Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Me esfuerzo por la santidad, ya que con ella seré útil a la Iglesia.  Hago continuos esfuerzos en lar virtudes, procuro imitar fielmente a Jesús y esta serie de actos de virtud cotidianos, silenciosos, ocultos, casi imperceptibles, pero si cumplidos con gran amor, los pongo en el tesoro de la Iglesia de Dios para el provecho común de las almas.  Siento interiormente como si fuera responsable por todas las almas, siento claramente que vivo no solamente para mi, sino [para] toda la Iglesia……

Reflexión: Santidad II

Me esfuerzo por la Santidad, ya que con ella seré útil a la Iglesia. Hago continuos esfuerzos en las virtudes, procuro imitar fielmente a Jesús y esta serie de actos de virtud cotidianos.

Nuestra santidad no consiste tanto en una imitación externa de Jesús como en permitir que nuestro ser más profundo se vaya configurando con el de Cristo. Despojaos del hombre viejo con todas sus obras y revestíos del hombre nuevo, nos anima San Pablo quiere decir limar nuestras costumbres, eliminar de nuestra vida los defectos humanos y morales, lo que no es conforme con la vida de Cristo. “Tened los mismos sentimientos de Cristo Jesús. Él es la causa ejemplar de toda santidad”. La contemplación consta de relaciones del alma. Con Dios en los ángeles y el mundo espiritual; es la vida de oración que vale lo que la Santidad y que es la raíz de la caridad y del amor.

La Santidad consiste en la obediencia a la Voluntad Divina. Querer lo que Dios quiere en un abandono en Dios. Toda piedad que no se nutre de oración, que no se recoge en su centro, que es Jesucristo, para sus perdidos y reconocer la vida, flaquea y acaba por morir. Para alcanzar la santidad hay que entregarse a la meditación, es la brújula de la vida y el sustento de la virtud. Cuando se posee el espíritu de oración se tiene todo; es el remedio de todos los males para sacar provecho de la oración, hacerlo en un lugar tranquilo y silencioso. Ir a la oración como niños pobres confiados de nuestra pobreza espiritual, es necesario ser puros. La santidad es el estado de gracia purificado, exento no solo de pecados mortales, también de las menores faltas. La pureza os volverá santos.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la santidad, a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce