Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Donde hay una verdadera virtud, allí debe haber también sacrificio; toda la vida debe ser un sacrificio. Las almas pueden ser útiles únicamente por medio del sacrificio. Mis relaciones con el prójimo pueden traer gloria a Dios a través del sacrificio de mi misma; sin embargo, en este sacrificio debe haber el amor de Dios, ya que en él todo se centra y adquiere valor.
Reflexión: Sacrificio
Donde hay una verdadera virtud, allí debe haber también sacrificio, toda la vida deber ser un sacrificio.
¿Cuáles son los caracteres distintivos del amor? Uno sólo, el sacrificio. El amor se conoce por los sacrificios que implica o que acepta gustoso. Un amor sin sacrificio es una palabra sin sentido, un egoísmo disfrazado.
¿Quieres conocer la grandeza de Jesús para con nosotros? Me amó y se entregó a sí mismo a la muerte, por mí. Son muchos los sacrificios que ha tenido que imponerse para realizarlo. Y cual si fuese poco, haberse inmolado en la cruz, en la sagrada eucaristía continúa renovando místicamente esta muerte natural. ¡Oh! Si comprendiera el hombre el amor de la Eucaristía. Con todo esto, Jesús nos quiere decir ¿Acaso no hago lo bastante para merecer nuestro amor? ¿Qué más puedo hacer? ¡Qué sacrificio me falta por hacer! La Eucaristía es la prueba suprema del amor de Jesús al hombre, por lo tanto constituye el supremo sacrificio.
La Santa Misa encierra todo el valor del sacrificio de la cruz. Jesucristo ofreciendo al Padre sus llagas, su sangre y su muerte para salvación nuestra y la del mundo. Hermanos, para seguir a Jesús y ser sus discípulos se necesita tener el espíritu de sacrificio. Concede Jesús las gracias de su predilección: “Quién lo deje todo por mí dice el maestro, recibirá el céntuplo en esta vida y la vida eterna en la otra”.
Sacrifica tu inteligencia, tu amor, tu voluntad, tu tiempo, que en eso consiste el holocausto.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda el espíritu de sacrificio a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Sta. Faustina. Ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Víctor Arce.