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JUAN 15, 18-21

En el Evangelio de hoy Jesús nos advierte de esperar persecuciones. Pero no hay que tener miedo porque en Jesucristo estamos conectados al poder mismo de Dios, que está aquí y ahora creando el universo. No importa cuánta violencia y caos están ocurriendo, tenemos un lugar seguro.

Cuán maravillosamente Jesús expresa esto: «No temas a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma». El cuerpo pasa, pero el alma, ese lugar donde estás en contacto con el Dios vivo, dura para siempre. Así que pongan sus miedos en el orden correcto: «Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena».

Ahora piensen en los santos, especialmente en los mártires. Ellos pueden definirse como aquellos seres humanos raros que priorizaron correctamente sus miedos. ¿De quién tenían miedo? No de los más malvados a su alrededor. Más bien, temían a Dios. Se preocuparon, no por lo que la gente quería que hicieran, sino por lo que Dios quería que hicieran.

Ninguna de estas grandes figuras vivió una vida serena, una vida libre de preocupaciones, amenazas y persecuciones. Pero encontraron coraje en la lucha. Su coraje los llevó a poder atravesar lo negativo.

La mundanidad es una cultura; es una cultura de lo efímero, una cultura de la apariencia, del maquillaje, una cultura de “hoy sí, mañana no, mañana sí y hoy no”. Tiene valores superficiales. Una cultura que no conoce la fidelidad, porque cambia según las circunstancias, lo negocia todo. Esta es la cultura mundana, la cultura de la mundanidad. Y Jesús insiste en defendernos de esto y reza para que el Padre nos defienda de esta cultura de la mundanidad. Es una cultura de usar y tirar, según la conveniencia. Es una cultura sin lealtad, no tiene raíces. Pero es una forma de vida, un modo de vivir también de muchos que se llaman cristianos. Son cristianos pero son mundanos. (Misa desde Casa Santa Marta, 16 mayo 2020)

Pasa a Macedonia y ayúdanos

 

 

Seguimos dentro de la cincuentena pascual con ese mandato concreto por parte del Resucitado: «Y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación» (Mc 16,15). Anuncio evangélico que se abre a toda la humanidad. Ese es el marco de referencia que aparece en los Hechos de los Apóstoles. San Pablo se encuentra sumergido en su actividad misionera. Aparece en su segundo viaje para precisamente cumplir este mandato de Cristo. Idas y venidas, dificultades, proyectos, ilusiones, embarcaciones, contrariedades que lleva obligatoriamente aparejada esta vida. Deja a Bernabé y se lleva consigo a Timoteo. Y para que sea recibido el mensaje que va a presentar Timoteo, al pueblo judío, es necesaria la circuncisión. En ese envío se debe poner toda la carne en el asador, no valen las medias tintas.

Claro está que no es solo la fuerza humana la que hay que poner en estos casos. Hay que activar el talento que Dios ha puesto en cada uno de nosotros sin dejar de reconocer que el Espíritu Santo es el faro que va guiando nuestra historia personal para que podamos reconocer la voluntad de Dios en cada momento. El Espíritu Santo se abre ante el mundo como ese soplo de aire fresco que renueva la misión de la Iglesia. Es su soplo el que va abriendo camino, acercando horizontes para que el Evangelio se expanda. Es el Espíritu el que abre los oídos, agiliza nuestros cuerpos y transforma nuestros corazones para que podamos comprender la llamada: «Pasa a Macedonia y ayúdanos». El Espíritu es el que nos hace que comprendamos el grito del necesitado. Que veamos la realidad del despojado. Que pronunciemos una palabra de aliento al abatido. Que no nos cerremos a nuestro propio interés, sino que nos abramos al amor que no sabe de excusas.

Porque no conocen al que me envió

El miércoles de esta semana dábamos comienzo al capítulo 15 de san Juan. Con una serie de enseñanzas que nos abren a comprender más y mejor el sentido de este pasaje evangélico. Los contrastes nos hacen caer en la cuenta de la de importancia que tiene para nuestra fe ahondar en la Palabra de Dios como seguidores, de este modo, también entraremos en la tónica de la resurrección. Al inicio del capítulo san Juan nos habla de la importancia de permanecer en Cristo para dar fruto y de este modo rebosar alegría. Un mandato concreto: Amaos los unos a los otros. De este modo, se ve que ambas realidades conforman la columna vertebral del discipulado. Y un título importante: Ya no os llamo siervos sino amigos, para de este modo enviar a los amigos a que den un fruto que no se corrompe.

Ese es el marco concreto con el que Jesús Resucitado se presenta después de la Pascua. El fenómeno de la resurrección no es una obra de magia, sino que es algo muy real e intrínsecamente unido a nuestra realidad de discípulos. Para ello, se está hablando de mundo, no como algo malo de lo que tengamos que huir, sino que se está refiriendo a todo aquello que va contra Dios. Es decir, Jesús ha resucitado, pero sigue habiendo en nuestro interior esa batalla entre muerte y vida, oscuridad y luz, pecado y salvación. Sigue habiendo zonas en nuestro corazón y en nuestra alma en la que no hemos dejado que llegue la luz resucitadora de Jesucristo.
Tenemos que de alguna manera hacer ese proceso de reciclaje, conversión del que nos habla el cántico del siervo de Yahvé: «El Señor Dios me ha dado una lengua de discípulo; para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los discípulos» (Is 50,4-9). Pasar de lo que nos distrae de la voluntad de Dios, de esas cegueras, de ese desamor que va anidando en lo más íntimo de nuestro corazón para actuar como lo hizo el mismo Jesús. A Él lo persiguieron por el mensaje que traía de parte de Dios y no guardaron su Palabra la de vivir en el mandato del amor.

Dar una palabra de aliento y espabilar el oído, es la condición necesaria del discipulado que se debe injertar en la realidad de un mundo sufriente como es el nuestro. Es esa necesidad de ir más allá de la que nos habla el evangelista cuando dice correr la misma suerte que tuvo Jesús. Conocer o no conocer su Nombre, como tan bellamente nos dice el salmo: «Se puso junto a mí: lo libraré; lo protegeré porque conoce mi nombre; me invocará y lo escucharé. Con él estaré en la tribulación, lo defenderé, lo glorificaré, lo saciaré de largos días y le haré ver mi salvación» (Sal 90,14-16).

Dar palabra de aliento en medio de la persecución y espabilar el oído para poder escuchar esos gritos desgarradores que nos está lanzando el mundo: «Ven y ayúdanos» eso es en definitiva la fuerza a la que nos lanza Jesús resucitado porque así lo vivió Él, que el Reino tiene que comenzar como sabia nueva aquí, ahora y con el que te toca vivir codo con codo en cada momento personal de tu historia.

 

 

Cristóbal Magallanes y 24 compañeros, Santos

Memoria Litúrgica, 21 de mayo

25 Mártires Mexicanos

Martirologio Romano: Santos Cristóbal Magallanes, presbítero, y compañeros, mártires, que, perseguidos en diversas regiones de México en odio al nombre cristiano y a la Iglesia católica, por haber confesado fielmente a Cristo Rey alcanzaron la corona del martirio. († de 1915 a 1937).

Fecha de beatificación: 22 de noviembre de 1992 por S.S. Juan Pablo II

Fecha de canonización: 21 de mayo de 2000 por S.S. Juan Pablo II

Breve Reseña

La persecución religiosa de Méjico se extendió, en diferentes oleadas a lo largo de casi tres decenios del siglo XX. En 1911, apenas vencieron las fuerzas revolucionarias de Madero, sobre las de Porfirio Díaz, comenzó para los católicos un periodo de dos años en los que gozaron de igualdades jurídicas y políticas. En 1913, fue asesinado el presidente Madero, y fueron acusados los católicos y su jerarquía de se causantes o apoyar el asesinato, con lo cual fueron víctimas de una cruel persecución por las fuerzas revolucionarias. Venció el ejército de Carranza en 1914, que redactó la Constitucion anticlerical de 1917, donde se exiliaron a los obispos y la mayoría de los religiosos y el clero; se destruyeron iglesias y se prohibió el culto. En 1920, con la llegada del general Obregón se pusieron las bases para la paz religiosa, ablandando la censura, permitiendo el regreso de los obispos y el clero.

 

 

En 1925, el presidente Calles, originó el cisma y volvió a la persecución religiosa, que originó un levantamiento del pueblo mejicano, llamados «cristeros» que reivindicaba la catolicidad del pueblo de Méjico, una parte del clero rural tuvo que ver en este levantamiento, y todo ello originó una fuerte persecución. Los obispos, la mayoría en el exilio, estuvieron divididos, y una parte no fue partidaria de la lucha armada. La Santa Sede a pesar de condenar la «Constitución de 1917», no apoyó a los «cristeros». El 1929, la Santa Sede consiguió y firmó con el gobierno mejicano «un modus vivendi» que comprometió al gobierno a firmar una amnistía a los clérigos y fieles y a deponer las armas a los cristeros. Hasta 1992, hubo en Méjico un estado laico, anticlerical, pero se «toleraba» a la Iglesia, hasta que se establecieron las relaciones diplomáticas con el Vaticano.

Fueron muchos los fieles que sufrieron el martirio por defender su fe, de entre ellos presentamos ahora a veinticinco que fueron proclamados santos de la Iglesia por Juan Pablo II.

El milagro de su canonización

Uno de los pasos formales en las causas de canonización en la iglesia católica es la verificación de un milagro obrado por Dios por intercesión del o de las personas para quienes se busca su inclusión en el canon de santos. En el caso de este grupo de 25 mártires cristeros, María del Carmen Pulido Cortes de Guadalajara, México, experimentó ese milagro.

Pulido, diagnosticada con una enfermedad incurable luego de que se descubrieran quistes (algunos extirpados quirúrgicamente) en el pecho, fue a Roma para el pedido de beatificación -de este grupo de mártires- acompañando a Fray José de Jesús Gálvez Amezcua, director en ese momento de un seminario de Guadalajara. «Fui a Roma y rogué por mi curación, pero no sucedió», relató ella en una entrevista.

En 1993, Fray Gálvez le dio a Pulido un crucifijo de plata que contenía pequeños trozos de ropa, sangre y huesos de los 25 mártires cristeros. Ella colocó el crucifijo sobre su pecho. “Estaba muy enferma”, le dijo al periodista, “pero apenas mi madre me dio la cruz con las reliquias sentí alivio. La cura fue instantánea”. Los médicos confirmaron que Pulido estaba completamente curada pero no pudieron explicar lo que había sucedido.

Luego de seis años de extensas investigaciones la Congregación para la Causa de los Santos presentó al Papa Juan Pablo II el caso y él firmó el decreto reconociendo el mismo como un milagro.

Los 25 santos canonizados el 21 de mayo del 2000 fueron:

Cristobal Magallanes Jara, Sacerdote
Roman Adame Rosales, Sacerdote
Rodrigo Aguilar Aleman, Sacerdote
Julio Alvarez Mendoza, Sacerdote
Luis Batis Sainz, Sacerdote
Agustin Caloca Cortés, Sacerdote
Mateo Correa Magallanes, Sacerdote
Atilano Cruz Alvarado, Sacerdote
Miguel De La Mora De La Mora, Sacerdote
Pedro Esqueda Ramirez, Sacerdote
Margarito Flores Garcia, Sacerdote
Jose Isabel Flores Varela, Sacerdote
David Galván Bermúdez, Sacerdote
Salvador Lara Puente, Laico
Pedro de Jesús Maldonado Lucero, Sacerdote
Jesus Mendez Montoya, Sacerdote
Manuel Morales, Laico
Justino Orona Madrigal, Sacerdote
Sabas Reyes Salazar, Sacerdote
Jose Maria Robles Hurtado, Sacerdote
David Roldan Lara, Laico
Toribio Romo Gonzalez, Sacerdote
Jenaro Sanchez Delgadillo
David Uribe Velasco, Sacerdote
Tranquilino Ubiarco Robles, Sacerdote

 

El don único del amor

Santo Evangelio según san Juan 15, 18-21. Sábado V de Pascua

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.

¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor Jesús, ayúdame por favor a sentir tu amor en mi vida.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Juan 15, 18-21

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Si el mundo los odia, sepan que me han odiado a mí antes que a ustedes. Si fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya; pero el mundo los odia porque no son del mundo, pues al elegirlos, yo los he separado del mundo.

Acuérdense de lo que les dije: ‘El siervo no es superior a su señor’. Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán, y el caso que han hecho de mis palabras lo harán de las de ustedes. Todo esto se lo van a hacer por mi causa, pues no conocen a aquel que me envió”.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

¡Yo os he escogido! Hermosas palabras que no podemos olvidar, y que deben de hacer eco poco a poco en nuestro corazón. Quizá nos surja la pregunta: ¿Por qué? Sí, parece una simple frase y lo es, pero, lo que hace la diferencia no es una simple frase, son palabras que ocultan una elección libre, personal y amorosa de Jesucristo a cada uno de sus hijos.

Es así de simple, Jesús nos ha escogido personalmente y debemos sentir alegría de ello, pues hoy más que nunca Él nos ha escogido libremente porque nos ama; y no nos ama como lo hace el mundo, basándose muchas veces en situaciones, condiciones sociales, o cargos y responsabilidades que podamos tener, no, al contrario, Jesús nos ama tal y como somos, pero hay que recordar también que el amor debe de ser correspondido con amor.

Es seguro que Él se alegra cuando el amor le es correspondido, no solo con grandes gestos, sino con pequeños detalles en nuestra vida cotidiana, pequeños detalles que hacen la diferencia, pues ante el amor es necesario tener pequeños detalles con aquél o aquellas personas a las cuales amamos.

Ésa es la diferencia y lo importante es sentirnos amados y poder amar sin medida, no como lo hace el mundo, sino como la hacen aquellos que han podido experimentar el amor de Dios en su vida.

No te olvides que el amor verdadero no pone condiciones, no calcula ni se lamenta, simplemente ama. (San Juan Pablo II)

«Jesús nos enseña un modo diverso de mirar el campo del mundo, de observar la realidad. Estamos llamados a aprender los tiempos de Dios —que no son nuestros tiempos— y también la “mirada” de Dios: gracias al influjo benéfico de una trepidante espera, lo que era cizaña o parecía cizaña, puede convertirse en un producto bueno. Es la realidad de la conversión. ¡Es la perspectiva de la esperanza! La Virgen María nos ayude a percibir en la realidad que nos rodea no solo la suciedad y el mal, sino también el bien y lo bonito; a desenmascarar la obra de Satanás, pero sobre todo a confiar en la acción de Dios que fecunda la historia». (Homilía de S.S. Francisco, 23 de julio de 2017).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy daré testimonio de amor, de alegría y de paz en cada acto que realice en mi vida.

 

 

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

 

 

Todos somos llamados a ser santos, aún en el mundo actual

Lo que es una realidad es que para ser santo hay que estar enamorado de Dios.

Es necesario decir que hoy más que nunca, Dios nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre.

La santidad es un ofrecimiento de la propia vida por los demás, sostenido hasta la muerte.

La santidad es el rostro más bello de la Iglesia.

Todos estamos llamados a ser testigos, a compartir con los todos la acción de Dios en nuestra vida es por esto qué hay testimonios muy distintos, porque la vida divina se comunica q cada uno de forma distinta.

Para ser santo no se necesita ser obispo, sacerdote, religioso o religiosa, cada uno podemos ser santos en el estado de vida al que Dios no ha llamado

Por eso aquí te dejo mis 5Tips para educar a nuestros hijos para que busquen ser santos en el mundo actual y dar testimonio.

PRIMERO. Hay que preguntarle al Espíritu Santo que espera Jesús de cada uno.

 

 

Es necesario que nuestros hijos se acostumbren a discernir cuál es la voluntad de Dios para ellos en cada momento de la vida y para eso debemos nosotros enseñarles a discernir.

Hay muchas formas de hacerlo, pero lo principal es que estén dispuestos a preguntarle a Dios y después a hacer lo que les pide.

A veces será por medio de sus papás, otras por algún comentario en la homilía del padre, otras veces los signos que se nos van presentando, otras veces alguna petición en particular, etc.

Lo importante es que aprendan a escuchar la voluntad de Dios y después a llevarla a cabo.

Es bueno tener en cuenta que lo que viene de Dios trae paz y alegría al corazón.

SEGUNDO. Es necesario que conozcan a Jesús para que se identifiquen con Él.

Nadie ama lo que no conoce, por eso debemos darles a conocer a Jesús y su vida terrena para que tengan ejemplo de santidad.

Jesús se hizo igual a nosotros en todo, menos en el pecado, por lo que en Él está nuestro modelo de vida. La Virgen María también es un gran modelo pues es la persona más parecida a Jesús en toda la tierra.

Para esto podemos echar mano de los recursos didácticos que existen en internet, ya sean videos, cantos, juegos, dibujos para colorear, etc. Para que sea algo agradable, divertido y cercano a nuestros hijos.

TERCERO. Deben esforzarse en cuerpo y alma.

En empeño de ser santo implica una batalla constante y continua contra nosotros mismos y contra lo que el mundo nos presenta, por eso nuestros hijos deben comprenderlo para que estén dispuestos a librar esta batalla.

Si los enseñamos desde pequeños a vencerse a sí mismos en las cosas pequeñas, cuando lleguen las cosas más grandes, esas que con los años nos van agobiando, serán capaces de librar la batalla por ella mismos y podrán usar las armas espirituales que le demos proporcionado.

 

 

Por eso es bueno que les acerquemos los sacramentos en el tiempo adecuado, que les enseñemos a rezar el Rosario y que lo hagan constantemente, que sepan que también existen ejemplos de otras personas que lograron vivir conforme a lo que Dios les pidió, que son los santos y que pueden seguir su ejemplo y camino de santidad.

Si les vamos dando a conocer las bodas de diferentes santos podrán ellos también escoger las que más les gusten y las podrán tomar como camino de vida, siempre tomando las virtudes de ellos y llevándolas a su vida cotidiana.

CUARTO. Que se pongan pequeñas metas alcanzables.

Cómo esto de la santidad es un proceso, es bueno que nuestros hijos comprendan que es día con día.

 

 

Así que podríamos ayudarles con actividades y calendarios donde vayan anotando sus logros y ofreciéndolos a Dios, por ejemplo, en tiempo de adviento o cuaresma acostumbren a seguir un calendario con actividades que les ayuden a prepararse.

En tiempo ordinario podemos poner un recipiente vacío y uno con cuentas para que cada vez que cumplen una meta, o cuando logran vencer alguna tentación así, físicamente pueden ofrecer sus acciones y también las pueden hacer conscientes.

Con esto pueden hacer conciencia que la santidad se alcanza con actos concretos.

Y QUINTO. Que no tengan miedo a la santidad.

 

 

A veces pensamos que ser santos implica ser serios, ser perfectos o que nos va a quitar la alegría y nuestra energía, pero en realidad no es así. Por el contrario la santidad nos ayuda a ser plenos porque estamos cumpliendo la misión que Dios nos ha encomendado, nos ayuda a tener más energía o estar más animados en nuestro día porque tenemos la motivación de agradar a Dios y de dar testimonio. Así que hagamos de la santidad un estilo de vida para que nuestros hijos vean la santidad como algo deseable y que trabajen por alcanzarlo. Lo que es una realidad es que para ser santo hay que estar enamorado de Dios y por eso queremos estar siempre con el, ya sea en esta vida pero principalmente en la vida eterna.

 

 

La Iglesia y el clamor de los pueblos originarios

El rol de la Iglesia católica de escuchar y atender sus historias, sus luchas y esperanzas.

 

Renovar la alianza con los pueblos originarios: este es el compromiso que tiene la Iglesia. Así lo subraya Monseñor Luis Antonio Scozzina, obispo de la Diócesis de Nueva Orán (sufragánea de la Arquidiócesis de Salta) y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Aborigen, ante los micrófonos de Radio Vaticana – Vatican News.

El diálogo está motivado por el rechazo del Equipo Nacional de Pastoral Aborigen, ENDEPA, al proyecto de ley que busca derogar la ley 26160. Esta norma, promulgada en 2006, declara la emergencia “en materia de posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan las comunidades indígenas originarias del país, cuya personería jurídica haya sido inscripta en el Registro Nacional de Comunidades Indígenas u organismo provincial competente o aquellas preexistentes”.

El proyecto de ley de derogación fue presentado el 12 de mayo pasado por la diputada Victoria Villarruel. En un video publicado en su cuenta de Twitter, Villarruel señaló que «solicitan que se termine la emergencia sobre las usurpaciones realizadas por los mapuches y estamos solicitando la derogación de esta ley basada en una emergencia que al día de hoy no existe y que solo ha servido de paraguas para que, a través de la comisión de delitos, se creen derechos».

 

 

La ENDEPA emitió un comunicado de repudio a esta iniciativa, en el que afirmó, entre otras cuestiones, que “la Nación Argentina se conforma con una historia sangrienta, de muerte hacia los Pueblos Indígenas y ninguno de los promotores de este proyecto podrá explicar jamás como se obtuvieron títulos privados por sobre las Comunidades sin otra explicación que la matanza y desalojo violento de los Pueblos Indígenas, sumado a un derecho de conquista, asumido como heredado de la corona española cuando la Argentina se constituyó como nación independiente”.

Reconocer territorio, respetar derechos

Scozzina recuerda una cuestión ligada a la legislación y al resguardo de los derechos originarios: desde 1994, la Constitución Argentina reformada reconoce la preexistencia de los pueblos originarios. Por tanto, hace justicia a un derecho que, por mucho tiempo, estuvo negado, ignorado y hasta atropellado, un derecho que es el que los pueblos tienen a vivir en su tierra, primero, y, en segundo lugar, a ser reconocidos como actores civiles y eclesiales, afirma el prelado.

 

 

Sobre la ley puesta en cuestión, considera que tenía un mandato de cumplir con la protección del territorio a los pueblos originarios, dándoles la posibilidad de la propiedad comunitaria de las tierras. Esto -explica- genera un motivo de conflicto: muchas comunidades desde hace muchos años vienen reclamando este derecho. En distintos lugares, otras empresas se fueron adueñando de ellas.

La razón del rechazo -asegura Scozzina- reside en que, a pesar de que ya pasaron 15 años, esta ley necesita ser prorrogada y darle cumplimiento respecto al registro de los pueblos en su territorio. “Este es el aspecto más objetivo, más legal”, profundizó Scozzina.

La justicia a la luz del Evangelio

El obispo precisa que, desde hace más de 40 años, la ENDEPA desarrolla una labor incansable con los pueblos originarios reivindicando sus derechos, reconociendo su cultura. Asume una “actitud respetuosa de escucha y diálogo, de conversión a la justicia y de amor solidario”, como describe la página web de la ENDEPA.

 

 

ENDEPA comparte -se lee en su portal- la vida, la fe y la espiritualidad, enriqueciéndose mutuamente con el aporte de las culturas, contribuyendo a la fraternidad universal, acompaña el proceso autogestionario y la organización de las comunidades, contribuye a la toma de conciencia para que haya una sociedad argentina más justa basada en la aceptación de la diversidad de los Pueblos y Culturas donde se hagan efectivos los Derechos Humanos y en particular los Derechos de los Pueblos Indígenas, asumiendo esta realidad pluricultural reconocida por la Constitución y leyes nacionales e internacionales y las Constituciones y leyes provinciales.

ENDEPA apoya la lucha por la conservación de los bosques, el ambiente y un desarrollo sustentable para alcanzar niveles de vida digna; además, sensibiliza y compromete a la Iglesia con la realidad y diversidad de los Pueblos Indígenas en Argentina, con espíritu ecuménico e interreligioso.

Aludiendo al reconocimiento de la diversidad que compone el tejido social argentino, Monseñor Scozzina asevera que esta situación queda confirmada en el Censo Nacional, cuyos resultados fueron difundidos el jueves 19 de mayo por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
“Necesitamos hacer justicia en un sentido muy amplio: a la historia, a los pueblos, reconociendo una deuda que el pueblo argentino tiene para con sus comunidades”, señala Scozzina.

 

 

“No podemos permitir que la globalización se convierta en un ‘nuevo tipo de colonialismo’”

Scozzina cita el punto 14 de Querida Amazonía, en el que el Santo Padre utiliza dos palabras contundentes (injusticia y crimen) para nombrar los emprendimientos que no respetan el derecho de los pueblos originarios al territorio y a su demarcación, a la autodeterminación y al consentimiento previo. Cuando algunas empresas sedientas de rédito fácil se apropian de los territorios y llegan a privatizar hasta el agua potable -afirma el Pontífice-, o cuando las autoridades dan vía libre a las madereras, a proyectos mineros o petroleros y a otras actividades que arrasan las selvas y contaminan el ambiente, se transforman indebidamente las relaciones económicas y se convierten en un instrumento que mata.

“Se suele acudir a recursos alejados de la ética, como penalizar las protestas e incluso quitar la vida a los indígenas que se oponen a los proyectos, provocar intencionalmente incendios forestales, o sobornar a políticos y a los mismos indígenas”.

“Una conciencia nueva del reconocimiento de la diversidad”

Consultado sobre las maneras de sanar la deuda histórica de la Argentina con los pueblos indígenas, Monseñor Scozzina comparte un episodio significativo: una comunidad de la Diócesis de la Nueva Orán logró, a través de un juicio contra el gobierno, reivindicar el derecho a que se les restituyan las tierras.

 

 

“Los pueblos, las comunidades, junto con los criollos, que están compartiendo el territorio, llegaron a ciertos acuerdos. Obviamente es un compromiso que el Estado tiene: dar las condiciones para que también tengan el derecho a poseer su propiedad, no como individual, sino colectiva, como la reclaman. Nosotros queremos acompañar esa reivindicación y, sobre todo, renovar esta realidad de que la Iglesia argentina está llamada a estar cerca de los más débiles, de los más desprotegidos. En esto, creemos que tenemos que tomar conciencia, no solo la clase política sino también todas las comunidades cristianas, de esta diversidad”.

La importancia de la visibilización

 

 

En su mensaje final ante nuestros micrófonos, el obispo retoma el significado de “Querida Amazonía” en este asunto y sostiene que el Papa nos ha puesto un gran desafío, que todas nuestras Iglesias asumamos esta alianza con las comunidades originarias en nuestra querida América Latina.

“Es un momento realmente muy importante para la vida de nuestro continente, en el ámbito de la Asamblea Eclesial, del reconocimiento de los sujetos civiles y eclesiales, y también caminar tratando de ser fieles al Evangelio de Jesús”, concluye.

 

 

Novena a Santa Juana de Arco

Oraciones para cada día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de manera especial los días previos a la festividad (21 al 29 de mayo)

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS

Mi Señor y mi Dios! Te ofrezco mi petición en unión con la amarga pasión y muerte de Jesucristo, tu Hijo, junto con los méritos de tu Inmaculada y Admirable, María siempre Virgen, y de todos los santos, particularmente con tu ayudante santa en cuyo honor hago esta novena.

¡Baja tu mirada a mí, Señor misericordioso! Concédeme tu gracia y tu amor, y amablemente escucha mi oración. Amén.

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Amada Santa Juana de Arco, quien cuya fe era tan firme y amante de la Eucaristía. Apóstol y Profeta de Dios, armada sólo con su fe fue y cambió el corazón y con su propio ejemplo inspiró a otros a la fe y protegió a un país y sus generaciones alejadas de la ruina. Oro para que se me conceda una petición a Dios, que es la intención de esta novena si es su Santa Voluntad. Oro para que ella también conceda que a través de su patrocinio y su Gracia, crezca en la fe para emular su vida en todo lo que hago. Tú que tuviste una muerte mártir exclamando el nombre de nuetro salvador Jesucristo. Es mi sincera oración, no importa cuál sea la circunstancia de mi hora final. Amen.480p low geselecteerd als afspeelkwaliteit

ORACIONES PARA CADA DÍA:

Oración Primer Día:

Santa Juana de Arco, patrona de Francia, mi santa patrona, te pido ahora que luches esta batalla junto a mi en la oración, del mismo modo que guiaste tus tropas a la victoria. Tu, que fuiste llena del Espíritu Santo y elegida por Dios, ayúdame este día con el favor que te pido (aquí decir que su intención). Concédeme por tu intercesión divina y de gran alcance, el valor y la fuerza que necesito para soportar esta lucha constante. Oh Santa Juana, ayúdame a salir victorioso en las tareas que Dios me presenta. Agradezco y pido tu continua protección al pueblo de Dios.

Santa Juana hija devota de la iglesia; Reza por mí.

Decir un Padre Nuestro, 3 Ave María, un Gloria.

Oración Segundo Día:

Dulce Santa Juana de Arco, aboga por mí ante el trono de Dios omnipotente, que pueda considerarme digno de ser concedida la solicitud que he pedido. Ayúdame, Santa Juana, para ser más como tú en el intento de amar al Señor con todo el corazón, alma y mente. A través de tu guía y la oración, ayúdame a ser un verdadero devoto y cristiano, para que pueda conocer y ver la voluntad de Dios. Ayúdame ahora Santa Juana, en mi momento de necesidad. Te pido que siempre puedas estar cerca de mí, ser mi guía y acercarme cada día más a Jesús. Gracias Santa Juana por haber escuchado mi oración.

Santa Juana enviada por Dios; Reza por mí.

Decir un Padre Nuestro, 3 Ave María, un Gloria

Oración Tercer Día:

Amada Santa Juana de Arco se enfrentaste tres pruebas en tu vida. En el primero, un hombre afirmó que estaban comprometidos, en el segundo en Poitiers, y el tercero en Rouen. En cada prueba tu aguardaste la llegada del espíritu de Dios para colocar en tu lengua las respuestas correctas para decir en tu defensa. En la primera defendiste tu compromiso con el Señor Jesucristo. En la segunda se confirmó tu pureza con tal elocuencia que asombró a tus interrogadores. La tercera se desconcertaron los concejales y diste una prueba más de tu pureza con la expresión profética. Yo oro para que cada una de mis palabras sean puras de corazón y sean colocadas allí por el Espíritu Santo.

Santa Juana, cumple a la llamada de Dios; Reza por mí.

Decir un Padre Nuestro, 3 Ave María, un Gloria

Oración Cuarto Día:

A la vista de sus enemigos,haiendo frente al acoso, burla, y duda, te mantuviste firme en tu fe. Incluso en el abandono, sola y sin amigos, te mantuviste firme en tu fe. A pesar de que te enfrentaste a tu propia mortalidad, te mantuviste firme en tu fe. Yo oro para que pueda ser tan audaz en mis creencias como tú, Santa Juana. Te pido que viajes a mi lado en mis batallas. Ayúdame a ser consciente de que lo que vale se puede ganar cuando persisto. Ayúdame a mantenerme firme en mi fe. Ayudame a creer en mi capacidad de actuar bien y sabiamente. Amén

Santa Juana Uno con Dios en acción; Reza por mí.

Decir un Padre Nuestro, 3 Ave María, un Gloria

Oración Quinto Día:

Santa Juana, que en el seguimiento de los mandatos de Dios, sirvió a sus compatriotas que habían sido oprimidos por los ingleses. Su causa la condujera a la batalla, donde continuó para honrar a Dios mediante el fomento de la pureza y la moral de sus compañeros de armas. Santa Juana cumplió la misión de Dios a través de la justicia – la virtud moral que consiste en la constante y firme voluntad de dar el merecido de Dios al prójimo; establecer la armonía que promueve la equidad y respecto a las personas y al bien común. Ella, mediante el cumplimiento de los mandamientos de Dios, cumple su principal ley: el amor.

Santa Juana Su ejemplo, tanto mediante la palabra y la vida; Sea Dios el primero en ser servido, ruego que en mi propia vida este será también el ejemplo de vida al servicio de Dios.

Santa Juana Patriota en el servicio a su Dios y el país; Reza por mí.

Decir un Padre Nuestro, 3 Ave María, un Gloria:

Oración Sexto Día:

 

 

Inspírame de hora en adelante para aceptar la voluntad de Dios incondicionalmente, tal como lo hiciste cuando obedeciste a las voces santas de sus mensajeros en los campos de Domrémy. «Santa Juana oyó y escuchó la voz de Dios a través de los Santos Catalina, Margarita, y Michael . Ella ha dicho que escuchó por primera vez las voces, mientras era niña. Santa Juana tenía fe completa en los consejos de sus mensajeros y los llevó a buen término, a pesar de la gran oposición. Oren por mí para ser compasivo, servir a Dios servir a los que son pisoteados y pobres en espíritu. Obtenme la fuerza y el valor para defender la misión de amor y la justicia de Dios y predicar con el ejemplo de la piedad, la verdad, el perdón y la fe inquebrantable.

Santa Juana, elegida por Dios en Domrémy, Francia; Reza por mí.

Decir un Padre Nuestro, 3 Ave María, un Gloria

Oración Séptimo Día:

Santa Juana exhibió la virtud de la castidad durante su vida. Ella prometió virginidad durante el tiempo que sería agradar a Dios. Fue casta, una virtud que dejó su amor con un corazón recto e indiviso, también logró la pureza al tratar de cumplir la voluntad de Dios en todo, la pureza de la visión al negar complicidad en los pensamientos impuros que nos desvían del camino de Dios, y la pureza de corazón «Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios».

Guerrera santa Juana Virgen; Reza por mí.

Decir un Padre Nuestro, 3 Ave María, un Gloria

Oración Octavo Día:

Cuando los jueces le preguntaron si estaba en gracia de Dios, la respuesta de Joan era: «Si yo no estoy, que Dios me quiera poner en ella; si lo estoy, que Dios Nuestro Señor me mantenga ahí.» Su respuesta se adhirió a la doctrina católica que la gracia escapa a nuestra experiencia y no puede ser conocida, excepto por la fe, que no podemos confiar en nuestros sentimientos o nuestras obras a la conclusión de que somos justificados y salvados. (Catecismo 2005). También hay una referencia a la respuesta a sus examinadores en Poitiers cuando se le preguntó acerca de la necesidad de los soldados en el cumplimiento de la voluntad de Dios para liberar a Francia: «En el nombre de Dios los soldados van a luchar, y Dios le dará la victoria!» Cada uno de nosotros podemos vernos como soldados en una batalla de por vida para cumplir la voluntad de Dios, para superar los males de este mundo. Es nuestro deber como sus hijos dedicar nuestra vida a la gloria de su Reino.

Mediante el ejemplo de Santa Juana: la palabra y la vida; Sea Dios el primer servido.

Oro para que mi vida sea también al servicio de Dios.

Santa Juana heroica y valiente ante sus jueces; Reza por mí.

Decir un Padre Nuestro, 3 Ave María, un Gloria

Oración Noveno Día:

Valiente Santa Juana, doncella de Orleans, te ofrezco esta oración con la esperanza de que de ser posible me guíe en las virtudes del valor, paciencia, dirección, y la confianza en la voluntad de Dios. inspírame de ahora en adelante para aceptar la voluntad de Dios incondicionalmente, tal como lo hizo cuando obedeció las voces santas de sus mensajeros en los campos de Domrémy.
Ora por mí para ser compasivo, que sirva a Dios sirviendo a los oprimidos y a los pobres en espíritu. Obtenme la fuerza y ??el valor para defender la misión de amor y la justicia de Dios y predicar con el ejemplo de la piedad, la verdad, el perdón y la fe inquebrantable.

Ven en mi ayuda al orar fervientemente por la misericordia de Dios, recordando perdonar a los demás, incluso en tiempos de persecución. Guerrera, suplica a Nuestro Padre Celestial, en honor a su Santa Pasión, que me conceda el valor de hablar la verdad en la cara de la adversidad y la iniciativa de un paso adelante en la batalla espiritual para Él.

O criada casta y firme, blinda mi espíritu para que pueda tratar cada día ser colocado en la gracia de Dios. Y puedo recordar que, al igual que en la batalla, que estoy de ser un soldado para el Señor en esta vida, porque es Él quien dará la victoria.

Santa Juana; Enviada de Dios; Oren por mí para que pueda llegar a ser digno de las promesas de nuestro Salvador Jesucristo.

Decir un Padre Nuestro, 3 Ave María, un Gloria.

 

 

Cristo es el verdadero médico de la humanidad

Cristo es ‘la mano’ de Dios dirigida a la humanidad, para que pueda salir de las arenas movedizas de la enfermedad, dijo el Papa

 

 

VATICANO

Ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI exhortó a los presentes a tener siempre claro que el verdadero médico de la humanidad es Cristo mismo.

Al introducir la oración mariana, el Santo Padre recordó la celebración, de la Jornada Mundial de los Enfermos (JME), y afirmó que “la enfermedad es una dimensión típica de la condición humana”.

A continuación citó al santo de Hipona, San Agustín, quien dice: “¡Ten piedad de mí, Señor! Mira: no te escondo mis heridas. Tú eres el médico, yo soy el enfermo; tú eres misericordioso, yo el mísero”.

“Cristo -dijo el Pontífice- es el verdadero ‘médico’ de la humanidad, que el Padre celeste ha enviado al mundo para curar al hombre, marcado en el cuerpo y en el espíritu por el pecado y por sus consecuencias”.

El Papa explicó que allí “está concentrada toda la historia de la salvación: aquel gesto de Jesús, que extiende la mano y toca el cuerpo herido de la persona que lo invoca, manifiesta perfectamente la voluntad de Dios de sanar a su criatura caída, restituyéndole la vida ‘en abundancia’, la vida eterna, plena, feliz”.

“Cristo es ‘la mano’ de Dios dirigida a la humanidad, para que pueda salir de las arenas movedizas de la enfermedad y de la muerte, ponerse en pie sobre la roca firme del amor divino”, dijo el Papa.

Benedicto XVI confió a “María Salus infirmorum a todos los enfermos, de modo especial a aquellos que, en todas partes del mundo, además de la falta de salud, sufren también la soledad, la miseria y la marginación”.

 

 

Flor del 21 de mayo: María en la Resurrección

 

 

Meditación: María en la soledad, María en el dolor esperaba en la Resurrección la promesa del Señor. Ella era dueña de toda fortaleza, con su Corazón enllagado esperaba el cumplimiento de lo por su Hijo anunciado. No tenia una fe débil, como la de los apóstoles, Ella creía que su Hijo resucitaría. En el dolor, la esperanza…en el dolor, la fe…en el dolor, sólo buscarlo a El. Oh alma mía, si alguna vez te agobia el peso de la cruz, confía en las delicias de la Divina Bondad, que Ella te consolará, te abrazará, te hará esperar segura de que Dios jamás te abandonará y te la hará más llevadera, anticipando los regalos eternos que se nos reservan en el Paraíso.

Oración: ¡María fortaleza de toda agonía, María esperanza mía!, fortaléceme en la fe y en la esperanza también, seguro de que al Rey me haréis ver. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Meditar y hallar el dolor y el temor de este día, y entregarlo a María confiado en que será Ella la que intercederá ante su Hijo para que El se haga cargo de nuestra vida.

 

 

San Cristóbal Magallanes, el cura que se ofreció por la unión de los mexicanos

Conoce la historia de un sacerdote mexicano y otros mártires en la Guerra de los Cristeros

 

 

Cristóbal Magallanes nació en el rancho de San Rafael, en Totatiche (Jalisco, México) el 30 de julio de 1869.

Desde pequeño ya era muy devoto de la Virgen del Rosario y del Sagrado Corazón de Jesús.
Ingresó en el seminario de Guadalajara a los 19 años. Una vez ordenado, se le destinó a la parroquia de su pueblo.

Se distinguió por su honradez y su piedad. Se preocupó de mejorar las condiciones de vida de sus paisanos.

Hizo mejoras como la introducción del riego en la agricultura gracias a la construcción de la presa de la Candelaria.

Fundó varios colegios y escuelas de primeras letras, abrió el hospicio de Azqueltán, creó un asilo para ancianos y predicó entre los indígenas huicholes.

Puso capillas en los ranchos de su área. Además, elevó el nivel cultural con la creación de una banda de música.

Hombres de paz acusados de rebeldes

Sin embargo, el 1 de agosto de 1926 se decretó la suspensión del culto público y los católicos quisieron luchar por recuperar el derecho a la libertad religiosa y al culto. Magallanes se negaba a que se emplearan las armas para conseguir justicia.

El sacerdote fue perseguido durante cuatro meses por cerros y barrancos y finalmente el 21 de mayo de 1927 fue detenido por soldados del ejército.

También detuvieron al padre Caloca. Les acusaron de fomentar la rebeldía y declararon:

“No habrán tenido parte alguna en el movimiento cristero, pero basta que sean sacerdotes para hacerlos responsables de la rebelión”.

«Solo un momento y estaremos en el cielo»

La mañana del 25 de mayo fueron ejecutados. Antes de morir, Magallanes dijo:

«Soy y muero inocente; perdono de corazón a los autores de mi muerte y pido a Dios que mi sangre sirva para la paz de los mexicanos desunidos».

Y dijo a su compañero:

«Padre, solo un momento y estaremos en el Cielo».
Sus compañeros mártires son 21 sacerdotes (entre ellos san Sabas Reyes) y 3 laicos.

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Oración

Oh Dios, que concediste al santo mártir Cristóbal Magallanes una vida apostólica y una gloriosa muerte y permitiste que ofreciera el sacrificio de su vida por la unión de los mexicanos, concédenos Señor ese espíritu de unión y paz que él tanto anhelabay la gracia que te estamos pidiendo por su intercesión. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.