Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Hoy pedí al Señor que se dignara instruirme sobre la vida interior, porque de por mi no alcanzo a comprender nada ni pensar en nada perfecto.  Y el Señor me contestó:  He sido tu Maestro; lo soy lo seré.  Procura que tu corazón se asemeje a Mi Corazón manso y humilde.  No reclames nunca tus derechos.  Soporta con gran calma y paciencia todo lo que te pase

Reflexión: Vida interior I

Hoy pedí al Señor que se dignara instruirme sobre la vida interior, y el Señor me contestó:  No te defiendas cuando toda la vergüenza recaiga sobre ti injustamente, deja que triunfen los demás, no dejes de ser buena si adviertes que abusan de tu bondad, cuando sea necesario yo mismo intervendré en favor de ti, agradece por la más pequeña gracia mía, porque esta gracia me obliga a concederte nuevas gracias, el recogimiento es necesario para el conocimiento en la vida interior y comprender tres grados, el primero es el del pensamiento del deber, el segundo grado de recogimiento nos concentra en el espíritu interior de la divina gracia como hijos de Dios, el Espíritu Santo se hospeda y mora en nosotros con la misión de formar al hombre nuevo, Jesucristo inculcándonos sus virtudes, su espíritu, su vida en una palabra, de hacer de nosotros Jesucristos, el Espíritu Santo es en nosotros nuestro maestro, educador y santificador en el amor de la virtud que inspira el alma, el tercer grado lo constituye el recogimiento de amor, ahora sale de sí misma para ponerse en Dios, para vivir en Dios, el fruto natural del amor de Dios es transportar a uno a la persona amada, no viviendo ya más que en ella y para ella, es un amor, es una amorosa entrega que se le hace por ser quien es, así pues el recogimiento perfecto consiste en permanecer en el amor de nuestro Señor, cómo se alcanza este recogimiento para nuestra vida interior, todo depende del amor que se tenga, la facilidad de recogerse, la paz y la suavidad. Abocados en el recogimiento son una divina prueba de que le poseemos y permanecemos en su amor.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la vida interior, a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce