Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Esta noche el Señor me dijo: Abandónate toda a Mí en la hora de la muerte y Yo te presentaré a Mi Padre como Mi esposa. Ahora te recomiendo unir de modo particular tus acciones, aún sean las más pequeñas, a Mis méritos, y entonces Mi Padre las mirará con amor como si fueras Mías.
Reflexión: Tus acciones
Ahora te recomiendo unir de modo particular tus acciones, aún sean las más pequeñas, a mis méritos, y entonces mi Padre las mirará con amor como si fueran mías.
Escuchemos lo que desde el sagrario nos dice nuestro Señor: “Anda en mi presencia y sé perfecto”. Debemos obrar pensando que nos mira Jesucristo desde el Santísimo Sacramento, así, obrar más animosa y santamente y con mayor agrado. Sabemos que la mirada inmediata de Jesucristo cae sobre nosotros. Debemos recordar siempre que a donde quiera que vayamos, nuestras acciones, están bajo su mirada, los ojos de su cuerpo glorioso y resucitado, nos siguen a través de los muros sin nunca perdernos de vista.
Debemos obrar siempre por amor a nuestro Señor. Hacerlo todo por Él y nada más que por Él, solo nuestro Señor es el fin de nuestro amor y por eso solo por amor a Él debemos trabajar y ofrecer nuestras acciones. Todas nuestras acciones vayan inspiradas por este sentimiento: “Señor y Dios mío, os amo y para probar mi amor hago esto”. Si Dios está contento con nosotros. ¿Qué nos importa lo demás?
Amemos a la Santísima Virgen, a los Santos, pidámosle cuanto queramos, aprovechemos de sus ejemplos, imploremos su auxilio, pero sea todo esto como ayuda para llegar a nuestro Señor. Ofrezcamos a Él nuestras acciones y nuestra vida, porque Él es nuestro centro y fin, y el fin de los mismos santos. El Señor nos santificará si hacemos su voluntad, y con la mira puesta en Él.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda andar en su presencia, a ti y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce