Eduardo III el Confesor, Santo
Laico, 5 de enero
Rey
Martirologio Romano: En Londres, en Inglaterra, san Eduardo, apodado el Confesor, que, siendo rey de los ingleses, fue muy amado por su eximia caridad, y trabajó incansablemente por mantener la paz en sus estados y la comunión con la Sede Romana (†1066).
Etimología: Eduardo = Aquel que es un guardián glorioso
Breve Biografía
Eduardo, nieto de San Eduardo llamado el Mártir, nació en 1004 en Islip, cerca de Oxford. Su padre era el rey Etelredo II, llamado el Desaconsejado. Siendo todavía niño, tuvo que emprender el camino del destierro y vivió del 1014 al 1041 en Normandía con unos familiares de su madre.
Se dice que hizo el voto de ir en peregrinación a Roma si la Divina Providencia lo llevaba de nuevo a su patria. Cuando esto sucedió, Eduardo quería cumplir fielmente el voto, pero el Papa lo dispensó. El dinero que iba a gastar en el viaje lo dio a los pobres y otra parte del mismo lo dedicó a la restauración del monasterio al oeste de Londres (west minster, hoy Westminster).
A pesar de los fracasos políticos de su gobierno, Eduardo rey de Inglaterra del 1043 al 1066, dejó un vivísimo recuerdo en su pueblo. Las razones de esta veneración, que continuó con los siglos, hay que buscarlas no sólo en algunas medidas sabias administrativas, como la abolición de un pesado impuesto militar que agobiaba a toda la nación, sino sobre todo en su temperamento suave y generoso (jamás un desacato o una palabra de reproche o un gesto de ira ni siquiera con los súbditos más humildes) y en su vida privada.
Un año después de su coronación se había casado con la cultísima Edith Godwin, hija de su más terrible adversario del barón Godwin de Wessex.
Había sido una hábil jugada política de su suegro, pues tenía la esperanza de que Eduardo, a quien ya llamaban “el Confesor”, le confiaría la administración del gobierno para dedicarse con más libertad a sus oraciones y a la meditación. El plan, demasiado sutil, sólo tuvo éxito en parte, porque hacia 1051 el barón fue desterrado y la reina fue encerrada en un convento. Pero sólo fue un paréntesis, porque el acuerdo entre Eduardo y la reina era muy profundo, hasta el punto que, según los biógrafos, los dos habían hecho de común acuerdo voto de virginidad.
La solemne inauguración del famoso coro del Monasterio de Westminster, que él mismo había financiado, tuvo lugar el 28 de diciembre de 1065. Pero el rey ya estaba gravemente enfermo.
Murió el 5 de enero de 1066 y fue enterrado en la Iglesia de la abadía recientemente restaurada. Pronto hubo muchas peregrinaciones a su tumba. En el reconocimiento de 1102 encontraron su cuerpo incorrupto y el 17 de febrero de l161 el Papa Alejandro III lo incluyó en la lista de los santos. El día de su fiesta coincide con la fecha en que Santo Tomás Bechet trasladó solemnemente sus reliquias al coro de la misma Iglesia.
Hoy, a la distancia de casi diez siglos, aún Inglaterra llama a su Corona «de San Eduardo».
No lo tuvo fácil ¿verdad? Recuerdo ahora ese maravilloso refrán castellano que dice: «Todos los días son buenos para alabar a Dios»
No tener miedo
Santo Evangelio según san Marcos 6, 45-52. Miércoles después de Epifanía
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, concede la gracia de serte fiel en las dificultades, que sepa ver siempre tu camino y, a pesar de los vientos en contra, pueda remar a buen puerto.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 6, 45-52
En aquel tiempo, después de la multiplicación de los panes, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se dirigieran a Betsaida, mientras él despedía a la gente. Después de despedirlos, se retiró al monte a orar.
Entrada la noche, la barca estaba en medio del lago y Jesús, solo, en tierra. Viendo los trabajos con que avanzaban, pues el viento les era contrario, se dirigió a ellos caminando sobre el agua, poco antes del amanecer, y parecía que iba a pasar de largo.
Al verlo andar sobre el agua, ellos creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar, porque todos lo habían visto y estaban espantados. Pero él les habló enseguida y les dijo: «¡Ánimo! Soy yo; no teman». Subió a la barca con ellos y se calmó el viento. Todos estaban llenos de espanto y es que no habían entendido el episodio de los panes, pues tenían la mente embotada.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
En el Evangelio, Jesús nos da una clase práctica de confianza, esa confianza que debemos tener en la Divina Providencia, la cual debería regir nuestras vidas; eso no quiere decir que actuemos pasivamente, sino todo lo contrario, lo que nos pide es que, desde lo más profundo de nuestro ser y haciendo uso de nuestras facultades de inteligencia y voluntad, sepamos discernir con un corazón entregado y lleno de confianza a esa Divina Providencia que lo único que quiere es nuestro bien.
Miremos lo más importantes de este Evangelio: Cristo ora, «se retira al monte a orar», a dialogar con su Padre; ese mismo diálogo que buscamos tener nosotros con Él, en el silencio de nuestros corazones; esa intimidad que buscamos tener con el Padre de la Misericordia.
Hoy, en especial, pidamos al Señor que aprendamos a ver y escuchar como Él lo hace, que podamos ver a nuestros hermanos que más necesiten de su presencia como lo eran los discípulos en la barca que remaban a contracorriente porque las fuerzas del viento les era contrarias. Pidamos que nosotros podamos ser ese alter Christus, otro Cristo, que lleve paz y amor a los demás; que seamos sembradores de fraternidad, de misericordia, y que podamos decir como san Francisco:
«Oh, Señor, hazme un instrumento de tu Paz.
Donde hay odio, que lleve yo el Amor.
Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón.
Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.
Donde haya duda, que lleve yo la Fe.
Donde haya error, que lleve yo la Verdad.
Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz».
Amén.
«Jesús, en otras palabras, va hacia los suyos pisoteando a los malignos enemigos del hombre. Aquí está el significado de este signo: no es una manifestación en la que se celebra el poder, sino la revelación para nosotros de la certeza tranquilizadora de que Jesús, solo él, derrota a nuestros grandes enemigos: el diablo, el pecado, la muerte, el miedo, la mundanidad. También hoy nos dice a nosotros: “Ánimo, soy yo, no tengáis miedo”. La barca de nuestra vida a menudo se ve zarandeada por las olas y sacudida por el viento, y cuando las aguas están en calma, pronto vuelven a agitarse. Entonces la emprendemos con las tormentas del momento, que parecen ser nuestros únicos problemas. Pero el problema no es la tormenta del momento, sino cómo navegar en la vida. El secreto de navegar bien está en invitar a Jesús a bordo. Hay que darle a él el timón de la vida para que sea él quien lleve la ruta».
(Homilía de S.S. Francisco, 18 de noviembre de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Pedir por los cristianos que hoy se encuentran en medio de tribulaciones a causa de su fe.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
Cristo, Rey nuestro!¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Sobre lo posible
Lo importante, entonces, es optar correctamente.
Lo imposible queda fuera del alcance de las opciones humanas. Lo posible, en cambio, aparece ante nosotros como algo realizable.
¿Cómo explicar lo posible? Como aquello que puede empezar a existir (si todavía no existe) o a ser de otra manera (si ya existe).
Es posible, por ejemplo, ahorrar dinero y mejorar el tráfico en una ciudad si uno usa menos el coche y más el autobús o el metro.
Es posible tener la habitación limpia si se dedica menos tiempo a internet y se ponen los medios para quitar polvo, manchas y telarañas.
Es posible mejorar las relaciones con un familiar o un compañero de trabajo si reflexionamos antes de hablar para escoger palabras adecuadas y acompañadas con cariño.
Es posible morir en paz con Dios y con los demás, si superamos actitudes negativas de odio, de egoísmo, de maldad. Un posible que puede llevar a un resultado maravilloso: el cielo.
Desde luego, en la lista de ejemplos aparecen también los negativos: es posible decir una tontería hiriente a una persona que genere un proceso de desconfianza y de tensiones.
La lista de acciones y resultados posibles es larguísima. Tanto que, a veces, al constatar que existen muchas posibilidades, no sabemos cuáles escoger primero, cuáles posponer, y cuáles excluir con firmeza.
La vida sigue su marcha, inexorable. El tiempo no se detiene. En cada momento escogemos, entre tantos posibles, unos. Según las opciones, queda menos tiempo para otras posibilidades.
Lo importante, entonces, es optar correctamente. No según gustos, ni presiones malsanas, ni miedos, ni intereses turbios. Solo tiene valor lo que se escoge desde el amor y para el amor.
Vuelvo a mirar ese futuro cercano o lejano que depende, en buena parte, de mis elecciones. Pido ayuda a Dios y consejo a personas prudentes para que escoja posibles valiosos.
Así el mundo (cercano o lejano: algunas opciones llegan a donde ni siquiera podemos imaginar) mejorará un poco y se abrirá al encuentro, definitivo, con el Dios que espera a sus hijos tras la frontera de la muerte.
Libertad religiosa es valorar al hermano en su diferencia
Video del Papa para enero de 2022.
El Video del Papa comienza su séptimo año compartiendo la intención de oración que Francisco confía a toda la Iglesia Católica a través de la Red Mundial de Oración del Papa. Acaba de publicarse la edición de enero con un mensaje potente a favor de la libertad religiosa y de las personas que sufren discriminación. El Santo Padre invita a todas las personas a elegir “el camino de la fraternidad. Porque o somos hermanos, o perdemos todos”. Y para ello, es fundamental poner fin a tantas restricciones que mucha gente encuentra al querer profesar su fe. Con un llamado de atención a todos los gobiernos del mundo, el Video del Papa —que este mes recibe el apoyo de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), una organización caritativa católica internacional y fundación pontificia cuya misión es ayudar a los fieles allí donde estén perseguidos, oprimidos o necesitados mediante la información, la oración y la acción— refuerza la idea de que en las sociedades en las que vivimos y nos desarrollamos ha de florecer el reconocimiento de los derechos y la dignidad que todos tenemos por el hecho de ser personas.
Minorías religiosas y persecuciones
En su primera intención de oración del 2022, Francisco abre con dos preguntas directas, incisivas y que claman respuesta: “¿Cómo puede ser que actualmente muchas minorías religiosas sufran discriminaciones? ¿Cómo permitimos que haya personas que sean perseguidas simplemente por profesar públicamente su fe?”. En efecto, según revela el “Informe de Libertad Religiosa en el Mundo” publicado por ACN en abril de 2021, la libertad religiosa se vulnera en un tercio de los países del mundo en los cuales viven cerca de 5.200 millones de personas. El mismo informe expone que más de 646 millones de cristianos viven en países donde la libertad religiosa no es respetada. Asimismo, desde 2020 se viene denunciando cómo muchas minorías étnicas y religiosas, especialmente las que son de origen musulmán, no gozan de plenos derechos de ciudadanía en los países en los que viven.
La libertad religiosa como base de la paz
Es un tema que merece atención, como confirma Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de ACN Internacional: “Aunque es imposible conocer la cantidad exacta, nuestra investigación indica que dos tercios de la población mundial vive en países donde se producen violaciones a la libertad religiosa de una u otra forma. ¿Sorprende? No, esta situación ha ido creciendo durante siglos a partir de las raíces de la intolerancia, pasando por la discriminación, hasta la persecución. Creemos firmemente que el derecho a ser libre de practicar o no cualquier religión es un derecho humano fundamental que está directamente relacionado con la dignidad de cada persona.
Puede parecer obvio, pero incluso cuando los derechos humanos están en boca de todos, la libertad religiosa suele pasar desapercibida. Pero este derecho es el punto de partida de toda nuestra misión. ¿Cómo podríamos defender los derechos de la comunidad cristiana si no abogamos primero por el derecho universal? La religión se manipula una y otra vez para provocar guerras. En ACN nos enfrentamos a ello todos los días. Defender el derecho a la libertad religiosa es clave para exponer la realidad de estos conflictos. Las comunidades religiosas desempeñan un papel central cuando “nada funciona” política o diplomáticamente en las regiones en guerra y crisis del mundo. El mundo debe ser consciente de que las perspectivas de coexistencia pacífica serán desalentadoras si no se respeta la libertad de religión o de creencias como un derecho humano fundamental basado en la dignidad humana de cada persona”.
Caminos de fraternidad: acoger las diferencias de los demás
El Papa recuerda que la libertad religiosa está ligada al concepto de fraternidad. Y para comenzar a transitar los caminos de fraternidad que Francisco tanto insiste desde hace años, es imperativo no solamente respetar al otro, al prójimo, sino genuinamente valorarlo “en su diferencia y reconocer en él a un verdadero hermano”. Para el Santo Padre “como seres humanos tenemos tantas cosas en común que podemos convivir acogiendo las diferencias con la alegría de ser hermanos”. Sin conceder esta premisa, el camino hacia la paz y la convivencia común no es posible.
El comentario del P. Fornos SJ
El P. Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, comentó a propósito de esta intención: “Francisco nos ha dado una brújula con su encíclica Fratelli Tutti: la fraternidad humana. Pues como dijo también en su mensaje para el primer Día Internacional de la Fraternidad Humana, ‘Hoy la fraternidad es la nueva frontera de la humanidad. O somos hermanos, o nos destruimos mutuamente’. Para ello es importante reconocer lo que duele a la fraternidad, para poder sanarla y evitar que se traduzca en discriminación y persecución religiosa, como tantas veces acontece, en particular contra los cristianos. Recemos por esta intención de oración con todo nuestro corazón: ‘para que todas las personas que sufren discriminación y persecución religiosa encuentren en las sociedades en las que viven el reconocimiento de sus derechos y la dignidad que proviene de ser hermanos y hermanas’”.
Ocupación contra preocupación
Estar ocupados es la panacea contra las preocupaciones que nos aquejan a diario y la fuente segura de nuestros éxitos
«La ocupación desplaza a la preocupación, y los problemas al enfrentarlos desaparecen». Esta frase, atribuida al exitoso empresario Carlos Slim, posee una sabiduría aplastante y un realismo más que probado. Seguramente que puesto en práctica por todo viandante, las crisis se acabarían, o por lo menos se reducirían notablemente.
Y es que esto de tener problemas es casi parte de la esencia humana, quién sabe por qué razón. Pero es un hecho del que nadie se salva.
Pero decíamos que los problemas, enfrentados por la ocupación –como dice Slim- tienen que desaparecer. Y así, este enfrentamiento nos tiene que llevar a tener tres actitudes fundamentales para nuestro crecimiento humano. Aquí van.
Fortalecimiento
La imagen de una planta o de un arbolito es magnífica. Si se quiere una planta fuerte, recia, que aguante cualquier viento, plaga, etcétera hay que darle un cuidado muchas veces desagradable. Es decir, la mayoría del mundo racional sabemos que una planta rodeada de una capa de estiércol, a pesar de verse horrible y apestar a lo peor, es señal de que se está fortaleciendo. Sabemos que no siempre estará así y que está en proceso un crecimiento exitoso.
Salvando las distancias, podemos decir que nos pasa como esas plantas, los problemas nos hacen ver como personas desagradables, que apestan –con perdón-, pero si somos maduros y aceptamos esa realidad, enfrentando los problemas de manera práctica, eso será solo el inicio de nuestro triunfo. Porque los problemas nos deben hacer fuertes, y de ellos debemos sacar éxitos, como la planta saca lo mejor del estiércol que la abriga.
Aprender de los fracasos
La segunda actitud es la de aprender de los fracasos. Seamos realistas: nadie nace perfecto, ni morirá así. Tal vez muera perfeccionado. Pero sólo somos un manojo de ignorancia e inexperiencia. Imperfectos, a fin de cuentas, y esa es la causa de muchos de nuestros fracasos. Un ejemplo de ello lo podemos ver en el mundo empresarial. Sydney Finkelstein, es profesor de la Escuela de Negocios Tuck, de la Universidad de Dartmouth. Este buen hombre, identificó y estudió los casos más destacados de derrotas y quiebras empresariales que plasmó en su libro de 2004 Why smart executives fail. Según él, seis aspectos hacen que un directivo fracase y, con él, su empresa: se aferra a una visión incorrecta de la realidad, decide no hacerle frente a la innovación y al cambio, ejecuta brillantemente una estrategia equivocada, confía demasiado en la propuesta de su empresa, interpreta mal a la competencia, y hace caso omiso de información vital.
Sin entrar en un análisis de estos seis aspectos, podemos decir que en general esas cosas vienen porque el dirigente es imperfecto. Pero es necesario, incluso muy lógico que sucedan estos chascos, precisamente porque no somos omniscientes ni perfectos, como dijimos más arriba. Y porque es deber en la vida el aprender, y aprender de los errores. Echando a perder se aprende, digamos en lenguaje popular…
El éxito: un estímulo callado
Quienes saben de montañas y las han escalado, saben lo que significa subir la primera etapa y dejar atrás una larga y riesgosa subida. Sin embargo, la satisfacción de haber superado esa prueba es motivación y no ocasión de vanagloria. Motivación porque son conscientes de que es más lo que les falta por lograr que lo que han recorrido. Un éxito debe ser una motivación para seguir adelante. Debe ser un estímulo callado, no un motivo para regodearse en su loable triunfo. De este modo, la lucha por conseguir nuestros ideales se vuelve un trabajo de crecimiento como seres humanos. Y como dijimos antes, crecer para ser mejores y no para fanfarronear. De manera que la fuente de nuestros problemas se convierte en algo positivo por el hecho de vivir en clave de trabajo.
Quien de verdad sabe que el éxito es un logro arropado de muchos sacrificios y precedido de una larga cola de luchas y caídas, sabe que la humildad es una herramienta indispensable. ¿Qué éxito pretende alcanzar quien al primer fracaso se emberrincha y deja todo de lado? ¿Qué éxito tendrá quien a la primera humillación deja de lado los grandes ideales con que empezó algún proyecto?
La ocupación desplaza a la preocupación, y los problemas al enfrentarlos desaparecen. Qué sabio es eso de vivir sin ociosidad y trabajando por nuestros ideales. Estar ocupados es la panacea contra las preocupaciones que nos aquejan a diario y la fuente segura de nuestros éxitos.
10 consejos imprescindibles para mantener la salud espiritual
Solemos poner las necesidades de nuestro cuerpo por encima de la de nuestra alma y esto es una errónea jerarquía de valores
Alimentación orgánica saludable, centros de salud física, tomar varios suplementos vitamínicos, escapadas de vacaciones a hoteles exóticos, y muchos otros son todos intentos por mantener una buena salud corporal.
Sin duda, todo esto puede ser bueno por una simple razón: nuestro cuerpo es el templo del espíritu santo. Por consiguiente, debemos ser guardianes y custodios responsables del regalo de nuestro cuerpo que Dios en su generosidad nos dio.
Sin embargo, a menudo existe este error: ponemos las necesidades de nuestro cuerpo por encima de la de nuestra alma y esto es una errónea jerarquía de valores.
La palabra de nuestro señor y salvador Jesucristo nos enseña la siguiente verdad:
«Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida? Pues ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida?» (Marcos 8,36-37)
Evitar el daño
En un nivel humano y natural, debemos hacer un esfuerzo común para evitar lo que podría dañar nuestro cuerpo. Los buenos padres le han enseñado esto a sus hijos desde el comienzo: no juegues con fuego, mira dos veces antes de cruzar la calle, no estés con malas compañías, come tus vegetales, duerme temprano, limpia tus dientes antes de acostarte, lava tus manos antes de comer, limpia tu cuarto.
En definitiva, la limpieza es próxima a la santidad.
Todo lo anteriormente mencionado son consejos comunes que los padres han dado a sus hijos durante años. Debemos elevar esto a un plano sobrenatural más alto y dar consejos de cómo evitar lo que puede perjudicar a nuestra alma inmortal, que tiene más valor que todo el universo creado.
En efecto, podemos pecar mediante pensamiento, palabra, obra y omisión; al no hacer lo que Dios nos exige hacer.
Evitar ocasiones cercanas al pecado es una cualidad indispensable en nuestra búsqueda de la santidad y a la adquisición de nuestra corona de gloria que llamamos vida eterna.
1.- Evite los chismes y a los chismosos
Jesús dijo claramente que seremos juzgados por cada palabra que sale de nuestra boca, y también dijo que de la abundancia del corazón habla la boca.
Si tenemos el hábito de frecuentar a individuos que son unos chismosos incorregibles, entonces debemos hacer un cambio y no frecuentarlos más.
Leer el capítulo 3 de la Carta al apóstol Santiago, es un excelente capítulo en las escrituras acerca de los pecados de la lengua.
2.- Vístase apropiadamente
No debemos ser ocasión de pecado para los demás. Nuestro cuerpo es un templo sagrado desde el bautismo.
San Pablo nos recuerda que somos embajadores de Cristo, eso significa representantes del señor de señores y rey de reyes. Debemos vestirnos de acorde a esto.
Cuando decimos vestirse apropiadamente no solamente es en la iglesia, como si este fuera el único lugar para vestirse con decoro y modestia, debemos hacerlo a todo hora y en todo lugar. Nunca debemos olvidar que somos cristianos 24/7 y eso significa siempre.
3.- Evite las malas compañías
San Pablo decía que las malas compañías corrompen la moral. Este proverbio expresa concisamente la siguiente verdad:
«Dime con quién andas y te diré quién eres».
No tenemos que ser genios para saber que tendemos imitar a nuestros amigos y a nuestros compañeros.
Oremos por la gracia de encontrar uno o dos amigos que sean realmente nobles, honestos, puros, cristianos trabajadores y habrás descubierto un verdadero tesoro. La sabiduría del viejo testamento nos enseña que encontrar un buen amigo es encontrar un tesoro.
4.- Cuide su mirada
Otro proverbio es oportuno para este concepto: «La curiosidad mató al gato». Peor aún, la mirada pícara del Rey David resultó en el adulterio con Betsabé, y eventualmente en el asesinato de su marido, el valiente y honesto soldado Urías de hitita (2 Samuel 11).
El santo hombre Job afirmó:
«Yo establecí un pacto con mis ojos para no fijar la mirada en ninguna joven» (Job 31,1)
Finalmente, Jesús lo deja por sentado en una de sus Bienaventuranzas:
«Benditos los puros de corazón, porque ellos verán a Dios» (Mateo 5,8)
En un mundo colmado con imágenes impuras, humanas y digitales, más que nunca necesitamos tener estricta custodia de nuestros sentidos, en especial nuestra vista.
5.- Evitar ser impulsivo
Otra actitud o disposición que debemos evitar es rendirnos a nuestra impulsividad, en todos los sentidos, pero especialmente al hablar.
Un buen proverbio indica: «Piensa antes de hablar». Otro proverbio, que de algún modo hace caer en cuenta a aquellos que hablan y después piensan es el siguiente: «No digas algo de lo que te puedas arrepentir».
A un nivel espiritual más elevado Santiago nos advierte:
«Debemos estar listos para escuchar y lentos para hablar».
Santo Tomás de Aquino ofrece esta interesante perspectiva:
«Dios nos ha dado dos orejas y una boca para así escuchar el doble de lo que hablamos».
¡Medita sobre esto antes de hablar!
6.- Medios electrónicos
De suma importancia para todos los que ahora vivimos en este universo electrónico es la extrema necesidad de prestar atención acerca del uso de los medios electrónicos actuales.
Como dijo el Venerable Fulton Sheen:
«Obviamente nunca abriremos la boca para escarbar en la basura».
También estableció que: podemos fácilmente ser embebidos y absorbidos por la basura moral con nuestros ojos.
Un buen vomito puede liberarnos de la basura física consumida. Sin embargo, puede llevar años borrar o eliminar una imagen que hemos visto de una de las muchas fuentes del moderno mundo de los medios electrónicos.
Nuestra mente es un gran archivo que guarda todas nuestras experiencias, todo lo que hemos hecho, al igual que todo lo que hemos visto. or consiguiente, debemos ser estrictos con nosotros mismos y con nuestros hijos acerca de lo que traemos a nuestras mentes y nuestros corazones a través de lo que vemos.
7.- Síndrome de teleadicto
La ociosidad es el taller del diablo, es otro proverbio a tomar en cuenta. En otras palabras, si no tenemos nada que hacer, entonces el diablo nos dará muchas cosas por hacer.
San Juan Bosco tenía un miedo mortal de la época de vacaciones para la juventud y adolescentes.
El trabajo es bueno para todos nosotros. El trabajo perfecciona nuestro carácter y ayuda a cultivar nuestros talentos. El trabajo sirve como medio para ayudar a los demás. El trabajo fue lo que Dios le ordenó a Adán después del pecado original:
«Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado». (Génesis 3,19)
8.- Pereza mental
Para darle seguimiento al punto siete el síndrome del teleadicto, está la pereza mental. Otro eslogan juvenil es: «Si no lo usas lo pierdes».
Dios nos ha dotado a todos con una mente que él desea cultivemos. Un jardín que no se cultiva bien rápidamente le crece maleza. Una mente que no se cultiva permite el crecimiento de maleza en el cerebro.
Esta pereza mental puede ser prevenida o corregida a través del excelente hábito de la buena lectura.
Nunca hemos vivido en un mundo con tanta confusión. Sin embargo, nunca habíamos vivido en un mundo con tan buena literatura. Depende de nosotros encontrar buena literatura y formar el hábito de la lectura.
Algunos de nuestros mejores amigos pueden ser los buenos libros. San Ignacio recibió la gracia de su conversión a través de la lectura de buenos libros: La vida de los Santos.
9.- Evitar comer demasiado
La gula es uno de los siete pecados capitales. La definición de la glotonería es: Un deseo desordenado de comer y beber. Muchos problemas de salud son resultado de malos hábitos alimenticios.
También la glotonería, la lujuria y la pereza a menudo trabajan juntas como un equipo para llevarnos al pecado. ¿Cuál es el remedio? Aquí lo tienes: Orar por un autentica hambre de Jesús, el pan de vida (Leer a Juan, capítulo 6:22-71, la palabra del pan de vida).
En el Padre Nuestro rezamos: «Danos hoy el pan nuestro de cada día». Esto puede ser interpretado de una manera sacramental, el hábito de ir a misa y recibir a Jesús en la sagrada comunión, el verdadero pan de vida. Esto nos ayudará a subordinar los deseos del cuerpo al dominio de la voluntad.
10.- Evitar opiniones contrarias a nuestra madre María
Muchos protestantes rechazan vehementemente el poder de la intercesión de María, para su propio detrimento espiritual.
María nunca, y digo nunca, nos distancia de Jesús. Por el contrario, como afirma San Luis de Montfort:
«María es el camino más rápido, seguro y más corto hacia Jesús».
María es el ATAJO a la Unión con Jesús, si te gusta verlo así. Las últimas palabras de María grabadas en la Sagrada Escritura fueron pronunciadas en la fiesta de la boda de Caná:
«Hagan lo que Él les diga». (Juan 2,5)
¡Sin duda, el mejor consejo en todo el mundo! Nuestra señora sirve como puente a la unión con Jesús.
A continuación las palabras del Cura de Ars, San Juan María Vianney:
«Todo lo que el Hijo pide al Padre se lo concede. Todo aquello que la Madre pide al Hijo le es igualmente concedido».
San Efrén, con su mística y destello poético exclama:
«La incomparable Madre de Dios es el más puro incensario de oro. En sus oraciones se ofrece al Dios eterno».
Por último, medita en oración sobre las palabras de San Maximiliano Kolbe:
«Colocaos en las manos de María; ella pensará en todo y proveerá las necesidades de tu cuerpo y alma. Por lo tanto, está en paz, en paz total, con confianza ilimitada en ella».
CONCLUSIÓN
Es muy cierto que debemos evitar todos los peligros que pueden comprometer tan fácilmente la salud de nuestro cuerpo, aquello que pertenece a nuestra vida natural. Sin embargo, debemos tomar una decisión más firme por nuestra parte, y por el beneficio de quienes nos han confiado a nuestro cuidado, para evitar todo el veneno moral que puede posiblemente matar la vida espiritual en nuestras almas.
¡Que nuestra señora logre para nosotros la gracia de amar a Dios con todos nuestros corazones, mentes y almas para que un día el cielo sea nuestro hogar y lugar de perpetuo reposo!
Santa María, ruega por nosotros los pobres pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
¿Puede un cristiano creer en el mal de ojo?
Con la llegada del cristianismo esta -y otras creencias- se diluyeron pero han quedado restos, pero calificados como supersticiones, pues siempre lo fueron
El llamado mal de ojo es la persuasión de que una persona puede causar daño a otra con solo mirarla. Era algo muy extendido en el mundo pagano, de forma que se pueden encontrar ejemplos en todos los continentes. Quizás porque, en una cultura en la que se ve al hombre sometido a espíritus caprichosos y en ocasiones malignos, el simple hecho de que sobreviniera un infortunio poco después de que alguien nos mirara fijamente ya daba pie para pensar que el mal de ojo era una realidad.
Con la llegada del cristianismo todas estas creencias se diluyeron (ya antes el judaísmo las rechazaba, pero era una religión circunscrita al pueblo de Israel). Han quedado restos, pero calificados como supersticiones, pues siempre lo fueron.
En ocasiones se utiliza la expresión para expresar un conjuro, lo cual ya es algo distinto, pues se refiere a palabras: una maldición, un maleficio, es decir aquello que se hace para dañar a alguien con la intervención del demonio. Algunos inadecuadamente lo llaman mal de ojo, aunque nada tiene que ver con la mirada ni el ojo.
Es también supersticioso pensar que unas palabras pueden ser una especie de clave que desata fuerzas ocultas maléficas. Pero en ocasiones puede haber por medio algún tipo de intervención diabólica, lo que es algo distinto. Como toda intervención del diablo, alcanza solo hasta donde Dios permite que llegue, pero puede tener algún efecto. En el fondo, como sucedió con la vida terrena del mismo Jesucristo, Dios utiliza para el cumplimiento de sus planes incluso la maldad del demonio, por lo que no puede sorprender que siga ocurriendo alguna vez.
¿Qué hacer si uno tiene alguna sospecha de que alguien ha hecho un maleficio contra él? Primero habría que decir que -de existir intervención diabólica- casi nunca se puede llegar a la certeza de que tal intervención se está operando, incluso el especialista tendrá dificultad para tener tal certeza, mucho menos para una persona particular sin grandes conocimientos sobre el tema. Pero si un maleficio ha sido practicado el único modo de destruirlo es hacer justo lo contrario: invocar a Dios.
Es decir, si una persona ha invocado al demonio para hacer el mal, se trata de que la víctima invoque a Dios para que le proteja, le ayude y le bendiga. El bien siempre es más fuerte que el mal.
El P. José Fortea nos indica que a la gente que va a su parroquia diciendo que sufren un maleficio les digo que la única medicina y remedio es que hagan cada día lo siguiente:
-rezar un misterio del rosario
-leer cinco minutos el Evangelio
-hablar con Dios durante unos instantes
-la misa (dominical o con más frecuencia)
-colocar en la casa un cruficijo bendecido
-colocar una imagen bendecida de la Virgen María
-santiguarse con agua bendita una vez al día
Haciendo estas cosas el mal que sufren si es del demonio irá remitiendo. Pero si no remite en ninguna medida, eso sería signo de que no estaba provocado por un maleficio.
¿Y si no había maldición alguna?, pues a nadie le hace mal realizar lo arriba planteado.
Francisco: La adopción es la forma más sublime de paternidad y maternidad
Antoine Mekary | ALETEIA
Dedicada a la paternidad adoptiva de San José, el Papa en su catequesis exhortó a las instituciones para que faciliten los procesos de adopción, de modo que el sueño de los niños que necesitan una familia y de los esposos que desean acogerlos se haga realidad.
“No basta con traer un hijo al mundo para decir que somos padres o madres”. Esta frase resonó esta mañana en el Aula Paolo VI del Vaticano, cuando el Papa en su catequesis habló de San José – a quien ha dedicado las últimas seis catequesis – como padre putativo y no biológico de Jesús. Partiendo de la historia de la institución de la adopción en el antiguo Oriente, más común entonces que en nuestros días, Francisco habló de la responsabilidad de ser padres y de la belleza de acoger a un niño que necesita un hogar, para que nadie se sienta privado de un vínculo de amor familiar.
“Nadie nace padre, sino que se hace. Y no se hace sólo por traer un hijo al mundo, sino por hacerse cargo de él responsablemente. Todas las veces que alguien asume la responsabilidad de la vida de otro, en cierto sentido ejercita la paternidad respecto a él (Carta ap. Patris corde )”
Abrirse a la vida a través de la adopción
Y esto, dijo el Santo Padre, fue lo que hizo José al reconocer jurídicamente y darle el nombre de Jesús, que significa “El Señor salva”, cumpliendo así el mandato de Dios anunciado en sueños por el Ángel: “Porque salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt 1,21). En la antigüedad, explicó el Pontífice, el nombre era la sustancia de la identidad de una persona. Cambiar de nombre significaba cambiarse a sí mismo, pero, sobre todo, dar un nombre a alguien o a algo significaba afirmar la propia autoridad sobre lo nombrado. “Pienso en particular en todos aquellos que se abren a la acoger la vida a través del camino de la adopción, que es una actitud generosa, bella. José nos muestra que este tipo de vínculo no es secundario, no es un expediente. Este tipo de elección es una de las formas más sublimes de amor y de paternidad y maternidad”.
No es asumir un “riesgo” es acoger niños
Francisco advirtió que no hay que tener miedo de elegir el camino de la adopción porque no se trata de asumir un “riesgo” sino de “acoger a niños”.
“¡Cuántos niños en el mundo esperan que alguien cuide de ellos! Y cuántos cónyuges desean ser padres y madres, pero no lo consiguen por motivos biológicos; o, incluso teniendo ya hijos, quieren compartir el afecto de su familia con los que se han quedado sin ellos.” En este sentido, el Papa reflexionó sobre la paternidad en la actualidad: “Vivimos en una época de notoria orfandad”. El Pontífice afirmó que nuestra civilización es “un poco huérfana” y se nota el sentimiento de orfandad que tanto duele.
Egoísmo e invierno demográfico
“Hoy, además, con la orfandad, hay un cierto egoísmo”, subrayó el Papa al referirse al “invierno demográfico” que se vive en algunos países occidentales. El Santo Padre lamentó que muchas parejas prefieren no tener hijos o al límite uno nada más y esta negación de la paternidad y de la maternidad “nos quita humanidad, la civilización se vuelve más vieja y sin humanidad”. Por ello, pidió a San José un “despertar las conciencias” sobre la paternidad y la maternidad que son la plenitud de la vida de una persona. “Es cierto que existe la paternidad espiritual para los que se consagran a Dios y la maternidad espiritual; pero los que viven en el mundo y se casan, piensan en tener hijos, en dar la vida, porque son ellos los que te cerrarán los ojos, los que te quitarán para el futuro. Y también, si no puedes tener hijos, piensa en la adopción. Es un riesgo, sí: tener un hijo siempre es un riesgo, ya sea natural o adoptado. Pero más arriesgado es no tenerlo. Más arriesgado es negar la paternidad, negar la maternidad, ya sea real o espiritual”. Simplificar el procedimiento de adopciónAl insistir en la belleza de la adopción, el Papa exhortó a las instituciones que se ocupan de las adopciones a estar siempre dispuestas ayudar, “controlando seriamente” la idoneidad de los candidatos, pero también “simplificando el procedimiento necesario”, para que el “sueño de tantos niños que necesitan una familia, y de tantos cónyuges que desean entregarles su amor, pueda hacerse realidad”.
Curar el egoísmo de los que se cierran a la vidaComo lo ha hecho en cada una de las catequesis dedicadas a San José, Francisco concluyó su catequesis pidiendo su intercesión y protección, en este caso para que a los huérfanos no le falte un hogar y las parejas que desean tener un hijo. Pero también para que abra los corazones de quienes se cierran a la vida.
“San José, tú que has amado a Jesús con amor de padre, hazte cercano a tantos niños que no tienen familia y desean un padre y una madre. Sostén a los cónyuges que no consiguen tener hijos, ayúdalos a descubrir, a través de este sufrimiento, un proyecto más grande. Haz que a nadie le falte una casa, un vínculo, una persona que cuide de él o de ella; y sana el egoísmo de quien se cierra a la vida, para que abra el corazón al amor. Amén.”
¿Fueron los Reyes Magos tentados por el demonio?
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Una ‘Historia de los Reyes Magos’ de finales del siglo XV nos presenta al demonio interfiriendo para que los Magos no adoraran al Niño Dios
¿Fueron los Reyes Magos tentados por el demonio para desanimarles de su propósito de adorar al Niño Dios? Es imposible saberlo, pues la Biblia, que es la única fuente fidedigna en esta materia, no lo menciona. Pero la ‘Historia de los Reyes Magos’ que se escribió en España a finales del siglo XV, en tiempo de los Reyes Católicos, lo da por hecho y lo cuenta con todo lujo de detalle.
El libro, que se conserva en la biblioteca de la Universidad de Salamanca, es obra de autor desconocido, aunque casi con toda seguridad debió ser un judío converso. De hecho, uno de los argumentos en favor de esta tesis es justamente el episodio de las tentaciones de los Magos, que él incluye en su relato.
Y es que las tres tentaciones con las que Satanás intenta hacer dudar a las majestades de Oriente recogen justamente las dudas que los judíos debían afrontar en su proceso de conversión, pues la parte más espinosa para ellos era reconocer la condición divina de Jesús de Nazaret.
Primero dirigiéndose a Gaspar
Así, la ‘Historia de los Reyes Magos’ nos muestra a Satanás dirigiéndose en primer lugar a Gaspar. “Pareciéndole que era un gran sabio filósofo y mágico como él” le plantea la siguiente duda: el niño al que vais a adorar nació llorando, y es bien sabido que el llanto no es un rasgo propio de Dios.
Frente a esto, un Gaspar iluminado por la luz divina, se nos dice que respondió lo siguiente: “Amigo, no estás tú bien informado de los secretos de Dios”. Y le recuerda a Satanás todos los episodios de la Biblia en los que se profetizada la llegada de ese niño. “Todas estas profecías por este niño se dijeron y, si nació llorando, tanto más muestra la virtud de su majestad, que nos comienza a enseñar lo que por nosotros, y con nosotros, viene a obrar, que es la santa redención nuestra”. Y despacha Gaspar a Satanás con cajas destempladas: “Vete con tu malvado y perverso error, que aquí no ha lugar tu engañoso argumento”.
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Luego con Melchor
Fracasado el intento con Gaspar, lo intenta de nuevo el demonio con el rey Melchor, con quien utiliza otro razonamiento: “Cómo no alcanza tu entendimiento que la adoración no se debe hacer salvo a Dios. Pues, a mi ver, claramente parece que éste es nacido; no es Dios, sino hombre como cualquier otro hombre”.
Inspirado también Melchor por el Espíritu Santo, responde a Satanás recordándole que la llegada de ese niño había sido anunciada por el profeta Ezequiel, quien advirtió de que “había de entrar por la puerta cerrada”. La puerta cerrada, según esta interpretación, es la Virginidad de María, puerta que sólo Dios puede franquear.
“Todo esto que te he dicho es para que sepas que este niño es Dios, que obras como éstas todas son de Dios, y que le ha placido de tomar carne humana queriendo ser concebido Dios y hombre en una Virgen sin haber en ella ningún corrompimiento de su virginidad”, responde el rey Melchor, quien incluso cita este verso del Cantar de los Cantares como alusivo a la Virgen: “Toda eres hermosa, mi amada, y ninguna mancilla hay en ti”.
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El intento con Baltasar
Desesperado por su fracaso con los dos primeros magos, vuelve a intentarlo Lucifer con el tercer miembro de la comitiva, el rey Baltasar. El autor de la ‘Historia de los Reyes Magos’ no duda en ponerse en la cabeza del maligno y le imagina empeñado en conseguir convencer a, al menos, uno de los tres, para que estorbe al resto e impida el episodio de la adoración.
Con esta finalidad, toma la forma de una mujer hechicera, con dotes de adivinación, y le dice al rey Baltasar: “Si piensas que hay en ese niño naturaleza divina, no lo creas, que no anda Dios por los rincones encerrándose en mujeres. Quien los cielos y tierra y los mares y los aires tiene llenos de su grandeza, ¿cómo se encerraría en el vientre de una moza?”.
Pero tampoco en esta ocasión tiene éxito. “Vete, malvado demonio, destrucción de las almas, enemigo de toda virtud, vergüenza de toda bondad. ¿Y tú piensas que no te conozco? Tu eres Satanás, maldito desesperado, dañado con tus mismas obras, que quieres con falsa forma engañarme. Sábete que Éste a quien yo voy a adorar sé que es Dios eterno, todopoderoso, creador y gobernador de todas las cosas”. Y le recuerda de nuevo las profecías que anunciaron que nacería de vientre de mujer.
Las tres dudas que el demonio plantea a los magos son, al parecer, dudas que se les presentaban a los judíos que afrontaban el camino de la conversión. Pero también apunta a que la autoría de la obra puede corresponder a un converso el hecho de que insista tanto en las fundamentaciones bíblicas, especialmente del Antiguo Testamento, lo que para un cristiano viejo no era tan necesario.
Que en el tramo final aluda a las virtudes de la Inquisición parece también propio de quien debe acreditar su fiabilidad como cristiano nuevo, y ocioso en quien se da por sentado que la tiene.
Como curiosidad añadida, puede destacarse que la ‘Historia de los Reyes Magos’ presenta la comitiva de los Magos en dirección hacia el portal de Belén como “la primera romería de la historia”.
“Los tres reyes van en romería, que fue la primera romería que en el mundo se hizo, y su guía va delante de ellos señalándoles la vía más derecha por la que debían ir”, leemos en el códice.
Con todo, es especialmente hermoso el pasaje en el que se describe el encuentro de los Magos de Oriente con el recién nacido: “Sabiendo ellos que llegaban a Belén, no le quitaban los ojos a la estrella, por ver donde pararía. Y cuando llegaron al portal donde la preciosa Virgen estaba, abrazada con su hijo, señaló la estrella el lugar parándose y estándose quieta. Y como los Reyes vieron que su guía no se movían de encima de aquella pobre casa vieron cómo se encendía un amor que les quemaba los corazones (…) descendidos de sus bestias entraron juntamente donde el Rey del cielo estaba y poniendo los ojos en él, los rayos de resplandor que de su rostro salían no sólo les demostraron la majestad de su divinidad, sino que les alumbró las almas y en sus corazones comenzaron a profetizar”.
El códice con la ‘Historia de los Reyes Magos’ fue encontrado por la investigadora María Teresa Herrera Hernández y editado hace casi 30 años por la Universidad de Salamanca, con su ortografía original de castellano antiguo (del que en este texto hemos hecho nuestra propia adaptación), en una edición que hoy es casi inencontrable. Unos años después, Teresa Herrera y José Oroz Reta realizaron una nueva edición del manuscrito en castellano actual pensando en que pudiera leerlo un público más amplio.
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Si sabemos poco de su autor, algo más podemos contar de la historia del documento y de cómo fue pasando de mano en mano gracias a la investigación de quien lo encontró.
En las páginas iniciales Herrera explica que fue regalado al abogado y escritor Cristóbal de Salazar Mardones por Juan de Idiáquez, un diplomático muy influyente en la España del siglo XVI (vivió entre 1540 y 1614). Embajador en Génova y Venecia, Idiáquez llegó a ser presidente del consejo de Órdenes bajo Felipe III.
Años después, el libro caerá en manos de Lorenzo Ramírez de Prado, poeta del siglo XVII que fue consejero de Indias en 1626 y al que Lope de Vega cita en su Laurel de Apolo, donde hace una antología de los mejores versificadores.
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PD
Por cauces que se ignoran, el códice llegó a la biblioteca del Colegio de Cuenca, fundado en Salamanca por Diego Ramírez de Villaescusa. La biblioteca y sus fondos pasaron a la Biblioteca Real, propiedad de la corona, y en 1954 fueron devueltos a la Universidad de Salamanca. En todo momento sus distintos propietarios fueron conscientes del valor de tan insólito documento.
¿Dónde están las reliquias de los tres reyes magos?
El santuario que dice contener sus restos está en Colonia, pero ¿son auténticos?
¿Es posible que los restos óseos de los Reyes Magos —Baltasar, Melchor y Gaspar— descansen en una tumba dorada en la catedral gótica más grande de Europa? Una antigua tradición relata la historia de cómo los cuerpos de los Magos que visitaron al niño Cristo terminaron su viaje final encontrando reposo en la Catedral de Colonia, Alemania.
La historia se recoge en el libro del siglo XIV de John of Hildesheim Historia Trium Regum (Historia de los Tres Reyes). John afirma que Baltasar, Melchor y Gaspar eran de la India, Persia y Caldea (actualmente Irán e Irak). Iniciaron su viaje de forma separada, se reunieron en Jerusalén y luego continuaron juntos hasta Belén.
Después de adorar a Cristo, regresaron juntos a la India, donde construyeron una iglesia y, tras una visión que les reveló que su vida terrenal estaba a punto de terminar, fallecieron al mismo tiempo y fueron enterrados en su iglesia en la India.
Doscientos años más tarde, según explica John of Hildesheim, Santa Elena, la madre del emperador Constantino, viajó a la India y recuperó sus cuerpos. Los depositó en un ataúd hermosamente ornamentado y lo colocó en la gran iglesia de Santa Sofía en Constantinopla. A finales del siglo sexto, el emperador Mauricio transportó las reliquias a la ciudad italiana de Milán.
Los huesos de Baltasar, Melchor y Gaspar permanecieron aquí hasta el siglo XII, cuando la ciudad de Milán se rebeló contra el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Federico I Barbarroja. Al necesitar ayuda contra los milaneses, Federico recurrió al arzobispo de Colonia, que recuperó Milán para el emperador.
Como gesto de gratitud y «ante las grandes súplicas del arzobispo», el emperador transfirió las reliquias al arzobispo, que más tarde en 1164 las transportó Colonia, donde se construiría una catedral gótica para darles cobijo. Los huesos se encuentran en esta catedral a día de hoy dentro de un hermoso relicario de oro.
En 1864, el relicario fue abierto y se descubrieron los esqueletos de tres hombres. ¿Es posible que estos sean los restos de los tres Reyes Magos que fueron a adorar a Cristo recién nacido o son únicamente tres esqueletos anónimos que se hicieron pasar por los de los Magos a comienzos de la Edad Media?
Hay algunas pistas intrigantes. Las tres calaveras pertenecen a un hombre joven, a otro de mediana edad y a un anciano. Un mosaico del siglo sexto en Rávena que representa a los tres Magos muestra precisamente a hombres de estas características. Este detalle concuerda, pero ¿qué pasa con el resto de la historia?
El relato de John of Hildesheim sobre los orígenes de los tres Reyes Magos se basa en leyendas anteriores, de los siglos quinto y sexto. Cuando uno empieza a investigar la historia de los tres Reyes Magos, se encuentra con abundantes historias locales y leyendas de la temprana Edad Media que llegan hasta las mismísimas Persia, India y China.
Brent Landau, erudito del Nuevo Testamento, ha traducido un manuscrito sirio del siglo VIII que él considera tiene origen en tradiciones muy anteriores.
Sin embargo, la investigación de Landau sólo destaca la existencia de numerosas y diferentes versiones de la historia de los Magos a comienzos de la Edad Media. Según qué leyenda, los Reyes Magos proceden de un lugar o de otro y reciben una gran variedad de nombres distintos.
De entre todos los personajes del Nuevo Testamento, no hay ningún otro cuya historia, leyenda y mitos milagrosos sea tan conflictiva como la de los Reyes Magos. Todos los antiguos cristianos de Paquistán, China, Etiopía, Persia y Asia central aseguran ser descendientes de ellos.
De hecho, no tenemos prácticamente ninguna evidencia específica arqueológica o textual que explique quiénes eran los Reyes Magos ni de dónde venían. El Evangelio de Mateo narra solamente que «llegaron del Oriente», mientras que los primeros críticos de las Escrituras difieren. Algunos sugieren que los Magos venían de Persia, otros dicen que eran judíos de Yemen y algunos más que los Magos eran de Arabia. ¿Contiene entonces el ataúd de oro en la Catedral de Colonia los huesos de los tres Reyes Magos? Casi con toda seguridad que no; sin embargo, esos esqueletos sí nos conectan con el remoto siglo VI y con el intrincado tapiz de historias medievales sobre las más misteriosas figuras del Nuevo Testamento.
¿La moraleja? El relicario y la Catedral de Colonia permanecen como un enriquecedor testimonio del poder y la inspiración de la historia de tres misteriosos reyes magos que lo dejaron todo para embarcarse en un largo y arduo viaje para encontrar a Jesucristo y, si ellos se iniciaron en tan gran aventura para descubrir la luz del mundo, nosotros haríamos bien en seguir su ejemplo.
El agua de la Epifanía es una poderosa arma contra Satán
El ritual romano proporciona una fuerte bendición del agua de la Epifanía que expulsa a todos los espíritus malignos
Mientras que la fiesta de la Epifanía en el Rito Romano se centra principalmente en la visita de los Reyes Magos, históricamente se centró más en el bautismo de Jesucristo en el río Jordán.
Por esta razón, se desarrolló una bendición especial del agua de la Epifanía en memoria de Jesús santificando las aguas del Bautismo.
Esta bendición del agua en la Epifanía fue mantenida por los católicos orientales. Pero los católicos romanos también tienen una ceremonia opcional, que fue aprobada en 1890, que rinde homenaje a esta tradición.
Limpieza espiritual con agua
Sin embargo, esta bendición pone menos énfasis en la conmemoración del bautismo de Jesús y más en la naturaleza simbólica del agua como agente de limpieza.
De esta manera, la bendición del agua de la Epifanía en el Rito Romano se usa para expulsar a Satanás y a todos sus ángeles demoníacos.
Es una bendición poderosa, una que usa un lenguaje fuerte para invocar el poder de Dios sobre el mal. Nos recuerda el poder espiritual del agua bendita y nos anima a usarla con fe, confiando en la ayuda protectora de Dios sobre nuestros enemigos espirituales.
Aquí hay un extracto de la oración, que es bastante larga.
«La eterna Palabra de Dios te manda»
En el nombre de nuestro Señor Jesús + Cristo y por su poder, te expulsamos, cada espíritu inmundo, cada poder diabólico, cada asalto del adversario infernal, cada legión, cada grupo diabólico y secta; vete y mantente alejado de la Iglesia de Dios, de todos los que están hechos a imagen de Dios y redimidos por la preciosa sangre del divino + Cordero. Nunca más te atrevas, astuta serpiente, a engañar a la raza humana, a perseguir a la Iglesia de Dios, ni a golpear a los elegidos de Dios y a tamizarlos como + trigo. Porque es el Dios Altísimo quien te ordena, + A quien hasta ahora en tu gran orgullo te considerabas igual; El que desea que todos los hombres sean salvos y lleguen al conocimiento de la verdad. Dios el Padre + te lo ordena. Dios el Hijo + te lo ordena. Dios el Espíritu Santo + te lo ordena. La majestad de Cristo, la eterna Palabra de Dios hecha carne + te manda …
«Deja de engañar»
Por lo tanto, maldito dragón y toda legión diabólica, te conjuramos por el Dios vivo +, por el Dios verdadero +, por el Dios santo +, por el Dios que tanto amó al mundo que Él dio a Su Hijo unigénito, el que cree en Él no perecerá, sino que tendrá vida eterna; deja de engañar a la raza humana y de darle de beber del veneno de la condenación eterna; desiste de dañar a la Iglesia y de trabar su libertad. Vete Satanás, tú, padre y maestro de mentiras y enemigo de la humanidad. Dale lugar a Cristo en quien no encontraste ninguna de tus obras; da lugar a la Iglesia una, santa, católica y apostólica, que Cristo mismo compró con Su sangre. Que seas abatido bajo la poderosa mano de Dios. Que tiembles y huyas mientras invocamos el santo y asombroso nombre de Jesús, ante quien tiembla el infierno …