John 15:9-17

Amigos, en el Evangelio de hoy, Jesús dice a sus discípulos, “Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre”.

Muchos movimientos místicos y filosofías del mundo antiguo —el platonismo y el gnosticismo vienen rápido a la mente— hablaban de Dios o de lo sagrado, pero hablaban de ello como una fuerza, un valor o una fuente ontológica. Es algo impersonal e infinitamente alejado del mundo de la experiencia cotidiana. Estas escuelas antiguas encuentran eco en muchas teologías modernas y contemporáneas. Pensemos en el deísmo, que fue tan influyente en los fundadores de los Estados Unidos, o incluso en la filosofía New Age de nuestro tiempo. Estos hablan de un principio o poder “divino”, pero uno nunca soñaría con dirigirse a una fuerza como “tú” o entablar una conversación íntima con ella.

Luego está la Biblia. Las Escrituras obviamente presentan a Dios como un Creador abrumador, trascendente, incontrolable e inescrutable de los cielos y la tierra, pero insisten en que este poder sublime y aterrador es una persona que se digna hablarnos, guiarnos e invitarnos a entrar en su vida.

Al hacer esa afirmación, que ya no llamaba servidores a sus discípulos, sino amigos, Jesús da vuelta toda filosofía religiosa y misticismo.

Matías, Santo

Fiesta litúrgica, 14 de mayo

Por: n/a | Fuente: ACI Prensa || EWTN

Apóstol

Martirologio Romano: Fiesta de san Matías, Apóstol, que siguió al Señor Jesús desde el bautismo de Juan hasta el día en que Cristo subió a los cielos y, por esta razón, después de la Ascensión del Señor fue puesto por los apóstoles en el lugar que había ocupado Judas, el traidor, para que, formando parte del grupo de los Doce, fuese testigo de la Resurrección. ( s. I)

Etimológicamente: Matías = “don de Dios”. Viene de la lengua hebrea.

Breve Biografía

Clemente de Alejandría, basándose en la tradición, afirma que San Matías fue uno de los 72 discípulos que el Señor envió a predicar durante su ministerio. Los hechos de los Apóstoles afirman que Matías acompañó al Salvador, desde el Bautismo hasta la Ascensión.

Cuando San Pedro decidió proceder a la elección de un nuevo Apóstol para reemplazar a Judas, los candidatos fueron José, llamado Bernabé y Matías. Finalmente, la elección cayó sobre Matías, quien pasó a formar parte del grupo de los doce.

El Espíritu Santo descendió sobre él en Pentecostés y Matías se entregó a su misión.

Clemente de Alejandría afirma que se distinguió por la insistencia con que predicaba la necesidad de mortificar la carne para dominar la sensualidad. Esta lección la había aprendido del mismo Jesucristo.

Según la tradición, predicó primero en Judea y luego en otros países. Los griegos sostienen que evangelizó la Capadocia y las costas del Mar Caspio, que sufrió persecuciones de parte de los pueblos bárbaros donde misionó y obtuvo finalmente la corona del martirio en Cólquida.

Los «Menaia» griegos sostienen que fue crucificado. Se dice que su cuerpo estuvo mucho tiempo en Jerusalén y que Santa Elena lo transladó a Roma.

ACI Prensa

Un Dios que es amigo

Santo Evangelio según San Juan 15, 9-17.

Por: Adrián Olvera, LC | Fuente: somosrc.mx

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, hoy me pongo en tu presencia no como un siervo se pone en presencia de su amo, sino como un amigo se pone en la presencia de su amigo.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 15, 9-17

En aquel tiempo, Jesús dijo sus discípulos: «Como el Padre me ama, así los amo yo. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor; lo mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena. Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre. No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los he destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen los unos a los otros».

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Si hay una palabra que puede llamar la atención en este Evangelio es la palabra amigo.

La amistad, o el tener un amigo, es algo que todos valoramos pero que muchas veces podemos dar por hecho y se nos puede olvidar lo que significa tener un amigo.

Cuando llamamos a alguien amigo, no de una manera superficial, sino cuando nos referimos a un amigo de verdad, nos pueden venir muchas cosas a la cabeza para poder describir lo que para nosotros significa tener una amistad. Sin embargo, una de las características más evidentes de un amigo es que éste es una persona que siempre está.

Lo impresionante aquí no es la belleza de la amistad, sino a quiénes se refiere dicha amistad, es decir, la amistad que tengo yo con Dios, que Dios tiene conmigo. Por lo tanto, el que Jesús me llame amigo me sorprende pues no lo está diciendo de una manera superficial, lo está diciendo de una manera real. Él no sólo es Aquél que siempre ha estado, está o estará, sino que ha llevado la amistad al punto más radical, ha dado su vida por mí.

Jesús quiere pasar de una relación lejana como la que tiene un amo con su siervo a una relación cercana como la que tienen dos personas que se conocen, que se frecuentan, que confían entre sí.

Es decir, Jesús quiere pasar de ser el Dios que muchas veces podemos crear, un Dios lejano, indiferente, a ser sencillamente el Dios que es, es decir, un Dios que se acerca, un Dios que está, que permanece en mí…, un Dios que es amigo.

«Estamos invitados a celebrar, esa misteriosa comunión entre Dios y su Pueblo, entre Dios y nosotros. La lluvia es signo de su presencia en la tierra trabajada por nuestras manos. Una comunión que siempre da fruto, que siempre da vida. Esta confianza brota de la fe, saber que contamos con su gracia, que siempre transformará y regará nuestra tierra. Una confianza que se aprende, que se educa. Una confianza que se va gestando en el seno de una comunidad, en la vida de una familia. Una confianza que se vuelve testimonio en los rostros de tantos que nos estimulan a seguir a Jesús, a ser discípulos de Aquel que no decepciona jamás. El discípulo se siente invitado a confiar, se siente invitado por Jesús a ser amigo, a compartir su suerte, a compartir su vida. «A ustedes no los llamo siervos, los llamo amigos porque les di a conocer todo lo que sabía de mi Padre». Los discípulos son aquellos que aprenden a vivir en la confianza de la amistad de Jesús».

(Homilía de S.S. Francisco, 12 de julio de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy daré testimonio de amor, de alegría y de paz en cada acto que realice en mi vida.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Conoce a san Matías, el apóstol que reemplazó a Judas

Aleteia

Maria Paola Daud – publicado el 14/05/15 – actualizado el 11/05/23

Su vocación a predicar se manifestó de una curiosa manera

Los datos históricos de san Matías podemos encontrarlos en el libro de los Hechos de los Apóstoles (1, 21-22).

Fue uno de los 72 apóstoles que estuvo con Jesucristo desde su bautismo en el Jordán con san Juan el Bautista hasta el día de la Ascensión.

En los días posteriores a la Ascensión, el apóstol Pedro propuso a la asamblea de los hermanos, que en aquel momento eran ciento veinte, elegir a uno de ellos para tomar el lugar del traidor Judas Iscariote en el colegio apostólico.

Lo echaron a suertes, entre José, llamado Barsabás, de sobrenombre el Justo, y Matías, quien resultó «ganador».

Después de Pentecostés, Matías comenzó a predicar, y no se supo con certeza mucho más de él. La tradición dice que murió mártir en Jerusalén, Judea o Cólquida.

Se lo representa anciano con una alabarda en la mano, símbolo de su martirio, ya que primero fue apedreado por los soldados romanos y después lo degollaron.

Según la tradición sus reliquias fueron llevadas por santa Helena, madre del emperador Constantino, a Triéveris, Alemania, donde son veneradas.

Patronazgos

San Matías es patrono de los arquitectos, ingenieros, carniceros, alcohólicos arrepentidos y de las ciudades de Aquisgrán y Hannover.

Lugares de culto

Como no está bien claro dónde y cómo fue la muerte del apóstol, sus reliquias se veneran en la abadía de Tréveris, donde se encuentra la importante tumba dedicada al santo.

También parte de sus reliquias se veneran en la basílica Santa María la Mayor en Roma y en la basílica Santa Justina en Padua.

Curiosidades

Así como hay un camino dedicado al apóstol Santiago, también hay un camino dedicado al apóstol Matías: un recorrido que comienza en Aquisgrán y termina en Tréveris, de cerca de 240 kilómetros, que comprende parte de las regiones alemanas de Renania del Norte-Westfalia y Renania-Palatinado

Oración

Señor Dios, Tú que,

para completar el número de los doce apóstoles,

elegiste a san Matías, concédenos,

por la intercesión de este apóstol, a nosotros,

que hemos recibido el don de tu amistad,

poder ser contados un día entre tus elegidos.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,

que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios,

por los siglos de los siglos.

Amén