Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Por la noche me hizo saber que todo lo que es terrenal dura poco. Y todo lo que parece grande se esfuma como el humo, y no da libertad al alma, sino cansancio. Feliz el alma que entiende estas cosas y toca la tierra con un solo pie. Descanso cuando estoy unida a Ti, todo lo demás me cansa. Oh, cómo siento que estoy en el destierro. Veo que nadie comprende lo que tengo dentro de mi, sólo me entiendes Tu que estás oculto en mi corazón y eternamente vivo.
Reflexión: Vanidad
Por la noche me hizo saber que todo lo que es terrenal, dura poco. Y todo lo que parece grande se esfuma como el humo y no da libertad al alma, sino cansancio.
Vanidad de vanidades dice el Predicador, todo es vanidad, ¿qué saca el hombre de toda la fatiga con que se afana bajo el sol? Lo que fue, eso será; lo que se hizo, eso se hará. Nada nuevo hay bajo el sol. Dice Salomón: He aplicado a mi corazón a conocer la sabiduría y también conocer la locura y la necedad, he comprendido que aún esto mismo es atrapar vientos. Quien acumula ciencia, acumula dolor. Entonces me dije: Como la suerte del necio será la mía, ¿Para qué vale mi sabiduría? Y pensé que hasta eso mismo es vanidad. Pues el sabio muere igual que el necio. ¿De dónde provienen nuestros pecados contra la pobreza? Desde luego, de la vanidad. Queremos que sean hermosas las cosas de nuestro propio uso, buscamos siempre lo mejor; deberíamos ofrecer al Señor el espíritu de pobreza.
Escribá de Balaguer dice: “Con ese aire de suficiencia resultas un tipo molesto y antipático, te pones en ridículo y lo que es peor, quitas eficacia a tu trabajo de apóstol”. “Cuando percibas aplausos de triunfo que suenen también en tus oídos, las risas que provocaste con tus fracasos”. “Si callas, lograrás más eficacia en tus empresas de apóstol”. “¡A cuántos se les va la fuerza por la boca y te evitarás muchos peligros de vanagloria!”. No cuentes hechos de “tu” apostolado, como no sea para provecho del prójimo.
Ahora es un tiempo propicio para examinarnos y luchar contra los defectos, vanidades y nuestras debilidades. “Quien es fiel en lo poco, también lo es en lo mucho”. Vuelve a empezar con más humildad, pidiendo ayuda al Señor.
Deseándote un lindo día. El Señor de la Misericordia te preserve de la vanidad a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y te proteja. Santa Faustina: Ruega por nosotros.
Amén
Dr. Victor Arce.