Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Soledad, mis momentos preferidos,
Soledad, pero siempre Contigo, Oh Jesús y Señor.
Junto a Tu Corazón el tiempo me pasa agradablemente
Y mi alma encuentra descanso.

Cuando el corazón [está] colmado de Ti y lleno de amor
Y el alma arde de un fuego puro.

Reflexión: Soledad

Soledad, mis momentos preferidos, soledad, pero siempre contigo, Oh Jesús y Señor. Junto a tu corazón el tiempo me pasaría agradablemente y mi alma encontraría descanso cuando el corazón colmado de ti y lleno de amor y el alma, arde de un fuego puro para ir a Jesús. Es necesario pasar por mi corazón, oír la voz de mi salvador. Es necesario que le escuche dentro de mi alma. Para vivir con Jesús, es necesario que more con él, en el santuario que se ha labrado en mí. Luego es necesario el recogimiento, la soledad para mi vida en Jesús, este recogimiento exterior, consiste en la afición a la soledad, al silencio y a la modestia corporal. ¿Por qué la soledad? A Dios no le gusta la agitación ni deja oír su voz en el bullicio del mundo. Esta es la razón porque dice: yo conduciré a mi amada a la soledad y allá le hablaré al corazón. En el silencio y sosiego, se aprovecha el alma devota y penetra los secretos de las escrituras. Allí encuentra arroyos de lágrimas, con qué lavarse y purificarse todas las noches para hacerse más familiar a su creador, cuanto más lejos vive del bullicio del mundo. Pues al que se separa de los amigos y conocidos, Dios se le aproximará con los santos ángeles. El silencio es la guardiana de la paz del corazón y de la pureza del alma. Sean siempre tus palabras alma mía, un obsequio a la verdad, una alabanza a la caridad, un sacrificio de humildad y de mansedumbre y una defensa de la verdad y de la justicia. El silencio es como el de la vida interior

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la soledad, a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce