Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Sienten su vacío, pero no reconocen su culpa y las almas en las cuales Yo reino con plenitud son su continuo remordimiento de conciencia. En vez de enmendar tienen los corazones donde crece la envidia y si no se arrepienten, se hunden más. El corazón, hasta ahora envidioso, empieza a cultivar el odio. Y ya están cerca del abismo, envidian a otras almas Mis dones, pero ellas mismas no saben y no quieren aceptarlos.
Reflexión: Soberbia II
Hoy hablé con el Señor que me dijo sienten su vacío pero no reconocen su culpa y las almas en las cuales yo reino con plenitud son su continuo remordimiento de conciencia. En vez de enmendar, tienen los corazones donde crece la envidia y si no se arrepienten se hunden más. El corazón hasta ahora envidioso empieza a cultivar el odio y ya están cerca del abismo. Envidian a otras almas. Mis dones pero ellas mismas no saben no quieren aceptarlos.
“Maldito quien apartando su corazón del Señor confía en el del hombre y en la carne busca su fuerza, su vida será estéril como la estepa”. Uno de los motivos por los que los soberbios tratan de buscar alabanzas con avidez de sobreestimarse y así mismo ante cualquier cosa que pueda rebajarles en propia estima o en la de otros, es la falta de firmeza interior, no tienen más puntos apoyo ni más esperanzas de felicidad que ellos mismos. Por eso son tan sensibles a la menor crítica tan deseosos de ser conocidos. Siempre se encuentran inseguros, insatisfechos, sin paz, un hombre así sin humildad, sin confiar en su padre Dios que le tiende completamente sus brazos habitará en la aridez del desierto, tierra salubre e inhóspita, el soberbio se encuentra sin frutos, insatisfecho y sin la paz de la felicidad verdadera, los mayores obstáculos que el alma encuentra para seguir a Cristo y para ser y para ayudar a otros tienen su origen el desordenado amor a sí mismo, el soberbio es poco amigo de conocer la auténtica realidad, que anida su corazón. La Virgen María le dejó a Santa Faustina la verdadera grandeza del alma, consiste en amar a Dios, humillarse en su presencia, el Señor se complace solo en los humildes, mientras se rechaza siempre a los soberbios.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te libre de la soberbia, a tí y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce