EL CONDICIONAMIENTO CULTURAL

Algo más sobre las palabras: Les dije antes que las palabras son limitadas. Les voy a decir otra cosa. Hay palabras que no corresponden a nada. Por ejemplo yo soy hindú. Ahora supongamos que soy prisionero de guerra en el Pakistán, y que me dicen: «Bueno, hoy lo vamos a llevar a la frontera, y miro y pienso: «Ah, mi país, mi hermoso país. Veo aldeas y árboles y colinas. Ésta es mi tierra, mi tierra natal». Al cabo de un rato, uno de los guardias dice: «Perdone, nos equivocamos. Tenemos que recorrer otros veinte kilómetros». ¿A qué estaba yo reaccionando? A nada. Estaba fijándome en una palabra:Perú. Pero los árboles son el Perú, los árboles son árboles. en realidad, no hay fronteras ni límites; los puso allí la mente humana; generalmente los fijaron políticos avaros y estúpidos. En una época, mi país fue uno; ahora son cuatro. Si no nos cuidamos, podría llegar a seis. entonces tendríamos seis banderas, seis ejércitos. Por eso ustedes nunca me verán saludar una bandera. Yo detesto todas las banderas nacionales porque son ídolos. ¿Qué estamos saludando? Yo saludo a la humanidad, no una bandera con un ejército a su alrededor.

Las banderas están en la mente de las personas. en todo caso, hay miles de palabras en nuestro vocabulario que no corresponden a la realidad. ¡Pero cómo nos emocionan! Entonces empezamos a ver cosas que no están allí. Realmente vemos montañas peruanas cuando ellas no existen, y realmente vemos gente peruana, que tampoco existe. Su condicionamiento peruano existe. Pero eso no es una cosa para regocijarse. En estos días, en los países del tercer mundo, hablamos mucho de la «inculturación». ¿Qué es eso que llamamos cultura? la palabra no me hace muy feliz. ¿Qué quiere decir que a usted le gusta hacer algo porque lo condicionaron para que lo hiciera? ¿Que le gustaría sentir algo porque lo condicionaron para que lo sintiera? ¿No es eso ser mecánico? Imagínense un bebé estadounidense que es adoptado por una pareja rusa y es llevado a Rusia. No tiene idea de que es estadounidense de nacimiento. Crece hablando ruso; vive y muere por la madre Rusia; odia a los estadounidenses. el niño tiene el sello de su propia cultura; está familiarizado con su propia literatura. Mira el mundo a través de los ojos de su cultura. Ahora, si ustedes quieren mostrar su cultura de la misma manera como muestran sus vestidos, está bien. La mujer hindú usaría un sari y la mujer estadounidense usaría otra cosa, y la mujer japonesa usaría su kimono. Aunque nadie se identifica con sus vestidos, ustedes si quieren usar su cultura. están orgullosos de su cultura. Les enseñan a estar orgullosos de ella . Permítanme decirlo tan enérgicamente como pueda. Un jesuita amigo mío me dijo: «Cuando veo a un mendigo o a un pobre, no puedo no darle una limosna. Eso me lo enseñó mi madre». Su madre le daba una comida a cualquier pobre que pasara. Yo le dije: Joe, lo que tú tienes no es una virtud; lo que tienes es una compulsión, una buena compulsión desde el punto de vista del mendigo, pero de todas maneras es una compulsión».

Recuerdo otro jesuita que nos dijo una vez en una reunión íntima de nuestra provincia jesuita: «Yo tengo ochenta años; he sido jesuita durante setenta y cinco años. Nunca he dejado de hacer mi hora de meditación – nunca». Bueno, eso podría ser muy admirable, o también podría ser una compulsión. No hay gran mérito si es algo mecánico. La belleza de una acción viene, no de que se haya convertido en un hábito sino de su sensibilidad, su consciencia, su claridad de percepción, y su claridad de respuesta. Puedo decirle sí a un mendigo y no a otro. No estoy obligado por ningún condicionamiento o programación de mis experiencias pasadas o de mi cultura. Nadie me ha sellado con algo, o si lo han hecho, ya no reacciono basándome en ello. si usted hubiera tenido una mala experiencia con un estadounidense o si lo hubiera mordido un perro, o si hubiera tenido una mala experiencia con cierto tipo de alimento, sentiría la influencia de esa experiencia durante el resto de su vida. ¡Y eso está mal! usted necesita liberarse de eso. No conserve las expectativas del pasado. En realidad, tampoco conserve las buenas experiencias del pasado. Aprenda lo que significa experimentar algo plenamente, después descártelo y pase al momento siguiente, sin influencias del anterior. Tendría tan poco equipaje que podría pasar por el ojo de una aguja. Sabría lo que es la vida eterna porque la vida eterna es ahora, es el ahora sin tiempo. Solamente así entrará en la vida eterna. Pero cuantas cosas llevamos con nosotros. Nunca emprenderemos la tarea de liberarnos, de dejar el equipaje, de ser nosotros mismos. Siento decir que en todas partes encuentro musulmanes que utilizan su religión, su culto y su Corán para distraerse de esa tarea. Y lo mismo puede decirse de los hindúes y de los cristianos.

¿Puede usted imaginarse al ser humano que ya no está influenciado por las palabras? usted puede decirle cualquier cantidad de palabras, y él todavía será ecuánime con usted. Usted puede decir: «Yo soy el Cardenal- Arzobispo Fulano de Tal», pero él seguirá siendo ecuánime; lo vera a usted como es. No está influenciado por el rótulo.

No hace falta ser demasiado perspicaz para darse cuenta de que hoy existe en el mundo una gran pluralidad de pensamiento, de religiones, de sistemas políticos, económicos, filosóficos, científicos… Sobre todo, una confusión de ideas, pensamientos y actividades en las redes como nunca no habíamos conocido. ¿Quién puede poner orden a toda esa confusión que hace que todo el mundo se pregunte, dónde está la verdad? Porque hay mucha gente que hoy se siente insegura, sin ningún punto de referencia, sin orientación firme.

Encontrar la sabiduría. Es fácil decirlo. El sabio la buscó y al fin la encontró y no la cambiará por nada valioso de este mundo: ni oro, ni plata, ni sabiduría humana. Porque esta verdad sólo se encuentra en Dios. Esta sabiduría es la que han buscado los hombres desde el principio de tener razón, y se ha ido plasmando en las distintas religiones. Porque el hombre es un misterio ‘entre la nada y el infinito’. Cierto, el hombre es carne pero tiene una aspiración infinita. Es mucho más que los irracionales. Busca siempre superar sus conocimientos.

Una manifestación de la sabiduría nos la muestra la carta a los Hebreos: La Palabra de Dios, Jesús, es más cortante que una espada de dos cortes, capaz de penetrar en los pensamientos y las intenciones del corazón, porque es divina.

Esta sabiduría es desconcertante, como nos dice hoy el Evangelio. Nosotros, seres terrenales, pensamos como el joven rico. Nos basta cumplir la Ley de Dios, que es algo básico, pero que nos parece que no es suficiente, como indica la pregunta que el joven hace a Jesús: “Maestro, ¿qué debo hacer para lograr la perfección? Jesús le dice: Observa los mandamientos. Y él responde: Ya lo he hecho desde pequeño. ¡Admirable! Jesús le miraría con cariño. Pero todavía te falta una cosa: Si quieres ser perfecto, deja todo lo que tienes y dale a los pobres, y luego ven conmigo a anunciar el Reino de Dios. Es decir, hazte discípulo mío. Pasa de la perfección humana en la divina. Esa exigencia era demasiado para él, sobre todo porque tenía muchas riquezas. Y Jesús le exigía confiar sólo en él. Y él tenía seguridad en los bienes temporales. No podía desprenderse. Sin embargo, hay que añadir. que no sólo las riquezas son bienes temporales, hay otras muchas riquezas: inteligencia, capacidades manuales o artísticas, matrimonio, posibilidad de hacer una gran carrera, de viajar, de divertirse, etc. y percibimos que esto cuesta prescindir de ellos, porque nos empuja.

Pedro, en nombre de los discípulos pregunta: «Nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido para venir contigo». Podríamos añadir: “Esto es obra del Padre que se lo ha revelado, ya que nadie viene a mí si el Padre no le atrae”. Jesús había afirmado que «entrar en el Reino de los Cielos no es posible a los hombres, sino a Dios, que todo lo puede». Sin embargo, dice, esta sabiduría ya trabaja incluso en la tierra con el 100 x 1 de lo que se ha abandonado, pero, también, sufriendo adversidades, como Jesús mismo. Como él fue perseguido, también vosotros. Y Jesús acabó crucificado. Pero para resucitar, ser glorificado, y nos abrió el camino del cielo.

La sabiduría de Dios exige, pues, relativizar las cosas de la tierra. Servirnos de ellas, pero sin perder nunca el destino final del hombre: el Reino que Dios nos tiene preparado desde la creación del mundo. Sólo teniendo como valor supremo lo eterno, podremos relativizar lo temporal; sólo amando lo infinito, podremos valorar lo finito; sólo teniendo a Dios en nuestro corazón, podremos menospreciar lo mundano. ¡Que Dios nos dé esta sabiduría!

 

 

Judas Tadeo y Simón Santos

Fiesta Litúrgica, 28 de octubre

Apóstoles

Martirologio Romano: Fiesta de san Simón y san Judas, apóstoles, el primero llamado Cananeo o Zelotas, y el segundo, hijo de Santiago o también Tadeo, el cual, en la última Cena preguntó al Señor acerca de su manifestación, recibiendo esta respuesta: «El que me ame, observará mi palabra, y el Padre mío le amará, y vendremos a él y haremos nuestra mansión en él».

Etimológicamente: Judas = honrado, alabanza a Dios, es de origen hebreo.

Etimológicamente: Simón = Dios le oye, es de origen hebreo

Breve Semblaza

Hoy se celebra en toda la Iglesia universal la fiesta de estos dos apóstoles del Evangelio.

Simón pertenecía al grupo formado en Israel. Se llamaban los “zelotes”. Su fin era trabajar duramente contra la invasión romana en su país. Sin embargo, la escucha de la palabra de Cristo fue para él el descubrimiento a la universalidad del amor de Dios.

Judas se ha convertido en un de los santos más populares por los favores que concede a la gente en lo concerniente a la búsqueda de trabajo.

Esta devoción la vivió ya en su vida la santa Brígida. Se puede leer en su libro “Las revelaciones” el profundo respeto y devoción por este apóstol del siglo I de nuestra era.

¿Por qué razón celebran la fiesta el mismo día?

La cosa es muy sencilla. Cuenta la tradición que los dos iban siempre juntos en su rico y fecundo apostolado. El Señor lo llamó para completar el número de los doce apóstoles, encargados de ser los continuadores de la obra de Jesús en el mundo.

Se le llama Tadeo para distinguirlo del otro Judas Iscariote que traicionó, vendió al Señor por treinta monedas de plata y después se ahorcó.

San Judas escribió poco. Tan sólo una Carta suya se encuentra en la Biblia. La finalidad de su escrito era una crítica severa contra los gnósticos, una herejía que separa lo físico de lo espiritual. Lo físico o corporal es malo, y el espiritual es el bueno. Y los dos provienen mediante emanaciones del mismo Dios.

Su Carta termina con estas palabras:» Sea gloria eterna a nuestro Señor Jesucristo, que es capaz de conservarnos libres de pecados, y sin mancha en el alma y con gran alegría».

Los dos murieron martirizados de forma cruel.

¡Felicidades a quienes lleven estos nombres!

Oración a San Judas Tadeo

Apóstol gloriosísimo de Nuestro Señor Jesucristo, aclamado por los fieles con el dulce título de ABOGADO DE LOS CASOS DESESPERADOS, hazme sentir tu poderosa intercesión aliviando la gravísima necesidad en que me encuentro.

Por el estrecho parentesco que te hace primo hermano de Nuestro Señor Jesucristo, por la privaciones y fatigas que por El sufriste, por el heroico martirio que aceptaste gustoso por su amor, por la promesa que el divino Salvador hizo a Santa Brígida de consolar a los fieles que acudiesen a tu poderosa intercesión, obtenme del Dios de las misericordias y de su Madre Santísima
la gracia que con ilimitada confianza te pido a Ti, Padre mío bondadosímo, seguro que me la obtendrás siempre que convenga a la gloria de Dios y bien de mi alma. Así sea.

Glorioso Apóstol San Judas Tadeo, ruega por nosotros. (Repetir 3 veces)

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

 

Jesús llama

Santo Evangelio según san Lucas 6, 12-19. Santos Simón y Judas, apóstoles

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, aumenta mi fe.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Lucas 6, 12-19

Por aquellos días, Jesús se retiró al monte a orar y se pasó la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y Juan; Felipe y Bartolomé; Mateo y Tomás; Santiago, el hijo de Alfeo, y Simón, llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Al bajar del monte con sus discípulos y sus apóstoles, se detuvo en un llano. Allí se encontraba mucha gente, que había venido tanto de Judea y Jerusalén, como de la costa de Tiro y de Sidón. Habían venido a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Hoy en el Evangelio leemos que Jesús llama a los doce, los escoge de entre sus discípulos para que sean sus apóstoles. Y hoy, en la oración, podemos sentir en nuestros corazones que Cristo nos llama a cada uno de nosotros por nuestros nombres, que nos pide que seamos sus apóstoles; que no seamos unos simples seguidores, sino que lo anunciemos; que lo proclamemos en medio de nuestros amigos, familiares, en medio del mundo que nos rodea; que demos testimonio con nuestras vidas que fuimos llamados y escogidos para algo muy grande, y eso, es proclamar el Reino de Dios.

Hoy nos podemos preguntar, ¿cómo es mi vida apostólica? Puede parecer algo muy difícil, pero Cristo jamás nos pediría algo imposible o algo que no pudiéramos alcanzar; hoy nos pide que seamos fieles, coherentes con nuestras vidas, pues es así como podremos hacer el mejor y más efectivo apostolado. Cuando los demás nos vean, que sepan que fuimos escogidos a partir del bautismo, pues es allí que nos llama para que seamos sus hijos y demos testimonio de Él; y que ratificamos con el sacramento de la confirmación cuando aceptamos y nos comprometemos a llevar una vida según lo que Él nos pide, haciendo uso de nuestra libertad y amor recíproco.

Pidamos a María, Reina de los apóstoles, que nos guíe en este camino de santificación que su Hijo nos propone y podamos ser fieles y perseverantes hasta llegar a la patria celestial.

Hoy el Señor te invita a caminar con Él la ciudad, te invita a caminar con Él tu ciudad. Te invita a que seas discípulo misionero, y así te vuelvas parte de ese gran susurro que quiere seguir resonando en los distintos rincones de nuestra vida: ¡Alégrate, el Señor está contigo!». (Homilía de S.S. Francisco, 21 de enero de 2018).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

En algún momento del día rezare alguna oración pidiendo por el aumento de las vocaciones misioneras.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

 

 

¿Por qué exactamente 12 Apóstoles?

Doce indica la perfección de gobierno.

El Nuevo Testamento está plagado de detalles narrativos y descriptivos muy precisos que contribuyen a su veracidad e historicidad y, por tanto, aumentan la credibilidad.

Los cuatro evangelistas al redactar sus textos tuvieron la excelente oportunidad de contrastar y corroborar sus afirmaciones con testigos directos de lo que narran, de ahí la enorme concordancia entre los textos de los evangelistas, que compartieron los mismos testigos.

Es un lujo de detalles respecto a lugares en los que Jesucristo estuvo, comarcas, personas con las que se relacionó, con sus nombres propios, hasta el número exacto de panes y peces que utilizó en la primera y segunda multiplicación de los panes, así como el número exacto de cestos y piezas que se recogieron después del milagro. Alguien tuvo que contarlos.

O los 153 peces grandes que se recogieron de la pesca milagrosa (Jn 21,1-14). Alguien se tomó el interés de contarlos con tanta precisión.

En Lc 10,1-9: ¨Después de esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir¨. Y en n. 17: ¨Los setenta y dos volvieron y le dijeron llenos de gozo: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre».

También se tomaron la molestia de hacer el recuento de esos 72.

Pues en esa misma dirección de minuciosidad en los detalles, cuando Cristo eligió a los doce Apóstoles, los evangelistas no solamente especifican su número sino, también los nombres y, en bastantes casos, los detalles de cómo fue la llamada personal que Jesucristo les hizo.

Al narrar la elección de los doce eran conscientes de la importancia de ese hecho y dato concreto. Conocían la Biblia y la intención de Cristo al decidirse por ese número.

El número 12 es usado 187 veces en la Biblia. ¨Doce¨ indica la perfección de gobierno, el servicio, la potestad y la protección, características de un sistema perfecto de gobierno: 12 Patriarcas, 12 hijos de Israel, 12 tribus, 12 Jueces.

Cuando Jesucristo elige exactamente a 12, está respetando la tradición del pueblo hebreo y, al mismo tiempo, está exponiendo con claridad que se trata de un nuevo pueblo (no sólo los hebreos), una Nueva Ley, y un nuevo edificio (universal), basado en esas doce columnas.

Ese nuevo edificio es la Iglesia de Cristo: “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18).

Y claramente les dice: «cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel» (Mat. 19:28).

Tan claro quedó esto para los primeros cristianos que en el Nuevo Testamento aparece 31 veces la expresión ¨los doce¨ refiriéndose a los apóstoles.

Y en Apocalipsis 21:14 se nos dice que ¨los doce cimientos del muro de la Nueva Jerusalén tendrán inscriptos sobre ellos los nombres de los doce discípulos¨.

Hasta el punto de que, al fallar y morir Judas, eligen a su sustituto para seguir siendo doce:

«Conviene entonces que elijamos a uno que reemplace a Judas. Y el elegido debe ser de los que estuvieron con nosotros todo el tiempo en que el Señor convivió con nosotros, desde que fue bautizado por Juan Bautista hasta que resucitó y subió a los cielos».

Los discípulos presentaron dos candidatos: José, hijo de Sabas y Matías. Entonces oraron diciendo: «Señor, tú que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de estos dos eliges como apóstol, en reemplazo de Judas».

Echaron suertes y la suerte cayó en Matías y fue admitido desde ese día en el número de los doce apóstoles (Hechos de los Apóstoles, capítulo 1).

Pablo, siendo una figura tan importante que fue llamado apóstol, sin embargo no era considerado uno de los doce. Más bien, se puede considerar a Pablo como carisma promovido por el Espíritu Santo dentro de la Iglesia que, a lo largo de la historia, tantos otros carismas ha promovido y promueve actualmente.

 

 

El Espíritu cambia el corazón, la burocracia de lo sagrado aleja

Catequesis del Papa Francisco, 27 de octubre de 2021

El Santo Padre celebró esta mañana la acostumbrada audiencia general, en el Aula Pablo VI de la Ciudad del Vaticano, ante la presencia de fieles y peregrinos procedentes de numerosos países. En 13º su catequesis sobre la Carta de San Pablo a los gálatas abordó el tema de “El fruto del Espíritu”. Y, de hecho, antes de que el Papa ofreciera sus palabras, se leyó, a modo de introducción, un pasaje de esta Carta (Gal 5, 22-24):

“En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley. Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus pasiones y sus apetencias”.

Tras dar los buenos días a los queridos hermanos y hermanas presentes en esta audiencia, Francisco comenzó recordando que “la predicación de San Pablo gira en torno a Jesús y su Misterio Pascual”. Y destacó que el Apóstol, de hecho, se presenta “como heraldo de Cristo, y de Cristo crucificado”, mientras a los gálatas, “tentados de basar su religiosidad en la observancia de preceptos y tradiciones”, les recordó “el centro de la salvación y de la fe”, a saber: “la muerte y la resurrección del Señor”. A lo que añadió texto.

“¿Quién les ha encantado para alejarlos de Cristo Crucificado? Es un mal momento en Gálatas…”.

Volver a lo esencial

Incluso hoy en día, prosiguió diciendo Francisco, “muchos buscan la certeza religiosa antes que al Dios vivo y verdadero, centrándose en rituales y preceptos en lugar de abrazar al Dios del amor con todo su ser.

“Y esta es la tentación de los nuevos fundamentalistas, ¿no?, los que parecen tener miedo de avanzar, y vuelven atrás porque se sienten más seguros: buscan la seguridad de Dios y no el Dios de la seguridad… Por eso Pablo pide a los gálatas que vuelvan a lo esencial, volver a Dios, a lo esencial, no a las seguridades de Dios: a lo esencial, a Dios que nos da la vida en Cristo crucificado”.

El Santo Padre invitó a dar “un paso más” guiados por San Pablo. E invitó a preguntarnos: “¿Qué ocurre cuando nos encontramos con Jesús Crucificado en la oración?”. Sucede, respondió Francisco, “lo que ocurrió bajo la Cruz”, es decir, que “Jesús entrega el Espíritu”, o sea que “da su propia vida”. “Y el Espíritu, que brota de la Pascua de Jesús, es el principio de la vida espiritual”, puesto que es Él quien “cambia el corazón: ¡no nuestras obras, sino la acción del Espíritu Santo en nosotros! Es él quien guía a la Iglesia, y nosotros estamos llamados a obedecer su acción, que extiende dónde y cómo quiere”.

“El Evangelio está destinado a todos y no a unos pocos privilegiados”

Tras reflexionar acerca de que “fue precisamente la constatación de que el Espíritu Santo descendía sobre todos y que su gracia actuaba sin exclusión lo que convenció, incluso a los más reacios, de que el Evangelio de Jesús estaba destinado a todos y no a unos pocos privilegiados”, el Papa agregó:

“Y los que buscan la seguridad, el pequeño grupo, las cosas claras como entonces, viven ‘como entonces’, se alejan del Espíritu, no dejan que la libertad del Espíritu entre en ellos. Así, la vida de la comunidad se regenera en el Espíritu Santo; y es siempre gracias a Él que alimentamos nuestra vida cristiana y llevamos adelante nuestra lucha espiritual”.

Comportamiento “enfermizamente” humano

De Pablo Francisco recordó que “enumera” “las obras de la carne, que se refieren al uso egoísta de la sexualidad, a las prácticas mágicas que son idolatría y a lo que socava las relaciones interpersonales, como “discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias”:

“Todo esto es fruto – por así decirlo – de la carne, de un comportamiento sólo ‘humano’, ‘enfermizamente humano’. Porque un humano tiene sus valores, pero esto es ‘enfermizamente’ humano. El fruto del Espíritu, en cambio, es ‘amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí’”.

Francisco también dijo que “puede ser un buen ejercicio espiritual leer la lista de San Pablo y mirar la propia conducta, para ver si se corresponde, si nuestra vida es realmente según el Espíritu Santo, si lleva estos frutos. Estos frutos de amor, alegría, paz, magnanimidad, benevolencia, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí mismo: ¿Mi vida lleva estos frutos? ¿Es el Espíritu quien da?

No olvidar la fecundidad original del amor

Asimismo, dijo el Papa, a modo de ejemplo, que “los tres primeros enumerados son el amor, la paz y la alegría: desde aquí se reconoce a una persona habitada por el Espíritu Santo”. Y añadió que esta enseñanza del Apóstol “supone también un gran reto para nuestras comunidades. Sin embargo, “no se puede captar la belleza de la fe en Jesucristo partiendo de demasiados mandamientos y de una visión moral que, desarrollándose en muchas corrientes, puede hacernos olvidar la fecundidad original del amor”, alimentado “de oración que da la paz y de testimonio alegre”.

“Y cuántas veces nosotros mismos, los sacerdotes o los obispos, hacemos tanta burocracia para dar un sacramento, para acoger a la gente, que la gente dice: ‘No, esto no me gusta’, y se va, y no ve en nosotros, muchas veces, la fuerza del Espíritu que regenera, que nos hace nuevos a todos”.

Por lo tanto, concluyó su catequesis el Papa, afirmando que “tenemos la gran responsabilidad de anunciar a Cristo crucificado y resucitado, animados por el soplo del Espíritu de amor. Porque sólo este amor tiene el poder de atraer y cambiar el corazón del hombre”.

Al saludar en nuestro idioma a los fieles y peregrinos presentes y a los que seguían su catequesis a través de los medios de comunicación Francisco les dijo:

“Saludo cordialmente a los fieles de lengua española. Los animo a hacer este pequeño ejercicio, relean la lista de los frutos del Espíritu Santo que encontramos en Gálatas 5, 22-23. Vean si se corresponden con la propia existencia, es decir, si nuestra vida se ha dejado configurar con Cristo, al que contemplamos muerto y resucitado, en la imagen de la cruz y en el misterio de la Eucaristía; si se ha dejado trasformar por el Espíritu para ser ella misma eucaristía, don y acción de gracias, para gloria de Dios y salvación de las almas. Que el Señor los bendiga. Muchas gracias”.

Sí a la vida

A los peregrinos polacos el Pontífice les recordó que a petición de la fundación polaca “Sí a la vida”, bendijo hoy las campanas que llevan el nombre: «La voz de los no nacidos». Y tras explicar que están destinadas a Ecuador y Ucrania, el Papa manifestó su deseo:

“Que para estas naciones y para todos, sean un signo de compromiso en favor de la defensa de la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural. Que su sonido anuncie al mundo el ‘Evangelio de la vida’, despierte las conciencias de los hombres y el recuerdo de los no nacidos. Encomiendo a sus oraciones cada niño concebido, cuya vida es sagrada e inviolable. Los bendigo con todo mi corazón”.

Por último, antes de rezar el Padrenuestro en latín el Santo Padre dio su cordial bienvenida a los peregrinos de lengua italiana. Saludó a la Fundación San Vito de Mazara del Vallo, a la Asociación Diversa-Mente y a la comunidad esrilanquesa de la ciudad de Nápoles. Por último, como siempre, Francisco dirigió su pensamiento a los ancianos, enfermos, jóvenes y recién casados presentes. A todos ellos los animó a testimoniar el mensaje de salvación evangélica que los Santos Apóstoles Simón y Judas, cuya fiesta celebraremos mañana, testimoniaron con su vida.

 

 

El Rosario y la Biblia

Para entender la devoción mariana y en especial el Santo Rosario, es necesario el estudio de la Biblia.

«Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre…
Al‚grate llena de gracia el Señor es contigo», Lucas 1,28.

EL ROSARIO.

Para entender la devoción mariana y en especial el Santo Rosario, es necesario el estudio de la Biblia. Si hay una oración que tenga profundas raíces bíblicas, esa es precisamente el Rosario.

Sin embargo, hay algunos cristianos que ignoran lo que la Biblia dice del Rosario y por eso lo consideran como una oración repetitiva, monótona y aburrida.

LA BIBLIA NOS DA TRES RAZONES PARA REZAR EL ROSARIO

1. Porque Dios Padre manda al Ángel Gabriel saludar as a la Madre de su Hijo: «Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo». Lee: Lucas 1, 28. Si los siervos de Dios en el cielo deben saludar así a María, ¿los siervos de Dios en la tierra no debemos hacer lo mismo?

2. Porque el Espíritu Santo así inspiró alabar a María y a Jesús: «Isabel se llenó del Espíritu Santo y clamó con fuerte voz: ´Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre´. Lee: Lucas 1,48. Si a ti el Espíritu no te inspira alabar así a María, ¿qué espíritu será ese? Lee: 1 Juan 4,1.

3. Porque Jesús nos recomienda orar sin intermisión. Lee: Lucas 18,1.
Es verdad que este mandato se cumple con cualquier oración, pero el Rosario facilita su cumplimiento.

…Por tanto, el que reza el Rosario obedece al mandato del Padre, a la recomendación del Hijo y a la inspiración del Espíritu Santo….

SINTESIS DE LOS SALMOS

Los salmos de la Biblia son 150, por eso el Rosario se compone de 150 avemarías. El Rosario es la salmodia de los seglares, de la gente ocupada, de los pobres y los ricos, de los sabios y los ignorantes que quieren cumplir con el mandato de alabar a Dios en todo momento con salmos y cánticos inspirados. Lee: Colosenses 3, 16.

…Rezar el Rosario es no sólo obedecer lo que la Biblia manda, sino rezar como la Biblia enseña….

¿VANA PALABRERIA?

Jesucristo dijo: «Al orar, no charláis mucho como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados». Lee: Mateo 6,7.

Pero ¿acaso es vana palabrería el «Padre Nuestro» que rezamos antes de cada decena? ¿Acaso es vana palabrería dar «Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo»? ¿Acaso es vana palabrería el avemaría que repite incesantemente: «Bendito el fruto de tu vientre, Jesús»?

UNA MEDITACION DEL EVANGELIO

El Evangelio es el relato de la vida y obras de Cristo Jesús. El Rosario es la contemplación de esos misterios. «Por eso precisamente los misterios del Rosario se comparan a las ventanas a través de las cuales podéis dirigir y sumergir la mirada hacia el ´mundo de Dios´.» Mensaje de Juan Pablo II (25-IV-87.) El Rosario nos ayuda a ver a Jesús con los ojos de María y a guardar sus enseñanzas en nuestro corazón.

LO QUE ENSEÑA LA IGLESIA

El Rosario es de carácter netamente evangélico. Es del Evangelio de donde el Rosario extrae el enunciado de los misterios y sus fórmulas principales. Es en el Evangelio donde se inspira para sugerir, motivado por el gozoso saludo del Ángel y del religioso consentimiento de la Virgen, la actitud con que el fiel debe recitarlo; toma del Evangelio, y mientras se suceden armoniosamente las Ave Marías, presenta un misterio fundamental -la encarnación del Verbo- contemplado en el momento decisivo del anuncio hecho a María. El Rosario es pues una oración evangélica… El Rosario es una meditación ordenada de los eventos salvíficos realizados en Cristo. Su división en tres partes (nacimiento, pasión y resurrección) refleja el anuncio primitivo de la fe, y del misterio de Cristo: humillación, muerte y exaltación. Lee: Filipenses 2,6-11 y «Marialis Cultus» 44-45.

El Rosario no es decir palabras sin sentido, sino que es una meditación de los misterios de Nuestro Señor. Por eso dijo el poeta:

…Rezar el santo Rosario no es sólo hacer memoria del gozo, el dolor, la gloria de Nazaret al Calvario. Es el fiel itinerario de una realidad vivida y quedar entretejida siguiendo al Cristo gozoso, crucificado y glorioso en el Rosario la vida….

¿ES UNA ORACION REPETITIVA?

Efectivamente, pero esto no es ningún defecto sino que es la característica de la oración let nica. «Laetus» significa alegría, gozo, regocijo. Gozo como el de Isabel, que a gran voz proclama:

«Bendita tú entre las mujeres». Gozo como el de los Ángeles, que repetían insistentemente: «Gloria a Dios en las alturas.» Por eso los salmos de gozo son repetitivos. Lee: Salmo 136 (135).

¿SE ALABA DIEZ VECES A MARIA Y SOLA UNA A JESUS?

Eso es falso porque cada avemaría es también una alabanza al «Bendito fruto de tu vientre, Jesús».

EL ROSARIO ES UN RAMO DE ROSAS

Ninguna mujer se queja por que su novio le lleva «25 rosas repetidas,» por que no son 25 rosas repetidas, sino un ramo de rosas. El Rosario es un ramo de flores espirituales para la Madre de Jesús.

…A las mujeres les gustan las rosas y a la Virgen le gusta el Rosario….

¿EL ROSARIO ES UNA ORACION ANTICUADA?

En lo absoluto. El Rosario es muy actual. Como la música moderna, es movido, rítmico, repetitivo y habla de amor, por eso nunca pasa de moda.

La verdadera oración empeña todo el cuerpo. La música moderna se toca, se oye, se canta y se baila. Lo mismo el Rosario: los labios recitan la alabanza, la mente repasa los misterios, los dedos llevan la cuenta, las rodillas dan el culto, los brazos en alto elevan la súplica.

Es rítmico. Los psicólogos acaban de descubrir lo que la Iglesia ya sabía desde hace dos mil años: el ritmo ayuda al recuerdo. El ritmo del Rosario ayuda a recordar, es decir, repasar en el corazón como María, los misterios de la vida del Señor. Lee: Lucas 2,51.

Es repetitivo y habla de amor. De seguro recordar s aquella canción de los Beatles que dice: «She loves you Yeh, Yeh, Yeh». En ese famoso e inolvidable disco se repite la misma frase más de cincuenta veces. Y así es el Rosario, repetitivo, porque al corazón las palabras de amor siempre le saben nuevas.

LO QUE DICE POR LUCÍA LA VIDENTE DE FATIMA

• Es una oración celestial.

«El Rosario es, después de la Santa Misa, lo que mas nos une a Dios por la riqueza de las oraciones de que está compuesto. Todas ellas vienen del cielo, dictadas por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.» Carta a M. Martins.

• Es una oración Trinitaria.

«El Gloria que rezamos entre las decenas del Rosario fue dictado por Dios Padre a los Ángeles en Belén, y es un himno a la Santísima Trinidad». Ibid.

El Padrenuestro fue dictado por el Hijo, y se dirige al Padre.

El Avemaría se compone primero de la oración dictada por el Padre al Ángel, mas la oración dictada por el Espíritu Santo a Isabel, y la segunda parte: ´Ruega por nosotros pecadores´ es la oración dictada por el mismo Espíritu a la Iglesia.

• Es una oración Eucarística.

«María fue el primer tabernáculo donde el Padre mostró al Hijo. Los pastores y los Reyes Magos adoraron a Jesús en brazos de María. Yo no sé si se puedan encontrar palabras más sublimes y apropiadas para rezar enfrente del Santísimo Sacramento». Carta a M. Martins.

LO QUE DICE JUAN PABLO II

«Sabéis que es necesario rezar y debéis hacerlo meditando y recordando lo que Jesús ha hecho y sufrido por nosotros: los misterios de su infancia, de su pasión y su muerte, y de su resurrección gloriosa. Recitando vuestro misterio o decena, seguís la inspiración del Espíritu Santo que, instruyéndolos interiormente os lleva a imitar más de cerca a Jesús, haciéndonos rezar con María, y sobre todo, como María».

…El Rosario es por tanto una oración cristológica por que es una meditación en los misterios de la vida de Jesús….

LO QUE MANDA MARIA

En sus seis apariciones en Fátima la Virgen nos dio una sola recomendación: «Rezad el Rosario cada día».

EL ROSARIO ES LA ORACION DE LOS TIEMPOS DIFICILES.

El Rosario surgió como arma celestial contra la secta de los «cátaros».
Los Dominicos «armados» del Rosario, volvieron a la verdadera fe a Europa.
Con el Rosario en la mano se ganó la batalla de Lepanto, y se detuvo el avance de los turcos.
Con el Rosario, la Legión Azul venció al comunismo ateo y hemos visto derrumbarse su «telón de acero» como los muros de Jericó.
Con el Rosario en la mano y el nombre de Cristo Rey en los labios murió mártir el Padre Pro.
Por ello el cristiano que tiene el Rosario en una mano, la Biblia en la otra y a Cristo en su corazón es un cristiano invencible.
Para más información sobre este tema solicita la serie de audiocassettes: «Recemos el Rosario con el Papa» de la colección HOMBRE NUEVO.

 

 

¿Cómo rezar bien el Rosario?

No te apene ni te inquiete cosa alguna, ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?

Tres angustias radicales del ser humano son: perder el sustento, el miedo a la muerte y no encontrar el descanso eterno.

La Virgen María conoce bien a sus hijos, sabe que estas preguntas nos escuecen por dentro y que se nos presentan con mayor o menor fuerza según las circunstancias, los tiempos, la personalidad y la conciencia de cada uno. Por ello hacemos bien en pedirle: “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.”

Al rezar el Rosario desde nuestra realidad de hijos, pecadores y en camino, le presentamos esta súplica 50 veces seguidas.

Pensé que el tema podría venir a cuento ahora que estamos en el mes de Mayo, mes de la Madre.

¿Cómo rezar el santo rosario?
No basta aprender una oración, hay que aprender a orar

Cuando se habla del Rosario, muchas veces la atención se centra en la mecánica del rezo del Rosario. Es fácil encontrar buenas explicaciones de cómo se reza el Rosario (por ejemplo en este devocionario y en la página de la Virgen Peregrina de la Familia). Por ello, como he dicho en otro momento, en este blog quisiera fijarme más en la pedagogía de la oración cristiana que en los rezos, y más en las actitudes que en los contenidos.

“La oración es una actitud interior, antes que una serie de prácticas y fórmulas, un modo de estar frente a Dios, antes que de realizar actos de culto o pronunciar palabras.” (Benedicto XVI, 11 de mayo de 2011)

1.- Un buen orante, al rezar el Rosario, no repite Avemarías como un loro

2.- Un buen orante, al rezar el Rosario, contempla a Cristo con la mirada de María.

3.- El Rosario es una oración mariana centrada en Cristo

4.- En el Rosario, mientras se honra a la Virgen María con el paso de las Avemarías, se contemplan en la mente y en el corazón los grandes momentos y misterios de la vida de Jesús.

La pregunta principal es: ¿cómo se contemplan? Y la respuesta debe ser: como María. Se trata de aprender de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo.

Nos ayuda La Pietà de Miguel Angel: es toda una lección de oración. Allí queda plasmado cómo la Virgen María meditaba la Palabra en su corazón. En su mirada y en toda su postura interior y exterior se ve cómo toma conciencia y cómo profundiza las palabras, los hechos y los misterios de la vida de Su Hijo Jesucristo.

Al iniciar el Rosario debemos detenernos un momento y pensar en lo que vamos a hacer. Debemos actuarnos y en vez de “poner el disco” para que comience su monótono repetir de Avemarías, hemos de suplicar a Dios que nos conceda la gracia de asimilar el modo de ver y de ser de la Virgen María y tratar de apropiar sus actitudes evangélicas en su relación con Cristo. “Así la Madre del Señor ejerce una influencia especial en el modo de orar de los fieles.” (Juan Pablo II, 3 de enero de 1996)

Es necesario hacerlo cada vez que se reza el Rosario. De lo contrario es fácil que no resulte bien y venga el desaliento.

Plegaria maravillosa

Si nos metemos en el corazón de la Virgen María y el Espíritu Santo nos concede la gracia de sentir como Ella, conocer como Ella, amar a Cristo como Ella, el Rosario se puede convertir, también para nosotros, en una plegaria maravillosa.

Juan Pablo II, pocos días después de su elección al pontificado, dijo que el Rosario era su oración preferida y nos explicó cómo había que rezarlo:

“El Rosario es mi oración predilecta. ¡Plegaria maravillosa! Maravillosa en su sencillez y en su profundidad. En esta plegaria repetimos muchas veces las palabras que la Virgen María oyó del Arcángel y de su prima Isabel. Palabras a las que se asocia la Iglesia entera. (…) Con el trasfondo de las Avemarías pasan ante los ojos del alma los episodios principales de la vida de Jesucristo. El Rosario en su conjunto consta de misterios gozosos, dolorosos y gloriosos y nos ponen en comunión vital con Jesucristo a través ?se puede decir? del Corazón de su Madre. Al mismo tiempo nuestro corazón puede incluir en estas decenas del Rosario todos los hechos que entraman la vida del individuo, la familia, la nación, la Iglesia y la humanidad. Experiencias personales o del prójimo, sobre todo de las personas más cercanas o que llevan más en el corazón. De este modo la sencilla plegaria del Rosario sintoniza con el ritmo de la vida humana”. (Angelus, Juan Pablo II, 29 de octubre de 1978)

Las palabras clave aquí son: comunión vital con Jesucristo a través del Corazón de su Madre.

El Rosario: una oración marcadamente contemplativa

María es para nosotros un modelo de oración contemplativa (puedes releer: Un ejercicio de contemplación: la oración de María de la A a la Z). Ella guardaba y meditaba en su corazón todo lo que vivía junto a Jesús. (cf. Lc 2, 19 y 51 b).

«Sin contemplación, el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro de convertirse en mecánica repetición de fórmulas y de contradecir la advertencia de Jesús: “Cuando oréis, no seáis charlatanes como los paganos, que creen ser escuchados en virtud de su locuacidad” (Mt6, 7). Por su naturaleza el rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso, que favorezca en quien ora la meditación de los misterios de la vida del Señor, vistos a través del corazón de Aquella que estuvo más cerca del Señor, y que desvelen su insondable riqueza» (Rosarium Virginis Mariae, 12)

Entonces ¿cómo sé si rezo bien el Rosario?

Lo rezas bien si en el trasfondo de las cincuenta Avemarías contemplas a Cristo con la mirada de María, Madre de Dios y Madre nuestra.

María, por su parte, te estará viendo a ti y su mirada te llenará de una profunda confianza.

Cuando veo la imagen de la Virgen de Guadalupe siento que María me mira, me toma en sus brazos y me repite como a Juan Diego: “No te apene ni te inquiete cosa alguna, ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás por ventura en mi regazo? Nada has de temer.” (Nican Mopohua)

Artículo publicado originalmente en: ¿Cómo rezar bien el Rosario?

 

 

El Cristo peruano que trascendió a todas las razas y culturas

¿Puede una imagen trascender varias culturas e imponerse en el tiempo? ¿En qué momento surgió el Señor de los Milagros?

Según la historiadora María Rostworowski, las raíces de esta devoción cristológica podrían remontarse a la época pre inca, antes de la evangelización. Para la investigadora peruana, “El Señor de los Milagros” podría ser el resultado de una simbiosis religiosa entre el Dios de los Temblores de Pachacamac y el Cristo Crucificado de la devoción católica (Pachacamac y el Señor de los Milagros, 1992).

Es probable que, al principio, llevados por el temor a los sismos, los esclavos hayan rendido culto al “tótem de los temblores” imitando a los indios de Pachacamac radicados en Lima. Pero con el pasar del tiempo, los negros de Pachacamilla fueron evangelizados por los Jesuitas, formaron una cofradía a mediados de 1600, y en 1651, un africano de la casta angoleña pintó a Jesús en la cruz en un muro de adobe del lugar.

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El sismo que sacudió la ciudad de Lima

Algunos años después, en 1655, un fuerte sismo sacudió la ciudad de Lima, pero el Nazareno plasmado en el muro permaneció intacto. Negros y mulatos, empezaron a venerar la imagen y a organizar tertulias en ese lugar. Sospechoso de los encuentros de los esclavos, el Párroco de San Sebastián solicitó al entonces Virrey del Perú, Don Pedro Antonio Fernández de Castro, que prohibiera las concentraciones en la capilla y que mandara a borrar el retrato del Cristo. Intentaron cancelarlo 3 enviados diferentes, pero cada vez que lo intentaban el Señor crucificado les producía un profundo respeto, una fe que solo puede trasmitir el “Señor de los Milagros”.

Ante la devoción popular por el Cristo Moreno, el Virrey permitió su culto en 1671 y accedió a la construcción de un oratorio provisional. Ese mismo año, el 14 de septiembre, se realizó la primera misa oficial, y los fieles empezaron a identificarlo como «El Santo Cristo de las Maravillas».

Diez años después (1681), el Rey de España reconoció legalmente la imagen y, tras referirse a ella como el “Cristo de las Milagros”, solicitó que le levantaran una capilla.

Posteriormente, dos terremotos más estremecieron la ciudad de Lima (1687 y 1746), pero el “Señor de los Temblores” no sucumbió y volvió a manifestar lo milagroso que era.

Conmovidos por el prodigio, sus fieles lo sacaron por primera vez en procesión el 28 octubre de 1746. Acudieron al encuentro, afroperuanos, indígenas, españoles, criollos y mestizos.

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Octubre, mes del Señor de los Milagros

Han pasado 370 años desde que pintaron la imagen y, en el transcurso de este tiempo, cinco papas han consagrado el culto al Señor de los Milagros: en 1750, el Papa Benedicto XIV otorgó indulgencias a todos aquellos que acompañaban la procesión, y en 1778, el Papa Pío VI también concedió la misma gracia.

En el 2003, el Santo Juan Pablo II bendijo a todos los devotos del Cristo Crucificado. En el 2005, también el Papa Benedicto XVI invocó a favor de los devotos. Y del mismo modo, en el 2020, el Papa Francisco colmó de bendiciones al Nazareno peruano, declarado Patrimonio Cultural del Perú en el 2005.

Desde hace décadas, el Cristo de Pachacamilla sale cada año en octubre a recorrer las calles en diferentes partes del mundo y bendice a multitudes de fieles que lo acompañan. La devoción por el “Cristo de los Inmigrantes” se ha expandido en todas los países donde los peruanos han inmigrado y ha tocado el corazón de todas las razas, clases sociales y culturas de las naciones que lo acogen con fe. Y he aquí el gran milagro.