Margarita María de Alacoque, Santa
Memoria Litúrgica, 16 de octubre
Recipiente de las revelaciones
del Sagrado Corazón de Jesús
Martirologio Romano: Santa Margarita María Alacoque, virgen, monja de la Orden de la Visitación de la Virgen María, que progresó de modo admirable en la vía de la perfección y, enriquecida con gracias místicas, trabajó mucho para propagar el culto al Sagrado Corazón de Jesús, del que era muy devota. Murió en el monasterio de Paray-le-Monial, en la región de Autun, en Francia, el día diecisiete de octubre († 1690).
Fecha de beatificación: 18 de septiembre de 1864 por el Papa Pío IX
Fecha de canonización: 13 de mayo de 1920 por el Papa Benedicto VI
Breve Biografía
En la festividad de San Juan evangelista de 1673, sor Margarita María, que tenia 25 años, estaba en adoración ante el Santísimo Sacramento. En ese momento tuvo el privilegio particular de la primera de las manifestaciones visibles de Jesús que se repetirían durante dos años más, todos los primeros viernes de mes. En 1675, durante la octava del Corpus Christi, Jesús se le manifestó con el corazón abierto, y señalando con la mano su corazón, exclamó: “He aquí el corazón que ha amado tanto a los hombres, que no se ha ahorrado nada, hasta extinguirse y consumarse para demostrarles su amor. Y en reconocimiento no recibo de la mayoría sino ingratitud.”
Margarita María Alacoque, escogida por Jesús para ser la mensajera del Sagrado Corazón, hacía un año que vestía el hábito de las monjas de la Visitación en Paray?le?Monial. Había nacido el 22 de agosto de 1647 en Verosvres, en Borgoña. Su padre, juez y notario, había muerto cuando Margarita era todavía muy joven.
A los nueve años hizo su primera comunión y a los 22 recibió la Confirmación, a la que se preparó con una confesión general: empleó quince días escribiendo en un cuaderno la larga lista de sus faltas para leérselas luego al confesor. En esa ocasión añadió al nombre de Margarita el de María. Después, habiendo vencido las últimas resistencias de la madre, que hubiera preferido verla casada, pudo entrar al convento de la Orden de la Visitación, fundado 60 años antes por San Francisco de Sales, ofreciéndose desde el día de su entrada como “víctima al Corazón de Jesús.”
Las extraordinarias visiones con que fue favorecida le causaron al principio incomprensiones y juicios negativos hasta cuando, por disposición divina, fue puesta bajo la dirección espiritual del jesuita Santo Claudio de la Colombière. En el último periodo de su vida, elegida maestra de novicias, tuvo el consuelo de ver difundida la devoción al Corazón de Jesús, y los mismos opositores de un tiempo se convirtieron en fervorosos propagandistas. Murió a los 43 años de edad, el 17 de octubre de 1690.
Esté día también se festeja a Santa Eduviges,San Rodolfoy San Galo.
De qué nos preocupamos
Santo Evangelio según san Lucas 12, 8-12. Sábado XXVIII del Tiempo Ordinario
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, gracias por este momento que me regalas para poder estar en tu presencia. Sólo Tú sabes todo lo que traigo en el corazón. Conoces cuáles son mis heridas, mis miedos, mis victorias y esperanzas… todo lo pongo en tus manos. Sé que me amas y que todo lo que pasa en mi vida lo quieres o lo permites sólo porque me amas y deseas lo mejor para mí. Ayúdame a confiar en ti, a abandonarme completamente en tus manos como un niño en brazos de su madre. Sabes de sobra que en muchos momentos -sobre todo en los difíciles- me cuesta mucho confiar en ti, dejar que Tú tomes las riendas de mi vida. Dame la gracia, Jesús, de confiar cada día más en ti. Amén.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 12, 8-12
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo les aseguro que a todo aquel que me reconozca abiertamente ante los hombres, lo reconocerá abiertamente el Hijo del hombre ante los ángeles de Dios; pero aquel que me niegue ante los hombres, yo lo negaré ante los ángeles de Dios.
A todo aquel que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero a aquel que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará.
Cuando los lleven a las sinagogas y ante los jueces y autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o que van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en aquel momento lo que convenga decir».
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Hoy, Jesús, me invitas a ser valiente, a no tener miedo de confesarte delante de los demás y a confiar en ti siempre, sin importar lo difícil que parezca. Me exhortas a poner mi vida entera en tus manos para así ser un instrumento dócil en tus manos, para poder ayudarte a extender tu Reino.
¡Cuánto amor me tienes Jesús! Tú me miras con un cariño y una ternura infinitos. Soy precioso para ti, y jamás me has dejado solo.
Aun en los momentos más difíciles, cuando me parecía que todo estaba perdido, y yo ya no sabía qué hacer, Tú nunca me abandonaste, siempre estuviste a mi lado invitándome a confiar en ti y dándome todo lo que necesitaba para soportar los momentos de dificultad.
Y aunque muchas veces me he quejado de los senderos que hemos tenido que atravesar, jamás me has dejado solo y el tiempo me ha enseñado que tus caminos siempre son para mi bien, aunque en un primer momento no siempre logre verlo así. No me quiero avergonzar nunca de ti, quiero gritar a los cuatro vientos todo el amor y la misericordia que has tenido conmigo. Ayúdame a nunca dejar de confiar en ti, y a ser un verdadero testimonio del amor infinito e incondicional que tienes por cada uno de nosotros.
«Ve, no te preocupes, teniendo presente que la primera palabra de una verdadera evangelización es “levántate y ve”. […] Se puede evangelizar solamente con estas tres actitudes, pero bajo la fuerza del Espíritu Santo: sin el Espíritu ni siquiera estas tres actitudes sirven; es el Espíritu quien nos impulsa a levantarnos, a acercarnos y a partir de las situaciones. Hoy por todos nosotros cristianos que tenemos la obligación de evangelizar, la misión de evangelizar. Que el Señor nos dé la gracia de ser escuchados por el Espíritu y tener estas actitudes: estar en salida; ir; ser cercanos a la gente; y partir no de las teorías sino de las situaciones concretas». (Homilía de S.S. Francisco, 19 de abril de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
El día de hoy no me voy a avergonzar de mi fe y le compartiré con alguien una experiencia que haya tenido del amor providente de Jesús.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Don de la Sabiduría
Los dones del Espíritu Santo y la oración. La gracia de poder ver cada cosa con los ojos de Dios.
En qué consiste el don de la sabiduría
Con los diversos dones, el Espíritu Santo vivifica nuestra oración. Nos lleva a descubrir la presencia de Dios en la creación, a amarle filialmente, a reverenciar su santidad, a penetrar las verdades de la fe, a perserverar en las dificultades y atinar en las aplicaciones. El mayor de sus dones es la sabiduría, que es la gracia de poder ver cada cosa con los ojos de Dios. Es luz que se recibe de lo alto, una participación especial en ese conocimiento misterioso y sumo, que es propio de Dios. El don de la sabiduría perfecciona la virtud teologal de la caridad, produciendo un conocimiento nuevo, impregnado por el amor.
Ya en el orden natural, el amor agudiza la capacidad de penetrar el interior de otro. El conocimiento mutuo entre dos esposos que se aman, entre unos amigos cercanos, o el conocimiento de una mamá para con sus hijos, goza de una intuición muy allá de los factores intelectuales: el corazón vive lo que la razón no sabe. Ahora bien, en el orden sobrenatural «el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado» (Rom 5, 5). Cuando el Espíritu Santo nos comunica el don de la sabiduría, especialmente en los momentos de oración, nos lleva a mirar y saborear a Dios y la creación a través del amor divino.09:55
Ejemplos de sabiduría
Conocemos grandes ejemplos de este don. Pablo VI decía de Santa Catalina de Siena, mujer analfabeta quien vivió apenas 33 años: «Lo que más impresiona en esta santa es la sabiduría infusa, es decir, la lúcida, profunda y arrebatadora asimilación de las verdades divinas y de los misterios de la fe, debida a un carisma de sabiduría del Espíritu Santo» (4 de octubre de 1970). Y Juan Pablo II, declarando doctora de la Iglesia a Santa Teresa del Niño Jesús, recalcó que el centro de su doctrina es «la ciencia del amor divino. Se la puede considerar un carisma particular de sabiduría evangélica que Teresa, como otros santos y maestros de la fe, recibió en la oración (cf. Ms C 36 r)» (19 de octubre de 1997).
Son casos excepcionales, y sin embargo, todos podemos aspirar a que este don enriquezca nuestra oración. Hay, sí, una condición previa, la humildad de corazón, pues Dios se resiste a los soberbios. «La ciencia del amor divino, que el Padre de las misericordias derrama por Jesucristo en el Espíritu Santo, es un don, concedido a los pequeños y a los humildes, para que conozcan y proclamen los secretos del Reino, ocultos a los sabios e inteligentes (cf. Mt 11, 25-26)» (Ibid.).
Podemos además disponernos y colaborar al don orientando nuestra oración hacia el amor. Cualquiera que sea la materia de nuestra oración – un texto de la Sagrada Escritura, una lectura, una escena evangélica, un icono… – hay que pasar desde la consideración del intelecto, también necesaria, a verla con amor, más aún, desde el amor de Dios. Dios es amor, y no poseemos una verdad plenamente mientras no es amada.
María y el don de sabiduría
La Santísima Virgen María, Trono de la Sabiduría, es también aquí madre y maestra. El Magnificat es la primera oración del Nuevo Testamento. Nos enseña como el don de la sabiduría configura la oración cristiana. María daba vueltas a los acontecimientos y revelaciones «en su corazón», es decir desde el amor. «No mira sólo lo que Dios ha obrado en ella, convirtiéndola en Madre del Señor, sino también lo que ha realizado y realiza continuamente en la historia» (cfr. Benedicto XVI, 14 de marzo de 2012). Es la visión de la sabiduría, que ve todo desde Dios. En su cántico, prorrumpe en una oración de alabanza y de alegría, de celebración de la gracia divina. Pidamos su intercesión: «María, Madre de la oración cristiana, ruega por nosotros». Y pidamos el don de la sabiduría para nuestra oración: «Ven, Espíritu de amor».
Hombres y mujeres son sacrificados a los ídolos del beneficio y del consumo
Discurso del Papa Francisco a la Sociedad Italiana de Farmacia Hospitalaria.
Fuente: Vatican.Va
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días y bienvenidos!
Agradezco al presidente de la Sociedad Italiana de Farmacia Hospitalaria y de los Servicios Farmacéuticos de las Autoridades Sanitarias las palabras que me ha dirigido en nombre de todos vosotros. Gracias. Habéis venido de toda Italia para vuestro congreso, en representación de diferentes realidades. El congreso es, para vosotros ante todo, una oportunidad para confrontaros, pero también para reafirmar la importancia del sistema nacional de sanidad pública, elemento esencial para garantizar el bien común y el crecimiento social de un país. Y todo ello en el contexto de la pandemia, que ha cambiado y cambiará la forma de planificar, organizar y gestionar la salud y la asistencia sanitaria. A este respecto, me gustaría señalar tres caminos en los que continuar vuestros esfuerzos.
El primero lo tomo de la figura del posadero en la parábola del buen samaritano: se le pide que hospede al herido y lo cuide hasta que vuelva el samaritano (cf. Lc 10,35). En este personaje podemos ver dos aspectos significativos del trabajo del farmacéutico de hospital: la rutina diaria y el servicio oculto. Son aspectos comunes a muchos otros trabajos, que requieren paciencia, constancia y precisión, y que no tienen la gratificación de las apariencias, tienen poca visibilidad. La rutina diaria y el servicio oculto no tienen ninguna visibilidad, poca, por decirlo así, poca visibilidad. Precisamente por eso, si van acompañadas de la oración y el amor, generan la «santidad de la vida cotidiana». Porque sin la oración y el amor —como bien sabéis— esta rutina se vuelve árida, pero con amor, hecho con amor y con oración te lleva a la santidad de la puerta de al lado, santos anónimos que están en todas partes porque hacen bien lo que tienen que hacer.
El segundo camino atañe a la dimensión específica del farmacéutico de hospital, es decir, a su profesionalidad, su especialización de postgrado. Junto con el clínico, es el farmacéutico de hospital quien investiga, experimenta, propone nuevos caminos; siempre en contacto inmediato con el paciente. Se trata de la capacidad de comprender la enfermedad y al paciente, de personalizar los medicamentos y las dosis, y de enfrentarse a veces a las situaciones clínicas más complejas. De hecho, el farmacéutico puede tener en cuenta los efectos globales, que son más que la suma de los medicamentos individuales para las diferentes enfermedades. A veces —según la estructura— hay un encuentro con el enfermo, otras veces la farmacia del hospital es uno de los departamentos invisibles que hace que todo funcione, pero la persona siempre es la destinataria de vuestros cuidados.
El tercer camino se refiere a la dimensión ética de la profesión, en dos aspectos: el personal y el social.
A nivel individual, el farmacéutico, cada uno de vosotros, utiliza sustancias medicinales que, sin embargo, pueden convertirse en venenos. Aquí se trata de ejercer una vigilancia constante, para que el objetivo sea siempre la vida del paciente en su totalidad. Vosotros estáis siempre al servicio de la vida humana. Y esto puede conllevar, en algunos casos, la objeción de conciencia, que no es deslealtad, sino, por el contrario, fidelidad a vuestra profesión, si está válidamente motivada. Hoy en día está algo de moda pensar si estaría bien eliminar la objeción de conciencia. Pero, pensad que ésta es la intimidad ética de todo profesional de la salud y esto nunca debe negociarse, es precisamente la responsabilidad última de los profesionales de la salud. Es también una denuncia de las injusticias cometidas contra la vida inocente e indefensa [1]. Se trata de un tema muy delicado, que requiere a la vez gran competencia y gran rectitud. En particular, he tenido ocasión de volver recientemente sobre el tema del aborto [2]. Sabéis que sobre esto soy muy claro: se trata de un homicidio y no es lícito hacerse cómplice. Dicho esto, nuestro deber es la cercanía, nuestro deber positivo: estar cerca de las situaciones, especialmente de las mujeres, para que no se llegue a pensar en la solución del aborto, porque en realidad no es la solución. Después, la vida, pasados diez, veinte o treinta años te pasa la factura. Y hace falta estar en un confesonario para entender el precio, tan duro, de ello.
Este era el nivel ético personal. Luego está el nivel de la justicia social que es tan importante: «Las estrategias sanitarias, orientadas a la búsqueda de la justicia y el bien común, deben ser económica y éticamente sostenibles» [3]. Ciertamente, en el Servicio Nacional de Sanidad italiano, un gran espacio lo ocupa la universalidad del acceso a la asistencia, pero el farmacéutico —incluso en las jerarquías de gestión y administración— no es un mero ejecutor. Por lo tanto, los criterios de gestión y financieros no son el único elemento a tener en cuenta. La cultura del descarte no debe afectar a vuestra profesión. Y este es otro ámbito en el que debemos estar siempre atentos. «La tarea de custodiar la tierra, Dios Nuestro Padre la ha dado no al dinero, sino a nosotros: a los hombres y a las mujeres, ¡nosotros tenemos este deber! En cambio hombres y mujeres son sacrificados a los ídolos del beneficio y del consumo: es la “cultura del descarte”» [4]. También con las personas mayores, darles la mitad de los medicamentos y así se acorta la vida… Es un descarte, sí. Esta observación, referida originalmente al medio ambiente, se aplica todavía más a la salud del ser humano.
La gestión de los recursos y la atención para no desperdiciar lo que se confía a las manos de cada farmacéutico adquiere un significado no sólo económico sino también ético, más todavía, diré humano, muy humano. Pensemos en la atención al detalle, la compra y el almacenamiento de los productos, su uso correcto y su destino a los que lo tengan necesidad y urgencia. Pensemos en la relación con los distintos operadores —los celadores, los enfermeros, los médicos y los anestesistas— y con todas las estructuras implicadas.
Os agradezco esta visita y espero que podáis avanzar en vuestra labor tan humana, tan digna, tan grande y tantas veces tan silenciosa que nadie se da cuenta. Muchas gracias, que Dios os bendiga a todos y rezad por mí. Gracias.
Jefe autoritario o líder inspirador
¿Qué diferencia existe entre un líder y un jefe?
Para un mejor desempeño de nuestros trabajos es importante adaptar la personalidad de un líder inspirador, antes que la de un jefe autoritario.
Me gustaría compartir con ustedes la diferencia que existe entre un líder que realmente inspira a sus trabajadores y un jefe autoritario.
Hoy en día, abundan los políticos, gobernantes, dirigentes, directores y ejecutivos centrados en sus propios intereses, y faltan verdaderos líderes al servicio del bien común y de la sociedad.
El escritor Borja Vilaseca define claramente los rasgos de ambas personalidades:
JEFE AUTORITARIO
* Creen en la jerarquía: siguen pensando en términos de superiores e inferiores. De aquí que traten a las personas en función de su cargo profesional. Tienden a mostrar su mejor cara a los de arriba y su peor versión a los que consideran de abajo.
* Están centrados en su carrera profesional: les importa poco el impacto que tiene su trabajo sobre la sociedad. De hecho, muchos cambian de compañía por motivos económicos. Su objetivo es subir en el escalafón empresarial, ostentando puestos de mayor reconocimiento, prestigio y remuneración.
* Dan órdenes: se creen que su principal función consiste en decirles a los miembros de su equipo lo que tienen que hacer, abusando de su poder. En general, no escuchan las ideas de su equipo ni tienen en cuenta otros puntos de vista que no sean los suyos.
* Penalizan los errores: debido a la presión a la que están sometidos para lograr unos resultados a corto plazo, no toleran los fallos de sus colaboradores. En ocasiones echan broncas cuando las cosas no salen como esperaban, creando un ambiente laboral basado en el miedo a ser castigado.
* Llevan máscara: basan su identidad en el puesto que ocupan. Están tan obsesionados con la productividad que no tienen en cuenta la dimensión humana de sus colaboradores. No suelen hablar de lo que sienten ni permiten a los demás hacerlo.
* Se atribuyen todo el mérito: compiten con los miembros de su equipo y no soportan que alguno destaque más que ellos. Culpan a los demás cuando los resultados son mediocres y se ponen todas las medallas cuando se cosecha algún éxito colectivo.
* Son desconfiados y controladores: dedican mucho tiempo a supervisar y corregir el trabajo realizado por sus trabajadores. No contemplan la opción de que las personas empleen las nuevas tecnologías para trabajar desde cualquier lugar, impidiéndoles gozar de autonomía y libertad. Son la principal causa de la desmotivación de sus equipos.
Probablemente esto funcionó durante muchos años, pero la realidad es otra: las empresas confían cada vez más en sus empleados, existe una mayor flexibilidad de tiempo y lugar de trabajo, lo que se valora son los resultados.
Es por esto, que los jefes autoritarios deben quedar atrás y ser substituidos por líderes conscientes, que saben quiénes son y cuál es el verdadero propósito de su vida, dirigido más hacia el bien común que hacia el propio. Sus rasgos:
LÍDER INSPIRADOR
* Cuestiona su sistema de creencias: están abiertos al cambio, atreviéndose a cuestionar las creencias de su entorno social y familiar.
* Conocen su sombra: están comprometidos con su propio autoconocimiento y auto liderazgo, y se convierten en personas inspiradoras.
* Hacen lo que aman: al conocerse a sí mismos, eligen un camino vocacional. Desprenden un entusiasmo, una pasión y un optimismo muy contagiosos porque disfrutan profundamente con lo que hacen.
* Poseen visión y determinación: tienen muy claro hacia donde van. Y este sentido de dirección les dota de una profunda convicción para superar cualquier obstáculo que surja por el camino.
* Cultivan su inteligencia emocional: saben relacionarse con empatía, respeto y asertividad. Tratan a sus colaboradores como ellos necesitan ser tratados para que voluntariamente se comprometan y den lo mejor de sí mismos. De este modo crean un agradable clima laboral marcado por la confianza.
* Inspiran a través de su ejemplo: no esperan a que las cosas cambien, ellos mismos son el cambio que quieren ver en sus empresas. Se ganan su autoridad como consecuencia del servicio que prestan a la sociedad.
* Desarrollan el potencial de sus colaboradores: invierten lo necesario para que sus equipos desplieguen todo el talento, la inteligencia y la creatividad que llevan dentro.
Si tienes a uno, dos o muchos colaboradores o empleados, pregúntate: ¿Qué tipo de jefe eres: autoritario o inspirador? En palabras de Martin Luther King: “La grandeza de un líder no se mide por el tamaño de su ego, sino por la altura del propósito al que sirve”.
5 claves para una dieta cristiana
¿Cuántas veces no nos hemos parado frente al espejo y hemos dicho: necesito hacer ejercicio?
¿Cuántas veces no nos hemos parado frente al espejo y hemos dicho: necesito hacer ejercicio? A lo mejor eres de esos que cree en productos fáciles: “tome esta pastilla por 1 mes y adelgace 4 kilos a la semana”. Incluso, tal vez entraste en este artículo pensando: “¿una dieta cristiana? ¡Claro! ¡Dios es el que me va a echar la mano aquí!
Hoy en día una práctica muy común entre los antiguos cristianos es catalogada como algo fuera de lugar o incluso como un estilo de dieta… a esta práctica la conocemos como: ayuno.
¿Qué es el ayuno?
Para muchos lo primero que viene a sus cabezas pueden ser dos cosas: una estilo de dieta o una práctica arcaica de los antiguos cristianos.
Podríamos decir que el ayuno es un estilo de disciplina espiritual destinado a acercarnos más a Dios. Pero en este punto podría surgir la pregunta para muchos: ¿Cómo el hecho de privarme de alimentos me va a acercar a Dios? y por eso te digo:
Tú eres una delicada mezcla de cuerpo y alma. Esta es la característica esencial del hombre. Tu cuerpo y tu alma están cuidadosamente relacionados por tu intelecto y tu voluntad…El cuerpo y el alma se encuentran en una constante guerra por dominar. Matthew Kelly- Redescubriendo el Catolicismo.
Historia del Ayuno
Como todos sabemos Jesús era judío y las tradiciones de dicho pueblo era ayunar los días martes y jueves. Después de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, los cristianos para distinguirse de las prácticas de la época comenzaron a ayunar los días miércoles y viernes. En el mundo judeo-cristiano un día de ayuno implicaba abstenerse de todo tipo de comida.
El ayuno comenzó a ser muy común entre los primeros cristianos, incluso estos ofrecían tal sacrificio por aquellas personas que los perseguían. Muchos cristianos ayunaban como método de preparación para el bautismo.
5 claves
“La dieta de los lunes”
Muchos de nosotros después de un fin de semana de placeres pensamos: “el lunes empiezo la dieta.” El lunes nos portamos muy bien; hacemos ejercicio, comemos sano, tomamos agua y cero dulces. El martes, nos ofrecen un chocolate y pensamos “no pasa nada”… llega el miércoles y nos invitan a cenar: noche de pizza. “Ay xs… comienzo el lunes que viene”. Al final, esto puede convertirse en un círculo vicioso donde de miércoles a domingo se vive de placeres y de lunes a miércoles a punta de lechuga y agua.
¿Qué tiene que ver la “dieta de los lunes” con el ayuno? Pues muy sencillo… es una realidad: no se puede estar sano y feliz sin algún tipo de disciplina en nuestras vidas.¡Ojo! Tomando en cuenta que ser feliz no es hacer lo que uno quiera, cuando quiera. Sino es el estado del alma cuando encuentra paz.
¿De qué trata la disciplina? Muy sencillo… tenemos que establecer rutinas y ayudarnos a nosotros mismos para que el cuerpo no sea quien mande sobre nuestra alma. Es decir, ¿quieres un chocolate? ¡cómetelo! Sí, pero no cuando quieras; no simplemente por matar el antojo. Y no solo estamos hablando de comida, sino de todos aquellos hábitos que te pueden ayudar o perjudicar. Establecer rutinas en tu día a día puede ser muy fácil: toma una hoja (o las notas de tu celular) y establece un plan sencillo. ¡OJO! Se realista… si eres un adicto a tu cama y a Netflix no te engañes diciendo que sólo verás 1 capítulo a la semana. Se objetivo y realista, comienza por reducir los tiempos de las cosas que no son del todo buenas y aumenta aquellas que traerán la verdadera felicidad a tu vida.
Cuerpo de Miss y alma de peleador de sumo
Somos una mezcla delicada entre cuerpo y alma. La lucha está en lograr que el alma prevalezca sobre las tendencias del cuerpo. Es una realidad, nos demos cuenta o no, nuestro cuerpo nos está dando órdenes todo el tiempo: acuéstate un ratico, un capítulo más, dale al snooze de la alarma…
El ayuno es un maestro ideal para ayudarnos a que el cuerpo no se convierta en nuestro amo ¿por qué? No solo porque ayunaríamos de aquellas cosas que pide el cuerpo: antojos de comida, más descanso… también podemos ayunar de críticas, juicios, malas palabras.
El cupón de la lotería
En Marcos 9, 28-29 leemos: “¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo? Él les contestó: Esta clase de demonio solo puede ser expulsado con oración y ayuno.”
¿Cuántas veces no nos sucede que tenemos un pecado frecuente en nuestras vidas? Contra la pureza, la vanidad, la soberbia… lo confesamos y en pocos días volvemos a caer; es como si el pecado en sí mismo “nos gobernara”. Jesús mismo nos los dijo: hay pecados que solo pueden ser sanados con oración y ayuno. Efectivamente la confesión en sí misma borra la falta cometida, pero el ayuno nos ayuda a borrar la pena y el dolor ocasionado por dicho pecado. El ayuno es el cupón de lotería o la receta mágica que necesitamos para librarnos de los pecados más peligrosos.
Una dieta a la medida
Así como ninguna dieta sirve por igual para todo el mundo, lo mismo ocurre con el ayuno. Cuando uno quiere perder peso y estar en forma asiste con los expertos en la materia: nutricionistas y entrenadores. Pues lo mismo ocurre con el ayuno. No podría yo decirles: los lunes, cero chocolate; los martes, cero refrescos; los viernes, solo pan y agua… el ayuno es un asunto personal entre tú y Dios. Si tu sientes el llamado en tu interior de hacer algún tipo de ayuno, hazlo, pero es bueno que lo comentes con algún guía espiritual. Dios no quiere que andes muerto de hambre por todas las esquinas o desmayándote.
Start Over
Aunque la dieta de los lunes no es la ideal; si te sales de la dieta, vuelve a comenzar. ¡No desfallezcas! No podemos lograr las cosas de un día para otro, nadie logra grandes cosas en un abrir y cerrar de ojos
Recuerda no tengamos a nuestra alma en dieta: sin oración, sacramentos, ayuno, sacrificios… hagamos que nuestra alma sea fuerte y saludable. Si tienes alguna duda, puedes hacer algún comentario.
Margarita María Alacoque, mensajera del Sagrado Corazón de Jesús
A ella debemos la devoción universal al Sagrado Corazón de Jesús. Se origina en sus visiones, de las que obtuvo la gracia en el siglo XVII en Paray-le-Monial, Francia. Una mirada retrospectiva a la historia de esta santa excepcional y a los mensajes que recibió de Jesús mismo.
Margarita Alacoque fue una joven piadosa nacida en 1647 de Verosvres, distrito de Charolais, Francia. Desde muy joven, prometió consagrar su pureza a la Santísima Virgen.
Un día, al caer gravemente enferma, mantuvo este voto rezando a la madre de Dios para que la sanara y así poderse poner el hábito de religiosa.
Esto mismo hizo cuando entró en el monasterio de la Visitación de Santa María de Paray-le-Monial en 1671. Aquí es donde su vida de joven devota se vería trastornada: iba a convertirse en mensajera de Cristo.
¿Qué mensaje recibe?
En 1673, el Sagrado Corazón de Jesús se le apareció por primera vez. Tuvo el gran privilegio de contemplarlo tres veces más.
Solo se cuentan tres “grandes apariciones” con los tres mensajes que se dieron en esta ocasión:
1ª aparición: Jesús, conservando a Margarita María durante largos momentos contra su pecho, le hizo descubrir “las maravillas de Su amor”. Sumergiendo el corazón de Margarita María en el Suyo propio, encendió en ella la ardiente pasión de la caridad hacia las almas que salvar.
2ª aparición: Jesús se le apareció, ardiente como un sol, llorando la ingratitud de los hombres tras los dolores sufridos por ellos. Entonces pidió dos actos de reparación hacia su divino Corazón: la comunión cada primer viernes de mes, y la hora de adoración cada jueves por la tarde, en memoria de su agonía en el Getsemaní.
3ª aparición: los mismos dolores que se evocaron durante la segunda aparición:
“He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombre y que no ha ahorrado nada hasta el extremo de agotarse y consumirse para testimoniarles su amor. Y, en compensación, solo recibe, de la mayoría de ellos, ingratitudes por medio de sus irreverencias y sacrilegios, así como por las frialdades y menosprecios que tienen para conmigo en este Sacramento de amor. Pero lo que más me duele es que se porten así los corazones que se me han consagrado”.
Jesús pide entonces instaurar una fiesta para su Sagrado Corazón, algo que extendió Pío IX por toda la Iglesia católica, en 1856.
Esta festividad tiene por objetivo reparar las ofensas cometidas contra la santa Eucaristía y el Sagrado Corazón.
Las promesas de Jesús
A quienes sigan estas recomendaciones y esta devoción de los jueves y del primer viernes del mes, Jesús promete muchas gracias:
1. Les daré todas las gracias necesarias en su estado.
2. Llevaré la paz a sus familias.
3. Los consolaré en todas sus penas.
4. Seré su refugio asegurado durante toda su vida y especialmente en la muerte.
5. Derramaré abundantes bendiciones sobre todas sus iniciativas.
6. Los pecadores encontrarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de misericordia.
7. Las almas tibias se volverán fervientes.
8. Las almas fervientes se elevarán a una gran perfección.
9. Incluso bendeciré las casas donde la imagen de mi Corazón se exhiba y se honre.
10. Daré a los sacerdotes el talento para conmover los corazones más endurecidos.
11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán sus nombres escritos en mi Corazón y nunca serán borrados.
12. Os prometo, en el exceso de la misericordia de mi Corazón, que mi amor todopoderoso concederá a todos quienes reciban la comunión el primer viernes, y nueve veces más, la gracia de la penitencia final, que no morirán en mi desgracia ni sin recibir los sacramentos, y que mi Corazón será su refugio seguro en su última hora.
13. Mira cómo el Sagrado Corazón se mostró también a otras santas en la siguiente galería:
4 oraciones apasionadas para quien se entrega a Dios
De santa Margarita María Alacoque
Santa Margarita Alacoque es una religiosa francesa conocida por haber recibido mensajes directamente de Jesús relacionados con la devoción a su Sagrado Corazón. Sus oraciones expresan un amor apasionado por Cristo, e incluso pueden llegar a contagiarlo. Inspírate en ella para ofrecerte a Dios y a la Virgen María. Reza con sus palabras:
Te doy gracias,
mi soberano Maestro,
si Tú no lo quisieras,
no sucedería esto,
pero os doy gracias por haberlo permitido
para hacerme semejante a Ti.
Tú eres suficiente
¡Oh, mi Señor!
No deseo nada, solo a Ti.
Y me conformaré con la elección que Tú hagas por mí.
¡Tú eres suficiente para mí, oh mi Dios!
Haz por mí lo que te glorifique más,
No teniendo ninguna preferencia de interés o satisfacción
es suficiente para mí saber que estás satisfecho.
Ofrecimiento del Sagrado Corazón de Jesús
Padre eterno, permite que te ofrezca el Corazón de Jesucristo,
tu Hijo muy amado, como se ofrece Él mismo, a Ti en sacrificio.
Recibid esta ofrenda por mí,
así como por todos los deseos, sentimientos, afectos y actos de este Sagrado Corazón.
Todos son míos, pues Él se inmola por mí,
y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos.
Recíbelos para concederme por sus méritos todas las gracias que me son necesarias,
sobre todo la gracia de la perseverancia final.
Recíbelos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza
que ofrezco a Tu Divina Majestad,
pues por el Corazón de Jesús eres dignamente honrado y glorificado.
A los pies de María
Oh santa, amable y gloriosa Virgen Madre de Dios,
Madre nuestra dilecta, señora y abogada,
aquí estamos postrados a tus pies,
para renovar la promesa
de nuestro fiel servicio a ti,
y para suplicarte que nos ofrezcas como tuyos,
para dedicarnos, consagrarnos,
inmolarnos al Corazón adorable de Jesús,
con lo que somos, con lo que haremos,
con lo que sufriremos,
sin límites, porque no queremos tener
otra libertad que no sea amarle a Él,
otra gloria sino pertenecerle a Él,
y ser víctimas de su amor puro.