el descubrimiento a la universalidad del amor de Dios.

Judas se ha convertido en un de los santos más populares por los favores que concede a la gente en lo concerniente a la búsqueda de trabajo.
Esta devoción la vivió ya en su vida la santa Brígida. Se puede leer en su libro “Las revelaciones” el profundo respeto y devoción por este apóstol del siglo I de nuestra era.

¿Por qué razón celebran la fiesta el mismo día?

La cosa es muy sencilla. Cuenta la tradición que los dos iban siempre juntos en su rico y fecundo apostolado. El Señor lo llamó para completar el número de los doce apóstoles, encargados de ser los continuadores de la obra de Jesús en el mundo.

Se le llama Tadeo para distinguirlo del otro Judas Iscariote que traicionó, vendió al Señor por treinta monedas de plata y después se ahorcó.

San Judas escribió poco. Tan sólo una Carta suya se encuentra en la Biblia. La finalidad de su escrito era una crítica severa contra los gnósticos, una herejía que separa lo físico de lo espiritual. Lo físico o corporal es malo, y el espiritual es el bueno. Y los dos provienen mediante emanaciones del mismo Dios.

Su Carta termina con estas palabras:» Sea gloria eterna a nuestro Señor Jesucristo, que es capaz de conservarnos libres de pecados, y sin mancha en el alma y con gran alegría».

Los dos murieron martirizados de forma cruel.

¡Felicidades a quienes lleven estos nombres!

Oración a San Judas Tadeo

Apóstol gloriosísimo de Nuestro Señor Jesucristo,
aclamado por los fieles
con el dulce título de ABOGADO DE LOS CASOS DESESPERADOS,
hazme sentir tu poderosa intercesión
aliviando la gravísima necesidad en que me encuentro.
Por el estrecho parentesco
que te hace primo hermano de Nuestro Señor Jesucristo,
por la privaciones y fatigas que por El sufriste,
por el heroico martirio que aceptaste gustoso por su amor,
por la promesa que el divino Salvador hizo a Santa Brígida
de consolar a los fieles que acudiesen a tu poderosa intercesión,
obtenme del Dios de las misericordias
y de su Madre Santísima
la gracia que con ilimitada confianza te pido a Ti,
Padre mío bondadosímo,
seguro que me la obtendrás
siempre que convenga a la gloria de Dios
y bien de mi alma. Así sea.

Glorioso Apóstol San Judas Tadeo, ruega por nosotros. (Repetir 3 veces)

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Y les dio el nombre de apóstoles

Santo Evangelio según San Lucas 6,12-19. Santos Simón y Judas Tadeo, apóstoles.

Por: Javier Castellanos, LC | Fuente: somosrc.mx

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

¡Dios te salve, María! Tú eres bendita entre todas las mujeres, tú eres el honor de todos nosotros, tus hijos. Tu grandeza consiste en que te hiciste pequeña. Enséñanos también a nosotros el valor de la entrega humilde al Señor. ¡Ruega por nosotros ante Dios! Amén.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 6, 12-19

Por aquellos días, Jesús se retiró al monte a orar y se pasó la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y Juan; Felipe y Bartolomé; Mateo y Tomás; Santiago, el hijo de Alfeo, y Simón, llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor. Al bajar del monte con sus discípulos y sus apóstoles, se detuvo en un llano. Allí se encontraba mucha gente, que había venido tanto de Judea y Jerusalén, como de la costa, de Tiro y de Sidón. Habían venido a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.

Palabra del Señor

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Simón provenía de un grupo político de Israel. Judas hizo una pregunta en la Última Cena y escribió una de las cartas del Nuevo Testamento. Fuera de estos datos tan reducidos, ¿qué más sabemos sobre los dos apóstoles de hoy? ¿Dónde predicaron? ¿Qué hicieron?

Cuando pensamos en los Doce Apóstoles que eligió el Señor, con facilidad vienen a nuestra mente nombres como Pedro, Santiago y Juan. Tal vez pensamos en Pablo, un apóstol posterior a la Resurrección, pero igual de apasionado por el Evangelio. ¿Quién piensa en Simón? ¿Quién piensa en Judas Tadeo? Los pobres acabaron en un lugar «secundario», de ésos que no aparecen en primera plana ni parecen dejar rastro en la historia…

Sin embargo, ellos fueron esenciales en la construcción del Reino. Tan esenciales como Santiago, como Juan. Fueron parte de los Doce, escucharon cada palabra del Maestro, presenciaron sus milagros, recibieron su misión. Pero su importancia no consiste en la fama que obtuvieron. Importancia y renombre no siempre van de la mano.

Construir el Reino requiere decir poco y hacer mucho. No es nuestro nombre lo que anunciamos por la calle, sino el nombre de Jesús, «porque no existe bajo el cielo otro nombre dado a los hombres, por el cual podamos alcanzar la salvación.» (Hechos 4, 12) Como apóstoles del Tercer Milenio, queremos dar a conocer a Cristo, hacer crecer su fama, expandir su mensaje y su impacto en el corazón de los hombres y mujeres de todo el mundo. Éste es nuestro objetivo, mucho más que la propia realización.

Nuestro trabajo por construir una cultura más cristiana, tal vez nadie lo vea. Tal vez nadie nos construirá una iglesia para venerar nuestras reliquias…

Tal vez seamos de ese montón de apóstoles «anónimos» que han recorrido caminos por dos mil años sin dejar firma… ¿Y qué más da? No existen los apóstoles anónimos; para Cristo somos importantes, nuestro nombre es insustituible en la lista de sus apóstoles. Esto es lo único que de verdad importa.

«Celebramos, por tanto, la fiesta de la santidad. Esa santidad que, tal vez, no se manifiesta en grandes obras o en sucesos extraordinarios, sino la que sabe vivir fielmente y día a día las exigencias del bautismo. Una santidad hecha de amor a Dios y a los hermanos. Amor fiel hasta el olvido de sí mismo y la entrega total a los demás, como la vida de esas madres y esos padres, que se sacrifican por sus familias sabiendo renunciar gustosamente, aunque no sea siempre fácil, a tantas cosas, a tantos proyectos o planes personales. Pero si hay algo que caracteriza a los santos es que son realmente felices. Han encontrado el secreto de esa felicidad auténtica, que anida en el fondo del alma y que tiene su fuente en el amor de Dios. Por eso, a los santos se les llama bienaventurados. Las bienaventuranzas son su camino, su meta hacia la patria. Las bienaventuranzas son el camino de vida que el Señor nos enseña, para que sigamos sus huellas».

(Homilía de S.S. Francisco, 1° de noviembre de 2016).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy haré algún servicio en mi casa que pase desapercibido.

Despedida

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

¿Es una moneda lo que lleva san Judas Tadeo en el pecho?

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Mónica Muñoz – publicado el 25/10/23 – actualizado el 25/10/24

San Judas Tadeo es un santo que ha adquirido fama en los últimos años, y no por buenas razones, lamentablemente, pues se le mezcla con la superstición

La intercesión de los santos es innegable y la Iglesia católica cuenta por miles los que han sido canonizados desde los primeros siglos del cristianismo. Uno de los más antiguos es san Judas Tadeo, a quien la Tradición coloca como primo de Jesús y que en los últimos años ha adquirido gran fama, lamentablemente, mezclada con superstición.

El Apóstol es mencionado en la Biblia en el Evangelio de san Juan (14, 22), y se le reconoce como patrono de las causas difíciles y desesperadas. Sin embargo, dentro de los símbolos que porta, llama la atención una medalla en el pecho que tiene impresa la imagen de Cristo.

Para saber más, Aleteia consultó con el Pbro. Jesús Rico Negrete, quien tuvo a su cargo una parroquia dedicada a este santo, y nos contó su experiencia.

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Un santo muy «famoso»

El padre Jesús Rico comparte que san Judas Tadeo es un santo muy «famoso» debido, en parte, a los milagros que Dios realiza a través de su veneración, pero también a que es un modo cómodo de vivir nuestra fe, sin más compromiso, y quizá por eso, también ciertas devociones proliferan entre los creyentes.

¿Medalla o moneda?

Muchos fieles desconocen el origen de la efigie de Cristo que san Judas lleva sobre el pecho en forma de medalla, creyendo incluso que se trata de una moneda. El padre Jesús comenta que Eusebio de Cesarea hace una narración que sucede en el siglo IV, sobre el rey Abgaro V de Edesa, quien supo de los milagros de Jesús y se enteró de un discípulo que poseía un lienzo con el rostro de Cristo impreso. El pidió que se lo llevaran porque lo quería conocer.

Desde entonces, este rey promovió el cristianismo en su reino. Al lienzo le llaman «el mandylion» y se le dio veneración en los primeros siglos del cristianismo, junto con la sábana santa de Turín.

De acuerdo con Eusebio, el discípulo se llamaba Tadeo, por lo que se creyó que se trataba de san Judas y que él llevaba el «mandylion», confusión que se generalizó poniendo la efigie en la imagen del Apóstol.

La correcta veneración a san Judas

Para el padre Rico, al confundir la efigie con una moneda se crearon supersticiones; por ejemplo, el hecho de que se busque la intercesión de san Judas Tadeo solo para el bien material. «Hay imágenes que llevan a bendecir y que en los pies tienen muchas moneditas para la buena suerte», menciona, agregando que eso es un uso erróneo e ignorante de una imagen religiosa.

Para concluir, el padre Jesús invitó a pedir al Señor el bien material y el bien espiritual; es decir, un bien integral. Y como a todo santo, hay que recordar que debemos verlo como modelo de vida, lo que servirá para nuestra propia santidad.

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