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Ambrosio, Santo

Memoria Litúrgica, 7 de diciembre

Obispo y Doctor de la Iglesia

Martirologio Romano: Memoria de san Ambrosio, obispo de Milán, y doctor de la Iglesia, que descansó en el Señor el día cuatro de abril, fecha que en aquel año coincidía con la vigilia pascual, pero que se le venera en el día de hoy, en el cual, siendo aún catecúmeno, fue escogido para gobernar aquella célebre sede, mientras desempeñaba el oficio de Prefecto de la ciudad. Verdadero pastor y doctor de los fieles, ejerció preferentemente la caridad para con todos, defendió valerosamente la libertad de la Iglesia y la recta doctrina de la fe en contra de los arrianos, y catequizó el pueblo con los comentarios y la composición de himnos. († 397).

Breve Biografía

El joven prefecto de Liguria y de Emilia, Ambrosio, nació en Tréveris hacia el año 340 de una familia romana. Todavía era catecúmeno, cuando por aclamación del pueblo fue elegido a la sede episcopal de Milán, el 7 de diciembre del 374.

En cuestión de religión cristiana tenía que aprender casi todo, y se dedicó sobre todo al estudio de la Biblia con tanto empeño que pronto la aprendió a fondo. Pero Ambrosio no era un intelectual puro; era sobre todo un óptimo administrador de su comunidad cristiana.

Fue un verdadero padre espiritual de los jovencitos emperadores Graciano y Valentiniano II y del temible Teodosio I, a quien no dudó en reprochar duramente, exigiéndole una penitencia pública como expiación por haber hecho asesinar al pueblo de Tesalónica para acabar con una revuelta. Ambrosio es el símbolo de la Iglesia que renace después de los duros años del ocultamiento y de las persecuciones. Por medio de él la Iglesia de Roma trató sin nada de servilismos con el poder político.

Sus cualidades personales fueron las que le atrajeron la devota atención de todos. La actividad cotidiana de Ambrosio estaba dedicada a la dirección de su propia comunidad, y cumplía sus compromisos pastorales predicando a su pueblo más de una homilía semanal. San Agustín, quien fue un asiduo oyente de los sermones de San Ambrosio, nos cuenta en sus Confesiones que el prestigio de la elocuencia del obispo de Milán era muy grande y muy eficaz el tono de este apóstol de la amistad.

Sus libros publicados que han llegado hasta nosotros son las rápidas transcripciones y reutilizaciones de sus discursos, poco o nada revisados. Sus famosos Comentarios exegéticos, antes de ser reunidos en volúmenes, habían sido predicados a la comunidad cristiana de Milán. En ellos se nota el tono familiar del pastor que se dirige con amable sencillez a sus fieles. En ellos se siente palpitar el corazón de un gran obispo, que logra suscitar conmovedora emoción en sus oyentes con argumentos llenos de emotividad y de interés. Como buen pastor le gusta enseñar cantos litúrgicos a su pueblo. Por eso compuso un buen número de himnos, algunos son todavía familiares en la liturgia ambrosiana. Fue él quien introdujo en occidente el canto alternado de los salmos.

Entre sus escritos que no tienen relación directa con su predicación, recordamos el De officiis ministrorum, porque, recalcando el conocido texto ciceroniano y acogiendo todos sus elementos, demuestra que el cristianismo puede asimilar sin peligro de alterar el significado de la buena noticia esos valores morales naturales que el mundo pagano y romano en particular supo expresar. Ambrosio murió en Milán el 4 de abril del 397.

 

 

Amor que es fundamento

Santo Evangelio según san Mateo 18, 12-14. Martes II de Adviento

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Concédeme, Señor, la gracia de la experiencia del amor vivo y personal de mi Padre Dios.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Mateo 18, 12-14

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿acaso no deja las noventa y nueve en los montes, y se va a buscar a la que se le perdió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se le perdieron. De igual modo, el Padre celestial no quiere que se pierda uno solo de estos pequeños».

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Qué bello es cuando tenemos la experiencia de escuchar a una persona, que apreciamos, hablar de lo que ama y es fundamento para su vida. Esto lo experimentamos con este Evangelio. En el pasaje de hoy contemplamos cómo Jesús nos habla y trasmite, desde lo más íntimo de su corazón, una característica de su Padre y de nuestro Padre. Para ello usa una imagen: el pastor y la oveja descarriada.

¿Qué verdad desea revelarnos el Señor a nuestro corazón? El amor personal y vivo de su Padre a sus hijos. Amor que es fundamento, sentido y plenitud para nuestra vida. Amor que no puede ser olvidado porque cada día somos llamados a experimentarlo. Amor que nunca dejamos de recibir y conocer.

Este amor del Padre se ha hecho carne. El Hijo de Dios ha venido a este mundo como Pastor que va en busca de la oveja y que guía a su rebaño. El Hijo de Dios se ha hecho hombre para hablar a sus hermanos, los hombres, y revelarnos la verdad y el fundamento de nuestra vida: el amor del Padre.

¿Este amor del Padre está presente en mi corazón? ¿Soy consciente y capaz de descubrirlo en el hoy de mi vida? ¿Mi respuesta es mi amor lleno de gratitud y confianza?

«Tú, hombre, no te atrevías a levantar tu cara hacía el cielo, tú bajabas los ojos hacia la tierra, y de repente has recibido la gracia de Cristo: todos tus pecados han sido perdonados. De siervo malo te has convertido en buen hijo… Eleva, pues, los ojos hacia el Padre que te ha rescatado por medio de su hijo y di: Padre nuestro… Pero no reclames ningún privilegio. No es Padre, de manera especial, más que de Cristo, mientras que a nosotros nos ha creado. Di entonces también por medio de la gracia: Padre nuestro, para merecer ser hijo suyo». (San Ambrosio, sacr.5,19. Catecismo de la Iglesia Católica, N. 2783; cuarta parte: la oración cristiana).

«Los criterios del protocolo final son los criterios de la cercanía, los criterios de esta cercanía total para tocar, compartir la situación del Pueblo de Dios. Y no olvidemos esto: el buen pastor está siempre cerca de la gente, siempre, como Dios nuestro Padre se acercó a nosotros, en Jesucristo hecho carne». (Homilía de S.S. Francisco, 30 de octubre de 2017, en santa Marta)

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

En un rato de oración ante el Santísimo, agradeceré a Dios el inmenso amor que me tiene, y le pediré que me ayude a amarlo como Él espera.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

 

 

La destrucción del hogar es la antesala de la perdición

Seguir a CRISTO significa ser fiel a su palabra y a su amor misericordioso e infinito.

El hogar no solamente es una casa común sino el santuario de una familia, su refugio donde encuentra seguridad y protección cada miembro que la integra. El ser humano no es una isla, no es un animal solitario, es un ser que vive y necesita de la comunidad, del acompañamiento, de la presencia cercana de quienes ama y a la vez le aman.

En la ruta de las ideologías totalitarias siempre ha estado el plan de eliminar la santidad en las familias, porque un hogar sin una familia no es un hogar verdadero, es sólo una casa. La meta para llegar a su hegemonía absoluta sobre la humanidad fue la eliminación de la libertad individual para ser convertidos en masa sin criterio ni poder de pensamiento o decisión y al suprimir esta libertad se está bloqueando la decisión libre de las personas de formar una familia, por tanto al impedir la creación de familias, se destruyen los hogares presentes y futuros, entonces al aniquilar los hogares se somete a la esclavitud civil de las personas frente al gran amo y señor del estado como único ser que puede y debe controlar de forma absolutamente centralizada la vida de todas las personas bajo el efecto opresivo de su dominio total y completo, avasallante y demoledor de la conciencia humana.

Las ideologías anti vida como el aborto, la eutanasia, el feminismo, el machismo y la ideología de género últimamente; no tienen de fondo nada diferente, aunque sí de forma en sus objetivos, con las viejas ideologías del fascismo, el marxismo comunista y el socialismo moderno. De fondo pretenden imponerse por la fuerza segregando y purgando a todo el que no comulga con sus postulados, usando como medio de propagación los medios de comunicación masivos, psicología social para conducir la opinión colectiva, el

De forma difieren porque persiguen resultados diferentes, pero igual moralmente incorrectos, injustificables e inaceptables. Lo moralmente ilícito o ilegítimo no quiere decir que civilmente, por medio de leyes manipuladas, sea beneficioso para la superación y la felicidad de cualquier sociedad. Las leyes y el derecho son para buscar el bien colectivo y su convivencia pacífica, no para dividir, enfrentar, confrontar posiciones y polarizar a los pueblos que de hecho bajo todas estas expresiones totalitarias, siempre se han sentido amenazados e intimidados.

La imposición por la fuerza anulando el debate de ideas, pasando con total irrespeto e irreverencia por las opiniones y pensamientos contrarios, sobre todo los de puntos de vista religiosos, e su forma de demostrar menosprecio por la libertad de pensamiento.

Este es el camino que todas estas ideologías han seguido para implantar su semilla del mal en el mundo. No debemos olvidar o hacer a un lado que en la antigüedad; los imperios, los reinados o monarquías, hacían exactamente lo mismo. Usaban a sus ciudadanos como objetos para reafirmar su supremacía señorial, a la vez que forzaban a las personas a adorar su figura con idolatría y vasallaje. La misma historia con diferentes protagonistas, una diferencia de intereses e intenciones, pero un mismo fin de dominación completa.

Particularmente la iglesia católica ha sido el objetivo principal de su trinchera de ataques, ya que los católicos somos los que más nos oponemos a sus inclinaciones doctrinales pecaminosas y malignas que ponen en peligro la vida del hombre y su subsistencia con dignidad.

Dios es custodio de nuestra felicidad y plenitud sin tenernos cautivos, sino que nos deja ir en libertad para decidir si vamos de la mano con ÉL o si por el contrario, elegimos el mal camino a como naturalmente la humanidad está siempre inclinada a escoger para auto destruirse en el esclavizador cautiverio de la maldad y la perversidad. Así como el amor no está condicionado a existir solamente durante la brillante y esplendorosa belleza pasajera de la plenitud en la juventud, sino para toda la vida en buenas y malas; así mismo también DIOS no nos quiere atados al dolor o el sufrimiento como consecuencia de nuestras malas decisiones, sobre todo para no ser manipulados a conveniencia de tanta ideología embustera, demagoga y mentirosa o seamos reemplazados cuando ya nos consideran inservibles como objetos descartables, que es exactamente como la sociedad moderna trata a todo lo que le rodea.

Hablando claro y sin vacilaciones, sin doble moral ni miedo de expresar mi opinión sincera, debo decir obligadamente que la ideología de género amenaza la sobrevivencia de la humanidad no solo como una tiranía filosófica sino como poder político aplastante de los legítimos y verdaderos únicos dos géneros naturales de la creación como es el hombre y la mujer. Esta ideología es depravada y con degeneración total, inmoral e injusta, está corrompiendo al mundo civilizado y lo lleva a la perdición y destrucción social. Esta doctrina fuertemente pecaminosa no puede jamás ser bendecida por DIOS, basta leer la biblia para descubrir que el Señor aborrece estas inmoralidades y lo ofenden profundamente. Por tanto como cristianos y católicos no debemos aceptar ni consentir estas ideas avasalladoras de la civilización y la fe cristiana, si es que en realidad, nos confesamos como creyentes en Jesucristo y decimos amar a DIOS.

En cuanto al aborto que hasta se está lanzando como un nuevo derecho humano, me parece el colmo de la cultura de violencia en las altas esferas políticas y de organizaciones mundiales que se supone velarían por el bienestar de la vida humana. Muy al contrario con imponer la doctrina del aborto en el mundo lo que hacen fomentar el desprecio por la vida. El aborto es un genocidio gigantesco y el más largo de la historia, contra seres indefensos que no tiene voz para defenderse ni opción de ser protegidos incluso por quien debería cuidarlo como es la propia madre y su médico. Es inconcebible hasta dónde ha llegado tan bajo el valor del humano.

Vayamos a la eutanasia y simplemente puedo decir que prefieren mejor matar al enfermo que gastar dinero en alargarle la vida lo más posible. Para eso es la medicina, es para curar no matar más rápido y ahorrar recursos que se desperdiciarían y usarlos en otros enfermos que no son terminales. Si caminamos bajo este principio anti vida entonces los médicos y la ciencia médica pierden su razón de ser y existir. La vida se defiende hasta el último suspiro con todo lo que esté al alcance sin vacilar en cuidarla por mucho que cueste. Nadie les ha dado poder a los médicos para decidir quién vive y quién muere. La medicina es para alargar la vida, no acortarla.

Ya de por sí las familias se encontraban amenazadas con desintegraciones en su seno por los divorcios en aumento, infidelidades en los matrimonios con separaciones dolorosas, enfermedad incurable de algún miembro, conflictos irreconciliables que no tienen fin, desempleo de los padres que conllevan a crisis económica por no cubrir con gastos mínimos de mantener el hogar más las infaltables deudas que obligan a tantos a emigrar para buscar mejor vida. Todos estos y otros factores unidos son una conspiración global perfecta para aniquilar los hogares felices.

Todas las ideologías totalitarias y dictatoriales tienen el mismo objetivo de destruir la familia.

Si una corriente de pensamiento logra imponerse sobre todo con principios de dominación mundial para acabar con cualquier disidencia u oposición razonable; lo primero que busca es eliminar los hogares tradicionales, puesto que un hogar con familias desintegradas y divididas no es en realidad un hogar; es solamente una casa más. A continuación lo que más persiguen y logran con mucho éxito todas estas ideologías, es que la gente aparte a DIOS de sus vidas para ser marginado y excluido de la conciencia social al hacer creer que DIOS no es necesario ni indispensable para hacer lo que tú quieres y como o cuándo o de qué modo quieras hacerlo sin importarte. Relativizan la moral y la verdad para que cada quién pueda acomodarla a sus intereses y así es como DIOS se va diluyendo entre tanta doctrina confusa y va poco a poco desapareciendo o haciéndose menos indispensable y mucho menos importante para vivir. De ahí que las sociedades otrora muy cristianas y devotas, hoy son ateas en su mayoría.

Los católicos no podemos consentir o ser complacientes con estas ideologías anti vida y por tanto contrarias a la voluntad de DIOS. Se han atrincherado en los poderes mundiales con mucho dinero y respaldo político masivo, lo que las hace más peligrosas. No puede ser que las personas que van a misa los domingos y que rezan el rosario sean la gente mala, que los templos sean saqueados y quemados impunemente o que está equivocada y ellos sean los héroes y dueños de la razón como de la verdad. Los cristianos católicos debemos rechazar con firmeza y sin vacilaciones estas ideologías anti familia y anti sociedad.

Seguir a CRISTO significa ser fiel a su palabra y a su amor misericordioso e infinito.

 

 

Diálogo del Papa Francisco con los periodistas durante el vuelo de regreso de Grecia.

«El documento de la UE sobre la Navidad es un anacronismo».

Fuente: Vatican News

«El documento de la UE sobre la Navidad es un anacronismo» de «laicismo aguado». Lo dijo el Papa Francisco respondiendo a las preguntas de los periodistas en el vuelo de regreso a Roma al final de su viaje a Chipre y Grecia.

Costandinos Tsindas (CYBC): Su Santidad, sus fuertes observaciones sobre el diálogo interreligioso, tanto en Chipre como en Grecia, han suscitado expectativas estimulantes a nivel internacional. Dicen que pedir perdón es lo más difícil de hacer. Usted lo ha hecho de modo espectacular. Pero, ¿qué tiene programado hacer el Vaticano para poner juntos al cristianismo católico y ortodoxo? ¿Está previsto un sínodo? Junto con el Patriarca Ecuménico Bartolomé, ha pedido a todos los cristianos que celebren en el 2025 los 17 siglos del primer Sínodo ecuménico de Nicea. ¿Cuáles son los pasos a seguir en este proceso? Por último, la cuestión del documento de la UE sobre la Navidad…

Sí, gracias. He pedido disculpas, he pedido disculpas ante Jerónimo, mi hermano Jerónimo, he pedido disculpas por todas las divisiones que hay entre los cristianos, pero sobre todo por aquellas que nosotros hemos provocado: los católicos. También he querido pedir disculpas, viendo la guerra por la independencia – Jerónimo me lo señaló – una parte de los católicos se pusieron del lado de los gobiernos europeos para impedir la independencia griega. En cambio, en las islas, los católicos de las islas apoyaron la independencia, incluso fueron a la guerra, algunos dieron su vida por la patria. Pero el centro – digamos así – en aquel momento se ponía del lado de Europa… no sé qué gobierno allí, cortaban el bacalao, pero así era la cosa. Y también el pedir disculpas por el escándalo de la división, al menos por aquello de lo que nosotros tenemos la culpa. El espíritu de autosuficiencia – se nos calla la boca cuando sentimos que debemos pedir perdón – a mí siempre me hace pensar que Dios jamás se cansa de perdonar, jamás, jamás… Somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón, y cuando no le pedimos perdón a Dios, difícilmente se lo pediremos a los hermanos. Es más difícil pedir perdón a un hermano que a Dios, porque sabemos que él dice: «Sí, ve, ve, ve, estás perdonado». En cambio, con los hermanos… está la vergüenza, y la humillación… Pero en el mundo de hoy se necesita la actitud de la humillación y del pedir perdón. En el mundo están sucediendo tantas cosas, muchas vidas perdidas, muchas guerras… ¿Cómo es que no pedimos perdón?

Volviendo a esto, de que he querido pedir disculpas por las divisiones, al menos por las que nosotros hemos provocado. Los demás (son) los responsables quienes lo piden, pero (por) los nuestros pido disculpas, y también por aquel episodio de la guerra en el que parte de los católicos se pusieron del lado del gobierno europeo, y los de las islas fueron a la guerra a defender… No sé si es suficiente…

Y también una última disculpa – esta me salió del corazón – una disculpa por el escándalo del drama de los migrantes, por el escándalo de tantas vidas ahogadas en el mar, etc.

Sobre el aspecto sinodal: sí, somos un solo rebaño, es cierto. Y hacer esta división – clero y laicos – es una división funcional, sí, de calificación, pero hay una unidad, un único rebaño. Y la dinámica entre las diferencias dentro de la Iglesia es la sinodalidad: es decir, escucharse mutuamente, e ir juntos. Syn odòs: avanzar juntos. Este es el sentido de la sinodalidad: que sus Iglesias ortodoxas, incluso las Iglesias católicas orientales, han conservado esto. La Iglesia latina, en cambio, se había olvidado del Sínodo, y fue San Pablo VI quien restableció el camino sinodal hace 54, 56 años. Y estamos haciendo un camino para adquirir el hábito de la sinodalidad, de caminar juntos.

Por último, usted se refirió al documento de la Unión Europea sobre la Navidad… esto es un anacronismo. En la historia, muchas, muchas dictaduras han intentado hacerlo. Piensa en Napoleón: a partir de ahí… Piensa en la dictadura nazi, en la comunista… es una moda de un laicismo aguado, agua destilada… Pero esto es algo que no funcionó durante la historia. Pero esto me hace pensar en algo, hablando de la Unión Europea, que creo que es necesario: la Unión Europea debe asumir los ideales de los padres fundadores, que eran ideales de unidad, de grandeza, y tener cuidado de no dar paso a las colonizaciones ideológicas. Esto podría acabar dividiendo a los países y (hacer) fracasar a la Unión Europea. La Unión Europea debe respetar a cada país tal y como está estructurado en su interior. La variedad de países, y no querer uniformar. Yo creo que no lo hará, no era su intención, pero tener cuidado, porque a veces vienen, y lanzan proyectos como éste y no saben qué hacer, no sé me viene en mente… No, cada país tiene su peculiaridad, pero cada país está abierto a los demás. Unión Europea: su soberanía, la soberanía de los hermanos en una unidad que respeta la singularidad de cada país. Y estar atentos a no ser vehículos de colonizaciones ideológicas. Por esto, eso de la Navidad es un anacronismo.

Iliana Magra (Kathimerini): Santo Padre, gracias por su visita a Grecia. Usted habló en el palacio presidencial de Atenas de que la democracia está retrocediendo, sobre todo en Europa, ¿a qué nación se refería? ¿Qué les diría a los líderes que se declaran cristianos devotos pero que al mismo tiempo promueven valores y políticas antidemocráticas?

La democracia es un tesoro, un tesoro de civilización, y debe ser custodiado. Y no sólo custodiado por una entidad superior, sino custodiado entre los mismos países, [hay que] custodiar la democracia de los demás.

Hoy tal vez veo dos peligros para la democracia: uno es el del populismo, que está un poco por aquí y otro por allá, y que empieza a mostrar las uñas. Pienso en un gran populismo del siglo pasado, el nazismo, que fue un populismo que defendiendo los valores nacionales, así lo decía, logró aniquilar la vida democrática, incluso la vida misma con la muerte de las personas, convirtiéndose en una cruenta dictadura. Hoy voy a decir, porque has preguntado por los gobiernos de de derecha, tengamos cuidado de que los gobiernos, no digo de derecha o de izquierda, digo otra cosa, tengamos cuidado de que los gobiernos no resbalen por este camino del populismo, de los llamados políticamente «populismos» , que no tienen nada que ver con el popularismo, que son la libre expresión de los pueblos, que se manifiestan con su identidad, su folklore, sus valores, su arte…. El populismo es una cosa [el popularismo es otra].

Por otra parte, se debilita la democracia, entra en un camino en el que lentamente [se debilita] cuando se sacrifican los valores nacionales, se diluyen hacia, digamos una palabra fea, pero no encuentro otra, hacia un «imperio», una especie de gobierno supranacional, y esto es algo que debe hacernos reflexionar.

Tampoco debemos caer en los populismos, donde el pueblo se dice el pueblo, pero no es el pueblo, sino una dictadura de «nosotros y no los otros», piensa el nazismo, ni caer en diluir nuestras identidades en un gobierno internacional. Sobre esto hay una novela escrita en 1903 (dirán ustedes «¡qué anticuado está este Papa en la literatura!) escrita por Benson, un escritor inglés, El amo del mundo, que sueña con un futuro en el que un gobierno internacional con medidas económicas y políticas gobierna a todos los demás países, y cuando se tiene este tipo de gobierno, explica, se pierde la libertad y se intenta conseguir la igualdad entre todos; esto ocurre cuando hay una superpotencia que dicta el comportamiento económico, cultural y social a los demás países.

La democracia se debilita por el peligro del populismo, que no es popularismo, y por el peligro de estas referencias a los poderes económicos y culturales internacionales. Esto es lo que se me ocurre, pero no soy politólogo, sólo digo lo que pienso.

Manuel Schwarz (DPA): La migración no es sólo un tema central en el Mediterráneo. También afecta a otras partes de Europa. Se refiere a Europa del Este. Pensamos en el alambre de púas. ¿Qué espera de Polonia, de Rusia, por ejemplo? Y de otros países como Alemania, de su nuevo gobierno…

Diré esto sobre la gente que impide la migración o cierra las fronteras. Ahora está de moda hacer muros o alambradas o incluso el alambre con concertinas (los españoles saben lo que significa). Es habitual hacer estas cosas para evitar el acceso…

Lo primero que diría es: piensa en el tiempo en que tú eras un migrante y no te dejaban entrar. Tú fuiste quien quiso escapar de tu tierra y ahora eres tú quien quiere construir muros. Esto hace bien. Porque los que construyen muros pierden el sentido de la historia, de su propia historia. De cuando eran esclavos de otro país.
Los que construyen muros tienen esta experiencia, al menos una gran parte de ella: la de haber sido esclavos. Y si llega una oleada de inmigrantes así, no se puede gobernar.

Diré esto: todo gobierno debe decir claramente «puedo recibir tantos…». Porque los gobernantes saben cuántos migrantes pueden recibir. Están en su derecho. Esto es cierto. Pero los migrantes deben ser acogidos, acompañados, promovidos e integrados.

Si un gobierno no puede acoger a más de un número determinado, debe dialogar con otros países, que se ocupen de los demás, cada uno de ellos. Por eso es importante la Unión Europea. Porque puede hacer que haya armonía entre todos los gobiernos para la distribución de los migrantes.

Pensemos en Chipre, o en Grecia. O también Lampedusa, Sicilia. Los migrantes llegan y no hay armonía entre todos los países para enviarlos aquí, o allá. Falta esta armonía general. Repito la última palabra que dije: integrados. Integrados. Porque si no se integra al migrante, éste tendrá una ciudadanía de gueto. No sé si lo dije en el avión una vez. El ejemplo que más me impactó fue la tragedia de Zaventen.

Los chicos que protagonizaron aquella catástrofe en el aeropuerto eran belgas, pero hijos de migrantes guetizados y no integrados. Si no se integra a un inmigrante con educación, con trabajo, con cuidados, se corre el riesgo de tener un guerrillero, alguien que luego hace esas cosas. No es fácil acoger a los migrantes, resolver el problema de los migrantes, pero si no resolvemos el problema de los migrantes corremos el riesgo de hacer naufragar la civilización, hoy, en Europa, tal como están las cosas, nuestra civilización. No sólo naufragio en el Mediterráneo. No, nuestra civilización. Que los representantes de los gobiernos europeos se pongan de acuerdo. Para mí, un modelo de integración, de acogida, fue Suecia, que acogió a los migrantes latinoamericanos que huían de las dictaduras (chilenos, argentinos, brasileños, uruguayos) y los integró. Hoy en Atenas he ido a un internado. He mirado. Y le dije al traductor, pero aquí hay una ensalada de culturas. Están todos mezclados. Utilicé una expresión doméstica. Él respondió: Este es el futuro de Grecia. La integración. Crecer en la integración. Eso es importante. Pero hay otro drama que quiero subrayar. Es cuando los migrantes, antes de llegar, caen en manos de traficantes que les quitan todo el dinero que tienen y los transportan en barcos.

Cuando los envían de vuelta, los traficantes los vuelven a tomar. Y en el Dicasterio para los Migrantes hay películas que muestran lo que ocurre en los lugares a los que van cuando son devueltos. Así es que no se puede simplemente acogerlos y dejarlos, sino que hay que acompañarlos, promoverlo, e integrarlos; así, si envío a un migrante de vuelta tengo que acompañarlo y promoverlo e integrarlo en su país; no dejarlo en la costa libia. Esto es crueldad. Si quieren más pregunten en el Dicasterio para la inmigración que tiene esa película. También hay una película de «Open arms» que muestra esta realidad. Es doloroso. Pero arriesgamos la civilización. Arriesgamos la civilización.

Cecile Chambraud (Le Monde): El jueves, cuando llegamos, nos enteramos de que había aceptado la dimisión del arzobispo de París Aueptit. ¿Por qué tanta prisa? Y respecto al informe Sauvé sobre los abusos: la Iglesia tenía una responsabilidad institucional y el fenómeno tenía una dimensión sistémica. ¿Qué piensa de esta declaración, y qué significa para la Iglesia universal?

Comienzo con la segunda pregunta. Cuando se hacen estos estudios debemos estar atentos a las interpretaciones que se hagan por sectores de tiempo. Cuando se hace un estudio durante un tiempo tan largo, está el riesgo de confundir el modo de sentir el problema de una época 70 años antes que la otra. Quisiera decir sólo esto como principio: una situación histórica debe interpretarse con la hermenéutica de la época, no con la nuestra. Por ejemplo, la esclavitud. Nosotros decimos: es una brutalidad. Los abusos de hace 70 o 100 años son una brutalidad. Pero la forma en que la vivían ellos no es la misma que hoy: por ejemplo, en el caso de los abusos en la Iglesia, la actitud era la de encubrir. Actitud que, lamentablemente, también se utiliza en gran cantidad de familias, en los barrios. Nosotros decimos, no, no está bien este encubrimiento. Pero es necesario interpretar siempre con la hermenéutica de la época, no con la nuestra. Por ejemplo, el famoso estudio de Indianápolis cayó por la falta de una interpretación correcta: algunas cosas eran verdaderas, otras no. Se mesclaban. Sectorizar ayuda. Respecto al informe: no lo he leído, he escuchado el comentario de los obispos franceses. Los obispos vendrán a verme este mes y les pediré que me expliquen la cuestión.

Con respecto al caso Aupetit, yo me pregunto, ¿qué cosa he hecho él tan grave como para tener que dar la dimisión. Que alguien me responda, ¿qué ha hecho?

No lo sabemos… un problema del gobierno u otra cosa.

Y si no conocemos la acusación, no podemos condenar… Antes de responder yo diré: hagan las investigaciones, eh, porque se corre el peligro de decir: ha sido condenado. ¿Quién lo ha condenado? La opinión pública, la charlatanería… no sabemos… si ustedes saben por qué, díganlo, en caso contrario no puedo responder. Y no sabrán porqué fue una falta de él, una falta contra el sexto mandamiento, pero no total, de pequeñas caricias y masajes que hacía a la secretaria, ésta es la acusación. Esto es pecado, pero no es de los pecados más graves, porque los pecados de la carne no son los más graves. Los más graves son aquellos que tienen más carácter angelical: la soberbia, el odio. Así que Aupetit es un pecador, como lo soy yo – no sé si usted se siente… tal vez – como ha sido Pedro, el obispo sobre el que Jesucristo ha fundado la Iglesia. Cómo es que la comunidad de aquel tiempo había aceptado a un obispo pecador, y él tenía una pecaminosidad con tanto carácter angelical, como era ¡renegar a Cristo! Porque era una Iglesia normal, estaba acostumbrada a sentirse pecadora siempre, todos, era una Iglesia humilde. Se ve que nuestra Iglesia no está acostumbrada a tener un obispo pecador, hacemos de cuenta para decir: mi obispo es un santo… No, este pequeño birrete rojo… todos somos pecadores. Pero cuando la charlatanería crece, crece, crece y le quita la fama a una persona, no, no podrá gobernar porque ha perdido su fama, no por su pecado, que es pecado – como el de Pedro, como el mío, como el tuyo – sino por el parloteo de las personas. Por esto acepté su dimisión, no en el altar de la verdad, sino en el altar de la hipocresía.

Vera Scherbakova (Itar-Tass): Ha visto a los líderes de las Iglesias ortodoxas y ha pronunciado bellas palabras sobre la comunión y la reunificación: cuando se encontrará con Cirilo, ¿qué proyectos comunes tienen y qué dificultades ve en este camino?

En el horizonte no muy lejano está un encuentro con el Patriarca Kyrill, creo que la semana que viene Ilarion vendrá a verme para acordar un posible encuentro. El Patriarca tiene que viajar, quizás a Finlandia, y yo estoy siempre dispuesto a ir a Moscú, para dialogar con un hermano. Para dialogar con un hermano no hay protocolos, un hermano ortodoxo que se llame Cirilo, Cristóstomo, Jerónimo, y cuando nos encontramos no bailamos el minué, nos decimos las cosas a la cara, pero como hermanos. Y es bueno ver a los hermanos discutiendo porque pertenecen a la misma madre, la Madre Iglesia, pero están un poco divididos, algunos por su herencia, otros por la historia que los ha dividido. Pero debemos intentar ir juntos, trabajar y caminar en unidad y por la unidad. Agradezco a Jerónimo, a Crisóstomo y a todos los patriarcas que tienen este deseo de caminar juntos. El gran teólogo ortodoxo Ziziulas que estudia escatología bromeando dijo una vez: ¡encontraremos la unidad en el Escatón! Allí habrá unidad. Pero es una manera para decir: no debemos quedarnos quietos esperando que los teólogos se pongan de acuerdo. Aquello que dicen que Atenágoras le dijo a Pablo VI: pongamos a todos los teólogos en una isla para que discutan y vayamos juntos a otra parte. Pero esto es una broma. Dejemos que los teólogos sigan estudiando porque esto es bueno para nosotros y nos lleva a una buena comprensión para encontrar la unidad. Pero mientras tanto avancemos juntos, rezando juntos, haciendo caridad juntos. Sé de Suecia, por ejemplo, que tiene Cáritas luterana y católica juntas. Trabajar juntos y rezar juntos, esto podemos hacerlo, el resto que lo hagan los teólogos, que no entendemos cómo se hace.

 

 

Escala de valores

Se presentan las principales características de cada valor y su escala de importancia.

Fuente: http://encuentra.com/

Las características de cada valor y su escala de importancia.

 

Valores Religiosos

 

 

Fin Objetivo: Dios
Fin Subjetivo: Santidad
Actividades: Culto interno y externo, virtudes sobrenaturales
Preponderancia: Toda la persona dirigida por la Fe.
Necesidad que satisface: Autorrealización
Tipo de Persona: Santo
Ciencia que lo estudio: Teología

Valores Morales

 

 

Fin Objetivo: Bondad
Fin Subjetivo: Felicidad
Actividades: Virtudes humanas
Preponderancia: Libertad dirigida por la razón
Necesidad que satisface: Autorrealización
Tipo de Persona: Íntegra
Ciencia que lo estudio: Ética

Valores Estéticos

 

 

Fin Objetivo: Belleza
Fin Subjetivo: Gozo de la armonía
Actividades: Contemplación, creación, interpretación
Preponderancia: Toda la persona ante algo material.
Necesidad que satisface: Autorrealización
Tipo de Persona: Íntegra
Ciencia que lo estudio: Estética

Valores Intelectuales

 

 

Fin Objetivo: Verdad
Fin Subjetivo: Sabiduría
Actividades: Abstracción y Construcción
Preponderancia: Razón
Necesidad que satisface: Autorrealización
Tipo de Persona: Íntegra
Ciencia que lo estudio: Lógica

Valores Afectivos

 

 

Fin Objetivo: Amor
Fin Subjetivo: Agrado, afecto, placer
Actividades: Manifestaciones de afecto, sentimientos y emociones
Preponderancia: Afectividad
Necesidad que satisface: Del Yo
Tipo de Persona: Sensible
Ciencia que lo estudio: Psicología

Valores Sociales

 

 

Fin Objetivo: Poder
Fin Subjetivo: Fama, prestigio
Actividades: Relación con hombre masa, liderazgo, política
Preponderancia: Capacidad de interacción y adaptabilidad
Necesidad que satisface: Sociales
Tipo de Persona: Famosa, líder, política
Ciencia que lo estudio: Sociología

Valores Físicos

 

 

Fin Objetivo: Salud
Fin Subjetivo: Bienestar Físico
Actividades: Higiene
Preponderancia: Cuerpo
Necesidad que satisface: Fisiológicas
Tipo de Persona: Atleta
Ciencia que lo estudio: Medicina

Valores Económicos

 

 

Fin Objetivo: Bienes, riqueza
Fin Subjetivo: Confort
Actividades: Administración
Preponderancia: Cosas a las que se da valor convencional
Necesidad que satisface: Seguridad
Tipo de Persona: Hombre de Negocios
Ciencia que lo estudio: Economía

 

 

¿Qué es el Don de Temor de Dios?

El temor de Dios ¿Es miedo a Dios?

Lo que no es

Puede interpretarse que el temor de Dios es miedo a Dios, pero ese sentimiento no responde a la revelación divina. “En esto se produjo una tempestad tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas; él dormía. Se acercaron y lo despertaron gritándole: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!» Él les dice: «¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?» (Mt 8, 24-26)

Lo que es

Sobre todo: temor filial, que es el amor de Dios: el alma se preocupa de no disgustar a Dios, amado como Padre, de no ofenderlo en nada, de “permanecer” y de crecer en la caridad” (cfr Jn 15, 4-7). “¡Qué deseables son tus moradas, | Señor del universo! Mi alma se consume y anhela | los atrios del Señor, | mi corazón y mi carne | retozan por el Dios vivo. Hasta el gorrión ha encontrado una casa; | la golondrina, un nido | donde colocar sus polluelos: | tus altares, Señor del universo, | Rey mío y Dios mío” (Sal 83, 2-4).

Santa Teresa de Jesús

“En fin, nadie la puede quitar la paz, porque ésta de sólo Dios depende. Y como a El nadie le puede quitar, sólo temor de perderle puede dar pena, que todo lo demás de este mundo es, en su opinión, como sino fuese, porque ni le hace ni le deshace para su contento. (Fundaciones 5,7)

Los Papas

“De este santo y justo temor, conjugado en el alma con el amor a Dios, depende toda la práctica de las virtudes cristianas, y especialmente de la humildad, de la templanza, de la castidad, de la mortificación de los sentidos” (Juan Pablo II).

“Este temor de Dios es deseo de hacer el bien, de vivir en la verdad, de cumplir la voluntad de Dios” (Benedicto XVI).

Es el temor a alejarse de Dios, el temor de no ser felices, el temor de errar el camino de felicidad que Él nos propone” (Papa Francisco).

Súplica

Espíritu Santo, concédenos el don de Temor de Dios por el que siempre nos mantengamos conscientes de nuestra fragilidad y seguros de su misericordia.

Regalo del don de Temor de Dios

“Así pues, el que crea estar en pie, mire no caiga (1Co 10, 12).

 

 

Adviento es un período para abrir los ojos

Volver a centrarse, prestar atención, tomar conciencia de la presencia de Dios en el mundo y en nuestras vidas.

El Adviento no cambia a Dios. El Adviento profundiza en nuestro deseo y en nuestra espera de que Dios realice lo que los profetas anunciaron. Rezamos para que Dios ceda a nuestra necesidad de ver y sentir la promesa de salvación aquí y ahora.

Durante este tiempo de deseo y de espera del Señor, se nos invita a rezar y a profundizar en la Palabra de Dios, pero estamos llamados ante todo a convertirnos en reflejo de la luz de Cristo, que en realidad es el mismo Cristo. De todas formas, todos sabemos lo difícil que es reflejar la luz de Cristo, especialmente cuando hemos perdido nuestras ilusiones, cuando nos hemos acostumbrado a una vida sin luz y ya no esperamos más que la mediocridad y el vacío. Adviento nos recuerda que tenemos que estar listos para encontrar al Señor en todo momento de nuestra vida. Como un despertador despierta a su propietario, Adviento despierta a los cristianos que corren el riesgo de dormirse en la vida diaria.

¿Qué esperamos de la vida o a quién esperamos? ¿Por qué regalos o virtudes rezamos en este año? ¿Deseamos reconciliarnos en nuestras relaciones rotas? En medio de nuestras oscuridades, de nuestras tristezas y secretos, ¿qué sentido deseamos encontrar? ¿Cómo queremos vivir las promesas de nuestro Bautismo? ¿Qué cualidades de Jesús buscaremos para nuestras propias vidas en este Adviento? Con frecuencia, las cosas, las cualidades, los regalos o las personas que buscamos y deseamos dicen mucho sobre quiénes somos realmente. ¡Dime qué esperas y te diré quién eres!

Adviento es un período para abrir los ojos, volver a centrarse, prestar atención, tomar conciencia de la presencia de Dios en el mundo y en nuestras vidas.

Adviento ofrece la maravillosa oportunidad de realizar las promesas y el compromiso de nuestro Bautismo.

El cardenal Joseph Ratzinger escribió que «el objetivo del año litúrgico consiste en recordar sin cesar la memoria de su gran historia, despertar la memoria del corazón para poder discernir la estrella de la esperanza. Esta es la hermosa tarea del Adviento: despertar en nosotros los recuerdos de la bondad, abriendo de este modo las puertas de la esperanza».

En este tiempo de Adviento, permítanme presentarles algunas sugerencias:

Acaben con una riña. Hagan la paz. Busquen a un amigo olvidado. Despejen la sospecha y sustitúyanla por la confianza. Escriban una carta de amor.

Compartan un tesoro. Respondan con dulzura, aunque les gustara una respuesta brutal. Alienten a un joven a tener confianza en él mismo. Mantengan una promesa. Encuentren tiempo, tómense tiempo. No guarden rencor. Perdonen al enemigo. Celebren el sacramento de la reconciliación. Escuchen más a los otros. Pidan perdón si se han equivocado. ¡Sean gentiles aunque no se hayan equivocado! Traten de comprender. No sean envidiosos. Piensen antes en el otro.

Rían un poco. Ríanse un poco más. Gánense la confianza. Opónganse a la maldad. Sean agradecidos. Vayan a la iglesia. Quédense en la iglesia más de tiempo de lo acostumbrado. Alegren el corazón de un niño. Contemplen la belleza y la maravilla de la tierra. Expresen su amor. Vuélvanlo a expresar. Exprésenlo más fuerte. Exprésenlo serenamente. ¡Alégrense porque el Señor está cerca!

 

 

Ambrosio de Milán, el santo que encontró la respuesta a todo

«¡Cristo es todo para nosotros!» era su lema de vida

«Si estás oprimido por la iniquidad, Él es la justicia; si tienes necesidad de ayuda, Él es la fuerza; si tienes miedo de la muerte, Él es la vida; si deseas el cielo, Él es el camino; si estás en las tinieblas, Él es la luz».

Son palabras de san Ambrosio, cuyo lema de vida era «¡Cristo es todo para nosotros!».

Con sus numerosos discursos, cartas e himnos, este obispo de Milán del siglo IV (Doctor de la Iglesia y uno de los cuatro Padres de Occidente) cambió la vida de muchísimas personas.

Su fuerza y sabiduría fueron sin duda determinantes para que san Agustín de Hipona se hiciera cristiano.

Él mismo le bautizó y, aunque sólo es una leyenda, se cuenta que ese día de Pascua del año 387 ellos dos compusieron improvisadamente el célebre himno Te Deum.

Belleza y verdad

San Ambrosio adoptó y generalizó el canto alternado de dos coros y compuso también música. Todavía hay un rito litúrgico latino que lleva su nombre.

Además de pasión, tenía una sólida formación y una realista pedagogía con la que profundizó y difundió la fe católica.

Fue él quien introdujo en Occidente la lectura meditada de las Escrituras, para hacer que penetre en el corazón, algo que hoy se conoce con el nombre de lectio divina, según dijo el papa Benedicto XVI en la audiencia general del 24 de octubre de 2007.

Pero esto no siempre fue así.

De hecho Ambrosio iba para político. Su padre era prefecto de las Galias. Cuando murió, Ambrosio se trasladó de Tréveris a Roma, donde realizó estudios humanísticos y jurídicos.

De gobernador a obispo

En torno al año 370 fue nombrado gobernador de Liguria y Emilia, y se instaló en la capital, Milán.

Como responsable del orden público, le tocó mediar en un conflicto entre católicos y arrianos que surgió en Milán al morir su obispo, Auxencio, un arriano que ocupaba la sede ilegítimamente (el obispo legítimo Dionisio había muerto en el destierro).

Y lo hizo tan bien, que de una manera sorprendente e inesperada, el gobernador acabó siendo nombrado obispo. Por aclamación popular. ¡En aquel momento Ambrosio ni siquiera estaba bautizado!

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En unos pocos días, fue bautizado, confirmado, ordenado sacerdote y consagrado obispo. Pronto dio lo que tenía a los pobres.

Pastor y predicador

El sacerdote Simpliciano le ayudó en su formación doctrinal. Y mientras aprendía, predicaba y dirigía la diócesis, de una manera muy fecunda, por cierto, en un camino que le llevó a encontrar a Dios.

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Combatió el paganismo y el arrianismo, e hizo que se reconociera el poder moral de la Iglesia por encima del Estado. Sobre todo fue un gran pastor.

Murió en el año 397 y sus restos pueden visitarse en la basílica de San Ambrosio de Milán.