Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Intuí que después del oficio me cerrarían el paso y entonces tendría que hablar con ellos, porque hasta el momento por mi parte no hubo ni una palabra. Cuando Salí de la capilla, vi. a estas personas armadas, esperando mí paso y esa vez si me infundieron miedo. De repente Jesús se puso a mi lado y dijo: No tengas miedo, Yo voy contigo.
Reflexión: Tentación I
La lucha contra cierta tentación segunda parte. Intuí que después del oficio me cerraron el paso y entonces tendría que hablar con ellos porque hasta el momento por mi parte no hubo ni una palabra. Cuando salí de la capilla vi a estas personas armadas esperando mi paso y esa vez si me infundieron miedo. De repente Jesús se puso a mi lado y dijo: No tengas miedo, yo voy contigo. En el Padre Nuestro, le pedimos al Señor no nos dejes caer en tentación. No nos dice que pidamos a Dios, no tener tentaciones porque eso es imposible. Por eso Jesús les dice a sus discípulos: Velad y orad para no caer en la tentación. Por eso lo importante en la tentación no es no tenerla sino lograr vencerla. San Francisco de Sales: las tentaciones te abandonaron un cuarto de hora después que tus amigos y familiares dejen tu cadáver en el cementerio. Uno de los puntos más sombríos de la tentación es que precisamente en nuestros aspectos fuertes, es donde nos va a atacar. Entonces cada uno sufre las tentaciones de los defectos propios de las cualidades que tiene. Las tentaciones llegaron necesariamente. Jesús. nuestro maestro, también las tuvo contando sus experiencias espirituales. Nos está diciendo a cada uno, las pruebas que debió soportar y a la vez a pedir su ayuda cuando los conflictos lleguen. También a nuestro propio espíritu, el egoísmo, la lujuria, el orgullo, vanidad, soberbia… Las tentaciones vienen para que demostremos a Dios que tanto es el amor que le tenemos. Haz lo que puedas con tu esfuerzo personal y pide a Dios lo que no puedas con tu oración.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda superar la tentación, a tí y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce