Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

(84) Hoy hablé con el Señor que me dijo:  Hay almas en las cuales no puedo hacer nada; son las almas que investigan continuamente a los demás sin ver lo que pasa en su propio interior.  No dejan de hablar de los demás hasta durante el silencio riguroso que está dedicado para hablar Conmigo.  Pobres almas, no oyen Mis palabras, quedan vacías en su interior, no Me buscan dentro de sus corazones sino en las habladurías donde Yo nunca estoy.

Reflexión: Soberbia I

Hoy hablé con el Señor que me dijo: Hay almas en las cuales no puedes hacer nada, son las almas que investigan continuamente a los demás sin ver lo que pasa en su propio interior, no dejan de hablar de los demás hasta durante el silencio riguroso que está dedicado para hablar conmigo. Pobres almas, no oyen más palabras, quedan vacíos en su interior, no me buscan dentro de sus corazones sino en las habladurías donde yo nunca estoy. El fariseo no tiene humildad y sin amor, él es el centro de sus propios pensamientos y el objeto de su aprecio. Oh Dios de Dios te doy gracias porque no soy como los demás hombres, ladrones injustos, así es la soberbia, se atribuye a sí mismo el mérito y desprecia a los demás, faltan la humanidad y la caridad y sin ellos no hay ninguna virtud ni obra buena. El soberbio se compara con los demás y se considera superior, su raíz está en lo más profundo del hombre, en el amor propio desordenado, la soberbia es el mayor obstáculo que el hombre pone a la gracia divina, sus prácticas de piedad se consumían en formulismos y menos apariencias, todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres, los soberbios son duros e inflexibles y exigentes con sus semejantes y débiles y comprensivos consigo mismos, se deleita en hablar de los de las propias acciones, de las luces y experiencias interiores de las dificultades de los sufrimientos aún sin necesidad de hacerlo, en las prácticas de piedad se complace en mirar a los demás, observarlos y juzgarlos, se inclina a compararse y a creerse mejor que ellos, a ver los defectos y negarles las buenas cualidades, el amor propio hace que nos sintamos ofendidos cuando somos humillados, insultados o postergados o no nos vemos estimados como esperamos, continúa.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te libre de la soberbia, a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce