La Nota de Hoy📝

Anécdotas e historias de la música

por Mario Aquino Colmenares

 

Hace unas semanas estuve en un club en el que se ofrecía una recepción de recién casados. El marco musical era muy bueno y mientras transcurría el evento pasaban diversos vocalistas para hacer su intervención. Uno de ellos tuvo sin embargo, una participación poco feliz. Recuerdo que cuando entonaba notas mas o menos agudas, enrojecía su rostro y en el cuello aparecían verdaderas várices, evidenciando por un lado su deficiente técnica para cantar, como por otro y principalmente, un desconocimiento total de su verdadero registro vocal. 

El canto, mas allá del género a través del cual se cultive, es expresión y búsqueda de belleza, o en todo caso éstas, deberían ser su razón última. Es evidente que este ideal no siempre es realizable. Pero lo que si debería ser deseable a toda costa es el cuidado de la salud vocal. 

Por registro o tesitura vocal entendemos la gama de notas musicales que cada voz domina desde la más grave hasta la más aguda. Por esta condición, distinta en cada persona, la clasificación de voces denomina soprano a la voz más aguda, mezzosoprano a la voz intermedia y contralto a la voz más grave dentro de la cuerda femenina, mientras que en la cuerda masculina, el tenor posee la voz aguda, el barítono la voz media y el bajo la voz grave. 

Por ende al abordar un determinado repertorio lo primero que hay que tener en cuenta es la tesitura propia y asumir entonces  las posibilidades vocales que ella ofrece. Pero incluso, el que esté claramente clasificada una voz en determinado registro, no es sinónimo de una eficiencia absoluta  en la ejecución del canto sin más. Es decir las notas que en teoría incluye la tesitura vocal, no son siempre de fácil entonación en la praxis, hace falta el estudio de la técnica de canto para poner en acto lo que el registro vocal contiene en potencia. Precisamente, la imágen en la parte superior de la nota, explica cual es el espectro tonal de cada voz aproximadamente. Rango que solo podrá llevarse a efecto en el momento del canto, luego de un período serio y constante de aprendizaje en el arte de cantar. 

El cantante de hace unas semanas dejaba una sensación sumamente ingrata al oído y a demás de ello lastimaba sin piedad sus cuerdas vocales  habiendo elegido un repertorio lejos de su alcanze técnico y demasiado alto para su verdadero registro vocal. Un barítono que quería ser tenor.     

¡Que la música os acompañe!