Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Una vez, cuando tenía cierta duda que se había despertado en mi poco antes de la Santa Comunión, (56) de repente se presentó nuevamente el Serafín con el Señor Jesús.  Yo, sin embargo, pregunté al Señor Jesús y sin recibir la respuesta, dije al Serafín:  ¿Me confesarás?  Y él me contestó:  Ningún espíritu en el cielo tiene este poder.  En ese mismo instante la Santa Hostia se posó en mis labios.

Reflexión: Serafín

De repente se presentó nuevamente el Serafín con el Señor Jesús. Yo, sin embargo, pregunté al Señor Jesús y sin recibir la respuesta, dije al Serafín, ¿me confesarás? Y él contestó, ningún espíritu en el cielo tiene ese poder. En ese mismo instante, la santa hostia se posó en mis labios. Éxodo. Así habla el Señor. Yo voy a enviar a un ángel delante de ti para que te proteja en el camino y te conduzca hasta el lugar que te he preparado. Son los ángeles que continuamente alaban a Dios y toman parte, a su manera, en el gobierno de Dios sobre la creación, como poderosos ejecutores de sus órdenes según el plan establecido por la divina providencia. Los ángeles son las criaturas más perfectas de la creación. Son espíritus puros, invisibles, creados por Dios. Son seres inmortales, dotados de inteligencia y voluntad. Los ángeles son servidores de Dios y amigos de los hombres. Hay jerarquía dentro de los ángeles que se denomina los coros de los ángeles. Los ángeles son de la misma naturaleza, pero diferentes grados de amor y santidad. Cada tres coros de ángeles constituyen una jerarquía y todos ellos forman la corte celestial. El serafín junto con los querubines y tronos constituyen la jerarquía suprema. Los serafines son los ángeles del amor que están al servicio del amor. Ellos adoran y aman a la Santísima Trinidad. Están llenos del fuego del amor de Dios. Santa Faustina lo describe así. Estaba rodeado de una gran claridad. Se transparentaba la divinización. El amor de Dios llevaba una túnica dorada y encima de ella un sobrepelliz transparente.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda recibir al serafín, a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce